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La Grandeza De Dios
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Libro electrónico96 páginas59 minutos

La Grandeza De Dios

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"La Grandeza de Dios" es un libro de estudios bíblicos que explora la majestuosidad y la grandeza de Dios a través de las Escrituras. El autor nos lleva en un viaje para descubrir la verdadera naturaleza de Dios, y cómo su grandeza y poder pueden transformar nuestra vida y nuestra relación con Él.

El libro está dividido en varias secciones que exploran diferentes aspectos de la grandeza de Dios. En la primera sección, el autor nos lleva a través de la creación del universo y nos muestra cómo la mano de Dios se puede ver en todo lo que nos rodea. Luego, en la segunda sección, explora cómo la grandeza de Dios se refleja en su amor por nosotros, y cómo podemos experimentar su amor y gracia en nuestras vidas.

En las secciones siguientes, el autor profundiza en la soberanía de Dios y su plan eterno para la humanidad, mostrando cómo su plan se cumple en la historia y cómo podemos confiar en él en medio de las pruebas y dificultades. También se aborda la santificación y cómo la grandeza de Dios nos transforma a través de la obra del Espíritu Santo.

A través de historias bíblicas, enseñanzas prácticas y reflexiones personales, el autor nos lleva a través de una exploración profunda y significativa de la grandeza de Dios. Nos desafía a crecer en nuestra relación con Él y a confiar en su poder y amor en todo momento.

"La Grandeza de Dios" es un libro inspirador y edificante para cualquier persona que desee profundizar en su conocimiento de Dios y experimentar su grandeza en sus vidas. Con una escritura clara y accesible, el autor nos guía en un viaje espiritual que nos llevará a una mayor intimidad con Dios y una comprensión más profunda de su amor y poder.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento22 feb 2023
ISBN9798215927274
La Grandeza De Dios

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    La Grandeza De Dios - Charles Simeon

    La Grandeza De Dios

    POR CHARLES SIMEON

    Contents

    EL CRISTIANO LISTO PARA DAR CUENTA DE SU ESPERANZA

    LA NATURALEZA Y LOS FINES DE LA MUERTE DE CRISTO

    EL ARCA DE NOE, UN TIPO DE CRISTO

    UNA VIDA MUNDANA A LA QUE SE DEBE RENUNCIAR

    LA PROXIMIDAD DE LA MUERTE, MOTIVO DE VIGILANCIA

    EL DEBER Y EL OFICIO DEL AMOR CRISTIANO

    PERSECUCIÓN POR CAUSA DE CRISTO

    EL FIN DE LOS INCRÉDULOS

    LA DIFICULTAD DE LA SALVACION

    CONSEJO AL PERSEGUIDO O TENTADO

    HUMILDAD INCULCADA

    EL DEBER DE CONFIAR EN DIOS

    LOS MEDIOS PARA VENCER LA MALICIA DE SATANÁS

    LA BONDAD DE DIOS UN ESTÍMULO PARA LA ORACIÓN

    #2402

    La Grandeza de Dios es un libro de estudios bíblicos que explora la majestuosidad y la grandeza de Dios a través de las Escrituras. El autor nos lleva en un viaje para descubrir la verdadera naturaleza de Dios, y cómo su grandeza y poder pueden transformar nuestra vida y nuestra relación con Él.

    El libro está dividido en varias secciones que exploran diferentes aspectos de la grandeza de Dios. En la primera sección, el autor nos lleva a través de la creación del universo y nos muestra cómo la mano de Dios se puede ver en todo lo que nos rodea. Luego, en la segunda sección, explora cómo la grandeza de Dios se refleja en su amor por nosotros, y cómo podemos experimentar su amor y gracia en nuestras vidas.

    En las secciones siguientes, el autor profundiza en la soberanía de Dios y su plan eterno para la humanidad, mostrando cómo su plan se cumple en la historia y cómo podemos confiar en él en medio de las pruebas y dificultades. También se aborda la santificación y cómo la grandeza de Dios nos transforma a través de la obra del Espíritu Santo.

    A través de historias bíblicas, enseñanzas prácticas y reflexiones personales, el autor nos lleva a través de una exploración profunda y significativa de la grandeza de Dios. Nos desafía a crecer en nuestra relación con Él y a confiar en su poder y amor en todo momento.

