Fortificación: Estrategias en arquitectura defensiva e ingeniería del campo de batalla

Por Fouad Sabry

Fortificación

Desvela los secretos del dominio militar

"Fortificación" es la guía definitiva para comprender la brillantez estratégica detrás de las defensas militares. Descubra cómo estas formidables estructuras han dado forma al curso de la historia, salvaguardando imperios y definiendo naciones.

Por qué necesitas este libro

Obtenga información valiosa:

Sumérgete en una gran cantidad de conocimientos que cubren aspectos clave de la fortificación. Cada capítulo está meticulosamente elaborado para proporcionar información y validaciones integrales, que incluyen:

- Capítulo 1: Fortificación: Comprenda los principios básicos y la historia.

- Capítulo 2: Asedio: aprende las tácticas y estrategias de asaltos prolongados.

- Capítulo 3: Glacis: explora las defensas inclinadas que revolucionaron las fortificaciones.

- Capítulo 4: Muro Defensivo: Descubre las barreras que han resistido la prueba del tiempo.

- Capítulo 5: Hillfort: Adéntrate en antiguas fortalezas construidas sobre elevaciones naturales.

- Capítulo 6: Máquina de asedio: descubre las máquinas de guerra que traspasaron las defensas más fuertes.

- Capítulo 7: Bastión: estudia las estructuras angulares que mejoraron la potencia de fuego defensiva.

- Capítulo 8: Reducto Nacional (Bélgica): Analiza la estrategia del refugio fortificado.

- Capítulo 9: Fuerte Bastión: examina la evolución de los diseños de los bastiones.

- Capítulo 10: Glosario de términos militares: Domina la terminología utilizada por los expertos.

Respondiendo a tus preguntas principales:

Obtenga respuestas a las preguntas más urgentes sobre las fortificaciones, haciendo que conceptos complejos sean accesibles y atractivos.

¿Quién debería leer este libro?

- Profesionales militares: mejore su conocimiento estratégico y experiencia operativa.

- Estudiantes y estudiantes Académico: un recurso valioso para estudios de pregrado y posgrado.

- Entusiastas de la historia: explora el fascinante mundo de la arquitectura militar.

- Aficionados y aficionados Entusiastas: perfecto para aquellos que buscan una comprensión más profunda de las fortificaciones más allá de lo básico.

Mejore su comprensión de la estrategia y la defensa militar. "Fortificación" no es sólo un libro: es la puerta de entrada para convertirse en una autoridad en uno de los aspectos más críticos de la guerra y la preservación histórica. ¡Consigue tu copia hoy y fortalece tus conocimientos!

 

• Idioma: Español
• Editorial: Mil Millones De Conocimientos [Spanish]
• Fecha de lanzamiento: 19 jun 2024

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Capítulo 1: Fortificación

Una fortificación es una construcción militar o edificio construido para defender territorios durante la batalla y para afirmar la autoridad sobre una región en tiempos de paz. La palabra proviene del latín fortis (fuerte) y facere (enfrentar) (hacer).

En un mundo siempre cambiante de invasiones y conquistas, las ciudades han necesitado con frecuencia murallas defensivas desde la antigüedad hasta el presente para garantizar su supervivencia. Algunas comunidades del valle del Indo estuvieron entre las primeras ciudades pequeñas en ser amuralladas. En la Grecia micénica, como en el antiguo yacimiento de Micenas (famoso por los enormes bloques de piedra de sus murallas ciclópeas), se construyeron gigantescos muros de piedra. Un phrourion griego era un conjunto de estructuras fortificadas utilizadas como guarnición militar; corresponde a un castellum romano o a una fortaleza inglesa. Estas estructuras actuaban principalmente como torres de vigilancia para proteger ciertas carreteras, pasos y fronteras. Aunque eran más pequeños que una fortaleza genuina, servían como guardia fronteriza en lugar de una fortaleza real para vigilar y preservar la frontera.

Desde la época de las legiones romanas, el arte de levantar un campamento militar o construir una fortaleza se ha llamado castrametación. Por lo general, hay dos tipos de fortificación: fortificación permanente y fortificación de campo. Además, existe una rama conocida como fortificación semipermanente. La distinción entre los castillos y los fuertes o fortalezas genéricas es que los castillos sirven como morada de un monarca o noble y dominan un territorio defensivo específico.

Las fortalezas romanas y las fortalezas de las colinas fueron los principales precursores de los castillos en Europa, que evolucionaron durante el Imperio carolingio en el siglo IX. Durante la Alta Edad Media, algunas ciudades se fundaron alrededor de castillos.

La introducción de los cañones en el siglo XIV hizo que muchas fortificaciones de diseño medieval quedaran obsoletas. En la era de la pólvora negra, las fortificaciones se volvieron mucho más bajas y utilizaron más zanjas y barreras de tierra para absorber y difundir la energía del fuego de cañón. Las paredes expuestas al fuego directo de los cañones eran extremadamente susceptibles, por lo que se excavaban en zanjas y se protegían con taludes de tierra.

