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T01XE11 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco (@Latanace) - Me corrí en su mano - Episodio exclusivo para mecenas

T01XE11 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco (@Latanace) - Me corrí en su mano - Episodio exclusivo para mecenas

DeDiario de una Amazona (con Celia Blanco @latanace)


T01XE11 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco (@Latanace) - Me corrí en su mano - Episodio exclusivo para mecenas

DeDiario de una Amazona (con Celia Blanco @latanace)

valoraciones:
Longitud:
19 minutos
Publicado:
6 mar 2023
Formato:
Episodio de podcast

Descripción

Agradece a este podcast tantas horas de entretenimiento y disfruta de episodios exclusivos como éste. ¡Apóyale en iVoox! T01XE11 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco (@Latanace) - Me corrí en su mano

Tenía un no sé qué que a mí me volvía loca. Debía de ser su envergadura, más de dos metros, debía de ser que jugara al baloncesto, debía de ser lo que fuera que a mí, aquel crítico de cine, me volvía loca. Habíamos coincidido en todos los festivales posibles y en todos nos habíamos hecho ojitos, pero tuvo que ser una película china del año 2000 la que nos hiciera enredar.

Yo no tenía ni idea de quién era Won Kar Wai, a mí me sacas de los estrenos famosos y me pierdo, pero él dio por hecho que me encantaría aquella película rodada en Hong Kong donde un periodista y su vecina se enteran de que sus respectivas parejas están liados y solo se tienen el uno al otro para soportar el dolor. Y no duele la infidelidad, resquebrajan las mentidas.

Cada vez que sonaba Nat King Cole, el crítico me apretaba la mano o me la acariciaba, dependiendo de los compases. Yo estaba embobada con el color, la música, la relación entre cornudos y la relación que tejíamos nosotros dos.
Yo me casaba en unos meses. El verano siguiente.
Él acaba de dejar a su última pareja.
Vivía en una de las plazas más bonitas de Madrid, en plena Vistillas.
Y nos veíamos todas las semanas en los estrenos de cine; yo para un informátivo, él para un gran periódico. Pero fue Wong Kar Wai el que nos lio.
La pusieron en los cines Alphaville, una sala en la que había asientos de parejas. Para que nos metiéramos mano. El crítico y yo nos abrazamos nada más sentarnos y nos acariciamos siguiendo la historia de amor de aquellos dos que se contenían todo lo que nosotros nos desbordábamos.

Siempre llevo falda. O al menos lo intento. Por muchos motivos, pero entre ellos porque así me meten mano. Y soy de medias, no de panties. Las calzas me vuelven loca y dejo que el enemigo incursione. Pocas cosas me gustan tanto como que me metan mano. Fue eso lo que mantuvo a uno durante años a mi lado. Que con solo rozarme se le ponía dura y no podía dejar de meterme mano.

También fue lo que lo delató.
Sé perfectamente cuando se enamoró de la otra. Solo le deseo que la sobe tanto como a mí.
Y que sean felices.. felices… Felices pero lejos.

El caso es que tres meses antes de casarme con el que fue mi primer marido, yo fui a los Alphaville a ver In the Mood for Love, Deseando amar, un peliculón de esos que se te graban. Nunca he vuelto a ver un culo como aquel subiendo unas escaleras. Nunca.

Y he tenido árbol de los secretos desde entonces.

El crítico era más tímido que yo. Tenía una magnífica verborrea y el conocimiento suficiente de cine como para que me quedara embelesada escuchando. “¿Te puedo masturbar?” Me preguntó la primera vez que pudo hacerlo. Y yo me quedé tan noqueada que contesté que no. Cuando a partir de aquel momento lo único que queríamos era liarnos.

Y nos liamos. Pero tuvimos que empezarlo viendo una película tan bonita como para que no la olvidáramos jamás. El asiento para dos fue perfecto para que cupiéramos, a pesar de nuestras dimensiones, 2.03 él, 1’74, yo. Me sentía tan pequeñita entre sus brazos que fue fácil sucumbir. Tenía todo grande, todo… todo. Menos la polla; eso no. Y lo agradecí. Si hubiera tenido la polla en proporción a su fémur no habría entrado por tantos huecos como entró la suya. El crítico era tan bonito que me comparaba con las grandes del cine italiano. “Eres una Ana Magniani entre mis brazos” y aquello le daba el título que quería conmigo.

Sonaba Yumeji cuando el crítico empezó a masturbarme, tal y como había pedido semanas antes. Tocaba con los dedos despacio, recreándose, dibujando. Llegaba al clítoris y hacía círculos rápidos, que acompañaba de toques secos… Me encantaba… En la oscuridad de la sala, con los colores ocre de la película, el crítico humedecía sus labios para pasearlos por mi estertor. Yo, que no sé sentir sin gemir, c
Publicado:
6 mar 2023
Formato:
Episodio de podcast

Títulos en esta serie (37)

Diario de una Amazona es el primer podcast producido por MTVRX Producciones. Es una serie de capítulos donde la periodista y escritora Celia Blanco (ex presentadora del programa de la Cadena SER Contigo Dentro) habla ella misma. Será un diario en el que nos contará cómo es su vida más íntima, después de años siendo una MILF, madre deseada sexualmente. Ahora, con 50 años se erige en amazona, en una mujer fuerte que galopa sobre la grupa de sus amantes. Un diario íntimo, sincero y sexual para escuchar con cascos. Podría hacerlo de otro modo, no confesando. Pero si confieso me desnudo al hacerlo. Y noto las manos de mis amantes acariciándome el cuerpo entero. Quiero que sea un diario, una cita semanal en la que pueda recrearme en todo lo bueno que pasa entre mis piernas para sentirlas, de nuevo, temblar. Soy una amazona, una mujer libre, una mujer plena, una mujer segura de lo que necesita para seguir viva con toda esta intensidad. Una amazona siempre se levanta cuando la destrozan, recupera la compostura y se planta, de nuevo, ante quien haga falta. Una amazona sabe que lo mejor que tiene es a ella misma. Y así, solo así, puede con todo. Soy la perfecta amazona que quiere que sepas cómo le gusta follar... No vaya a ser que tengamos la suerte de cruzarnos y perpetremos todos nuestros deseos, esos que no contamos a los demás. ?