Tentada por un vampiro: Corazones inmortales de San Francisco, #1

Por Susan Griscom

Cian DeMarco es un músico talentoso y un vampiro. Está contento viviendo la vida de soltero en San Francisco, tocando con su banda en el Club Royal cada fin de semana... hasta que conoce a una mujer humana a la que no puede resistirse. El aroma de la sangre de Magdalena lo ha deshecho por completo, y comienza a cuestionar su feliz existencia cuando su deseo por ella crece fuera de control.

Magdalena De la Rosa y su mejor amiga se mudaron recientemente a San Francisco. Ella comenzó un nuevo trabajo y está viviendo en un hermoso apartamento. Todo es exactamente como ella lo imaginó... hasta que termina en una discoteca de alto nivel y de repente se deja llevar por el sexy cantante principal de la banda.

Una tentación a la que no pueden resistirse les lleva a un futuro que nunca imaginaron mientras la pasión chisporrotea entre los dos hasta que una amenaza del pasado de Cian vuelva a causar estragos en sus vidas.

¿Su amor superará la realidad de lo que Cian debe hacer para mantener a Magdalena a salvo?

• Idioma: Español
• Editorial: Susan Griscom
• Fecha de lanzamiento: 24 ago 2023
• ISBN: 9781547565771

Vista previa del libro

Tentada por un

Vampiro

Susan Griscom

Publicado en los Estados Unidos

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser utilizada o reproducida de ninguna manera sin el permiso por escrito del autor, excepto en el caso de citas breves incorporadas en artículos críticos y reseñas. Este libro electrónico tiene licencia solo para su disfrute personal. No participe ni fomente la piratería de material protegido por derechos de autor que viole los derechos del autor.

Tentada por un vampiro es una obra de ficción. Todos los personajes, organizaciones y eventos retratados en esta novela son productos de la imaginación del autor o se utilizan de manera ficticia.

Copyright © 2015 por Susan Griscom

Editado por Michelle Olson, Tami Lund y Tammy Payne

Cubierta por Raven Blackburn-Ravenborn Book Cover Designs

Modelo de portada: Weston Bouchér

www.susangriscom.com

Facebook

Para Harry. Te amare por siempre.

––––––––

Un agradecimiento especial a Island of Black and White por la inspiración de

Inmortal Hearts of San Francisco

Descripción:

Cian DeMarco es un músico talentoso y un vampiro. Está contento viviendo la vida de soltero en San Francisco, tocando con su banda en el Club Royal cada fin de semana... hasta que conoce a una mujer humana a la que no puede resistirse. El aroma de la sangre de Magdalena lo ha deshecho por completo, y comienza a cuestionar su feliz existencia cuando su deseo por ella crece fuera de control.

Magdalena De la Rosa y su mejor amiga se mudaron recientemente a San Francisco. Ella comenzó un nuevo trabajo y está viviendo en un hermoso apartamento. Todo es exactamente como ella lo imaginó... hasta que termina en una discoteca de alto nivel y de repente se deja llevar por el sexy cantante principal de la banda.

Una tentación a la que no pueden resistirse les lleva a un futuro que nunca imaginaron mientras la pasión chisporrotea entre los dos hasta que una amenaza del pasado de Cian vuelva a causar estragos en sus vidas.

¿Su amor superará la realidad de lo que Cian debe hacer para mantener a Magdalena a salvo?

Capítulo uno

Cian

La sangre es la fuerza vital de todo animal.

Cerré los ojos y dejé que ese sentimiento me excitara mientras el dulce sabor de la piel suave se asentaba en mis papilas gustativas y chisporroteaba por mi garganta, encendiendo un millón de cargas de calor cuando visiones de líquido de gratificación infundían mi mente como una cascada furiosa.

Mi lengua se deslizó por su cuello y su corazón se aceleró contra mi pecho y sus uñas incrustaron marcas en mi piel, causando un dolor eufórico que disfruté.

