Estrategias Efectivas Y Económicas Para Una Mejor Salud: Mejorando tu salud física y mental con los entrenamientos adecuados y un sano consumo de frutas

Por Michael White

Los beneficios de llevar un estilo de vida saludable incluyen:

1. Reducir el riesgo de la mayoría de las enfermedades, incluidas las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y la diabetes.
2. Mejorar la estabilidad de las articulaciones, la flexibilidad, la fuerza, la resistencia y la amplitud de movimiento.
3. Ayudar a mantener la flexibilidad, el equilibrio y la coordinación a medida que se envejece.
4. Mantener la densidad ósea y prevenir la osteoporosis y las fracturas.
5. Reducir los síntomas del estrés, la ansiedad y la depresión, y mejorar la sensación de bienestar y el estado de ánimo.
6. Mejorar la autoestima y la confianza en uno mismo.
7. Mejorar la agudeza y la claridad mental, incluida la memoria.
8. Mejorar la capacidad de recuperación de las enfermedades.
9. Aumentar la duración de la vida.

Estar físicamente en forma significa que es menos probable lesionarse al realizar una actividad física o en la vida cotidiana. Si se lesiona, es probable que se recupere más rápido que si no está en forma. 
Llevar una dieta equilibrada, con un alto contenido de frutas y verduras y un bajo contenido de alimentos procesados y grasas, le ayudará a mantener un peso saludable.

• Idioma: Español
• Editorial: Michael White
• Fecha de lanzamiento: 17 ago 2021
• ISBN: 9798201459987

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El contenido no pretende sustituir el asesoramiento, el diagnóstico o el tratamiento médico profesional. Consulte siempre a su médico o a otro profesional sanitario cualificado si tiene alguna duda sobre su estado de salud. Nunca ignore el consejo médico profesional ni se demore en buscarlo por algo que haya leído o escuchado.

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Entrenamiento Físico

Fase de entrenamiento de la aptitud física

Un programa de entrenamiento físico se divide en tres fases: preparatoria, de acondicionamiento y de mantenimiento. La fase inicial para los distintos individuos variará en función de su edad, su nivel de condición física y su actividad física previa.

Las personas jóvenes y sanas pueden pasar directamente a la fase de acondicionamiento, mientras que las que han estado haciendo ejercicio con regularidad pueden estar ya en la fase de mantenimiento. Factores como la inactividad prolongada, las lesiones o las enfermedades pueden hacer que se pase de la fase de mantenimiento a la de acondicionamiento. Las personas que no han sido físicamente activas, especialmente si tienen 40 años o más, deberían empezar con la fase de preparación.

Fase preparatoria

La fase preparatoria ayuda a que tanto el sistema cardiorrespiratorio como el muscular se acostumbren al ejercicio, preparando al cuerpo para afrontar la fase de acondicionamiento. La carga de trabajo al principio debe ser moderada. La progresión de un nivel de condición física inferior a uno superior debe lograrse mediante aumentos graduales y planificados de la frecuencia, la intensidad y el tiempo.

Al principio, las personas con poca condición física deben correr o, en su caso, caminar, tres veces a la semana a un ritmo cómodo que eleve moderadamente su frecuencia cardíaca durante 10 a 15 minutos. Continúe así hasta que no sienta fatiga o dolor