“Last Dance en Acarigua”
Antes de mudarme definitivamente a USA, mi mama me pidió que fuera a Acarigua a despedirme de mi abuelo y familia.
Acarigua, estado Portuguesa. Se encuentra en un en el medio de un triángulo llanero y amoroso entre Barquisimeto Edo. Lara, San Carlos, Edo. Cojedes y Guanare, Portuguesa. Muy recientemente los comediantes venezolanos echan muchos cuentos y chistes de situaciones raras que les ha tocado vivir en Acarigua y Punto Fijo, y para ser honesto ninguna me sorprende.
Este viaje ocurrió cuando yo tenia unos 17 anos, entonces al no ser “mayor de edad”, necesitaba un adulto que me acompañara. Mi tío se voluntario. Si a cualquiera de ustedes le proponen ir a su lugar en el mundo favorito, con todos tus primos favoritos donde probablemente vas a tomar y parrandear como nunca… yo también me voluntareo si pensarlo. Así que creo que no fue ninguna sacrificio para mi tío. Este viaje seria un fin de semana, en bus, algo rápido y familiar.
Ya había visitado Acarigua varias veces antes de mas muchacho pero había sido tratado como un “niño”, y esta seria la primera vez que mi visita seria en modo bachiller, edad de adulto tomador y eso me ponía nervioso.
Recuerdo llegar, saludar a la familia, almorzar, desempacar, y sentarme en el sillón a ver TV, Hasta que yo llego la primera visita. Primo! Vamos a comprar unas cosas! Bueno… vamos! En Acarigua, la familia de mi mama son un montón de gente y siempre que vas conoces un prim@ o ti@ nuevo, así que prefiero no caer en nombres por que no quiero olvidarme de nadie. Pero entre abuelo tíos y yo, habemos 5 Eugenios. Casi casi como los Aurelianos en Cien anos de Soledad. (Para los que escucharon el episodio anterior, este es el único pedazo de información que me quedo de esa novela)
Era de esperarse que una de las paradas era una Licoreria, donde mis tíos conocían a los dueños y los que atendían. Me preguntan: Sobrino! Y usted que toma? Mi respuesta rápida pero poco acertada fue: de todo, cualquier cosa! Mala idea… la orden fue literalmente botellas de ron y whisky más cajas de cerveza… ahí entendí que esta compra no era para un día, ni para calmar la sed de ese momento, sino para el resto del fin. Empezamos el tour por las casas de los familiares y cervezas van y viene toda la tarde, en cada casa donde parábamos a visitar alguien mas gente se unía para venir a casa de mi abuelo a “tomarnos algo” porque el primo se nos va a USA. Lo que me causa risa, porque hoy entiendo que para reunirse a beber cualquier es excusa es buena...

---

Support this podcast: https://podcasters.spotify.com/pod/show/nomadaspodcast/support