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T01XE03 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco (Latanace) para MTVRX Producciones - Quiero un Amante - Episodio exclusivo para mecenas
T01XE03 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco (Latanace) para MTVRX Producciones - Quiero un Amante - Episodio exclusivo para mecenas
valoraciones:
Longitud:
12 minutos
Publicado:
14 ene 2023
Formato:
Episodio de podcast
Descripción
Agradece a este podcast tantas horas de entretenimiento y disfruta de episodios exclusivos como éste. ¡Apóyale en iVoox! T01XE03 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco (Latanace) para MTVRX Producciones - Quiero un Amante
Yo quiero un amante, claro que lo quiero. Quiero un amante para cocinar en casa mientras él me toca el culo. Para decidir entre los dos el menú y que que el sofrito lo haga yo. Que decía mi madre que esa era la base de cualquier receta, con lo que echas l picadito, desde el principio.
Quiero yo que ese sofrito tenga besos, muchos besos. De esos que se dan sin pensar porque tu boca busca la otra y siempre la encuentra. Quiero que me llene de babas el cuerpo entero. Porque lo quiera probar entero. Y que asuma que los besos no se gastan. Picaré menuditas las caricias, para que no falte ni una. Convirtiéndolas en cosquillas cuando pase por las costillas. Querremos añadirle lametones para probar si estamos al punto de sal o nos quedamos sosos de tan poco follar. Quiero un amante que me coja por la espalda cuando esté picando los ingredientes y busque con sus manos entre mis piernas acercándose peligrosamente al tesoro que guardo entre ellas. Quiero que ese amante me abra de piernas, obligándome con sus manazas a que no junte las rodillas, a que me abra del todo… Para ofrecerle el manjar. Será ese amante el que rebañe con la lengua buscando mi perdición. Seguro que le gusta comer con los dedos y ahí… Ahí será mi perdición.
Querré que camine con la yema de los dedos alrededor de mi hondonada. Que repase por entre los pliegues, que pellizque cuando note cacho, que los meta hasta el fondo cuando note húmedo. Me gusta a mí que me pongan así de cachonda. Que me ronroneen en la espalda, que me muerdan los pezones, que me metan mano y que me laman.
Lamer… Qué bonito verbo para comer… Qué maravilla de acción que consiste en pasarte la lengua por entre las piernas, desde donde nace en tu pubis hasta donde muere, junto a los huevos.
Me gusta metérmelos en la boca mientras te masturbo. Que tenses las piernas cuando suena el chorreo de mi boca con tu polla dentro.
Me siento poderosa haciéndolo. Me convierto en la mejor cocinera de tu calentón. Quiero yo un amante para contarle todo esto y que lo que más le guste sea mi sabor. Recuerdo a uno al que le gustaba especialmente comérmelo. Lo volvía loco. Decía que lo que más cachondo lo ponía era cuando me llegaba el orgasmo, quería cerrar las piernas y él no me dejaba, echando el peso sobre mis rodillas. Aguantaba, aguantaba lamiendo mientras yo gritaba….
Y, entonces, él, mantenía mis piernas abiertas para que los golpetazos de mi clítoris golpeasen en el eco de mis gemidos. Y, entonces, Me miraba a la cara y me lo soltaba:
—- Córrete, Tana… Córrete, mi puta.
Me gustaba que me llamara su puta. Porque cada vez que me metía en la cama con él quería que eligiera cómo, cuándo y dónde. Solo me faltaba cobrarle dinero, pero me lo pagaba en polvos.
Lo de cumplir 50 y estar sola.
No echo de menos a ninguno de los que pasó.
Pero no se lo pondré fácil a los nuevos.
Escucha este episodio completo y accede a todo el contenido exclusivo de Diario de una Amazona (con Celia Blanco @latanace). Descubre antes que nadie los nuevos episodios, y participa en la comunidad exclusiva de oyentes en https://go.ivoox.com/sq/1765797
Yo quiero un amante, claro que lo quiero. Quiero un amante para cocinar en casa mientras él me toca el culo. Para decidir entre los dos el menú y que que el sofrito lo haga yo. Que decía mi madre que esa era la base de cualquier receta, con lo que echas l picadito, desde el principio.
Quiero yo que ese sofrito tenga besos, muchos besos. De esos que se dan sin pensar porque tu boca busca la otra y siempre la encuentra. Quiero que me llene de babas el cuerpo entero. Porque lo quiera probar entero. Y que asuma que los besos no se gastan. Picaré menuditas las caricias, para que no falte ni una. Convirtiéndolas en cosquillas cuando pase por las costillas. Querremos añadirle lametones para probar si estamos al punto de sal o nos quedamos sosos de tan poco follar. Quiero un amante que me coja por la espalda cuando esté picando los ingredientes y busque con sus manos entre mis piernas acercándose peligrosamente al tesoro que guardo entre ellas. Quiero que ese amante me abra de piernas, obligándome con sus manazas a que no junte las rodillas, a que me abra del todo… Para ofrecerle el manjar. Será ese amante el que rebañe con la lengua buscando mi perdición. Seguro que le gusta comer con los dedos y ahí… Ahí será mi perdición.
Querré que camine con la yema de los dedos alrededor de mi hondonada. Que repase por entre los pliegues, que pellizque cuando note cacho, que los meta hasta el fondo cuando note húmedo. Me gusta a mí que me pongan así de cachonda. Que me ronroneen en la espalda, que me muerdan los pezones, que me metan mano y que me laman.
Lamer… Qué bonito verbo para comer… Qué maravilla de acción que consiste en pasarte la lengua por entre las piernas, desde donde nace en tu pubis hasta donde muere, junto a los huevos.
Me gusta metérmelos en la boca mientras te masturbo. Que tenses las piernas cuando suena el chorreo de mi boca con tu polla dentro.
Me siento poderosa haciéndolo. Me convierto en la mejor cocinera de tu calentón. Quiero yo un amante para contarle todo esto y que lo que más le guste sea mi sabor. Recuerdo a uno al que le gustaba especialmente comérmelo. Lo volvía loco. Decía que lo que más cachondo lo ponía era cuando me llegaba el orgasmo, quería cerrar las piernas y él no me dejaba, echando el peso sobre mis rodillas. Aguantaba, aguantaba lamiendo mientras yo gritaba….
Y, entonces, él, mantenía mis piernas abiertas para que los golpetazos de mi clítoris golpeasen en el eco de mis gemidos. Y, entonces, Me miraba a la cara y me lo soltaba:
—- Córrete, Tana… Córrete, mi puta.
Me gustaba que me llamara su puta. Porque cada vez que me metía en la cama con él quería que eligiera cómo, cuándo y dónde. Solo me faltaba cobrarle dinero, pero me lo pagaba en polvos.
Lo de cumplir 50 y estar sola.
No echo de menos a ninguno de los que pasó.
Pero no se lo pondré fácil a los nuevos.
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Publicado:
14 ene 2023
Formato:
Episodio de podcast
Títulos en esta serie (37)
T01XE06 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco (Latanace) para MTVRX Producciones -LaTana por Madrid - Episodio exclusivo para mecenas de Diario de una Amazona (con Celia Blanco @latanace)