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T02XE35 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco @latanace - El Experimento (que no salió)
T02XE35 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco @latanace - El Experimento (que no salió)
valoraciones:
Longitud:
22 minutos
Publicado:
19 sept 2023
Formato:
Episodio de podcast
Descripción
T02XE35 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco para MTVRX Producciones - El Experimento (que no salió)
Cuando quise que me quisieran y no lo hicieron
Me gustó, que lo primero que hiciera nada más verme fuera besarme. Abrazarme y besarme en una sana proporción que me hizo sentir bien. Querida. Esperada. Mi tren no había podido llegar por culpa de los destrozos de la Dana de turno y, como soy tan exquisita, lo eximí de que fuera a buscarme a la estación, tal y como habíamos quedado. Donde estaba obligado a besarme. Se lo había dicho: “si vienes a la estación tendrás que besarme; tú mismo”.
Desde el principio dejamos claro que sería un experimento al mismo tiempo que nos halagábamos y calentábamos.
No demandó demasiado desnudo, cosa que agradecí, no porque no me gusten, porque aún me cuesta verme.
Recuerden, yo tengo las tetas feas.
Pero desde que estoy en el Cuartito Oscuro, mi autoestima va mejorando. Porque en la terapia de grupo nos marcamos un fototetas y hacemos no solo que nos veamos, sino que nos alabemos.
Empezamos a gustarnos… Llevamos más de un año.
El caso es que me presenté en la casa en la que estaba el susodicho.
Apartamento.
Una única habitación.
Mucha luz.
Decoración minimalista muy bonita.
Mobiliario todoterreno pero estiloso.
Una bendición.
Abrió la puesta me abrazó y me besó.
Qué bonito, esto, Caballero.
Llamaremos caballero a, este, mi último amante, porque es, además, el hombre de más edad con el que he tenido sexo. La primera vez hace diez años.
Una cosa esporádica, fortuita y divertida que, por supuesto, ya les he contado en, este mi podcast del alma. Y él lo escuchó. Y le gustó. Y me mandó un mensaje lindísimo agradeciéndome que escribiera tan bonito de nuestro encuentro.
— ¿Dónde estás? Voy a Madrid cuatro días.
“Por este mes, estaré aquí”, escribió en el chat.
— ¡Qué bien!— Pensé.
Y decidimos regalarnos esos cuatro días para nosotros. Para vernos. Para contarnos. Para intentarlo. “Solo 4 días. No voy a ser ni tu novia ni tu amante fija”, le dije en un mensaje. “No quiero”, contestó.
Era perfecto.
Me gustó cómo me recibió y lo fácil que fue todo. Un beso despacio, largo en la puerta de su apartamento,donde llegué con una maleta y una mochila repleta de cosas ricas de Almería para las cenas. La vena de cuidadora que no falte, con lo mona que quedo comiendo en la calle pero deduje que aquel no querría pasearme por Malasaña; que yo supiera, tenía pareja desde hace años. Pero no pregunto. Yo dejo. Y entré en un apartamento en el que vivía solo y en el que no parecía que hubiera necesidad de más cepillos de dientes en el cuarto de baño. A mí me encantó.
Me desnudó rápido. Me quiso pronto y me tuvo inmediatamente porque yo venía a eso, a estar 4 días con un amante. Se quitó la camisa, blanca, impecable, y lo vi extremadamente delgado. No lo recordaba tan flaco. El verano no ha sido su mejor momento por el color cerúleo que lucía, contraste con mi moreno cabogatero. Me besó y besó. Hasta comerme todo lo entera que se me puede comer. Abrió mis piernas y lamió con cuidado, sabiendo perfectamente cómo hacerlo y haciéndolo.
Este ha estado años con una buena mujer que ha invertido horas en no quedarse a medios. A la que el resto de la humanidad le agradecemos su generosidad. Lo comía bien. Pero yo no me corrí. Disfruté, sí, me lo pasé bien, también. Pero no me corrí. No consiguió que llegara donde llego con otros amantes. Me gustó mucho su polla. Recia. Gorda. Tamaño medio pero potente. Me sorprendió por la edad, siempre he pensado que los sesenta es una edad maldita. Pero no. No lo es. No lo es en absoluto. Me gustaba follar con él, claro que me gustaba. Gemía yo más, porque soy más exagerada. Él murmura, no habla, susurra sus dudas, no las manifiesta. En todas las conversaciones que pudimos tener dejamos constancia de lo poco que nos parecíamos. En pensamiento, palabra y obra. Pero sin culpas.
