Reflejos De Poder

Por Charles H. Spurgeon

"Reflejos de Poder" es un libro de estudios bíblicos que explora la presencia y el poder de Dios en la vida de los creyentes. Con profunda sabiduría y conocimiento bíblico, Charles Spurgeon presenta reflexiones sobre la obra del Espíritu Santo, la oración, la adoración y otros temas que ayudarán a los lectores a fortalecer su relación con Dios y a experimentar su poder en sus vidas. Este libro es una invitación a descubrir y experimentar el poder y la presencia de Dios en una manera más profunda y transformadora.

• Idioma: Español
• Editorial: FELIPE CHAVARRO POLANÍA INC
• Fecha de lanzamiento: 20 may 2023
• ISBN: 9798223735045

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Reflejos De Poder

por

CHARLES SPURGEON

Reflejos de Poder es un libro de estudios bíblicos que explora la presencia y el poder de Dios en la vida de los creyentes. Con profunda sabiduría y conocimiento bíblico, Charles Spurgeon presenta reflexiones sobre la obra del Espíritu Santo, la oración, la adoración y otros temas que ayudarán a los lectores a fortalecer su relación con Dios y a experimentar su poder en sus vidas. Este libro es una invitación a descubrir y experimentar el poder y la presencia de Dios en una manera más profunda y transformadora.

Contents

714. Inquietud, cura

715. Gracia restrictiva

719. Avivamientos espurios y verdaderos

722. Justos, bienaventuranza de los justos

727. El sacerdocio romano deshonra a Dios

732. La seguridad del creyente en todo tiempo

736. La victoria de los santos sobre el pecado

738. La salvación antes de la llamada

748. La salvación sólo por Cristo

757. La satisfacción, no en el mundo

765. La Escritura, apta para todos

774. Imposible separarse de Cristo

779. Servicio perpetuo a Cristo

791. Sencillez en la predicación

796. El pecado comienza en el corazón

803. El pecado en el corazón

805. El pecado no puede ser quitado por el hombre

714. Inquietud, cura

Se ha dicho por un gran médico, que cuando las personas encuentran mucha dificultad para dormir, a veces han sido capaces de ganar el abrazo del dulce restaurador de la naturaleza cansada, fijando sus mentes en un solo tema sublime, un gran tema absorbente, un tema maestro para el pensamiento. Tan pronto como la mente ha estado completamente absorta en la contemplación, ha descansado, y el cuerpo también ha descansado. No sé cómo puede ser eso, pero ciertamente, cuando Dios quiere dar a sus amados sueño en tiempos de distracción, y quiere arrullar sus almas en un reposo tranquilo, no hay mejor somnífero que su mano pueda administrar al espíritu atribulado que una meditación sobre la asombrosa bondad del Señor nuestro Dios.

715. Gracia restrictiva

Si hubieras podido salirte con la tuya, ya estarías en la cima de la montaña. Eso piensas, pero no, habrías estado en el precipicio mucho antes si Dios te hubiera dejado subir, y por eso te ha mantenido en el valle porque tiene designios de amor hacia ti, y porque no pecarás como los demás pecan. La gracia divina tiene su mano sobre la brida de tu caballo. Puedes espolear a tu corcel, y usar el látigo contra el hombre que te retiene; o tal vez sea una mujer, y puedes decir palabras amargas contra esa esposa, esa hermana, o esa madre, que Dios ha puesto allí para retenerte; pero no puedes seguir adelante, no seguirás adelante. Una pulgada más adelante y estarás al borde del precipicio y perdido, y por eso Dios ha puesto esa mano allí para hacer retroceder a tu caballo sobre sus ancas, y hacer que te detengas, y pienses, y te apartes del error de tus caminos. Qué misericordia es que cuando el pueblo de Dios cae en el pecado en alguna medida, él habla y dice: Hasta aquí llegarás, pero no más allá; ¡aquí se detendrán tus orgullosos pecados!

716. RESTRICCIONES, UTILIDAD de

EN CUANTO A NOSOTROS, nunca deseemos estar sin nuestra cruz diaria. La cometa se soltó de su hilo, y en vez de subir a las estrellas descendió al fango. El río se cansó de las orillas que lo retenían, y deseó romperlas para precipitarse en la salvaje alegría de la libertad; cayeron los diques, el río se convirtió en una inundación, y llevó destrucción y desolación dondequiera que se precipitaba. Desatad las correas del sol y la tierra arderá; desatad el cinturón de los elementos y reinará el caos. Nunca deseemos librarnos de las ataduras que Dios ha tenido a bien imponernos; son más necesarias de lo que soñamos. Recordad cómo la vid, cuando estaba atada a la estaca que la sostenía, se juzgaba mártir y anhelaba ser libre; pero cuando vio la vid silvestre a sus pies, pudriéndose en los pantanos y languideciendo en medio de los calores, y sin producir fruto, sintió cuán necesarias eran sus ataduras para que sus racimos madurasen alguna vez.

717. REVELACIONES DE Cristo, variedad de

En cuanto a la manera en que al Señor le plazca revelarse a cada uno de nosotros, estoy seguro de que, si sabemos que la salvación es por gracia, nunca más discutiremos sobre eso. A algunos de nosotros, el Señor se nos reveló de repente. Sabemos cuándo nos convertimos. Yo sé el lugar con exactitud. Pero muchos otros no. El día irrumpe en ellos gradualmente; primero el crepúsculo, luego una luz más brillante, y después llega el mediodía. No discutamos por eso. Mientras tenga un Salvador, no me importa cómo lo tenga; mientras borre mis pecados, no pondré reparos a la manera en que me manifieste su amor. Si es por gracia, eso lo silencia todo; judíos y gentiles cierran sus bocas sin murmurar una palabra, y todos juntos se sientan al pie de la cruz, ya no para cuestionar, sino reverentemente para adorar.

718. EL RENACIMIENTO, obstáculo para

Una CIUDAD de tres millones de habitantes, no totalmente entregada a la idolatría, pero sí muy entregada al pecado, y nosotros mismos tan débiles en medio de ella. Si pudiéramos darnos cuenta de esta posición, y luego asirnos del brazo omnipotente, y por medio de una fe vencedora, tal como sólo Dios podría darnos a cualquiera de nosotros, creer que es posible que el Señor Jesús salve esta ciudad, y luego avanzar audazmente esperando que él lo haga, podríamos ver más de lo que jamás hemos visto. Y ahora, ¿qué tal si profetizo que lo veremos? ¿Qué tal si digo que si Dios tan sólo despertara a su pueblo en todas partes para orar, Él hará una obra en nuestros días que hará que los