La Noche de la Bestia: El Fulgor de las Tinieblas
Por Johnn A. Escobar
()
Información de este libro electrónico
El 4 de junio del año 1888, en Buenos Aires - Argentina, tras la caída del sol una serie de acontecimientos aterradores fueron desencadenados. Dejando a los habitantes de la ciudad a merced de un mal jamás visto y que no se detendrá en su proceder mientras la noche impere.
Johnn A. Escobar
Johnn A. Escobar nació en Buenos Aires, Argentina el 5 de Junio del año 1991. Estudio en el Instituto Superior Mariano Moreno y posteriormente en el Instituto Terciario Interval. A partir del año 2015 comienza su carrera como escritor. Autor de la serie literaria compuesta por nueve libros: El Fulgor de las Tinieblas. Los títulos que componen la serie son: Por el sendero de las tinieblas. El Ejército Errante. La Torre Imperial. La casa en la colina. La noche de la bestia. La Primicia. El Misterio de Crowswood. La Marca de Fuego. Antes de que Amanezca. Además de la serie literaria ha publicado las novelas tituladas: El Ángel Caído. El Despertar de Cthulhu: De la ignorancia a la sabiduría; de la luz a la oscuridad. Testimonio de una vida. Y dos libros de cuentos: Vencedores Vencidos. Cuentos de una noche sin luna. Ha escrito varios géneros literarios, entre los cuales se encuentran misterio, thriller, sobrenatural, fantasía oscura, terror y erótico.
Lee más de Johnn A. Escobar
El Ángel Caído Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Casa en la Colina: El Fulgor de las Tinieblas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPor el Sendero de las Tinieblas: El Fulgor de las Tinieblas Calificación: 1 de 5 estrellas1/5La Marca de Fuego: El Fulgor de las Tinieblas Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La Primicia: El Fulgor de las Tinieblas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cuentos de una noche sin luna Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Torre Imperial: El Fulgor de las Tinieblas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTestimonio de una vida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAntes de que Amanezca: El Fulgor de las Tinieblas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Misterio de Crowswood: El Fulgor de las Tinieblas Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Vencedores vencidos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Despertar de Cthulhu: De la Ignorancia a la Sabiduría; de la Luz a la Oscuridad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Ejército Errante: El Fulgor de las Tinieblas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relacionado con La Noche de la Bestia
Libros electrónicos relacionados
Unidos por el amor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna novia diferente Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Jacqueline: Codiciada Por Un Rey (Reinos de Romance, Libro 1) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPromesas del ayer Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNo todo fue mentira. Coral Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Desatinos del corazón Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Para protegerte y amarte Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVIRGINIA Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Si lo dicta el corazón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDe ruinas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFermín baztán Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna novia impetuosa Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMe apasiona tu obsesión Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEsperando un milagro Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La sombra de la culpa: Los Corretti (3) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un corazón inalcanzable Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Inesperada luna de miel Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAna Karenina - Espanol Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Idilio en el bosque Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Rufián Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPsicario Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTierra quemada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna canción de amor: Hombres indómitos de Thunder Canyon (3) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cuando te hablo: El legado de Windraven Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Te confío mi vida: Te confío mi vida, #1 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesJuego de voluntades Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa primavera en una caja de música Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos asesinatos de la xana Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn año y un día juntos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Pináculo Rojo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Fantasmas para usted
Leyendas mexicanas de terror. La tamalera asesina y otras historias Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los mejores cuentos de Fantasmas: Algunas obras maestras Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa casa de los siete tejados Calificación: 4 de 5 estrellas4/5CHAVORRUCOS DE FRESA Y CHOCOLATE Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La caja de Stephen King Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Los mejores cuentos de Terror: Poe, Lovecraft, Stoker, Shelley, Hoffmann, Bierce… Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl color que cayó del espacio Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los mil y un fantasmas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los niños de paja Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Cuentos de horror Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El corazón delator Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl fantasma del príncipe Akhmose Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuarenta y un relatos de terror y misterio Calificación: 5 de 5 estrellas5/5EL SELLO REDITUM. Sueños de la Vida Eterna Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDemonia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSeis Almas Seis Destinos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl secreto de Sarah Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La maldición de Willows house Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Toda la sangre Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Amantes Transparentes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNovelas de terror de H. P. Lovecraft Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl libro de los dioses Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La crucifixión de los ciegos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cementerio de Camiones Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa mujer de la mansión Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Primicia: El Fulgor de las Tinieblas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mar negro Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Para que sepan que vinimos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Té con creepypastas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl fantasma de Farnaise Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Categorías relacionadas
Comentarios para La Noche de la Bestia
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
La Noche de la Bestia - Johnn A. Escobar
La Noche de la Bestia
Johnn A. Escobar
––––––––
Copyright © 2015 Johnn A. Escobar
Todos los derechos reservados
Los personajes y eventos descritos en este libro son ficticios. Cualquier similitud con personas reales, vivas o muertas, es una coincidencia y no es la intención del autor.
Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico, mecánico, fotocopiado, grabación o de otro modo, sin el permiso expreso por escrito del editor.
A la memoria de Horacio Quiroga, pues sus obras en mi infancia marcaron un rumbo concreto para ser escritor.
Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide, apoyado en la alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en ella los ojos.
