Viviendo el Reino

Por Charles H. Spurgeon

Título: "Viviendo el Reino: Descubriendo la Plenitud de la Vida en Cristo" por Charles Spurgeon

Sinopsis:
En "Viviendo el Reino", el renombrado predicador y autor Charles Spurgeon nos guía a través de un viaje espiritual profundo hacia la experiencia transformadora de vivir en el reino de Dios. A través de sus palabras apasionadas y su profundo entendimiento de las Escrituras, Spurgeon nos lleva de la mano a explorar lo que significa realmente llevar una vida arraigada en la plenitud y el propósito de Cristo.

Desde las páginas de este libro, emerge un llamado a abandonar las perspectivas mundanas y a abrazar las verdades eternas del reino de Dios. Spurgeon nos muestra cómo cada aspecto de nuestras vidas, desde nuestras relaciones hasta nuestras aspiraciones, puede ser imbuido con el poder del reino cuando vivimos en sintonía con el corazón de Dios.

A medida que exploramos las páginas de "Viviendo el Reino", somos guiados a través de profundas reflexiones sobre el Sermón del Monte y otras enseñanzas fundamentales de Jesús. Spurgeon nos recuerda la importancia de la humildad, la compasión, la justicia y la búsqueda de Dios en todas las cosas. A través de anécdotas conmovedoras y ejemplos prácticos, nos muestra cómo estas verdades pueden ser aplicadas en nuestra vida cotidiana.

"Viviendo el Reino" nos desafía a liberarnos de las preocupaciones terrenales y a buscar en su lugar la voluntad y el propósito divinos. A través de estas páginas, Spurgeon nos inspira a perseguir una relación más profunda con Cristo, a vivir en la paz que trae el reino y a convertirnos en portadores de su amor y luz en un mundo necesitado.

Este libro se convierte en un faro de esperanza y guía, invitándonos a experimentar una vida plena y significativa en el contexto del reino eterno de Dios. "Viviendo el Reino" no solo nos desafía a crecer espiritualmente, sino que nos equipa con las herramientas necesarias para llevar el mensaje transformador de Cristo a nuestro entorno, marcando así una diferencia duradera en el mundo que nos rodea.

• Idioma: Español
• Editorial: FELIPE CHAVARRO POLANÍA INC
• Fecha de lanzamiento: 29 ago 2023
• ISBN: 9798223667605

Vista previa del libro

Viviendo el Reino

por

Charles Spurgeon

Contents

Mañana y tarde

por Charles Spurgeon

1 de noviembre - Mañana

La Iglesia en tu casa. Filemón 2

1 de noviembre - Noche

2 de noviembre - Mañana

¡Yo soy el Señor, y no cambio! Malaquías 3:6

2 de noviembre - Noche

3 de noviembre - Mañana

He aquí que ora. Hechos 9:11

3 de noviembre - Tarde

4 de noviembre - Mañana

4 de noviembre - Tarde

sin belleza ni hermosura,

una raíz de tierra seca,

rechazado por los vanidosos y

despreciado por los soberbios.

5 de noviembre - Mañana

5 de noviembre - Tarde

6 de noviembre - Mañana

Derramaré agua sobre el sediento. Isaías 44:3

6 de noviembre - Noche

7 de noviembre - Mañana

7 de noviembre - Noche

Y vosotros seréis Mis testigos. Hechos 1:8

8 de noviembre - Mañana

8 de noviembre - Noche

9 de noviembre - Mañana

9 de noviembre - Tarde

10 de noviembre - Mañana

10 de noviembre - Noche

11 de noviembre - Mañana

11 de noviembre - Tarde

"Las pruebas deben sobrevenir y sobrevendrán

Pero con fe humilde para ver

El amor inscrito en todas ellas;

Esto es felicidad para mí".

12 de noviembre - Mañana

La prueba de vuestra fe. 1 Pedro 1:7

12 de noviembre - Noche

13 de noviembre - Mañana

13 de noviembre - Tarde

Los hombres deben orar siempre. Lucas 18:1

14 de noviembre - Mañana

14 de noviembre - Noche

15 de noviembre - Mañana

¿Cómo son Su porción?

15 de noviembre - Vísperas

16 de noviembre - Mañana

"Amado de mi Dios por Él otra vez

Con intenso amor ardo;

Elegido de Él antes de que el tiempo comenzara,

Yo le elijo a cambio".

16 de noviembre - Tarde

17 de noviembre - Mañana

17 de noviembre - Tarde

18 de noviembre - Mañana

18 de noviembre - Noche

Tú eres desde siempre. Salmo 93:2

19 de noviembre - Mañana

Procura dedicarte a las buenas obras. Tito 3:8

Evita las preguntas necias. Tito 3:9

Preguntas sobre...

puntos en los que la Escritura guarda silencio;

misterios que sólo pertenecen a Dios;

profecías de dudosa interpretación;

modos de observar meras ceremonias humanas

¿Estoy creciendo en gracia y semejanza a Cristo?