Enredé mis dedos en su largo cabello rubio que olía a fresas. Inhalando la fragancia seráfica, dejé caer mis manos sobre sus piernas, froté mis palmas sobre sus muslos largos y bien formados y apreté sus mejillas, levantándola para un mejor ángulo. Su boca era besable, y presioné mis labios firmemente contra los de ella, probando cada dulzura que tenía para ofrecer. Moviéndome hacia su cuello, presioné suaves besos contra su vena, y ella inclinó su cabeza hacia un lado.

Perfecto.

Esto no va a doler, le prometí luego atravesé mis colmillos con su cuello, hundiéndolos profundamente y dejando que su dulce néctar fluyera a mi boca.

Se estremeció contra mí cuando la excitante sensación de que le succionaran la sangre suavemente de la vena la arrojó por el borde a un placentero estado de euforia.

No quería drenarla, no quería lastimarla de ninguna manera. Su sangre me llenó de renovada fuerza y energía y cuando me saciaba dejé de chupar y lamí las heridas cerradas con la punta de mi lengua.

Gracias, dije.

De nada. Ella sonrió.

Enderecé algunos hebras de su cabello que sobresalían de donde la había apretado contra la pared. Recordarás pasar una noche maravillosa con una cita. Experimentando el mayor placer imaginable. Y recordarás que estás muy cansada y luego decidirás regresar a casa temprano, tomar una ducha e irte a la cama".Ella parpadeó, el estado vidrioso de compulsión evidente en sus ojos.

Ella bostezó. Siento que podría dormir por días, murmuró para sí misma mientras salía del callejón hacia la acera frente a su apartamento.

Esperé hasta que dobló la esquina y luego salí del callejón.

Venía de una sesión de jamming de tres días. Todos lo éramos. Todos somos miembros de la banda: Gage, Elvis, mi hermano Lane y yo mismo. La música corría a través de nuestras almas como un río embravecido y los atracones de trabajo eran frecuentes cuando adquiríamos estos estados creativos, pero esta vez me dejó un poco enervado.

De camino al club en el que actuábamos cada semana, le pedí a Ari, nuestro conductor y confidente humano, que se detuviera, necesitando salir y estirar las piernas. Pero ahora, ahora que estaba aquí, noté que la ciudad parecía bastante tranquila un sábado por la noche. El aire se aquietó como si algo importante estuviera a punto de suceder. Mis huesos se crisparon, y me puse nervioso mientras una sensación flotaba en mi mente, advirtiendo sobre el cambio. Qué tipo de cambio, no tenía idea.

Caminé hacia el club donde actuamos, pasando por algunos pequeños restaurantes y bares en el camino. Ese breve contacto me dejó sintiéndome un poco mejor, pero todavía estaba nervioso.

Cuando doblé la esquina frente al Club Royal, mi mirada atrapó y sostuvo la penetrante mirada de lo que tenía que ser una diosa directamente del cielo, deteniéndome en seco. A través de la ventana de mi restaurante italiano favorito pequeño pero pintoresco, una mujer hermosa y bien formada me observó estudiadamente mientras la miraba fijamente. Ella se sentó con otra mujer, bebiendo una copa de martini. Su actitud sin pretensiones era atrayente por la forma en que su mirada bajó a la bebida frente a ella y luego de vuelta a mí. Cuando comencé a caminar de nuevo, mi pene se crispó, seguido inmediatamente por un dolor inquieto. Todo en ella era sexy, y sabía que el breve encuentro de hace unos momentos no había sido más que un afrodisíaco.

La tentación de volver y acercarse a ella y presentarme era casi abrumadora, pero no tenía tiempo.

Además, ¿qué diría?

"Oye, te vi desde la acera y no pude resistir tu belleza. Por cierto, ¿quieres follar?

Algo me dijo que esta mujer no sería seducida tan fácilmente, lo que me hizo querer seguir con ella aún más. Había algo en sus ojos que me atraía, la forma en que parpadeó lentamente, con gracia, mientras me miraba. Dios, quería quedarme y aprender más sobre ella. ¿Qué pasa si nunca la volviera a ver? ¿Podría simplemente dejar pasar este momento sin siquiera un corto hola?

Una fuerte charla captó mi atención desde la calle. La línea fuera del club era larga, lo que significaba que me estaba quedando sin tiempo.