Horacio Quiroga
I
Al caer el sol
Tan pronto como el atardecer desplazó a la luz solar y su manto protector que se extendía sobre las calles de Buenos Aires, el 4 de Junio del año 1888, el gélido frío invernal comenzó a intensificar su fuerza congelando hasta los huesos de todo aquel quien caminara a la intemperie desprovisto de algún abrigo. En tanto la ciudad lentamente perdía su habitual y tumultuoso movimiento, alejándose las carretas de los vendedores, cerrando las tiendas y los últimos transeúntes quienes carecían de un caballo regresaban caminando pesadamente de sus lugares de trabajo nuevamente al cobijo de sus hogares.
Hasta que en breve fue totalmente factible el decir que ni siquiera un alma rondaba por esos lares, a excepción de algunos carruajes que pasaban de tanto en tanto transportando una diligencia o un ocasional viajero montado a lomos de su caballo quien no se detenía sino que por el contrario continuaba su trayecto.
Sin embargo, un hombre de contextura delgada quien aparentemente tendría veintitrés años de edad, con los cabellos largos, gruesos y negros, dueño de unos chispeantes ojos color avellana, vestido con un traje desgastado, caminaba erguido y con la mirada perdida sin reparar en nada que estuviera a su alrededor, ignorando incluso a un perro callejero con el cual estuvo a punto de chocar, pero el animal se retiró del camino. Así prosiguió hasta que terminó por situarse frente a una casa deteriorada y maltrecha, perteneciente a un humilde zapatero quien vivía junto con su esposa embarazada.
La única puerta de aquel hogar estaba cerrada y fue entonces que el visitante, quien permanecía con la mirada fija en la misma, avanzó dos pasos y llamó golpeando tres veces haciendo resonar el interior de la casa. Al concluir, inmediatamente retrocedió los mismos dos pasos y permaneció de pie totalmente inmóvil con los brazos extendidos a los costados de su torso; desde dentro de la vivienda una voz apacible y juvenil exclamó.
—¡Un momento por favor!
En breve unos pesados pasos fueron audibles, los cuales avanzaban con dificultad y evidentemente cojeando, para terminar llegando hasta la puerta y abrirla. Desde el interior de la casa la luz de las velas encendidas y una farola que pendía de un gancho adherido al techo por una cadena, iluminaran al visitante. El hombre que abrió poseía una calvicie incipiente que iba desde su frente hasta la mitad de su cabeza, el resto de sus cabellos eran negros y despeinados, siendo mayor su abundancia en los costados por encima de las orejas, adornaba su rostro un grueso bigote que le cubría el labio superior, su piel estaba curtida aparentando una edad superior de la que era dueño y estaba ligeramente subido de peso siendo mayor la predominancia en su abultada barriga, pese a todo lo anterior no tendría más que treinta y dos años de edad. El dueño de la casa al ver ante sí al visitante nocturno, luego de entrecerrar los ojos, quedó fascinado y con una enorme sonrisa, que dejaba a descubierto unos dientes amarillentos habituados a fumar pipa, reflejó su alegría y casi corrió para abrazar al hombre frente a él, pero debido a la pierna izquierda con la cual cojeaba únicamente caminó con dificultad, hasta que finalmente rodeó con sus brazos al visitante en un fuerte abrazo a la vez que terminó diciendo con la voz colmada de felicidad.
—Valentín, querido hermano mío, no pensé verte hasta dentro de una semana. Pero como ya lo habrás notado me alegra demasiado tu presencia, adelante por favor, que hace mucho frío y puedo sentir tu cuerpo helado.
Valentín por su parte no despegó los labios para procurar palabra alguna, guardando un silencio absoluto, pese a ello en su lugar correspondió la muestra de afecto fraternal y con sus brazos rodeó a su hermano retornando el cariño, para terminar asintiendo y penetrando a la casa, donde tras cerrar la puerta evitaron que el frío gélido los congelara, ambos tomaron asiento a la mesa, pues el recibidor y el comedor eran uno solo.
Una vez cómodamente sentados, desde la cocina a espaldas de Valentín, que se hallaba conectada por el lado izquierdo al comedor que también fungía como recibidor, llegó una mujer joven con la piel tenuemente morena, los cabellos sumamente largos y trigueños, unos hermosos ojos color miel y las facciones de su rostro resultaban agradables debido a la sonrisa cálida que parecía acompañar su gesto natural; la mujer se hallaba en sus veinticinco años de edad, la cual presentaba un estado de embarazo visiblemente avanzado siendo aproximadamente unos nueve meses de gestación. Ella, al momento de salir de la cocina guiada por el sonido de los pasos, se encontraba preparando la cena, un modesto caldo de gallina y unas cuantas verduras, cuando al ingresar hacia el comedor se paró en el marco del mismo y preguntó a su esposo, tras ver al extraño únicamente desde atrás.
—Ramiro, ¿quién es el invitado que nos acompañará esta noche? ¿Acaso es un cliente?
La alegría que destilaba Ramiro resultaba más que evidente, pues casi nunca sonreía, siendo más bien serio y poco expresivo, sin embargo en esta ocasión poseía una leve sonrisa en sus labios y sus ojos estaban provistos con un brillo que solamente reflejan las lágrimas que fluyen debido a la felicidad y ella únicamente se las había visto cuando ambos supieron que pronto serían padres, por tanto esa persona allí presente debía ser alguien de mucho aprecio.
—Julieta, mi amor —respondió Ramiro— ven y saluda a mi hermano Valentín, quien nos ha sorprendido con su llegada inesperada una semana antes de lo reflejado en su carta. Asumiré que nos ha querido alegrar la noche y venir a brindarnos su apoyo.
Ella se encontraba feliz