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En primera persona, y otros relatos eróticos de temática gay. Serie Marco Azul No 11
En primera persona, y otros relatos eróticos de temática gay. Serie Marco Azul No 11
En primera persona, y otros relatos eróticos de temática gay. Serie Marco Azul No 11
Libro electrónico70 páginas52 minutos

En primera persona, y otros relatos eróticos de temática gay. Serie Marco Azul No 11

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Este volumen incluye los siguientes relatos eróticos de temática gay del escritor Marcos Sanz:

Venganza
Juan le cuenta una noche a su novio que sus hermanos lo torturaban de crío por ser homosexual. Los años han pasado y Juan no tiene contacto con su familia pero su novio decide vengarse por su cuenta de los tres hermanos. Aunque las cosas no salen siempre como uno las planea...

El sobrino del coronel
Nada le gusta más al sobrino del coronel que esperar en casa a que su tío le lleve a los nuevos reclutas como si se tratara de un presente.

Ritos de iniciación
Un estudioso de las costumbres de los primeros colonizadores que salieron de la Tierra visita el planeta de los Iqaye para documentarse acerca de su sexualidad y llega justo para asistir a los ritos de iniciación masculinos...

Arte vivo
De la vez que estuve en Berlín y en el museo descubrí las intimidades de un osazo que pasaba el mes haciendo vida en una casa de cristal.

Violado por un fantasma
Stewart y su mujer se dedican a limpiar de fantasmas mansiones en los Estados Unidos. Pero en esta ocasión el fantasma en cuestión sólo se presenta cuando Stewart entra solo en la casa...

En primera persona
Dos hombres se conocen en un parque e intercambian direcciones. Un día uno de ellos visita al otro y... Seremos testigos de lo que ocurre en primera persona.

Acerca de la "Serie Marco Azul" de Marcos Sanz: Puedes encontrar los relatos de Marcos Sanz en varias colecciones y recopilaciones, por lo que no siempre es sencillo saber qué ebooks comprar para tener todos los relatos y que ninguno esté repetido. La colección Serie Marco Azul de Marcos Sanz nace con el propósito de recopilar todos los relatos del autor, los ya publicados y los que publique en un futuro. Los relatos serán cada uno una sola vez publicados en esta colección, por lo que adquiriendo todos los números obtendrás la colección completa de relatos de Marcos Sanz sin duplicados. Si eres coleccionista o fan y quieres tener todo lo que escriba este autor, ésta es tu opción.

Acerca del autor: Marcos Sanz es un escritor (y un tío simpático y bastante bear) de relatos eróticos de temática gay. Si estás buscando leer relatos eróticos gays para hombres, de calidad y escritos por un hombre, has llegado al lugar indicado.

IdiomaEspañol
EditorialPROMeBOOK
Fecha de lanzamiento22 oct 2016
ISBN9781370659494
En primera persona, y otros relatos eróticos de temática gay. Serie Marco Azul No 11

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    En primera persona, y otros relatos eróticos de temática gay. Serie Marco Azul No 11 - Marcos Sanz

    Nota del autor

    Todos los personajes representados en esta obra de ficción son mayores de 18 años.

    Venganza

    I

    —Entonces, ¿tus hermanos se enteraron?

    Estábamos tumbados en la cama, ambos mirando al techo.

    —Sí.

    —¿Los tres?

    —Mario me encontró las revistas y se las enseñó a Pedro y a Jaime. Esperaron a que nuestros padres se fueran de casa y...

    —¿Qué hicieron? —Apreté la mano de mi novio. Sólo lo conocía desde hacía dos meses pero ya se había convertido en mi persona favorita de todo el planeta.

    —Me insultaron. Me llamaron maricón. Me las tiraron a la cara. Despedazaron las revistas y me prometieron que me iban a encontrar novia y que se iban a asegurar de que me la follara delante de ellos. Querían... curarme. De todas formas eso no fue lo peor. Fue sólo el principio. Pasé toda mi adolescencia aterrorizado por los tres, y rezando para que ninguno se fuera de la lengua y se llegara a enterar mi padre. Me habría matado. Tuve un amigo especial. Me arriesgué a llevarlo a casa un día que no estaban mis padres ni mis hermanos. Pero Jaime volvió antes de tiempo y nos encontró jugando a las cartas en mi habitación. Y nos dio una paliza. No volví a ver a mi amigo.

    —¿Cual era el peor?

    —¿El peor?

    —De tus hermanos.

    —No lo sé. Los tres eran igual de hijos de puta conmigo.

    —Pero Jaime te pegaba.

    —Me pegaban los tres. ¿Por qué lo preguntas?

    —Para saber a cual tengo que cargarme primero.

    —No seas tonto. Hace muchísimos años de eso.

    —¿Ahora os lleváis bien?

    —¡Qué va! Es como si no tuviera familia. Los prefiero bien lejos.

    —Entonces no te importará que me vengue por ti.


    II

    Pedro vivía en una bonita urbanización a las afueras. Los días que había partido se iba al bar y se emborrachaba. Tenía mucho aguante por lo que siempre era el último de sus amigotes en regresar a casa. Aquella noche le invité a tres cervezas mientras hacía ver que me interesaba el fútbol aunque no puede sudármela más. Cuando ya quedaba poco para que nos cerraran pasé al whisky (el tío se jincó cuatro, me iba a salir cara la broma) y cuando por fin el camarero nos dijo que tenía que cerrar, el pobre Pedro no se tenía en pie. Lo acompañé a mi coche y lo senté en el lado del conductor para que durmiera un poco la mona.

    —Gracias, gracias —me decía. —No me puedo presentar así en casa. Mi mujer me mataría.

    Cuando se quedó roque le cogí el móvil del bolsillo. Le dejé que durmiera los veinte minutos que me dediqué a meter en un grupo a todos sus contactos, de trabajo, familia y amigos. Una vez preparado el grupo le quité el sonido al móvil para que no se escuchara el ruido cuando hiciera las fotos. Me saqué la polla y me la sacudí hasta tenerla bien dura. No es por presumir pero mis padres me dieron muy buenos genes. Vamos, que la tengo bien hermosa. Después tumbé a Pedro sobre mi verga, metiéndosela en la boca que le babeaba constantemente. Ahora venía la parte delicada. Despertar al hetero. Esperaba no tener que arrearle si le daba por morderme. Le di golpecitos en la mejilla hasta que se despertó, más o menos. Al principio no sabía dónde estaba.

    —¡Eh! —Le dije. —No puedes quedarte dormido. El trato es que me la comerías hasta que te lefara toda la puta boca.

    —Perdona —dijo, aunque casi no se le entendía con la borrachera y mi polla en la boca.

    El cabrón se puso a mamar. Joder. Y encima la comía bien. Así que al imbécil del hermano de mi novio, aquel que lo torturaba junto con los otros dos por ser maricón, le había acabado gustando comer pollas. La verdad es que no me sorprendió. Los jodidos homófobos son los peores y acaban mariconeando más que nadie desde sus putos armarios.

    Cada vez que se quedaba sobao tragando rabo lo despertaba con suaves cachetes. Le fui echando fotos con su propio móvil. El tío ni se coscó. Yo había encendido la

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