2 libros en 1 - Come para no enfermar: Dime qué comes y te diré de qué vas a enfermar + Probióticos para principiantes

Por Tadashi Yoshida

¿QUIERES PROTEGERTE DE UNA GRAN CANTIDAD DE ENFERMEDADES A TRAVÉS DE LOS ALIMENTOS QUE COMES?

 

Comer es una necesidad, nos alimentamos para tener energía y proporcionar a nuestro cuerpo los elementos que necesita para crecer y funcionar. Pero además, una alimentación concreta nos proporciona una defensa extra para evitar una gran variedad de enfermedades. En esta recopilación de 2 libros en 1 aprenderás cómo comer para evitar una gran cantidad de afecciones y dispondrás de una gran cantidad de recetas que cuidarán tu salud.

 

En Dime qué comes y te diré de qué vas a enfermar descubrirás qué alimentos debes evitar o moderar si no quieres sufrir determinadas enfermedades concretas, y cómo lograr una correcta nutrición que cuide tu cuerpo y te permita una vida más plena para disfrutarla al máximo.

 

Y en Probióticos para principiantes aprenderás qué es la flora intestinal y su relación directa con las afecciones gastrointestinales y el sistema inmune, cómo mantenerla en buen estado, los hábitos que debes corregir para no perjudicarla, y sobre todo los alimentos que debes incorporar a tu dieta para conseguir un correcto equilibrio de la microbiota.

 

En este libro aprenderás…

• Cómo funciona el proceso digestivo y por qué es necesario comer
• Qué pasa con los alimentos en tu cuerpo desde el momento en el que los ingieres
• Qué es la microbiota y por qué es tan importante para tu salud
• La relación entre el cerebro y los intestinos para lograr la felicidad a través de los alimentos
• Los trastornos digestivos más frecuentes y sus causas
• Las consecuencias de consumir azúcar de la forma inadecuada
• Los beneficios y problemas de los distintos tipos de ayuno intermitente
• La importancia de tener un control sobre los alimentos que consumes
• Las distintas formas en las que deberías comer
• Hábitos, trucos y consejos en la cocina para mejorar tu alimentación
• Recetas saludables para incorporar a tus hábitos dietéticos
• Qué es la microbiota y su fundamental papel en el organismo
• Los beneficios de disponer de una flora intestinal en buen estado
• Los hábitos que perjudican a tu flora intestinal y cómo pueden perjudicarte
• Qué son los probióticos y los prebióticos y la función de cada uno de ellos
• Cómo interviene la flora intestinal en la inmunidad
• Qué es la alimentación disbiótica y cómo regularla
• Los alimentos que aportan una cantidad saludable de probióticos y que deberías incorporar a tu dieta
• Cómo consumir alimentos probióticos
• Los probióticos y su relación con las intolerancias digestivas, celiaquía y alergias
• Una gran variedad de recetas ricas en alimentos probióticos para poner en práctica todo lo aprendido: kéfir de frutas, batido de arándanos con leche de coco, bebida probiótica de Jun, cerveza de jengibre, chucrut, yogur de coco, hummus fermentado, natto de garbanzos, polenta fermentada, pan de masa madre…

¡Todo eso y mucho más para que puedas comer de forma consciente y proteger tu salud!

• Idioma: Español
• Editorial: Tadashi Yoshida
• Fecha de lanzamiento: 4 may 2023
• ISBN: 9798223823032

Vista previa del libro

Todos los derechos reservados septiembre 2022

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DIME QUÉ COMES Y TE DIRÉ DE QUÉ VAS A ENFERMAR

Introducción

Somos lo que comemos, dice una frase muy conocida. Hace mucho tiempo que Ludwig Andreas Feuerbach dijo esta original frase. Fue en el siglo XIX, a él le preocupaba el efecto que tendría en la salud tener malos hábitos al comer, aunque se enfocaba en las poblaciones menos favorecidas. Este problema lejos de desaparecer, se ha acentuado.

Actualmente, la mayoría de las personas son afortunadas y pueden elegir qué comer, pero no buscan lo mejor, no eligen alimentos sanos, orgánicos, naturales, sino que consumen casi todo procesado. Entonces esa frase debería modificarse a una más acorde al estilo de vida actual.

Lo que comes dice lo que eres, o dime qué comes y te diré de qué vas a padecer.

Si te comprometes con el medio ambiente, si defiendes los animales, si quieres vivir en armonía con el universo y que todo mejore, deberías preocuparte por ponerle un candado a algunos alimentos para que no entren en tu boca y calmar algunos placeres de tu paladar.