En el siglo XIX, la introducción de los proyectiles explosivos supuso un paso más en la evolución de la fortificación. Las complicadas configuraciones de los bastiones, las baterías de flanqueo y las líneas de fuego cuidadosamente diseñadas para el cañón defensor podían ser rápidamente interrumpidas por proyectiles explosivos. Durante el siglo XIX y principios del XX, prevalecieron las fortificaciones de acero y hormigón. Desde la Primera Guerra Mundial, los avances en la guerra contemporánea han hecho que la mayoría de las fortificaciones a gran escala queden obsoletas.

Muchas ubicaciones del Ejército de los Estados Unidos se conocen comúnmente como fuertes, a pesar de que generalmente no están fortificadas. Durante la era de la exploración de América del Norte, varios puestos fronterizos, incluidos los puestos de avanzada no militares, se denominaron fuertes. Históricamente, las instalaciones militares más pequeñas se denominaban fortalezas, mientras que las más grandes se conocían como fortalezas. El término fortificación también puede referirse a la técnica de mejorar la defensa de una región a través de la construcción de estructuras defensivas. Las murallas de las ciudades son fortificaciones, sin embargo, a menudo no se las conoce como fortalezas.

Desde la época de las legiones romanas, el arte de levantar un campamento militar o construir una fortificación se ha llamado castrametización. El arte y la ciencia de asediar una fortificación y destruirla se llama asedio o guerra de asedio informalmente, y poliorcética técnicamente. En ciertos escritos, esta última frase también se refiere al arte de la construcción de fortificaciones.

Por lo general, hay dos tipos de fortificación: fortificación permanente y fortificación de campo. Las fortificaciones permanentes se hacen en el tiempo libre, utilizando todos los recursos que un estado puede proporcionar en términos de experiencia constructiva y técnica, y se construyen con materiales duraderos. Las fortificaciones de campo, como los parapetos, a menudo se denominan trabajos de campo o movimientos de tierra. Son improvisados por las tropas en el campo, a veces con la ayuda de mano de obra y herramientas locales, y con materiales que no requieren mucha preparación, como tierra, maleza y madera ligera. En 1754, George Washington construyó Fort Necessity de esta manera.

Además, existe una rama conocida como fortificación semipermanente. Esto se ilustra con la construcción de fuertes romanos en Inglaterra y otras áreas romanas donde se establecieron campamentos temporales con el objetivo de permanecer por un tiempo, pero no de forma permanente.

La diferencia entre un castillo y un fuerte o fortaleza genérica es que un castillo define la morada de un monarca o noble y controla un territorio defensivo específico. Así lo ilustra el enorme castillo medieval de Carcasona.

Desde la antigüedad hasta la actualidad, las murallas han sido una necesidad en muchos pueblos. En Bulgaria, cerca de la ciudad de Provadia, un asentamiento fortificado amurallado conocido como Solnitsata que data del año 4700 a.C. tenía un diámetro de alrededor de 300 pies (91 m), contenía a 350 personas que vivían en casas de dos pisos y estaba rodeado por una muralla fortificada. Es uno de los primeros asentamientos amurallados de Europa debido a sus enormes muros de 6 pies de alto por 4,5 pies de grosor. Uruk, situada en la antigua Sumeria (Mesopotamia), es una de las ciudades amuralladas más antiguas conocidas del mundo. Los antiguos egipcios también construyeron fortificaciones en las fronteras del valle del Nilo para disuadir las incursiones de las tierras vecinas, así como muros circulares de ladrillos de barro alrededor de sus ciudades. Muchas de las fortificaciones del mundo antiguo se construyeron con ladrillos de barro, dejando solo montículos de tierra para que los arqueólogos modernos los descubrieran.

En Escocia, en el año 3200 a.C., un gigantesco muro de piedra prehistórico encerraba el antiguo templo de Ness de Brodgar. La Gran Muralla de Brodgar tenía 4 metros (13 pies) de espesor y 4 metros (13 pies) de alto. El muro tenía algún propósito simbólico o ritual.

Algunos asentamientos de la civilización del valle del Indo también fueron fortificados. Alrededor del año 3500 a.C., la llanura aluvial del Indo estaba poblada por cientos de pequeñas comunidades agrícolas. Muchas de estas aldeas contaban con fortificaciones y caminos bien diseñados. Las casas de piedra y adobe de Kot Diji estaban apiñadas detrás de enormes diques de piedra y muros defensivos, ya que la posesión de tierras agrícolas de primera calidad era una fuente persistente de disputa entre las ciudades vecinas.

En la Malta prehistórica, además, ciertos asentamientos comenzaron a ser fortificados.

El ejemplo más notable que se conserva es Borġ in-Nadur, donde se descubrió una fortificación construida alrededor del año 1500 a.C.

Babilonia fue una de las ciudades antiguas más conocidas, especialmente como resultado del programa de construcción de Nabucodonosor, ¿Quién aumentó las fortificaciones y construyó la Puerta de Ishtar?.

Las excepciones notables eran poco comunes, la antigua Esparta y la antigua Roma carecieron de murallas durante un tiempo considerable, y en su lugar dependieron de sus ejércitos para su protección.

