EL TEATRO
Frederick M. Alexander era australiano. Nació en la población de Winyard (Tasmania), en 1869. Fue un niño precoz, pero muy pronto su salud se vio truncada por problemas respiratorios. Por ese motivo recibió una educación privada en lugar de ir a la escuela. Cuando su estado físico empezó a mejorar y se pudo mover con libertad, hacia los nueve años, empezó a apasionarse por los caballos y, con el tiempo, se convirtió en un experto domador y jinete. Su otra gran pasión fue el teatro, especialmente la obra de Shakespeare. Durante toda su vida conservó un enorme entusiasmo por estas dos actividades.
A los veinte años se trasladó a Melbourne donde empezó sus estudios musicales y dramáticos. Pronto ganó una excelente reputaciíon produciendo obras teatrales. Con el tiempo formó su propia compañía teatral. Sin embargo, su carrera como actor se vio enturbiada por que solía quedarse ronco y sin voz durante sus actuaciones. Este fue el punto de no retorno. Lo intentó todo para solucionar su problema vocal. El médico no podía ya aconsejarle nada, aunque estuvo de acuerdo en que las causas debían estar en algo erróneo que él hacía durante la actuación.
AUTOOBSERVACIÓN
A partir de este momento y con la ayuda de tres espejos, se embarcó en un proceso de autoobservación, avanzando cada vez con mayor detalle en la comprensión de sí mismo.
Durante ese tiempo continuó con su vida de actor, pero empezó también a aconsejar a los demás su técnica singular. Enseñó en Melbourne y en Sidney,