Alimentación Saludable: La Guía Definitiva: Colección Vida Equilibrada, #4

Por León Libros y Luca Storchi

Embárcate en un viaje hacia un mayor bienestar adoptando una dieta basada en plantas que ofrece una amplia gama de sabores.

 

La tendencia contemporánea de que las personas se embarquen en viajes hacia la salud es evidente, con una amplia gama de enfoques dietéticos ganando popularidad, incluidas las dietas paleo, cetogénica, sin gluten y vegana. Sin embargo, también es evidente que existe una tendencia global hacia un aumento del peso corporal entre las poblaciones, acompañada de la aparición temprana de comorbilidades como diabetes e hipertensión.

 

En determinadas regiones se produce un fenómeno en el que la esperanza de vida está disminuyendo, a pesar de la abundancia de tratamientos e intervenciones médicos avanzados disponibles en la sociedad contemporánea. La situación tiene un carácter paradójico.

 

Las últimas investigaciones sobre la relación entre el microbioma intestinal y la salud tienen un potencial considerable. El proceso de digestión humana abarca más que las acciones mecánicas de masticar y tragar. Es un sistema complejo que depende en gran medida de una amplia gama de microorganismos, incluidas bacterias y levaduras, para extraer eficazmente los nutrientes esenciales de los alimentos que comemos.

 

La llegada de la agricultura moderna y la producción industrial de alimentos ha dado como resultado la eliminación de numerosos componentes naturales que mejoran la digestión de nuestros alimentos, lo que tiene importantes consecuencias para la salud. La adición excesiva de azúcar y sal, junto con la eliminación de fibra, en los alimentos procesados ​​compromete la capacidad de los sistemas digestivos contemporáneos para proporcionar las vitaminas, minerales y micronutrientes esenciales necesarios para una salud humana óptima.

 

Lamentablemente, las dietas que implican restricción de calorías o alimentos, como las dietas cetogénica, vegana o vegetariana, no promueven inherentemente una salud óptima. Las personas que muestran una mayor conciencia sobre sus elecciones de alimentos pueden encontrar resultados indeseables, como disminución de los niveles de energía, aumento de peso o diversos problemas relacionados con la nutrición, como piel propensa al acné o trastornos del sueño como resultado del uso excesivo de sustitutos de soja procesados. .

 

¿Cual es la solución?

El concepto de diversidad es un tema importante y ampliamente discutido en diversas disciplinas académicas. Los humanos han experimentado cambios evolutivos que han resultado en su capacidad para obtener placer de una amplia gama de alimentos, apreciando en el proceso sus atributos gustativos, olfativos, táctiles y visuales.

 

Además, los humanos hemos atravesado un proceso coevolutivo en el que una gran cantidad de bacterias residen en nuestro tracto gastrointestinal. Estos microorganismos desempeñan un papel crucial al ayudarnos a extraer nutrientes esenciales de las numerosas fuentes de alimentos que comemos, incluidas frutas, verduras, nueces, semillas, lácteos, carne y pescado.

 

Sin embargo, es esencial para su bienestar óptimo que consuma comidas integrales y mínimamente procesadas.

• Idioma: Español
• Editorial: Editora Prosperar
• Fecha de lanzamiento: 20 dic 2023
• ISBN: 9798223666516

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CAPÍTULO UNO

EL CONCEPTO DE ALIMENTACIÓN BASADA EN PLANTAS PUEDE DIFERIR DE LAS PERCEPCIONES COMUNES

La creciente prevalencia de opciones de alimentos vegetarianos y veganos en los tiempos contemporáneos ha dado como resultado una amplia gama de alternativas de origen vegetal disponibles para cualquiera que busque reducir su consumo de carne. Sin embargo, también ha limitado la conciencia general sobre la verdadera naturaleza de las prácticas alimentarias basadas en plantas, que para muchas personas implican sustituir una hamburguesa o un nugget de pollo por un sustituto a base de soja. Sin embargo, cuando se consideran factores personales y ecológicos, esta alternativa no representa una opción sustancialmente superior.

Esto se debe a que tanto la hamburguesa de comida rápida como el sustituto de la soja se procesan ampliamente y se clasifican como productos alimenticios industriales. Aunque pueden estar presentes ciertos macronutrientes, como proteínas y grasas, el procesamiento extensivo de los ingredientes, desde la granja hasta la mesa, ha resultado en una reducción significativa del contenido nutricional general de los alimentos. Estos alimentos tienen una calidad palatable, ya que están enriquecidos con la inclusión de azúcares y sales para intensificar su sabor. Sin embargo, el sistema digestivo humano no ha sufrido cambios evolutivos para procesar eficazmente la ingesta excesiva de carbohidratos simples, grasas saturadas y sodio que aportan estas sustancias.

Con el tiempo, los receptores gustativos humanos se adaptan gradualmente a la ingesta excesiva de azúcar y sal, lo que da como resultado una capacidad disminuida para percibir los sabores distintivos inherentes a los alimentos no procesados. Existe el deseo de aumentar el consumo para experimentar los pronunciados efectos fisiológicos resultantes de los altos niveles de azúcar y grasa, reforzando así el ciclo.

A lo largo de nuestra vida, la composición y actividad de nuestros microbiomas intestinales experimentan cambios dinámicos en respuesta a muchos factores. Los organismos que muestran preferencia por el azúcar y la sal tienen una mayor supervivencia y crecimiento, mientras que aquellos involucrados en la regulación del estado de ánimo, la regulación de las hormonas o la reducción del azúcar en la sangre experimentan una disminución de la vitalidad en ausencia de una nutrición suficiente. El resultado se manifiesta como un bienestar físico subóptimo, un aumento de la masa corporal y una disminución del vigor y la vitalidad. La literatura conocida respalda la idea de que las comidas procesadas tienen un impacto perjudicial en la diversidad y la salud del microbioma intestinal. Sin embargo, hasta hace poco no estaban claros los medios para revertir eficazmente este ciclo.

En consecuencia, este régimen a base de plantas presenta distinciones notables. El objetivo principal es aumentar el volumen y variedad de comidas completas de origen vegetal que se incorporan a la dieta. Esto cubre una amplia gama de alimentos, desde varios tipos de cereales integrales, como avena, trigo y cebada, hasta una variedad de hierbas y especias, como albahaca y orégano. Esta categoría abarca alimentos ricos en proteínas como garbanzos, lentejas, frijoles y soja, aunque en sus versiones frescas o fermentadas en lugar de alternativas animales fabricadas