Ahumado y curado con sal: Lo que necesita saber sobre la conservación de la carne, la caza, el pescado y mucho más

Por Dion Rosser

¡Aprenda a conservar la carne, el pescado y la caza como un profesional!

¿Le gusta el sabor de la carne y las aves ahumadas?

¿Alguna vez ha sentido curiosidad por curar la carne y el pescado?

¿Quiere aprender a conservar la carne, el pescado, la caza y las aves de corral?

Si la respuesta es afirmativa, este es sin duda un libro para usted.

Como su nombre indica, la conservación de alimentos incluye técnicas sencillas para evitar que los alimentos se estropeen y que conserven su valor nutritivo, su sabor y su textura. Se pueden utilizar diferentes métodos, desde el curado y el ahumado hasta el enlatado, la congelación y el secado. Las técnicas de conservación de alimentos más populares son el ahumado y el curado con sal. Estas técnicas no solo prolongan la vida de los alimentos, sino que también realzan su sabor. La buena noticia es que no necesita ningún equipo lujoso o caro para empezar a ahumar y curar con sal.

En este libro, podrá:

• Entender la historia de la conservación de los alimentos
• Descubrir las causas habituales del deterioro de los alimentos
• Aprender los distintos métodos de conservación de alimentos
• Entender los fundamentos y matices del ahumado de la carne
• Descubrir el arte del curado en sal
• Aprender las pautas generales para la conservación de la carne
• Descubrir sencillos consejos para conservar la caza, el pescado y las aves de corral
• ¡Encuentre 60 recetas fáciles y deliciosas para ahumar carne, aves, pescado de caza y mucho más!

¿Está ansioso por aprender más? Si es así, ¿a qué espera?

¡Consiga este libro ahora para aprender más sobre el ahumado y el curado en sal!

• Idioma: Español
• Editorial: Dion Rosser
• Fecha de lanzamiento: 28 oct 2021
• ISBN: 9798201041656

Vista previa del libro

Ahumado y curado con sal

Lo que necesita saber sobre la conservación de la carne, la caza, el pescado y mucho más

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Introducción

El arte de conservar la carne, el pescado, la caza y las aves de corral no es un concepto moderno. Nuestros primeros ancestros de todo el mundo eran conocidos por conservar el pescado y la caza que cosechaban para prolongar su vida útil. En las regiones tropicales, utilizaban el secado al sol, y en las regiones más frías, las diferentes carnes se congelaban utilizando hielo. Aunque estas técnicas parezcan rudimentarias, prepararon el camino para los métodos modernos de conservación de alimentos. La conservación de alimentos incluye una variedad de técnicas diseñadas para evitar que los alimentos se estropeen debido a diferentes factores.

Los métodos de conservación de alimentos más populares son el ahumado y el curado con sal. Se puede ahumar y curar prácticamente todo, desde la caza y el pescado recién capturados hasta las carnes compradas en la tienda. El cielo es realmente el límite una vez que se aprende el truco. Ahumado y curado con sal: Lo que necesita saber sobre la conservación de la carne, la caza, el pescado y mucho más le enseñará a hacerlo todo.

Tanto si es un cazador, como un pescador que busca curar y ahumar sus capturas frescas, o un cocinero casero interesado en hacer deliciosas carnes ahumadas en casa, este es el libro perfecto para usted. Este libro le servirá de guía en cada paso del camino. Este libro es su ventanilla única para toda la información, desde ayudarle a comprender la historia, el significado, los elementos y los métodos de conservación de los alimentos hasta aprender en detalle sobre el ahumado y el curado en sal. Se le presentarán los fundamentos del ahumado y el curado en sal antes de pasar a aprender las pautas para la conservación de la carne, la caza, el pescado y las aves de corral.

Una vez equipado con todos los conocimientos teóricos que necesita, explorará las deliciosas recetas de este libro. Todas las recetas están divididas en diferentes categorías basadas en las proteínas. Estas recetas no solo son fáciles de entender, sino que son sencillas de seguir. Podrá empezar a preparar deliciosas comidas en casa en un abrir y cerrar de ojos. Solo tiene que reunir los ingredientes necesarios tras seleccionar una receta que le guste. Siga las sencillas instrucciones y ¡voilá!

Entonces, ¿le entusiasma conocer el arte de la conservación de alimentos? Si la respuesta es sí, empecemos inmediatamente.

Capítulo 1: Introducción a la conservación de alimentos

Nuestros antepasados estaban acostumbrados a oscilar entre períodos de abundancia y escasez. La necesidad imperiosa de superar la escasez actuó como el catalizador que desencadenó la conservación de los alimentos. Con la llegada de la agricultura y las prácticas agrícolas modernas, el concepto de hambruna está desapareciendo lentamente de la memoria moderna. Sin embargo, sigue existiendo la necesidad de mantener los alimentos frescos desde el momento en que se cosechan hasta su consumo. Aquí es donde entran en escena las técnicas de conservación de alimentos. Ya sea para aumentar la vida útil, reducir el riesgo de contaminación por agentes patógenos o conservar las cualidades naturales de los alimentos, la conservación de los alimentos sirve para varios propósitos.

La conservación de los alimentos es un proceso que previene la descomposición o el deterioro de los alimentos, haciéndolos aptos para su almacenamiento y uso futuro. También se conoce como el estado que un alimento ha logrado conservar durante un periodo prolongado sin rastros de contaminación. Esto, por supuesto, manteniendo sus propiedades naturales en cuanto a sabor, valor nutricional, textura y gusto.

