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Recetas de la abuela
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Libro electrónico370 páginas3 horas

Recetas de la abuela

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Información de este libro electrónico

Documentada selección de recetas tradicionales de la cocina cubana
IdiomaEspañol
EditorialNuevo Milenio
Fecha de lanzamiento24 jul 2019
Recetas de la abuela
Autor

Silvia Mayra Gómez Fariñas

Silvia Mayra Gómez Fariñas (Cabaiguán, 4 de mayo de 1953). Investigadora. Graduada como Ingeniera Agrónoma en la Filial Universitaria de Sancti Spíritus en 1986 y diplomada en Propiedad Intelectual en 2002. Miembro de la Federación Culinaria de la República de Cuba y de la Cátedra de Periodismo y Cocina del Instituto Internacional de Periodismo José Martí. Ha publicado textos en las revistas Cuba now, Sol y Son, Bohemia, Excelencias, La Nueva Réplica y 90 Millas, estas dos últimas publicaciones estadounidenses, y en su página de cocina cubana: http://recetasdelaabuela.blogia.com. Ha publicado los libros: Los pollos de mi cazuela, Dulces caseros, Recetas con carne de cerdo, Latinoamérica en la mesa cubana, Las comidas de Lezama Lima, Sabores de mi país, Recetas de la abuela, La carroza en maíz, A comer con gusto.

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    Vista previa del libro

    Recetas de la abuela - Silvia Mayra Gómez Fariñas

    Primera edición, 2013

    Primera reimpresión, 2016

    Edición: Neyda Izquierdo Ramos

    Revisión de la edición: Aldo Gutiérrez Rivera

    Diseño interior y de cubierta: Dayán Martínez Chorens

    Corrección: Natacha Fajardo Álvarez

    Composición digitalizada: Alejandro Villar Saavedra

    © Silvia Mayra Gómez Fariñas, 2013

    © Sobre la presente edición:

