Los actos de la gracia de dios

Por JOHN GILL

habiendo tratado del pecado y la caída de nuestros primeros padres, y de la violación del pacto de obras por parte de ellos, y de los tristes efectos de ello para ellos mismos, y de las lamentables consecuencias de lo mismo para su posteridad; de la imputación de su pecado, y de la derivación de una naturaleza corrupta hacia ellos; y de los pecados y transgresiones reales que se derivan de ello, y del castigo que se les debe: he llegado ahora a la aparición de la gracia para el hombre caído, a la ruptura y aplicación del pacto de gracia, y a las bendiciones del mismo para la semilla espiritual de cristo entre la posteridad de adán.

• Idioma: Español
• Editorial: Felipe Chavarro
• Fecha de lanzamiento: 1 jun 2022
• ISBN: 9798201965860

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capítulo 1. de la manifestación y administración del pacto de gracia

habiendo tratado del pecado y la caída de nuestros primeros padres, y de la violación del pacto de obras por parte de ellos, y de los tristes efectos de ello para ellos mismos, y de las lamentables consecuencias de lo mismo para su posteridad; de la imputación de su pecado, y de la derivación de una naturaleza corrupta hacia ellos; y de los pecados y transgresiones reales que se derivan de ello, y del castigo que se les debe: he llegado ahora a la aparición de la gracia para el hombre caído, a la ruptura y aplicación del pacto de gracia, y a las bendiciones del mismo para la semilla espiritual de cristo entre la posteridad de adán.

he considerado el pacto de gracia en una parte anterior de esta obra, ya que fue un pacto en la eternidad, entre las tres personas divinas, el padre, el hijo y el espíritu; en el cual cada persona acordó tomar su parte en la economía de la salvación del hombre; y ahora consideraré la administración de ese pacto en los diversos períodos de tiempo, desde el principio del mundo hasta el fin del mismo. la alianza de la gracia no es más que una y la misma en todas las épocas, de la que cristo es la sustancia; siendo dada para una alianza del pueblo, de todo el pueblo de dios, tanto de los judíos como de los gentiles, que es el mismo en el ayer del antiguo testamento, y en el hoy del nuevo testamento, y para siempre; él es el camino, la verdad y la vida, el único camino verdadero hacia la vida eterna; y nunca se dio a conocer otro camino a los hombres desde la caída de adán; no se ha dado, ni se dará, ningún otro nombre bajo el cielo por el que los hombres puedan salvarse. los patriarcas antes del diluvio y después, antes de la ley de moisés y bajo ella, antes de la venida de cristo, y todos los santos desde entonces, se salvan de una sola y misma manera, incluso por la gracia de nuestro señor Jesucristo; y esa es la gracia del pacto, exhibida en diferentes tiempos y de diversas maneras.

porque aunque el pacto es uno solo, hay diferentes administraciones del mismo; particularmente dos, una antes de la venida de cristo, y la otra después de ella; lo cual fundamenta la distinción del primer y segundo, el antiguo y el nuevo pacto, observada por el autor de la epístola a los hebreos (hebreos 8: 7,8,13; 9:1,15; 12:24), ya que por el primer y antiguo pacto no se entiende el pacto de obras hecho con adán, que había sido roto y abrogado hace mucho tiempo; ya que el apóstol está hablando de un pacto envejecido, y listo para desaparecer en su tiempo: el pacto de las obras no fue el primer y más antiguo pacto; el pacto de la gracia, como pacto eterno, fue anterior a éste; pero por él se entiende la primera y más antigua administración del pacto de la gracia, que se extendió desde la caída de adán, cuando se rompió el pacto de las obras, hasta la venida de cristo, cuando fue sustituido y desocupado por otra administración del mismo pacto, llamada, por tanto, segundo y nuevo pacto. a uno lo llamamos comúnmente la dispensación del antiguo testamento, y al otro la dispensación del nuevo testamento; para lo cual parece haber algún fundamento en 2 corintios 3:6,14 y hebreos 9:15 estos dos pactos, o más bien las dos administraciones del mismo pacto, son representados alegóricamente por dos mujeres, agar y sara, la esclava y la libre (gálatas 4:22-26), que describen adecuadamente la naturaleza y la diferencia de ellos. y antes de seguir adelante, señalaré la concordancia y la discordancia de esas dos administraciones del pacto de la gracia.

1. en primer lugar, el acuerdo que hay entre ellas.

