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T01XE12 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco (@Latanace) - Venga zorrita ¡VENGA! - Episodio exclusivo para mecenas

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DeDiario de una Amazona (con Celia Blanco @latanace)


T01XE12 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco (@Latanace) - Venga zorrita ¡VENGA! - Episodio exclusivo para mecenas

DeDiario de una Amazona (con Celia Blanco @latanace)

valoraciones:
Longitud:
24 minutos
Publicado:
13 mar 2023
Formato:
Episodio de podcast

Descripción

Agradece a este podcast tantas horas de entretenimiento y disfruta de episodios exclusivos como éste. ¡Apóyale en iVoox! T01XE12 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco para MTVRX Producciones - Venga zorrita ¡VENGA!

Me gustó cómo escribía, lo que contaba y cómo hilaba las historias de sus corridas por Madrid con las meriendas en lugares completamente desconocidos para mí. No me gustaba su voz., muy aniñada para un tipo que, según me contaban, me sacaba, como poco, cuatro o cinco años. A mí, qme gustan mayores y este cuadraba con todo: Viejo, inteligente como pocos y no especialmente guapo. Así me gustan a mí, confieso. De siempre, admito. Este no iba a ser menos, así tardara meses en conquistarlo.

Es Miel un personaje de milo Manara. Una rubia con rizos, guapísima, que es reportera, como yo. Suficiente para querer ser ella. En “Cámara indiscreta”, Miel cuenta por qué se llama Miel. Y en una cena, con uno, se unta el coño con el pan y se lo da a probar. Cuando lo come se da cuenta de que no podía llamarse de otra manera. Esa mujer es Miel. Y yo aspiro a serlo. A este lo empecé a llamar el Gastrocrítico porque era lo que me parecía que era. Sabía que había triunfado en las .com, porque había trabajado con un buen puñado de conocidos. Y todos reconocían dos cosas que me encantaban: que era el más listo a este lado del río Pecos y que era un borde. Muy elegante, pero muy borde.

Me encantó sin verlo siquiera.

Quedamos para merendar.
Quedamos en una cafetería desconocida de una de las calles del Paseo Pintor Rosales, donde daban cosas muy ricas de todo tipo de masas, volúmenes y dulzuras. Una de esas para ir con frecuencia y probarlo todo. Con buena compañía. Son las cosas que piensas cuando te descubren un sitio así. Y el Gastrocrítico quería deslumbrarme. No se había percatado de mi existencia hasta que yo no empecé a hablarle. Este no era de esos que me siguen el rastro durante años. A este aún me quedaba mucho por contarle, pero también por escucharle.
Moría por que lo hiciera…
Quería charlar con él.
Pero sobre todo quería que me lo comiera.
Sí.
Un hombre capaz de describir como lo hace él cómo saben unas buenas magdalenas de avena y miel, necesito saber cómo describe mi sabor… necesito que me compare, que me presuponga más dulce que ácida. Quiero escucharlo después de comérmelo.
Aunque para eso tuviera que chupársela a él primero.
Me lo dejó muy claro cuando le dije que sería la altita con cara de chula del fondo. “De rodillas me llegas bien de altura, seguro”,
“Seguro”, le contesté.
Y yo… yo quería que me comiera el coño. Quería que me hiciera lo que quisiera. Quería que probara, chupara, lamiera con los dedos después de pasarlos por mi coño.
A menos de dos minutos de entrar en la cafetería, me quité las bragas y las metí en el bolso.
Las cinco. Abrí la puerta y me dejé envolver por el aroma a horno y café.
Llevaba falda corta y medias, por supuesto.
Y me senté a su lado.
Él, simplemente, dejó la mano para que me sentara encima.
Mi ex lo hizo en el coche durante años y a mí me encantaba.
Me estuve sentando en su mano durante quince años de los casi 17 que estuvimos juntos. Lo bueno de esas cosas tan evidentes es darte cuenta de de cuándo dejan de desearte.

Y cuando se quiere tanto se debe volver a sentir igual de rico para demostrar que se olvida lo malo.

Yo quería que aquel tipo pusiera su mano y sentarme encima de ella. Supe que lo haría. Llevaba mucho tiempo estudiándolo. Leyéndolo. Aspirándolo. Creo que, incluso, me lo había dicho. Por eso me senté perfecta.
Y, sin bragas, magnífica entrada.

Para él fue facilísimo meterme dos dedos. Fue como si se acoplara. Y yo me dejé hacer porque quería hacerlo. Llevaba cinco meses sin tener sexo con otra persona. Y, aunque intentaba masturbarme, echaba de menos piel ajena, dedos aparte, lenguas… Hubiera querido todo en ese mismo instante, pero me conformé con que me metiera los dos dedos.

Hablamos de la merienda, de la comida, de sus escapadas sobre el asfalto ma
Publicado:
13 mar 2023
Formato:
Episodio de podcast

Títulos en esta serie (37)

Diario de una Amazona es el primer podcast producido por MTVRX Producciones. Es una serie de capítulos donde la periodista y escritora Celia Blanco (ex presentadora del programa de la Cadena SER Contigo Dentro) habla ella misma. Será un diario en el que nos contará cómo es su vida más íntima, después de años siendo una MILF, madre deseada sexualmente. Ahora, con 50 años se erige en amazona, en una mujer fuerte que galopa sobre la grupa de sus amantes. Un diario íntimo, sincero y sexual para escuchar con cascos. Podría hacerlo de otro modo, no confesando. Pero si confieso me desnudo al hacerlo. Y noto las manos de mis amantes acariciándome el cuerpo entero. Quiero que sea un diario, una cita semanal en la que pueda recrearme en todo lo bueno que pasa entre mis piernas para sentirlas, de nuevo, temblar. Soy una amazona, una mujer libre, una mujer plena, una mujer segura de lo que necesita para seguir viva con toda esta intensidad. Una amazona siempre se levanta cuando la destrozan, recupera la compostura y se planta, de nuevo, ante quien haga falta. Una amazona sabe que lo mejor que tiene es a ella misma. Y así, solo así, puede con todo. Soy la perfecta amazona que quiere que sepas cómo le gusta follar... No vaya a ser que tengamos la suerte de cruzarnos y perpetremos todos nuestros deseos, esos que no contamos a los demás. ?