    Editorial Científico-Técnica, 2016

    ISBN 978-959-05-0875-2

    INSTITUTO CUBANO DEL LIBRO

    Editorial Científico-Técnica

    Calle 14, no. 4104, entre 41 y 43, Playa, La Habana, Cuba

    editorialmil@cubarte.cult.cu

    Índice de contenido

    Prólogo

    La buena mesa también es cubana

    Señas de identidad

    Postres

    Este libro

    Entrantes

    Coctel de pescado

    Pasta de bonito

    Crudo de camarones

    Huevos rellenos

    Guacamol cubano

    Cazuelita de frijoles

    Piña rellena

    Pastel en hoja

    Tamales en hoja

    Escabeche

    Ceviche

    Embutido espirituano

    Pasta de berenjena

    Coctel de camarones

    Bocaditos

    Elena Ruz

    Medianoche

    Tortillas frescas

    Tostadas

    Salsas y mojos

    Salsa Carlos Arturo

    Salsa verde

    Salsa agridulce

    Salsa de coco

    Salsa de mango

    Salsa de queso

    Salsa blanca

    Salsa de chocolate

    Salsa criolla

    Salsa corriente cubana

    Salsa cubana

    Salsa de tomate a la cubana

    Salsa de piña

    Salsa de mantequilla

    Salsa tártara

    Mole verde

    Mole negra

    Chimichurri

    Pico de gallo

    Chirmol frito

    Guasacaca

    Mojo crudo

    Mojo criollo

    Mojo criollo verde

    Mojo isleño

    Mojo picón

    Fritos

    Rollitos de calamar

    Camarones rebosados

    Bolitas de maíz con queso

    Frituras de maíz tierno

    Cebolla rebosada

    Berenjena rebosada

    Huevos rellenos y rebosados

    Tostones rellenos

    Frita cubana

    Albóndigas de pescado

    Croquetas de pollo

    Croquetas de pescado

    Tambor de papa

    Tortas de pescado

    Ensaladas

    Aguacate relleno

    Ensalada de remolacha agridulce

    Ensalada mixta con aliño

    Ensalada variada

    Ensalada de acelga con habichuela

    Ensalada fría de vegetales

    Chayote en salsa agria

    Tomates rellenos

    Ensalada de pollo con piña

    Ensalada de repollo

    Ensalada de garbanzos

    Ensalada rusa

    Ensalada Ángela María

    Ensalada de coditos

    Potajes, sopas y cremas

    Frijoles negros

    Frijoles fritos

    Feijoada

    Frijoles colorados

    Lentejas diferentes

    Garbanzos secos

    Ajiaco criollo

    Chupe de camarones

    Gazpacho de vegetales y frutas

    Gazpacho

    Sopa de vegetales

    Sopa de pepino

    Sopa de cebolla

    Sopa de limón

    Sopa de gallina

    Sopa de hombre

    Crema de plátano

    Crema de malanga

    Arroces y guarniciones

    Arroz blanco

    Arroz con maíz tierno

    Moros con cristianos

    Congrí

    Arroz con pollo a la cubana

    Arroz con pollo habanero

    Arroz con pollo a la chorrera

    Arroz con pollo a La Milanesa

    Arroz relleno

    Arroz imperial

    Arroz bonito

    Arroz marino

    Arroz con carne de cerdo

    Arroz con carne y vegetales

    Arroz frito

    Arroz apastelado con mariscos

    Asopao de camarones

    Paella

    Rissotto

    Plátanos en tentación

    Fufú de plátano verde

    Fufú de plátano maduro

    Tamal en cazuela

    Papas arrugadas

    Carnes

    Pollo Bianchi

    Pollo en crema de piña y cebolla

    Pollo Pío Cuá

    Pollo ahumado

    Pollo en crema de tamarindo

    Pollo afrodisíaco

    Pollo rebosado con salsa agridulce

    Salsa agridulce estilo El Mandarín

    Pollo asado

    Pollo asado en salsa de soya

    Pollo con cebolla al vino

    Pollo en crema de maní y ajonjolí

    Pollo en mole verde

    Pollo Ángela María

    Pollo relleno

    Pollo glaseado

    Fricasé de pollo

    Pollo Don Javier

    Pollo Don Manuel

    Pollo a lo Angelita

    Pollo a La Milanesa

    Pollo agridulce

    Pollo al ajillo

    Pollo a la chanfaina

    Pavo relleno en cazuela

    Cerdo con vegetales

    Cerdo con berenjena

    Pierna de cerdo asada

    Bistecs de cerdo con crema de maní

    Cerdo en adobo con salsa de frijoles negros

    Masas de cerdo fritas al ajo

    Lomo de cerdo en salsa oscura

    Lomo de cerdo con mole negra

    Costillas de cerdo asadas con miel

    Chuletas para Papá

    Pata de cerdo

    Montería

    Longanizas

    Morcillas

    Ternera con maíz

    Carne con papa

    Ropa vieja

    Bistec de res al ajillo

    Bistec asado en cazuela

    Carne de res mechada

    Carne guisada

    Churrasco

    Rollos de carne

    Picadillo a la cubana

    Ajíes rellenos con carne de res

    Hígado de res a la italiana

    Aporreado de tasajo

    Rosbif a la cubana

    Filete de pescado en salsa verde

    Filete de pescado con queso

    Filete de pescado con coco

    Filete de pescado con camarones

    Filete de pescado grillé

    Pescado a la veracruzana

    Salpicón de pescado

    Pargo relleno asado

    Canelones de pescado

    Picadillo de pescado a la cubana

    Cazuela de pescado

    Pescado en salsa de maní

    Bacalao en tomate

    Bacalao ahumado Don Coqui

    Camarones sofritos

    Camarones salteados

    Enchilado de camarones

    Enchilado de langosta

    Langosta a la piña

    Langosta con queso

    Mariscada

    Moqueca de mariscos

    Calamares rellenos

    Brochetas de cocodrilo

    Conejo al vino

    Carnero a la salvia con habichuela

    Costillas de carnero

    Postres

    Natilla a la nieve

    Natilla de calabaza con maní

    Arroz con leche

