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T01XE27 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco @latanace - Dejar un bonito recuerdo - Episodio exclusivo para mecenas

T01XE27 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco @latanace - Dejar un bonito recuerdo - Episodio exclusivo para mecenas

DeDiario de una Amazona (con Celia Blanco @latanace)


T01XE27 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco @latanace - Dejar un bonito recuerdo - Episodio exclusivo para mecenas

DeDiario de una Amazona (con Celia Blanco @latanace)

valoraciones:
Longitud:
16 minutos
Publicado:
3 jul 2023
Formato:
Episodio de podcast

Descripción

T01XE27 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco para MTVRX Producciones - Dejar un bonito recuerdo


Lo mejor que me ha pasado en la vida es tener una pequeña recua de amantes de los que me acuerdo. Tener de esos que dejan una huellita, por pequeña que sea, en el corazón y en el alma.

Mi canadiense es uno de esos que, si me paro a pensar, no podría recordar cómo era el sexo con él, pero todo él me gustará siempre. Por su educación. Por su sonrisa. Y porque me ha dejado que yo recordara sus polvos como lo más bonito del mundo porque lo que recuerdo es lo bien que me lo hizo pasar. Nos reímos, me acarició mucho, me dijo muchas muchas muchas veces lo bonita que era. Me hizo creerme alguien.

El del premio es otro. Y mira que el pobre no pudo. Me lo avisó antes de desnudarme: “No se me va a poner dura” y así fue. No se le puso, por mucho que lo intentara.
En este caso lo abracé. Y me empeñé en quererlo mucho. Metía su polla flácida en la boca arropándola con la lengua para que no se sintiera tan sola. Lamía con gusto porque él me gustaba mucho, entera y hasta los huevos, masturbándolo con la mano, intentando que aquel trozo de carne inerte se encabritara con mi despliegue. Sin prisa. Con placer. Con gusto. Besándolo al tiempo.

—Te vas a aburrir, Tana, no se va a poner dura.

Y, entonces, me abrió de piernas y me lamió con sumo gusto, empeñándose en que yo sí que sintiera…
Ahhh… ahhhh… ahhhhh

—Me gusta tu coño, señoritinga. Me gusta cómo te mueves cuando lo lamo. Me gusta meterte los dedos por el agujero y notar que estás empapada.

Yo chorreaba, literalmente. Yo chorreaba con aquella comida de coño de un tipo que acababa de llegar de muy lejos y que se había presentado en La Venencia, a conocerme, porque me había leído, me había escuchado, me había visto. Ahora que ya no soy la mujer que él conoció me acuerdo de cómo me comía el coño, porque me lo comía muy bien.

Me gustaba su ritmo de lamida. Rápida y certera, no dejándose nada a medias. Me gustaba que me metiera los dedos, que me follara con sus dedazos, que se tomara el tiempo necesario en hacerme gozar. Yo intentaba alcanzarlo. Mesaba su larga cabellera, más larga que la mía, entre mis piernas. A mí aquel hombre me gustaba. Me gustaba que hiciera aquello que hacía. Su lengua en mi clítoris me dio más placer del que me habría dado, seguro, con la polla. Lamía y metía. Metía sin dejar de lamer. Lamía sin dejar de meter… me volvía loca.

Me corrí. Tuve que correrme con aquel hombre empeñado en que me corriera. Pero entonces quise más y quise que me dejara a mí. Me puse cómoda. Todo lo cómoda que puedo ponerme con mi metro setenta y cuatro de estatura. Me puse cómoda para chupársela bien. Para que el tiempo fuera igual de inexistente que lo había sido para mí. Y volví a su polla. A chuparla. A acariciarla. A sobarla. En la boca no dejaba de lamerla y chuparla. Aquello me provocaba mucha baba que hacía un sonido particular. A comida de polla. A quererte un poco más, a metérmela entera en la boca para quererte así. Cogiéndola y acariciándola, meneándola para que empezara a engordar. La mano en el tronco, de arriba abajo, regodeándome en su glande con los labios y con la lengua.
Queriéndola de verdad, para que pudiera revivir como revivió dentro de mi boca, donde notaba que engordaba gracias a mis caricias y a mis lamidas. Empezó, sí, se hichó. Él empezó a gemir y a tocarme la cabeza acariciándome el pelo animándome a seguir. Y yo seguía, claro que seguía,porque el sabor de aquella polla que había empezado inerte y que se había endurecido se me antojó al sabor del triunfo.

—- No sé cómo lo has logrado.. No sé— Acertó a decir mientras yo lamía aquella polla bonita, dejando que se corriera en mi boca, tragándome la lefa entera, sabiendo que aquel hombre, por mucho que no volviéramos a encontrarnos, se había quedado con un bonito recuerdo mío, que es lo único que nos mantiene vivos.

Bueno, las redes sociales y que yo soy una salvaje, hicieron que dejáramos de hablarno
Publicado:
3 jul 2023
Formato:
Episodio de podcast

Títulos en esta serie (37)

Diario de una Amazona es el primer podcast producido por MTVRX Producciones. Es una serie de capítulos donde la periodista y escritora Celia Blanco (ex presentadora del programa de la Cadena SER Contigo Dentro) habla ella misma. Será un diario en el que nos contará cómo es su vida más íntima, después de años siendo una MILF, madre deseada sexualmente. Ahora, con 50 años se erige en amazona, en una mujer fuerte que galopa sobre la grupa de sus amantes. Un diario íntimo, sincero y sexual para escuchar con cascos. Podría hacerlo de otro modo, no confesando. Pero si confieso me desnudo al hacerlo. Y noto las manos de mis amantes acariciándome el cuerpo entero. Quiero que sea un diario, una cita semanal en la que pueda recrearme en todo lo bueno que pasa entre mis piernas para sentirlas, de nuevo, temblar. Soy una amazona, una mujer libre, una mujer plena, una mujer segura de lo que necesita para seguir viva con toda esta intensidad. Una amazona siempre se levanta cuando la destrozan, recupera la compostura y se planta, de nuevo, ante quien haga falta. Una amazona sabe que lo mejor que tiene es a ella misma. Y así, solo así, puede con todo. Soy la perfecta amazona que quiere que sepas cómo le gusta follar... No vaya a ser que tengamos la suerte de cruzarnos y perpetremos todos nuestros deseos, esos que no contamos a los demás. ?