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Destellos De Cristo
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Libro electrónico97 páginas1 hora

Destellos De Cristo

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Destellos de Cristo" es un libro de estudios bíblicos que nos lleva en un viaje profundo y revelador sobre la vida y obra de Jesucristo. Escrito por el renombrado predicador Charles Spurgeon, este libro nos muestra a través de sus enseñanzas, la grandeza de Cristo y su amor por nosotros. A través de sus páginas, exploraremos los diferentes aspectos del carácter de Cristo, su obra redentora y su impacto en nuestras vidas. Este libro es una invitación a conocer a Jesucristo de una manera más profunda y personal, y a experimentar su amor y gracia transformadores en nuestras vidas.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento22 jun 2023
ISBN9798223122562
Destellos De Cristo

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    Destellos De Cristo - Charles H. Spurgeon

    ¡Destellos de CRISTO

    POR Charles Spurgeon

    Destellos de Cristo es un libro de estudios bíblicos que nos lleva en un viaje profundo y revelador sobre la vida y obra de Jesucristo. Escrito por el renombrado predicador Charles Spurgeon, este libro nos muestra a través de sus enseñanzas, la grandeza de Cristo y su amor por nosotros. A través de sus páginas, exploraremos los diferentes aspectos del carácter de Cristo, su obra redentora y su impacto en nuestras vidas. Este libro es una invitación a conocer a Jesucristo de una manera más profunda y personal, y a experimentar su amor y gracia transformadores en nuestras vidas.

    126 reflexiones

    Contents

    PREFACIO

    7. La aflicción, una ayuda para la piedad

    15. Observación angélica

    23. El Arca: un tipo de la salvación de Cristo

    26. La expiación tipificada

    52. Ceremonias, sin paz

    59. Cristo médico

    76. Cristo, Viviendo

    83. Cristo, Pobreza de su Nacimiento

    90. Cristo, vista de la muerte

    118. Experiencia cristiana, de alto tono

    Cristianos sonámbulos

    PREFACIO

    Los innumerables oyentes y lectores de los Sermones del Sr. Spurgeon bien saben que muchas de sus frases destellan con un brillo propio. Son llamativas, sugestivas y a menudo sorprendentes. Algunas de estas frases se extraen aquí de sus escenarios originales, para que puedan formar una colección de extractos selectos, a los que el lector pueda recurrir en los momentos impares, con la certeza de obtener un tema para la meditación.

    Los editores aprovechan esta oportunidad para informar a sus amigos de que ninguno de los pasajes que figuran en este libro ha sido publicado en ningún otro volumen de extractos que haya salido de la imprenta. Forman una selección enteramente original y cuidadosamente preparada.

    1. 1. PERMANECER CON Jesús

    Nos parecemos demasiado al pájaro del que se habla en la vieja historia sajona. Cuando el primer misionero predicaba en el salón real, habló de la paz que el Evangelio trae a los pecadores y del descanso que las almas encuentran en Jesús. Después de su sermón, un antiguo cacique dijo lo que pensaba, y se comparó a sí mismo y a sus compatriotas en su malestar con el pájaro que justo en ese momento, atraído por la luz, entró volando en el luminoso salón a través de la ventana abierta, revoloteó entre el calor y la luz, y volvió a salir a la oscuridad y al frío por una ventana situada al otro lado de la sala de banquetes. El símil bien podría aplicarse a nuestra comunión pasajera; tenemos breves comuniones, y luego pasamos a la mundanalidad y la indiferencia. Oh, ¿no sería bendito si pudiéramos permanecer con Jesús para siempre, construyendo nuestro nido en su palacio? ¡Cuán celestial sería nuestra vida si pudiéramos caminar con él, como lo hizo Enoc, en nuestros negocios, en nuestras familias, en todos los lugares y a todas horas! Si en vez de subir de vez en cuando a la cima soleada de la comunión, y estar cerca del cielo, y conversar con el Hijo de Dios, pudiéramos morar para siempre en los lugares celestiales en Cristo Jesús, ¡cuánto más noble sería nuestra vida! Imiten a Rizpa, la hija de Aía, en su permanecer inconmovible cerca de sus amados: permanezcan siempre con Jesús.