Se coma vegano, vegetariano, dieta microbiota, paleo, todos tienen un motivo para seguir su doctrina, pero hay que preguntarse si esas dietas son tan buenas como dicen, y si son buenas para el mundo, si te hacen o no bien.

En este libro descubrirás cómo cuidar la alimentación, conocer de qué forma te afecta lo que comes y la manera de cuidarte cada día. Al final conocerás una serie de dietas sanas para tu día a día.

Capítulo 1: comprendiendo el cuerpo desde que ingiere el alimento hasta que lo expulsa

El sistema digestivo consiste en el tracto gastrointestinal (también llamado tracto digestivo), donde está el páncreas, hígado y vesícula biliar. El tracto digestivo trata de una serie de órganos huecos conectados en un largo tubo retorcido que comienza en la boca y llega al ano. Los órganos huecos que componen el tracto son la boca, esófago, estómago, intestino delgado, grueso y ano. El hígado y vesícula biliar son los órganos sólidos del sistema digestivo.

El intestino delgado está dividido en tres partes. La primera se llama duodeno, el yeyuno está en la mitad y el íleon al final. El intestino grueso tiene el ciego, la abertura, colon y recto. El ciego es la primera parte del intestino grueso, le sigue el colon. Termina con el recto.

El aparato digestivo

Las bacterias que hay en el tracto gastrointestinal se conocen como flora intestinal, microbiota o microbioma, y ayudan en la digestión. El sistema digestivo está conectado con partes del sistema nervioso y circulatorio. Los nervios, hormonas, bacterias, sangre y órganos del sistema digestivo trabajan conjuntamente para digerir alimentos y los líquidos que consumes a diario.

¿Por qué es importante la digestión?

La digestión es clave porque el cuerpo requiere de nutrientes de los alimentos y bebidas para funcionar bien y mantenerse sano. Las proteínas, grasas, hidratos de carbono, vitaminas, minerales y agua son nutrientes. El sistema digestivo descompone químicamente los nutrientes en partes que son más pequeñas para que los absorba el cuerpo y use para conseguir energía celular y repararse.

Las proteínas se descomponen químicamente en aminoácidos.

La grasa se descompone químicamente en ácidos grasos y glicerol.

Los carbohidratos se descomponen químicamente en azúcares simples.

El aparato digestivo descompone químicamente los nutrientes en secciones que son más pequeñas para que las absorba el cuerpo.

¿Cómo funciona el aparato digestivo?

Cada parte del sistema digestivo ayuda a transportar alimentos y líquidos a través del tracto gastrointestinal, y los descompone químicamente en partes más pequeñas.

Una vez que esto ocurre, el cuerpo puede absorber los nutrientes y entregarlos donde se necesitan. El intestino grueso absorbe agua y los desechos digeridos pasan a las heces. Los nervios y las hormonas ayudan a controlar el proceso digestivo.

¿Cómo se transportan los alimentos a través del tracto gastrointestinal?

Los alimentos se transportan a través del tracto gastrointestinal mediante un proceso llamado peristalsis. Los grandes órganos huecos del tracto gastrointestinal contienen una capa de músculo que permite que sus paredes se muevan. Este movimiento empuja los alimentos y los líquidos a través del tracto gastrointestinal y mezcla el contenido de cada órgano. Los músculos detrás de la comida se contraen y empujan la comida hacia adelante, mientras que los músculos que están delante de la comida se relajan para permitir que la comida se mueva.

El proceso digestivo empieza cuando una persona se pone comida en la boca

Boca: cuando una persona come, la comida comienza a pasar a través del tracto gastrointestinal. Cuando una persona traga, la lengua empuja la comida hacia la garganta. Un pequeño trozo de tejido, llamado epiglotis, se pliega sobre la tráquea para evitar que una persona se ahogue y que la comida entre en el esófago mientras mastica.

Esófago: este proceso ocurre automáticamente una vez que una persona comienza a tragar. El cerebro envía una señal a los músculos del esófago para que comiencen a retorcerse.

Esfínter esofágico inferior: cuando la comida llega al final del esófago, un anillo de músculos llamado esfínter esofágico inferior se relaja y permite que la comida ingrese al estómago. Este esfínter permanecerá cerrado para evitar que el contenido del estómago regrese al esófago.

Estómago: luego que la comida entra en el estómago, los músculos van a mezclar la comida y el líquido de los jugos digestivos. El estómago saca lentamente el contenido que se llama quimo, hasta el intestino delgado.

Intestino delgado: sus músculos mezclan alimentos con jugos digestivos del páncreas, intestino, hígado y llevan la mezcla hacia delante para seguir con el proceso de digestión. La pared del intestino delgado absorbe agua y digiere los nutrientes a la sangre, mientras sigue el peristaltismo, y los productos de desecho del proceso de digestión entran al intestino grueso.