1a. coinciden en la causa eficiente, dios: el pacto de gracia, en su constitución original en la eternidad, es de dios, y por lo tanto se llama su pacto, siendo hecho por él; yo he hecho un pacto - mi pacto no romperé, #ps 89:3,34 y siempre que se hizo alguna exhibición o manifestación de este pacto a cualquiera de los patriarcas, como a Abraham, david, etc. se atribuye a dios: haré mi pacto; él ha hecho conmigo un pacto eterno (génesis 17:2; samuel 23:5), así que el nuevo pacto, o la nueva administración del mismo, tiene esta forma: haré un nuevo pacto, etc. (hebreos 8:8).

1b. en la causa móvil, la misericordia soberana y la gracia gratuita de dios, que movió a dios a hacer el pacto de gracia al principio (salmo 89:2,3). y toda exhibición de ella bajo la dispensación anterior, es una rica muestra de la misma, y por eso se llama, la misericordia prometida a los padres en su santo pacto (lucas 1: 72), y que ha aparecido tan ampliamente en la venida de cristo, que se atribuye a la tierna misericordia de nuestro dios, que se dice que la gracia y la verdad, en la gran abundancia de ellas, vienen por él; con cuyos nombres se llama al pacto de gracia, bajo la dispensación evangélica, en distinción del que está bajo la mosaica (lucas 1:78; juan 1:17).

1c. en el mediador, que es cristo; no hay más que un mediador del pacto de gracia, se considere bajo la dispensación que se considere; incluso cristo, que bajo la dispensación anterior fue revelado como la semilla de la mujer que debía herir la cabeza de la serpiente, y hacer expiación por sus sufrimientos y muerte, significados por los sacrificios expiatorios, bajo la ley; el silo, el pacífico, y el hacedor de la paz, el redentor vivo de Job, y de todos los creyentes bajo el antiguo testamento. moisés, ciertamente, fue un mediador, pero sólo fue uno típico. no hay más que un solo mediador entre dios y los hombres, el hombre cristo Jesús; nunca hubo otro, y él es el mediador de la nueva alianza (1 Timoteo 2:5; hebreos 12:24).

1d. en los sujetos de estos pactos, o administraciones de los pactos de gracia, los elegidos de dios, a quienes se aplican las bendiciones del mismo. el pacto de gracia se hizo originalmente con el pueblo elegido de dios en cristo; y según la elección de la gracia se dispensan las bendiciones espirituales del mismo a los hijos de los hombres (salmo 89:3; Efesios 1: 3,4), así fueron bajo la dispensación anterior, desde el principio del mundo, a la simiente de la mujer, en distinción de la simiente de la serpiente; al remanente según la elección de la gracia entre los judíos, los hijos de la promesa que fueron contados para la simiente; y la elección, o los hombres elegidos, obtienen las bendiciones del pacto en todas las épocas, y bajo la dispensación actual, más abundantemente, y en mayor número.

1e. en las bendiciones del mismo; son las mismas bajo ambas administraciones. la salvación y la redención por cristo es la gran bendición que se presenta y se disfruta bajo la una como bajo la otra (2 samuel 23:5; hebreos 9:15). la justificación por la justicia de cristo, de la cual la iglesia del antiguo testamento tenía conocimiento y fe, al igual que la nueva (Isaías 45:24,25; romanos 3:21-23). el perdón de los pecados por medio de la fe en cristo, del que todos los profetas dieron testimonio; y los santos de antaño, como ahora, tenían una aplicación tan cómoda de ello (salmo 32:1,5; Isaías 43:25; miqueas 7:18; hechos 10:43). la regeneración, la circuncisión espiritual y la santificación eran lo que se hacía partícipe a los hombres bajo la primera, como bajo la segunda administración del pacto (Deuteronomio 30:6; filipenses 3:3). la vida eterna se dio a conocer en los escritos del antiguo testamento, así como en los del nuevo; y fue creída, esperada y esperada por los santos de la primera, así como de la segunda dispensación (juan 5:39; hebreos 11:10,16; Job 19:26,27). en una palabra, ellos y nosotros comemos la misma carne espiritual, y bebemos la misma bebida espiritual, porque ellos bebieron de esa roca que los seguía, y esa roca era cristo (1 corintios 10:3,4).

2. en segundo lugar, en algunas cosas hay un desacuerdo entre estas dos administraciones del pacto de la gracia.

2a. bajo la primera administración los santos esperaban a cristo que iba a