Historia de la conservación de los alimentos

Desde el momento en que se cosechan los alimentos, comienzan a degradarse. Nuestros primeros antepasados, en aras de la supervivencia, tenían que asegurarse de tener suficiente sustento para pasar los meses de frío. Congelaban la carne en hielo en los climas gélidos, mientras que los alimentos se secaban al sol en las regiones tropicales. Esta técnica primaria de conservación de los alimentos les dio la confianza y la seguridad necesarias para echar sus raíces y formar comunidades. Ya no tenían que preocuparse por consumir instantáneamente la carne fresca o la nueva cosecha. En su lugar, lo conservaban para más adelante.

Debido a las temperaturas extremadamente frías de algunas regiones, la congelación era el método ideal de conservación. Esto condujo finalmente a la invención de las casas de hielo para almacenar el hielo necesario para conservar los alimentos. Más tarde se transformaron en frigoríficos, modificadas a finales del siglo XIX para congelar los alimentos. Clarence Birdseye, un inventor y naturalista estadounidense, descubrió que las verduras y frutas congeladas tenían mejor sabor cuando se congelaban rápidamente a temperaturas relativamente bajas.

A medida que las civilizaciones crecían y se desarrollaban, la ciencia también prosperaba. Una de las técnicas novedosas para conservar los alimentos fue el enlatado. Se crea un sello al vacío dentro del tarro de conservas después de procesar los alimentos a altas temperaturas y enfriarlos. Esta técnica destruye los patógenos e inactiva cualquier enzima presente en los ingredientes. Los alimentos enlatados y sellados al vacío correctamente garantizan que los microorganismos no puedan entrar en el tarro. Esta técnica fue introducida por un francés llamado Nicolas Appert durante la década de 1790.

Durante el reinado de Napoleón, en 1795, se ofreció una importante recompensa a quien pudiera desarrollar un nuevo método para conservar los alimentos. Appert recibió esta recompensa en 1809 cuando descubrió el enlatado para conservar los alimentos. Creía que el éxito del enlatado se debía a que se eliminaba todo el aire durante el proceso de conservación, lo que aumentaba la vida útil de los alimentos. Louis Pasteur demostró que estaba equivocado en 1864 tras descubrir una relación directa entre los patógenos y el deterioro de los alimentos.

Otro logro notable en el campo de la conservación de alimentos fue la contribución de Robert Ayers en 1812. Abrió la primera fábrica de conservas de Estados Unidos. En 1858 el tarro Mason fue patentado por John L. Mason. Estos logros allanaron el camino para varias otras innovaciones en el campo de la conservación de alimentos en el hogar. En 1915, Alexander H. Kerr patentó una tapa metálica de dos piezas para conservas que aún se utiliza hoy en día. La popularidad de la conservación casera de alimentos no ha disminuido con el tiempo.

Principios de la conservación de alimentos

En la conservación de alimentos, algunos principios sencillos son estándar, independientemente del método utilizado.

El primer principio de la conservación de los alimentos es evitar o posiblemente retrasar la descomposición de los alimentos manteniendo los microorganismos o patógenos alejados de ellos. Esencialmente significa utilizar diferentes técnicas para eliminar los rastros de microorganismos, impedir su crecimiento o destruirlos.

El segundo principio es evitar la auto descomposición de los alimentos o retrasarla el mayor tiempo posible. Ya sea la destrucción de enzimas o el retraso de cualquier reacción química, este sencillo proceso impide que los alimentos se descompongan por sí mismos.

El tercer principio de la conservación de los alimentos es prevenir cualquier daño causado por razones físicas o externas, como causas mecánicas o daños causados por roedores o insectos.

Cómo detectar los alimentos estropeados

Tanto si se trata de comida para llevar como de una comida casera, lo más probable es que hayan quedado restos. Quizá la comida no sabía tan fresca como la noche anterior, o se tropezó con una cazuela cubierta de moho durante la limpieza rutinaria. Aprender a identificar si la comida se ha estropeado o no es una habilidad útil. Si no quiere tener un malestar estomacal o algo más grave, nunca coma alimentos que se hayan estropeado. Además de esto, identificar si algo específico se ha estropeado o no puede reducir el desperdicio de alimentos y ayudar a ahorrar unos cuantos dólares.

El signo más evidente de que la comida se ha estropeado es el moho. Las carnes y los productos lácteos son especialmente susceptibles al moho. Desde una capa de pelusa blanca hasta manchas negras o verdes, el moho se presenta en diferentes formas. En cuanto vea moho, tire el alimento. Del mismo modo, deseche todos los alimentos recubiertos de una película viscosa. Si la carne parece y se siente húmeda, ¡es una mala idea llevársela a la boca! Esté atento a cualquier cambio en la textura y el color de los alimentos. Si el producto se ha decolorado, es un claro signo de oxidación. Un último consejo para identificar si la comida se ha estropeado o no es el olor. Si el alimento huele a rancio o es diferente a como olía anteriormente, ¡se ha estropeado!

Causas del deterioro de los alimentos

La principal motivación para conservar los alimentos es aumentar su vida útil y evitar su degradación instantánea. Desde el momento en que los productores cosechan o sacrifican los