    Arroz con leche acaramelado

    Arroz con leche y coco rallado

    Majarete

    Boniatillo

    Boniatillo con coco

    Boniatillo con naranja

    Boniatillo seco

    Buñuelos de malanga

    Buñuelos de Navidad

    Torrejas

    Dulce de pan

    Pan perdido o Pan de María

    Casquitos de limón

    Cascos de naranja

    Cascos de toronja

    Casquitos de guayaba

    Mermelada de guayaba

    Guayaba en crema de chocolate

    Torta cremosa de queso y guayaba

    Cascos de mango

    Mermelada de mango

    Mermelada de naranja con piña

    Dulce de frutabomba

    Mermelada de frutabomba

    Frutabomba rallada con sabor a naranja

    Dulce de coco blanco

    Alegría de coco

    Dulce de coco prieto

    Flan de coco

    Dulce de piña

    Panetela de piña

    Tocinillo del cielo

    Capuchinos

    Dulce de leche

    Dulce de leche a la nieve

    Islas flotantes

    Crema volcada o Flan de leche

    Yemitas

    Yemas dobles

    Yemas acarameladas

    Yemas de coco

    Cafés

    Café en crema de café

    Café capuchino

    Café manka ponche

    Cortadito

    Bebidas y cocteles

    Canchánchara

    Presidente

    Cuba libre

    Daiquirí I

    Daiquirí II

    Mojito

    Isla de Pinos

    Ron Collins

    Ponche de leche

    Ponche especial

    Ponche de frutas

    Ponche de piña

    Coctel de naranja

    Coctel Loynaz

    Glosario

    Datos de la Autora

    Este libro está dedicado a mis hijos, Manuel Alejandro, Eduardo Javier y Ángela María.

    A mis nietos, Manuel Carlos, Alejandro Miguel, Angelica María, Dahlia Rose y David Christopher.

    A los que no están.

    A mi esposo, que con tanto amor y dedicación me ha ayudado en este proyecto, por ser él quien pasa por el mal momento de degustar los platos y ser mi crítico más goloso.

    A mis pequeños José Cemí y Diabla, que con sus olfatos envidiables, entran a la cocina moviendo su rabo, y, entre mis piernas, pasan el tiempo, en señal de agrado, hasta que salen con su porción.

    Prólogo

    Están comenzando a hervir las cazuelas y el aroma del perejil le dará aún más animación a la comida.

    José Lezama Lima

    La buena mesa también es cubana

    Ajiaco es una voz cubana que quiere decir, metafóricamente, cualquier cosa revuelta de muchas diferencias confundidas. Es un plato en el que las carnes más variadas se mezclan con vegetales y hortalizas. Para algunos es el equivalente de la olla española, y tal vez tengan razón, porque el ajiaco fue en un comienzo, allá en el lejano siglo

    xvi

    , el encuentro del cocido español con las viandas cubanas. Todavía, en el siglo

    xix,

    la olla cubana o ajiaco incluía los garbanzos entre sus ingredientes; pero un buen día se suprimieron los garbanzos y ahí mismo la cocina comenzó a ser cubana.

    No fue un hecho casual; el cambio de gusto acompañó la afirmación de la nacionalidad; en aquel tiempo, beber café tinto y comer arroz blanco con frijoles negros era una manera que los cubanos tenían de distinguirse de los españoles, quienes preferían el chocolate, los garbanzos y la paella. Y ya desde entonces, para los cubanos, el amor entraba por la cocina.

    Muy poco quedó de la dieta de los aborígenes de la Isla, exterminados de manera masiva en pocas décadas. En la noche de los tiempos se perdió su modo de preparar la iguana, plato que fue también muy recurrido por los primeros colonizadores españoles. La jicotea o tortuga cubana estaba entre sus preferencias y el casabe parece que fue su plato básico, el cual era una suerte de pan: una torta circular y delgada hecha de la raíz de la yuca agria rallada y a la que se le extraía el zumo venenoso, los aborígenes le llamaban casabí, pasó a la dieta colonial y aún hoy se elabora sobre todo en regiones de la porción oriental de Cuba, en las que gusta mucho.

    Los grandes afluentes de la cocina cubana son la española y la africana; a las que se sumaron, con el tiempo, pero con menos fuerza, elementos de las cocinas árabe, china, italiana y caribeña. Lo norteamericano, más que en la cocina en sí, influyó en la utilización de algunos productos y el estilo de comer.

    Los cocineros europeos fueron excepcionales durante la Colonia. La cocina cubana comenzó a diferenciarse de la española, cuando el esclavo doméstico asumió la cocina de los amos. Fue el criado negro —o chino— quien, en lo esencial, dio el toque de diferencia entre ambas, afirmaba la dietista Nitza Villapol, que estudió como pocos estos temas.

    Por la vía de esclavos y criados negros se instalaron en el paladar cubano platos como el bacalao, el arroz con pollo, el tasajo, el fufú de plátano y esas dos glorias de la culinaria nacional que son el congrí y el arroz moro; también el arroz blanco como cereal básico y plato esencial para combinar con otros alimentos. El arroz mojado con el guiso es una característica de la cocina cubana. En la mayor parte de las casas el arroz se sirve en las dos comidas y, por muchos que sean los platos a la mesa, el cubano siente que no ha comido si no comió arroz.

    La preferencia por los dulces es otra de las constantes del paladar cubano; gusto este que impuso, y de qué forma, la industria azucarera. Además, lo frito, al extremo que Nitza Villapol aseveraba que cualquier comida que esté frita es cubana.