    2. ACCESIBILIDAD DE Dios

    DOS amigos acuerdan no separarse nunca más de lo que puedan comunicarse por telégrafo. Uno de ellos ha cruzado el Atlántico, y reside en los Estados Unidos, o en el lejano oeste, pero aún así sólo tiene que ir a la oficina, donde se puede tocar un cable y un mensaje parpadeará a su amigo en Inglaterra, y le dirá sus necesidades. Este es precisamente el pacto que Dios ha hecho con su pueblo: nunca irán adonde no haya una comunicación telegráfica entre ellos y Él. Puedes estar en alta mar, o en Australia, pero la comunicación de la oración está siempre abierta entre tu alma y Dios, y si se te ordenara cabalgar sobre las alas de la mañana hasta los confines del mar, o si por un tiempo tuvieras que hacer tu cama en el abismo, si fueras su hijo, aún así serías capaz de llegar a su corazón.

    3. CONOCIMIENTO DE Cristo

    Los testigos de otras cosas exageran, pero los testigos de Jesucristo siempre se quedan cortos. Con frecuencia los pintores han ganado reputación haciendo retratos más hermosos que los originales, pero nadie podrá jamás pintar a Jesús con un lápiz que dé demasiado lustre a su noble rostro. Es tan glorioso que ni siquiera los ángeles que lo han visto toda su vida, y se han postrado ante él donde mejor se revela su esplendor, podrían contar a los hombres ni entre sí la milésima parte de sus excelencias. Si quieres conocerlo, debes verlo por ti mismo. Debes hacerle conocer personalmente; debes apretar por la fe en el círculo íntimo, y clamar con la esposa: Que me bese con los besos de su boca, porque tu amor es mejor que el vino.

    4. ACTIVIDAD, CRISTIANO

    ¡OH! Ojalá algunos cristianos prestaran un poco de atención a sus piernas, en lugar de prestarla toda a sus cabezas. Cuando la cabeza de los niños crece demasiado rápido es señal de enfermedad, y les da el raquitismo, o agua en el cerebro. Así, hay algunos hermanos muy sanos, que me parece que han contraído algún tipo de enfermedad, y cuando tratan de caminar, inmediatamente dan un traspié, porque han prestado tanta atención a los puntos de vista doctrinales desconcertantes, en lugar de mirar, como deberían haber hecho, a la parte práctica del cristianismo. Por todos los medios tengamos doctrina, pero por todos los medios tengamos también preceptos. Por todos los medios tengamos experiencia interna, pero por todos los medios tengamos también santidad externa, sin la cual nadie verá al Señor. Caminamos. Esto es más de lo que algunos pueden decir. Pueden afirmar: Hablamos; pensamos; experimentamos; sentimos; pero los verdaderos cristianos pueden decir, con el apóstol Pablo: Caminamos. ¡Oh, que alguna vez podamos decirlo nosotros también! He aquí, pues, la actividad de la vida cristiana.

    5. ACTIVIDAD DE LA vida cristiana

    UNO se siente a veces, en la perspectiva de la muerte, como el venerable Bede, que, cuando casi había traducido el Evangelio de San Juan, dijo al joven que escribía al dictado: Escribe deprisa, escribe deprisa, porque me estoy muriendo. ¿Hasta dónde has llegado? ¿Cuántos versos te faltan? Tantos. Más deprisa, más deprisa, dijo, escribe más deprisa, más deprisa, que me muero. Cuando por fin dijo: He llegado al último verso, el buen anciano se cruzó de brazos, cantó la Doxología y se durmió en Jesús. Rápido, hermano, rápido; nunca terminarás el capítulo si no trabajas y escribes rápido. Rápido, rápido, que se acerca la hora de tu muerte. Rápido, y entonces, cuando hayas terminado, si has trabajado rápido por Cristo, aunque no sea por deuda sino por gracia, podrás decir al fin: Señor, ahora deja que tu siervo se vaya en paz, y con una Doxología en tu labio tembloroso irás a cantar la Doxología en acordes más dulces arriba.

    6. LA ACTIVIDAD, EMBLEMA cristiano

    A través de una ciudad manufacturera corría un arroyuelo; era un arroyuelo infeliz, pues se veía obligado a hacer girar enormes ruedas y pesadas máquinas, y serpenteaba miserablemente a través de fábricas donde se teñía de negro y azul, hasta convertirse en una zanja inmunda y sucia, y se aborrecía a sí mismo. Sentía la tiranía que contaminaba su propia existencia. Llegó un libertador que miró al arroyuelo y le dijo: Te liberaré y te daré descanso. Así que detuvo el curso de agua y dijo: Quédate en tu lugar, no fluirás más donde estás esclavizado y contaminado. En muy pocos días el

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