2 libros en 1: Respira, duerme y adelgaza

Por Tadashi Yoshida

¿SABÍAS QUE APRENDIENDO A RESPIRAR Y DORMIR BIEN PUEDES PERDER PESO DURANTE CADA MINUTO DE TU VIDA?

 

En esta recopilación de 2 libros en 1 aprenderás los hábitos, consejos y trucos para que con dos actividades tan sencillas como respirar y dormir, puedas quemar más calorías a lo largo del día sin gran esfuerzo adicional.

 

Casi todas las personas respiran y duermen mal, y esto les dificulta adelgazar. Tendemos a respirar superficialmente, utilizando solo una parte de nuestra capacidad pulmonar. Además, los cambios alimenticios tras la revolución industrial han modificado la estructura facial del ser humano, haciendo la respiración menos eficiente. Una buena respiración activa el metabolismo y oxigena mejor nuestras células, que utilizan este oxígeno para generar energía, principalmente a través de la eliminación de grasas.

 

Por otro lado, los hábitos que adquirimos debido a un estilo de vida acelerado hacen que no descansemos correctamente, y esto desestabiliza nuestro cuerpo y afecta a hormonas como la grelina o la leptina que inciden en nuestro peso corporal.

 

En Respira y adelgaza descubrirás por qué respiramos mal, su relación con la obesidad, así como los ejercicios y métodos para que aprendas a realizar una respiración consciente y puedas empezar a perder peso de forma pasiva mientras disfrutas de los beneficios para la salud de una buena respiración.

Y en Duerme y adelgaza aprenderás cómo afecta el sueño a la acumulación de grasa y pérdida de peso, y las técnicas, consejos, trucos y hábitos para conseguir un descanso adecuado que mejore tu metabolismo y te ayude a perder peso mientras disfrutas de un sueño saludable y reparador.

 

 

 

¡Todo eso y más en un libro que te dará las claves para respirar y dormir mejor y mejorar tu pérdida de peso de manera sencilla!

• Idioma: Español
• Editorial: Tadashi Yoshida
• Fecha de lanzamiento: 10 nov 2023
• ISBN: 9798223908777

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Todos los derechos reservados enero 2022

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RESPIRA Y ADELGAZA

Introducción: Somos los peores respiradores del reino animal

Permíteme adivinar: Justo en este momento te sientes un poco escéptico, pensando que no puede ser posible. ¿Bajar de peso respirando? Si fuera verdad no existiría la obesidad, todos tendríamos un físico desarrollado, con el índice de masa muscular en valores óptimos. Puede que pienses incluso en cerrar este libro.

No lo hagas.

No es imposible.

Aunque el título del libro pueda parecer simplemente atractivo, lo que estás a punto de leer está avalado por la ciencia.

Vas a aprender a respirar. La mayoría de las personas no respira bien, cuando se medita, se hace yoga o ejercicio, nos damos cuenta de la importancia de respirar adecuadamente.

Hombre De Chaqueta Verde Y Marrón

Aunque no lo admitamos, no sabemos respirar, lo hacemos de forma superficial, con una respiración que no llega al fondo del cuerpo para nutrir cada célula. Por eso engordamos. Evidentemente influyen varios factores como la mala alimentación, el sedentarismo y hábitos nocivos, pero la respiración tiene una gran responsabilidad y cuando lo hacemos de manera superficial nuestro metabolismo se ralentiza y ayuda a que subamos de peso, por ello, no respirar bien nos ayuda a engordar.

Respirar bien ayudará a que el organismo mejore en el metabolismo. ¿Y qué ocurre al tener un buen metabolismo? ¡Exacto! Perdemos peso.

Entonces, en este libro aprenderás cómo perder peso respirando. Pero antes hablemos de la respiración.

La respiración es un comportamiento tan natural e inconsciente que nunca pensamos sobre ello. Los adultos respiramos unas 20.000 veces al día, sin darnos cuenta, y la respiración es uno de los ejercicios que más determina nuestra calidad de vida.

La mayoría de nosotros usamos solo el 30 % de nuestra capacidad respiratoria. No expandimos y llenamos los pulmones de aire completamente, solo lo hacemos de forma superficial. Por tanto, carecemos de vitalidad, y esto genera dolores de cabeza, ansiedad, o estrés. Pero lo más importante, este tipo de hipoxia puede hacer que todo el cuerpo funcione mal.