Chupársela fue una delicia. Porque era preciosa, porque estaba dura, porque me cabía entera ha
Cuando quise que me quisieran y no lo hicieron
Me gustó, que lo primero que hiciera nada más verme fuera besarme. Abrazarme y besarme en una sana proporción que me hizo sentir bien. Querida. Esperada. Mi tren no había podido llegar por culpa de los destrozos de la Dana de turno y, como soy tan exquisita, lo eximí de que fuera a buscarme a la estación, tal y como habíamos quedado. Donde estaba obligado a besarme. Se lo había dicho: “si vienes a la estación tendrás que besarme; tú mismo”.
Desde el principio dejamos claro que sería un experimento al mismo tiempo que nos halagábamos y calentábamos.
No demandó demasiado desnudo, cosa que agradecí, no porque no me gusten, porque aún me cuesta verme.
Recuerden, yo tengo las tetas feas.
Pero desde que estoy en el Cuartito Oscuro, mi autoestima va mejorando. Porque en la terapia de grupo nos marcamos un fototetas y hacemos no solo que nos veamos, sino que nos alabemos.
Empezamos a gustarnos… Llevamos más de un año.
El caso es que me presenté en la casa en la que estaba el susodicho.
Apartamento.
Una única habitación.
Mucha luz.
Decoración minimalista muy bonita.
Mobiliario todoterreno pero estiloso.
Una bendición.
Abrió la puesta me abrazó y me besó.
Qué bonito, esto, Caballero.
Llamaremos caballero a, este, mi último amante, porque es, además, el hombre de más edad con el que he tenido sexo. La primera vez hace diez años.
Una cosa esporádica, fortuita y divertida que, por supuesto, ya les he contado en, este mi podcast del alma. Y él lo escuchó. Y le gustó. Y me mandó un mensaje lindísimo agradeciéndome que escribiera tan bonito de nuestro encuentro.
— ¿Dónde estás? Voy a Madrid cuatro días.
“Por este mes, estaré aquí”, escribió en el chat.
— ¡Qué bien!— Pensé.
Y decidimos regalarnos esos cuatro días para nosotros. Para vernos. Para contarnos. Para intentarlo. “Solo 4 días. No voy a ser ni tu novia ni tu amante fija”, le dije en un mensaje. “No quiero”, contestó.
Era perfecto.
Me gustó cómo me recibió y lo fácil que fue todo. Un beso despacio, largo en la puerta de su apartamento,donde llegué con una maleta y una mochila repleta de cosas ricas de Almería para las cenas. La vena de cuidadora que no falte, con lo mona que quedo comiendo en la calle pero deduje que aquel no querría pasearme por Malasaña; que yo supiera, tenía pareja desde hace años. Pero no pregunto. Yo dejo. Y entré en un apartamento en el que vivía solo y en el que no parecía que hubiera necesidad de más cepillos de dientes en el cuarto de baño. A mí me encantó.
Me desnudó rápido. Me quiso pronto y me tuvo inmediatamente porque yo venía a eso, a estar 4 días con un amante. Se quitó la camisa, blanca, impecable, y lo vi extremadamente delgado. No lo recordaba tan flaco. El verano no ha sido su mejor momento por el color cerúleo que lucía, contraste con mi moreno cabogatero. Me besó y besó. Hasta comerme todo lo entera que se me puede comer. Abrió mis piernas y lamió con cuidado, sabiendo perfectamente cómo hacerlo y haciéndolo.
Este ha estado años con una buena mujer que ha invertido horas en no quedarse a medios. A la que el resto de la humanidad le agradecemos su generosidad. Lo comía bien. Pero yo no me corrí. Disfruté, sí, me lo pasé bien, también. Pero no me corrí. No consiguió que llegara donde llego con otros amantes. Me gustó mucho su polla. Recia. Gorda. Tamaño medio pero potente. Me sorprendió por la edad, siempre he pensado que los sesenta es una edad maldita. Pero no. No lo es. No lo es en absoluto. Me gustaba follar con él, claro que me gustaba. Gemía yo más, porque soy más exagerada. Él murmura, no habla, susurra sus dudas, no las manifiesta. En todas las conversaciones que pudimos tener dejamos constancia de lo poco que nos parecíamos. En pensamiento, palabra y obra. Pero sin culpas.
Chupársela fue una delicia. Porque era preciosa, porque estaba dura, porque me cabía entera ha
Publicado:
19 sept 2023
Formato:
Episodio de podcast
Títulos en esta serie (37)
T01XE07 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco (Latanace) para MTVRX Producciones -Me lo hizo en volandas - Episodio exclusivo para mecenas de Diario de una Amazona (con Celia Blanco @latanace)