    Recuerda María de las Mercedes Santa Cruz y Montalvo, condesa de Merlín, en sus memorias (1844) que el día de su regreso a La Habana tras una larga estancia en Europa, su familia, una de las más acaudaladas de la Isla entonces, quiso agasajarla con los más exquisitos manjares franceses y que ella los rechazó a cambio de un simple ajiaco. Otro viajero, el norteamericano Samuel Hazard, cuenta en su libro Cuba a pluma y lápiz (1870), que las familias cubanas comían tasajo cuando no tenían extranjeros sentados a su mesa.

    La predilección del cubano por las carnes queda anotada en las Cartas habaneras (1821) de Francis R. Jamesson, primer cónsul británico en la capital cubana. Buen ejemplo de esa preferencia lo ofrece Cirilo Villaverde en su novela Cecilia Valdés (1882), una de las cumbres de la narrativa nacional; en esta, al describir un almuerzo de la opulenta familia Gamboa, enumera los platos que lo conformaban: carne de vaca, carne de puerco frita, carne guisada, carne estofada, picadillo de ternera servido en una torta de casabe mojado, pollo asado relumbrante en manteca y ajo, huevos fritos casi anegados en salsa de tomate, arroz, plátano maduro frito en luengas y melosas tajadas, ensaladas de berro y lechuga y, para rematar, sendas tazas de café con leche para cada uno los comensales.

    La norteamericana Julia Howe en su Viaje a Cuba (1860) apunta la desordenada profusión de manjares de la mesa cubana, y el escritor gallego Jacinto Salas y Quiroga comenta, en 1839: Casas hay numerosas en que a diario se sirve la mesa como si debiera servir para un eterno festín. No se piense en la mesa buffet, sin embargo. En su libro Un artista en Cuba, Walter Goodman, pintor inglés que vivió aquí entre 1864 y 1869, escribe que cada plato se presentaba por separado, por lo que a veces había más de catorce fuentes en la mesa.

    Señas de identidad

    Cuba tiene una cocina con acento propio, rica y variada. Su cocina regional es también digna de tomarse en cuenta. Más que los platos en sí, lo cubano en la cocina es la sazón, y la manera de elaborar y presentar los alimentos.

    Así, por cocina cubana se entenderá no solo aquellos platos típicos, sino cualquier comida que se adapte a la idiosincrasia y al paladar cubanos. En resumen, todo lo que haya sido marinada, cocida y presentada a la cubana. Entonces cualquier plato de la cocina internacional se transforma para adquirir una connotación que lo empareja con los llamados criollos o tradicionales.

    Un plato tan internacional como la langota a la indiana se cubaniza, si se utiliza ajo en su elaboración y se le disminuye el curry, en tanto que la langosta termidor cubanizada lleva todos los ingredientes que caracterizan ese plato y, además, ajo, ají guaguao, tomillo y mostaza, que le dan sabor y olor diferentes. La paella criolla sustituye el arroz tipo Valencia por el de grano largo.

    El cubano prefiere el zumo de naranja agria para marinar las carnes rojas, y el limón para el pollo, los pescados y los mariscos. Elementos indispensables para el adobo son la pimienta molida, otras especias secas y algunas yerbas aromáticas, también el ajo, el tomate, el ají, la cebolla… Se trata de una cocina que abusa poco del picante y en la que la salsa no mata nunca el sabor auténtico del plato; la población, por lo general, degusta la comida muy hecha —incluso los pescados— y muestra poco aprecio por las verduras y los frutos del mar. Es rica en féculas y evidencia una idolatría casi fetichista por las carnes rojas.

    El patrón alimentario del cubano incluye el arroz, como cereal básico, un guiso de frijoles, algún alimento frito y un dulce. La variedad la da el cambio en el color del frijol. El desayuno es casi siempre frugal.

    Una cena típica nuestra no dejaría fuera al congrí —guiso de arroz blanco con frijoles colorados—, y las masas de cerdo fritas, suaves y fragantes; platos que se acompañarían con otro de la deliciosa yuca salcochada y aderezada con un mojo de naranja agria y ajo, y con un platillo de plátanos verdes fritos y aplastados a puñetazos —los llamados tostones o tachinos, o patacones, como se les conoce en otras latitudes.

    Tan cubana como esa cena podría ser otra que incluya el arroz moro —o moros con cristianos—, que no es más que arroz blanco y frijoles negros guisados juntos, y el picadillo a la habanera; este plato,

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