Intestino grueso: los elementos que hay en el proceso digestivo incluyen alimentos no digeridos, líquidos y células viejas que recubren el tracto gastrointestinal. El intestino grueso absorbe agua y convierte los desechos de líquido en heces. El peristaltismo ayuda a mover las heces al recto.

Recto: el recto inferior del intestino, almacena las heces hasta que salen por el ano cuando se defeca.

¿Cómo funciona el aparato digestivo para descomponer químicamente los alimentos en pequeñas partes que el cuerpo puede usar?

Cuando los alimentos se transportan a través del tracto gastrointestinal, los órganos digestivos utilizan dos elementos para descomponer los alimentos en partes más pequeñas:

Movimientos: como masticar, exprimir y mezclar.

Jugos digestivos: como ácido estomacal, bilis y enzimas.

Cuando una persona está masticando, el proceso de digestión comienza en la boca, las glándulas salivales generan la saliva, el jugo humedece el alimento haciendo fácil que vaya al esófago y llegue al estómago. La saliva contiene una enzima que va descomponiendo químicamente el almidón de los alimentos.

Después de tragar, la peristalsis empuja la comida por el esófago y llega al estómago.

Las glándulas que revisten el estómago generan ácido estomacal, y enzimas que descomponen los alimentos, los músculos van mezclando los alimentos con sus jugos digestivos.

El páncreas produce jugos digestivos que tienen enzimas que descomponen los hidratos de carbono, grasas y proteínas. El páncreas suministra jugos digestivos al intestino delgado por medio de tubos llamados conductos.

El hígado produce un jugo que se llama bilis, ayuda a digerir las grasas y algunas vitaminas. Los conductos biliares llevan la bilis desde el hígado a la vesícula biliar hasta el intestino delgado.

La vesícula biliar se encarga de almacenar bilis, cuando comes, la vesícula exprime la bilis al intestino delgado por medio del conducto biliar.

El intestino delgado produce jugos que son mezclados con la bilis, este jugo sirve para completar la extracción química de proteínas, grasas y carbohidratos. Las bacterias del intestino delgado llevan algunas enzimas necesarias para digerir los carbohidratos, el intestino delgado lleva agua desde la sangre al tracto gastrointestinal para ayudar a descomponer los alimentos. El intestino delgado absorbe agua y otros nutrientes.

El intestino grueso lleva más agua desde el tracto gastrointestinal a la sangre. Las bacterias en el intestino grueso sirven para descomponer los nutrientes que quedan y generan vitamina K. Los productos digestivos pueden tener porciones de alimentos que aún son grandes y seguirán en las heces.

¿Qué les sucede a los alimentos digeridos?

El intestino delgado absorbe todos los nutrientes de los alimentos y el sistema circulatorio, los transporta a otras partes del cuerpo para almacenarlos. Hay células especiales que ayudan a que los nutrientes se absorban y lleguen de la pared del intestino a la sangre. La sangre transporta azucares simples, glicerol, aminoácidos y algunas vitaminas y sales al hígado. El hígado almacena, procesa y distribuye nutrientes al resto del cuerpo cuando hacen falta.

El sistema linfático es una red de vasos sanguíneos que llevan glóbulos blancos y un líquido que se llama linfa por el cuerpo para enfrentar infecciones y absorber ácidos grasos y vitaminas.

El cuerpo usa azúcares, aminoácidos, ácidos grasos y glicerol para construir lo que las células necesitan para energía, crecimiento y reparación.

¿Cómo controla el cuerpo el proceso digestivo?

Las hormonas y nervios actúan conjuntamente para controlar el proceso digestivo. Hay señales que fluyen a través del tracto gastrointestinal y viajan de un lado a otro desde el tracto gastrointestinal hasta el cerebro.

Hormonas

Las células en el estómago y el intestino delgado producen y liberan hormonas que controlan la función del sistema digestivo. Las hormonas le dicen al cuerpo en qué momento producir los jugos digestivos, envían señales al cerebro cuando una persona tiene hambre o está llena. El páncreas genera hormonas que son claves para la digestión.

Nervios

En el cuerpo hay nervios que se conectan con el sistema nervioso central, con el sistema digestivo y controlan las funciones digestivas. Un ejemplo es cuando una persona huele o ve comida, el cerebro le envía una señal a las glándulas salivales para que se haga agua la boca.

En el cuerpo también hay un sistema nervioso entérico (SNE), que está compuesto de nervios, que recubren las paredes del tracto gastrointestinal. Cuando los alimentos estiran sus paredes,