(publicado en Alfa&Omega, 8-4-23)
Cuando el cardenal Bergoglio tuvo que dirigirse hace diez años a sus hermanos cardenales en las Congregaciones Generales previas al cónclave, abogó por una Iglesia que interprete la llamada de Jesús a la puerta de la Iglesia descrita en el libro del Apocalipsis, no solo como una llamada para entrar cada día más en ella, sino como una llamada para salir de ella, abiertos los cerrojos interiores, y poder ir al encuentro del hombre de hoy. Y fue elegido sucesor de Pedro en