¿Adorna mi vida la doctrina de mi Salvador?

¿Qué más puedo hacer por Jesús?

19 de noviembre - Tarde

¡Oh, si yo supiera dónde encontrarlo! Job 23,3

20 de noviembre - Mañana

20 de noviembre - Tarde

21 de noviembre - Mañana

No contristéis al Espíritu Santo. Efesios 4:30

21 de noviembre - Tarde

22 de noviembre - Mañana

22 de noviembre - Tarde

El poder de Su resurrección. Filipenses 3:10

23 de noviembre - Mañana

Compañerismo con Él. 1 Juan 1:6

23 de noviembre - Tarde

Sube al monte alto. Isaías 40:9

24 de noviembre - Mañana

24 de noviembre - Noche

25 de noviembre - Mañana

25 de noviembre - Tarde

26 de noviembre - Mañana

26 de noviembre - Noche

27 de noviembre - Mañana

27 de noviembre - Tarde

28 de noviembre - Mañana

28 de noviembre - Vísperas

Trabajó por el bien de su pueblo. Ester 10:3

29 de noviembre - Mañana

29 de noviembre - Tarde

30 de noviembre - Mañana

30 de noviembre - Tarde

1 de noviembre - Mañana

La Iglesia en tu casa. Filemón 2

¿H ay una Iglesia en tu casa? ¿Son miembros de ella los padres, los hijos y los amigos, o todavía hay algunos inconversos? Hagamos una pausa aquí y dejemos que la pregunta circule: ¿Soy yo miembro de la Iglesia en esta casa? ¡Cómo saltaría de gozo el corazón del padre, y los ojos de la madre se llenarían de santas lágrimas, si desde el mayor hasta el menor fueran todos salvos! Oremos por esta gran misericordia, hasta que el Señor nos la conceda.

Probablemente había sido el objeto más querido de los deseos de Filemón, que toda su casa se salvara; pero al principio no se le concedió en su plenitud. Tenía un siervo malvado, Onésimo, que, habiéndole agraviado, huyó de su servicio. Las oraciones de su amo le siguieron, y al fin, como Dios quería, Onésimo fue llevado a oír predicar a Pablo. Su corazón fue tocado, y regresó a Filemón, no sólo para ser un siervo fiel, sino un hermano amado, añadiendo otro miembro a la Iglesia en la casa de Filemón.

Si hay tal Iglesia en nuestra casa, ordenémosla bien, y actuemos todos como ante los ojos de Dios. Movámonos en los asuntos comunes de la vida con estudiada santidad, diligencia, bondad e integridad. Se espera más de una Iglesia que de un hogar ordinario; el culto familiar debe ser, en tal caso, más devoto y cordial; el amor interno debe ser más cálido e inquebrantable, y la conducta externa debe ser más santificada y semejante a Cristo. No debemos temer que la pequeñez de nuestro número nos excluya de la lista de las Iglesias, porque el Espíritu Santo ha inscrito aquí una iglesia-familia en el libro inspirado del recuerdo. Como Iglesia, acerquémonos ahora a la gran cabeza de la Iglesia universal, y supliquémosle que nos dé la gracia de brillar ante los hombres, para gloria de su nombre.

1 de noviembre - Noche

L a gente no se dio cuenta de lo que iba a suceder, hasta que llegó el diluvio y se los llevó a todos. Así será cuando venga el Hijo del hombre. Mateo 24:39

Universal fue la condenación, nadie escapó. Los ricos y los pobres, los sabios y los analfabetos, los admirados y los aborrecidos, los religiosos y los profanos, los viejos y los jóvenes, todos se hundieron en una ruina común. Algunos, sin duda, habían ridiculizado a Noé; ¿dónde estaban ahora sus alegres bromas? Otros le habían amenazado por su celo, que consideraban una locura; ¿dónde estaban ahora sus fanfarronadas y sus duros discursos? El carretero que criticó la obra del viejo Noé, se ahoga en el mismo mar que cubre a sus burlones compañeros. Los que hablaban con condescendencia de la fidelidad del buen Noé a sus convicciones, pero no participaban de ellas, se han hundido para no levantarse más. Y los obreros a quienes se pagó para que ayudaran a construir la maravillosa arca, también están perdidos. El diluvio los barrió a todos, sin hacer ninguna excepción.

De la misma manera, la destrucción final es segura para toda persona fuera de Cristo. Ningún rango, posesión, o carácter, será suficiente para salvar una sola alma que no