Saber respirar bien y convertirlo en rutina tiene muchos beneficios: mejora la concentración y la autoconciencia mental y física, combate la ansiedad y ayuda a lograr la calma, el equilibrio emocional y fuerza física.

Uno de los errores más comunes que cometemos es cuando respiramos por la boca, tenemos que hacerlo por la nariz, ya que en las fosas nasales tenemos filtros para las partículas tóxicas y calientan el aire a una temperatura ideal.

Hombre Vestido Con Gorra Negra Con Los Ojos Cerrados Bajo El Cielo Nublado

Otro de los grandes problemas es que las personas no incluyen al diafragma en este proceso, o no lo hacen correctamente. Se inhala comenzando en la parte de arriba del pecho y termina por los pulmones, y cuando los pulmones están llenos de aire, se mueve el diafragma.

Para exhalar, el proceso se invierte. Si lo pruebas, encontrarás un proceso más completo, en un principio puede parecer un poco exagerado, pero solo así podrás aprovechar al máximo todas las capacidades que te brindan tus pulmones.

Se necesita tiempo para respirar de esta forma sin darnos cuenta, porque nos hemos acostumbrado a una respiración que está marcada por un ritmo de vida acelerado y el estrés. El autor del método más popular es el Dr. Konstantin Buteyko, un médico ucraniano del siglo XX que insistió en que es necesario volver a entrenar la respiración. Había advertido que la mayoría de las personas hiperventilan al respirar y que los movimientos del pecho son demasiado repentinos y profundos.

Buteyko estudió la respiración entre la mala respiración y algunas afecciones, explica que la hiperventilación reduce la cantidad de dióxido de carbono que lleva a la vasoconstricción e hipoxia tisular. Las investigaciones actuales coinciden con el punto de vista de Buteyko y se ha llegado a una conclusión importante: respirar bien nos hace pensar mejor y por supuesto perder peso.

El cerebro necesita tres veces más oxígeno que otras partes del cuerpo, por lo que una buena respiración nos facilita la concentración. El sistema nervioso también se beneficia al reducir el nivel de ansiedad para relajar los músculos y reducir la carga de trabajo del corazón. Con más oxígeno, nuestros órganos digestivos funcionarán mejor y nuestros riñones podrán eliminar más toxinas.

Además, aunque no lo parezca, nuestra piel también verá los beneficios de una mejor respiración, se volverá más suave y menos propensa a las arrugas.

Dados tantos beneficios, vale la pena tomarse unos segundos, respirar profundamente y, lo más importante, aprender a convertir la buena respiración en un hábito.

Capítulo 1: Qué dice la ciencia de la respiración y su relación con la pérdida de peso

La ciencia es clara en este aspecto, tenemos que tener un metabolismo rápido para procesar mejor la comida y no almacenarla como grasa. Vamos a aprender cómo funciona todo este proceso.

Qué es el metabolismo

El metabolismo es una serie de reacciones químicas que tenemos en el cuerpo, tienen la responsabilidad de convertir todo lo que comemos en combustible necesario para realizar todas las funciones importantes, desde la respiración hasta el movimiento, y hacer posible que las células funcionen de manera adecuada y saludable.

En otras palabras, cuando ingieres alimentos, estás consumiendo proteínas, grasas y carbohidratos. Estos nutrientes se descomponen en unidades más pequeñas mediante moléculas llamadas enzimas. En este proceso, se producen aminoácidos, ácidos grasos y azúcares, que luego se absorben en la sangre, ingresan a las células del cuerpo y se metabolizan, liberando o almacenando energía.

El metabolismo incluye dos tipos de procesos: el anabolismo, que incluye la producción y el almacenamiento de energía de los tejidos corporales, y el catabolismo, que es responsable de descomponer los tejidos y las reservas de energía para su uso como combustible. Diferentes hormonas producidas por el sistema endocrino regulan la velocidad y dirección de estos procesos.

