Alimentos deshidratados para principiantes

Por Tadashi Yoshida

¿SABES CÓMO DESHIDRATAR ALIMENTOS DE FORMA EFICAZ Y LOS BENEFICIOS QUE LA COMIDA SECA PUEDE APORTAR A TU SALUD?

 

Las técnicas para deshidratar alimentos permiten quitarles el agua para que se conserven durante largos períodos de tiempo. Esto te permite no desperdiciar comida que de otro modo acabaría en la basura, disfrutar de frutas y verdura fuera de temporada, almacenar muchos alimentos en poco espacio, crear nuevas texturas y sabores para la cocina y disponer de recetas y snacks que cuidarán tu salud.

 

En este libro aprenderás las diversas técnicas para convertir tus excedentes de comida en alimentos deshidratados, ya sea de forma tradicional a través del sol, o con métodos más modernos como el uso de hornos o deshidratadores. Aprenderás paso a paso a dominar este proceso de forma sencilla y eficaz, sin cometer los errores más frecuentes.

 

También aprenderás los beneficios para tu salud de este tipo de alimentos, y dispondrás de una selección de recetas para poder utilizarlos a la vez que elaboras nuevos y sabrosos platos. ¿A qué estás esperando para disfrutar de las ventajas de los alimentos deshidratados que puedes hacer en tu propia casa?

 

En este libro conocerás:

• Qué es la deshidratación de alimentos y su historia
• Los aspectos más fundamentales durante el proceso de deshidratación
• Qué tipo de alimentos se pueden deshidratar
• Los distintos tipos de conservación de alimentos
• Cómo deshidratar alimentos sin cometer los errores más comunes
• El proceso tradicional de deshidratación a través del sol
• Cómo hacer la deshidratación en el horno de casa
• Cómo usar un deshidratador para obtener los mejores resultados
• La forma de preparar los alimentos antes de empezar a deshidratar
• Recetas para utilizar los alimentos deshidratados y disfrutar de ellos: chips de verduras, risotto con crujiente de amapolas, wok de quinoa con verduras secas, alioli de boletus deshidratados, hummus de tomates secos, salsa romesco con ñoras, sopa minestrone con verduras secas, dal de quinoa con shiitake y avellanas, crackers de semillas…

¡Todo eso y mucho más para que puedas empezar a crear tus propios alimentos deshidratados y disfrutar de sus beneficios!

• Idioma: Español
• Editorial: Tadashi Yoshida
• Fecha de lanzamiento: 5 may 2023
• ISBN: 9798223302445

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Todos los derechos reservados diciembre 2021

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Introducción

Seguramente alguna vez has comido frutos secos mientras veías alguna película en Netflix y te has preguntado cómo se hacen, si los recolectan de las plantas así o manipulan las frutas ya pasadas para hacerlos. Si no conoces mucho de este proceso, te sorprenderá lo sencillo que es deshidratar alimentos para saber aprovecharlos.

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Se trata de un método antiguo que consiste en la eliminación del agua en los alimentos, así se quedan secos, deshidratados. Es un método que además cuenta con una gran variedad de beneficios para quien después comerá estos alimentos.

La deshidratación de los alimentos tiene muchos beneficios, es una técnica de conservación que puede hacerse de diferentes formas, con esto evitas el desarrollo de microorganismos que hacen que se dañen. Se trata de eliminar gran parte del agua para que sea tan baja que no sea posible el crecimiento de los microbios. Es considerado un producto deshidratado cuando tiene menos del 2,5 % de agua.

Es una técnica que puedes aplicar a las verduras, frutas, hortalizas, pescados o carnes, entre otros alimentos. Cuenta con una gran variedad de alimentos, y muchos beneficios si tienes en cuenta que no es algo complicado y se trata de un proceso de conservación que puede hacerse de manera casera. La deshidratación garantiza que se conserven todo tipo de alimentos de un modo seguro sin que se requieran conservantes.

Los alimentos deshidratados son fáciles de almacenar porque no requieren envoltorios especiales y no deben almacenarse en refrigeradores o congeladores.

Además, cuando se quita el agua, se concentra el azúcar natural, por lo que el sabor siempre es más fuerte. A su vez, se consiguen almacenar muchos nutrientes en porciones pequeñas, por lo que son muy indicados para viajes cortos o durante actividades deportivas.

Si hacemos este trabajo en casa, sabremos exactamente qué alimento estamos utilizando, cuál es su calidad y procedencia, y en qué fecha estamos realizando el proceso de deshidratación.

Además, estos alimentos pueden jugar un gran papel en la cocina, pues en algunos casos pueden servir como decoraciones sorprendentes, y en otros casos, pueden incorporarse a la receta original.

Por último, no debemos olvidar que deshidratando la comida en casa, también podemos ahorrar más dinero, porque es mucho más económico comprar comida no deshidratada y seguir un proceso bastante sencillo, que nos reportará mucho ahorro.

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Capítulo 1: De qué se trata la deshidratación de alimentos

La deshidratación es un proceso especializado para conservar los alimentos que previene la actividad microbiana y reduce la acción de las enzimas cuando eliminas toda el agua libre que contiene.

Los alimentos deshidratados y/o secos hacen referencia a alimentos frescos a los que se le ha extraído el agua de un modo artificial, reduciendo su riesgo de que se contamine y para extender su tiempo de vida.

El proceso de secado de los alimentos son métodos que han sido muy utilizados a lo largo del tiempo por las personas. Antes, las frutas, cereales, verduras, carne, pescado, se secaban al sol para consumirlos posteriormente en tiempos de escasez.

La deshidratación es el procesamiento de los alimentos mediante calentamiento artificial (aire precalentado, superficies calientes, etc.), es decir, reduciendo artificial o industrialmente la cantidad de humedad. Los alimentos que pueden deshidratarse son frutas, verduras, legumbres, champiñones, especias, leche y huevos.

Si los alimentos no se manipulan adecuadamente, los inconvenientes más comunes que pueden ocurrir durante la deshidratación y el secado incluyen:

Contracción o reducción de volumen: este fenómeno afecta a la capacidad de rehidratación (capacidad de absorción de agua), porque cuanto mayor es la contracción, menos agua puede absorber.

Cambio de tono o color: Si los alimentos no son procesados correctamente, pueden ocurrir reacciones de tipo Maillard, y dorarse o adquirir una apariencia marrón que puede causar problemas estéticos, cambios en el sabor y aroma y una reducción de los nutrientes.

Pérdida de compuestos volátiles que causan sabor y aroma: esto puede reducirse si se secan más rápido. La pérdida de aroma en alimentos secos es de gran importancia.

Pérdida de capacidad hidratante: los alimentos deshidratados y/o secos tienen una capacidad mucho menor de absorber agua que los alimentos frescos. Cuanto más lento se seca, menos se rehidrata. Los alimentos secos no pueden restaurar el mismo peso de los alimentos frescos.

Migración de solutos y creación de formas que no se desean: si el tiempo para secarse es escaso, se forma una costra impermeable en la superficie del alimento para evitar que se seque. Esto se debe