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Sólo Las Partes Guarras: Cum And Get It #1
Sólo Las Partes Guarras: Cum And Get It #1
Sólo Las Partes Guarras: Cum And Get It #1
Libro electrónico35 páginas29 minutos

Sólo Las Partes Guarras: Cum And Get It #1

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Información de este libro electrónico

¿Sueles saltarte las páginas para llegar antes a las corridas cuando lees literatura erótica? ¿Te gustaría quitarte de encima la historia e ir directamente al sexo puro y duro, como en las pelis porno que comienza directamente con un par de tíos buenos desnudos en un sofá?
Gayrotica Press ha recopilado cuatro de los relatos más calientes y populares de Rod Mandelli y ha suprimido todo lo que no era sexual: yendo directamente al grano, a la parte cerda. Para que te olvides de los preliminares y disfrutes de las mamadas, de las folladas de culos y de las corridas que tienen lugar entre tíos calientes.
Esta compilación está compuesta de escenas de alto voltaje extraídas de los cuatro libros citados a continuación:
De la serie Gay Sex Confessions:
El nuevo vecino
También de la misma serie:El hermano de mi mejor amigoDe la serie Gay Political Sex Scandals:El Senador Brick Scrotorum y su colega de la universidad
De la serie Modern Gay Sex Christmas Carol:El jefe canoso y el empleado sexy
Un relato de  Gayrotica Press Gay Erotic de la colección Short Story Excerpt Collection – 7 200 palabras de puro sexo entre hombres de verdad.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento27 oct 2014
ISBN9781633393523
Sólo Las Partes Guarras: Cum And Get It #1
Autor

Rod Mandelli

Rod Mandelli escribe historias sexy gay que contienen acción caliente de hombre a hombre.

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    Sólo Las Partes Guarras - Rod Mandelli

    universidad

    Extracto del relato

    Gay Sex Confessions # 1:

    El nuevo vecino

    ––––––––

    Cuando estaba en mi último año de instituto un tiarrón se mudó a nuestro vecindario. Estaba casado, tenia unos treinta y tantos; era un macizo de metro ochenta y cinco, unos 86kg de puro músculo y pelo castaño. Pasé el día ayudándole con la mudanza.

    La verdad es que me flipaba estar tan cerca de su cuerpo; ver como sus bíceps se contraían al levantar cada mueble y cada caja me excitaba muchísimo. Cada vez que se agachaba para levantar algo o descansaba alguna caja pesada en sus rodillas podía sentir como las mías temblaban sólo de imaginarme cómo sería tener esas fuertes piernas en aquella postura abrazándome las caderas.

    Unas cuantas horas después, yo estaba ya muerto, debo admitirlo. El sol de plena tarde había estado asándonos y estábamos los dos empapados en sudor.

    –Tío, necesito salir de esta camiseta. –dijo mientras se la quitaba y me la lanzaba juguetón.

    No me lo esperaba, así que su camiseta vino a aterrizar en mi cara. El olor de su sudor de macho era muy excitante y sentí como el pantalón me apretaba el paquete. Yo me quité la mía y también se la tiré, pero él sí se lo esperaba y la cogió... y, ¡se la restregó por sus axilas! 

    –Hala, un recuerdo del día de hoy. –dijo bromista.

    –¡Cabrón! –Le contesté golpeándole el brazo.

    Con esto, empezamos a pelearnos jugando en el césped. Era divertido estar tan en forma con un pedazo de tío como ese. Sentí su bulto contra mí un par de veces, pero estábamos demasiado metidos en la competición como para empalmarnos. Bueno, hasta que acabé tumbándolo contra el suelo, con mis piernas clavadas en su pecho peludo inmovilizándolo contra el suelo. Jadeábamos fuertemente, en busca de algo de oxígeno. Se me escapó una risa al apoyarme y sentir su polla... era uno de esos gestos que  que los machos hacen para demostrar quién ha vencido.

    –Marica. –dijo picándome un ojo– Déjame levantarme.

    Me levanté y le ofrecí mi mano para que se pusiera de pie.

    –¿Por qué no nos tomamos algo frío y nos tomamos un descanso en mi casa?

    –Vale, pero ¿seguro que quieres a un marica en

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