    La Grandeza de Dios es un libro inspirador y edificante para cualquier persona que desee profundizar en su conocimiento de Dios y experimentar su grandeza en sus vidas. Con una escritura clara y accesible, el autor nos guía en un viaje espiritual que nos llevará a una mayor intimidad con Dios y una comprensión más profunda de su amor y poder.

    EL CRISTIANO LISTO PARA DAR CUENTA DE SU ESPERANZA

    1Pedro 3:15

    Estad siempre preparados para responder a todo el que os pida razón de la esperanza que tenéis. Pero hacedlo con mansedumbre y respeto.

    La vida del cristiano debe necesariamente parecer extraña a quienes no conocen los principios por los que se rige. Ven a un amigo o a un pariente detenerse en medio de la multitud de sus asociados, y desandar, en oposición a ellos, todos los pasos que ha pisado a lo largo de toda su vida. Tal vez fue muy respetado, y ahora se somete al ridículo y al desprecio de aquellos que una vez le tuvieron en estima. Tal vez tenía buenas perspectivas de progreso en el mundo, que ahora, por lo que se llama sus procedimientos fanáticos y excesivamente justos, abandona. En otro tiempo parecía feliz disfrutando de todo lo que el mundo podía darle, y ahora le da la espalda a todo y sigue los fantasmas de su propia imaginación.

    ¿Qué puede significar todo esto?

    ¿De dónde procede?

    ¿Es el efecto de una imaginación perturbada?

    ¿Es un deseo de notoriedad y distinción?

    ¿O es fruto de una hipocresía deliberada?

    ¿Qué ha visto, qué ha encontrado, que pueda explicar semejante cambio en su conducta?

    Tales preguntas surgirán en la mente de muchos. Muchos, de hecho, no se molestarán en hacer tales preguntas. Un método más corto para ellos es injuriar y perseguir, si por algún medio pueden disuadir a este supuesto entusiasta de persistir en su locura; pero otros, que son más cándidos, estarán encantados de recibir información, a fin de que puedan formarse algún juicio sobre los procedimientos que parecen a primera vista tan inexplicables.

    Ahora bien, con respecto a los primeros, los perseguidores abiertos, el cristiano no tiene nada que hacer, sino encomendar su causa a Dios, y seguir adelante en humilde dependencia de él. Pero con respecto a los segundos, con gusto se pondría a la altura de las circunstancias, y Estad siempre preparados para dar respuesta a todo el que os pida razón de la esperanza que tenéis. Pero hazlo con dulzura y respeto.

    Ustedes percibirán que el principio por el cual el cristiano es llevado adelante, es la esperanza: la esperanza que está en él.

    El primer punto de nuestra investigación será cuál es la esperanza del cristiano.

    Su deber en relación con ella será presentado a continuación.

    I. ¿Cuál es la ESPERANZA que impulsa al cristiano?

    No importa lo que se piense de ella,

    Es una esperanza gloriosa.

    Tiene que ver con todo lo que el alma del hombre puede necesitar, y con todo lo que Dios mismo puede otorgar. Contemplad al hombre como pecador, redimido del pecado y de la muerte por la sangre del único y amado Hijo de Dios, que al mismo tiempo ha comprado para él toda la gloria y la felicidad del cielo: la esperanza se fija en todas estas cosas como prometidas al alma penitente y creyente:

    El perdón y la aceptación de un Dios reconciliado;

    la comunión con el Señor Jesucristo, y una comunicación constante de gracia y paz de su plenitud;

    las influencias preservadoras y santificadoras del Espíritu Santo;

    victoria sobre la muerte y el infierno;

    y la posesión eterna del Cielo como herencia legítima.

    Todo esto es aprehendido por el cristiano creyente como su verdadera y propia porción. Por la esperanza, lo contempla todo, lo anticipa todo, lo disfruta todo. ¡Cuán maravilloso! ¡Cómo sobrepasa todo concepto! Sin embargo, todo hijo de Dios es engendrado para una esperanza viva de todas estas cosas, 1 Pedro 1:3.

    Es una esperanza bien fundada.

    Bien puede preguntarse: ¿Qué garantía tiene el cristiano para abrigar una esperanza como ésta? ¿Es una mera presunción propia, una expectativa no autorizada y presuntuosa? No, es una esperanza fundada en la promesa y el juramento del inmutable Jehová. Dios ha revelado un camino de salvación por medio de la sangre y la justicia de su Hijo unigénito, y ha prometido aceptar con misericordia a todos los que acudan

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