Inicialmente, estas defensas eran modestas estructuras de madera y tierra, que posteriormente fueron sustituidas por construcciones mixtas de piedras apiladas sin argamasa.

En la Grecia clásica, en la Grecia micénica se construyeron grandes muros de piedra, como el antiguo yacimiento de Micenas, famoso por los enormes bloques de piedra de sus murallas ciclópeas.

Durante el período clásico en Grecia, Atenas construyó dos murallas de piedra paralelas, conocidas como las Murallas Largas, a pocos kilómetros de distancia de sus puertos vigilados en El Pireo.

En Europa Central, los celtas construyeron enormes ciudades fortificadas conocidas como oppida, cuyas murallas se asemejan a las construidas en el Mediterráneo. Las defensas se mejoraron y ampliaron continuamente. Los fuertes fueron creados en Heuneburg, Alemania, alrededor del año 600 a.C. con una base de piedra caliza sostenida por un muro de adobe de unos 4 metros de altura, coronado por una pasarela techada, para una altura total de 6 metros. La pared se repintaba constantemente con yeso de cal. Tiene torres que sobresalen de ella.

El Oppidum de Manching (en alemán: Oppidum von Manching) fue una importante ciudad celta protourbana o similar a una ciudad en las cercanías de la actual Manching (cerca de Ingolstadt), Baviera (Alemania).

El asentamiento fue fundado en el siglo III a.C. y existió hasta c. 50-30 a.C.

Alcanzó su mayor extensión a finales del período de La Tène (finales del siglo II a.C.), cuando tenía una extensión de 380 hectáreas.

En ese período, entre 5.000 y 10.000 individuos habitaban sus murallas de 7,2 km de largo.

El oppidum de Bibracte es otro ejemplo de asentamiento galo fortificado.

Las Mura aureliane son una serie de murallas construidas en Roma, Italia, entre los años 271 y 275 d.C., bajo los reinados de Aureliano y Probo. Las murallas rodeaban las siete colinas de Roma, el Campo de Marte y el barrio de Trastevere en el lado derecho del Tíber. Las orillas del río dentro de los límites de la ciudad parecen haber quedado sin fortificar, aunque el Campo de Marte estaba fortificado. El circuito completo tenía 19 kilómetros (12 millas) de largo y abarcaba un área de 13,7 kilómetros cuadrados (5,3 millas cuadradas). Las murallas tenían 3,5 metros (11 pies) de espesor y 8 metros (26 pies) de alto, con una torre cuadrada cada 100 pies romanos (29,6 metros (97 pies)). En el siglo V, las renovaciones cuadruplicaron la altura de los muros a 16 metros (52 pies). El circuito incluía 383 torres, 7.020 almenas, 18 puertas principales, 5 puertas de pórtico, 116 letrinas y 2.066 enormes ventanas exteriores para el año 500 d.C.

Los romanos protegían sus ciudades con enormes muros de piedra unidos con argamasa. Los más conocidos son los Murallos Aurelianos de Roma y los Murallos Teodosianos de Constantinopla, que se conservan en gran medida, así como fragmentos en otros lugares. Ejemplos típicos incluyen la Porta Nigra en Tréveris y el Arco de Newport en Lincoln. En el año 122 d.C., tras una visita del emperador romano Adriano (76-138 d.C.) a lo que hoy es el norte de Inglaterra, el Imperio Romano construyó el Muro de Adriano en toda su longitud.

La India contiene una serie de fortalezas que van desde la Edad de Piedra tardía hasta el Raj británico. Fuerte es el término indio para todas las fortificaciones históricas. Numerosos sitios de la civilización del valle del Indo muestran signos de fortificaciones. Harrapa está fortificada con ladrillos cocidos, mientras que Dholavira tiene muros de fortificación de piedra; Kalibangan tiene fortificaciones de adobe con bastiones; y Lothal tiene un patrón cuádruple fortificado. Además, había evidencia de fortificaciones en Mohenjo-daro. Incluso una pequeña ciudad, como Kotada Bhadli, con sus impresionantes bastiones, demuestra que la civilización del valle del Indo fortificó la gran mayoría de sus asentamientos grandes y menores. Muchos fueron construidos por Shivaji, el fundador del Imperio Maratha.

La gran mayoría de los fuertes de la India se encuentran en el norte de la India. El Fuerte Rojo en Delhi, el Fuerte Rojo en Agra, el Fuerte Chittor y el Fuerte Mehrangarh en Rajastán, el Fuerte Ranthambahor, el Fuerte Amer y el Fuerte Jaisalmer, todos en Rajastán, y el Fuerte Gwalior en Madhya Pradesh son los fuertes más famosos.

Desde la dinastía Shang (c. 1600-1050 a.C.), en la antigua China se construyeron grandes muros de tierra apisonada (es decir, tierra templada); la capital de la antigua Ao presentaba gigantescas murallas construidas de esta manera (véase asedio para más información). A pesar de que se construyeron muros de piedra en China durante el período de los Reinos Combatientes (481-221 a.C.),