Los desajustes en este equilibrio generan patologías y enfermedades:

· Galactosemia: es una enfermedad genética caracterizada por la dificultad para descomponer la galactosa (un componente de azúcar de la lactosa) presente en los productos lácteos. Esto se debe a la falta de enzimas que realizan este proceso.

· Fenilcetonuria: es otra enfermedad genética caracterizada por un defecto en la enzima que descompone la fenilalanina, que es parte de las proteínas en los alimentos.

· Hipertiroidismo: esta es una enfermedad causada por la producción excesiva de tiroxina por la glándula tiroides. Esta hormona acelera el metabolismo basal, lo que conduce a la pérdida de peso excesiva, aumento de la frecuencia cardíaca, presión arterial alta, ojos saltones e inflamación de la tiroides.

· Hipotiroidismo: esto es lo opuesto al hipertiroidismo, cuando las glándulas están ausentes o la producción de tiroxina es escasa. Como resultado, el metabolismo basal se reduce y conduce a fatiga, frecuencia cardíaca más lenta, aumento de peso y estreñimiento.

· Diabetes: puede ser tipo 1, es decir, el páncreas no produce o hace muy poca insulina; o tipo 2, es decir, el organismo no responde adecuadamente a la insulina. Los síntomas típicos de la diabetes son micción frecuente, sed extrema y hambre. A largo plazo, se puede experimentar complicaciones como problemas renales y nerviosos, retinopatía, ceguera y enfermedades cardiovasculares.

Muchos de estos problemas también están influidos por no saber respirar.

El metabolismo es un proceso continuo, que comienza desde el momento de la concepción y termina cuando morimos.

Es un proceso importante para todas las formas de vida, no solo para los humanos. Si el metabolismo de un organismo se detiene, el resultado es la muerte.

Así es cómo funciona el proceso metabólico de los seres vivos: comienza con las plantas. Primero, las plantas verdes obtienen energía de la luz solar. Las plantas utilizan esta energía y una molécula llamada clorofila (que les da su característico color verde) para producir azúcar a partir del agua y el dióxido de carbono. Este proceso se llama fotosíntesis.

Cuando las personas y los animales comen plantas (o, si son carnívoros, comen carne de animales herbívoros), absorben esta energía (en forma de azúcar) y otras sustancias químicas necesarias para producir células. El siguiente paso es descomponer el azúcar, para que la energía producida se pueda distribuir a todas las células del cuerpo, que la utilizarán como combustible.

Cuando comemos, unas moléculas que poseemos llamadas enzimas del sistema digestivo, se ponen a trabajar y a convertir las proteínas en aminoácidos, la grasa en ácidos grasos y los hidratos de carbono en azúcares. Los compuestos se absorben en la sangre y la sangre se encarga de llevarlos a todas las células. Cuando están ya dentro de ellas, otras enzimas se encargan de regular las reacciones químicas que se necesitan para metabolizar los compuestos necesarios.

De esta forma, el metabolismo es un malabarismo de dos actividades al mismo tiempo: por un lado, la producción de tejidos corporales y la creación de reservas de energía, y por otro lado, la descomposición de los tejidos corporales y las reservas de energía para producir el combustible necesario.

Cuál es la diferencia entre ANABOLISMO y CATABOLISMO? - YouTube

El metabolismo constructivo tiene el papel de almacenar. Es la parte básica para el crecimiento de otras células, mantener los tejidos del cuerpo y tener las reservas de energía necesarias para usarlas más adelante. En el proceso metabólico, las moléculas que son más pequeñas y simples cambian para poder crear moléculas más complejas como carbohidratos, grasas y proteínas.

El metabolismo destructivo es el proceso que genera la energía necesaria para el día a día. En este proceso las células descomponen moléculas grandes como grasas e hidratos de carbono, para obtener energía.

La energía que produce no solo es el combustible necesario para los procesos anabólicos, sino que ayuda a calentar el cuerpo, y que los músculos puedan contraerse para generar movimiento. En esta descomposición se generan productos de desecho que se liberan por la piel, riñones e intestinos.

Varias de las hormonas que genera el sistema endocrino tienen el papel de controlar la velocidad y la dirección del metabolismo. La tiroxina es una hormona que produce y se secreta por la glándula tiroides y tiene un papel clave en la determinación de la velocidad de las reacciones químicas metabólicas