Las palabras de Gage se estrellaron contra mi cabeza.

Hazlo rápido. ¡Continuamos en cuarenta minutos! "

Los muchachos me patearían el culo si los dejara preparando sin mí.

Capitulo dos

Magdalena

Una intensa y sexy mirada se cruzó con la mía cuando un hombre con un cuerpo caliente se deslizó por la esquina del edificio. No creía haber visto a alguien tan hermoso antes.

Estas fueron malas noticias.

Habiendo terminado recientemente una relación de dos años con mi novio, Kellen. Parecía que tenía mucho para ponerme al día. Tantas bellezas, tanto tiempo para hacer las paces. Por lo que acabo de ver, creo que San Francisco tuvo algunos de los mejores.

Suspiré, extrañándolo. No. No extrañando a Kellen. Kellen había hecho lo impensable. No lo extrañé, pero extrañaba estar en una relación. Tener un novio significaba que siempre tenía una cita, especialmente para las noches como esta noche. Me sentí muy vulnerable. No estaba acostumbrada a la vida de soltera. No como mi mejor amiga y compañera de cuarto, V. Y al ver que ese tipo tan guapo afuera me hacía sentir sola, me dejó con ganas.

Vamos a tomar otra copa. Vanessa saludó al camarero. Echó un vistazo en nuestra dirección y asintió con la cabeza, levantando el dedo y procediendo a anotar el orden de la mesa en la que estaba parado.

Si supiera lo que es mejor para mí, me abstendré de la bebida y me iré a casa para desempaquetar las trillizas cajas que prácticamente ensucian cada centímetro de nuestro nuevo departamento. Eso podría mantenerme fuera de problemas.

Vanessa, tal vez deberíamos ir a casa y armar el lugar, le dije mientras me levantaba.

No podemos irnos, Mags. Vanessa tiró de mi brazo y tiró de mi pequeño cuerpo de cinco pies y dos pulgadas hacia la silla. Una silla muy incómoda podría agregar. El tipo con pequeños cuadrados huecos hechos de metal y sin cojín para suavizar el asiento. No poseía exactamente la parte trasera más ancha del mundo, y estaba segura de que la parte posterior de mis muslos se parecía a un waffle de hierro, con sangrientos cuadrados que tardarían horas en desaparecer. Realmente, Vanessa, creo que ya hemos tenido suficiente.

No podemos irnos a casa todavía. Esta es nuestra primera noche en la ciudad. Inicio, aquí en la ciudad. ¿No suena genial? Vanessa tartamudeó la palabra casa "como si nunca hubiera tenido una antes. Ambos veníamos de familias de clase media en el Área de la Bahía. Vanessa y yo habíamos sido compañeras de habitación en Chico State University y habíamos planeado mudarnos a San Francisco desde nuestro primer año. Ahora que nos habíamos graduado y habíamos logrado, por algún milagro, conseguir empleos decentes en la ciudad – el mío en periodismo, el suyo en diseño gráfico-, nuestros sueños finalmente se habían convertido en realidad.

Suena maravilloso, acepté de todo corazón.

No nos mudamos a San Francisco para poder sentarnos en nuestro apartamento todas las noches. Son solo las siete y media , continuó Vanessa.

No claro que no. Lo sé. Ha sido un largo día moviendo todas esas cajas, y el agotamiento me ha alcanzado. Estoy más cansada de lo que pensé que estaría. Me encantaría volver y levantar los pies. Tal vez relajarme y tomar un largo baño de burbujas en la gran bañera de hidromasaje que tenemos. Vamos a vivir aquí. Podemos salir otra noche.

Pero estamos celebrando. Ella hizo un puchero. Y es sábado por la noche. Además, no hemos comido todavía. Además, quiero ir a ese club que pasamos antes. El de la calle que tiene la banda en vivo. Esperaba que te relajaras un poco después de ese Martini. ¿Por qué estás tan tensa de todos modos? No eres tú. ¿Es por culpa de Kellen? En serio, Maggie, tienes que seguir adelante. Olvídate de ese baboso.

Kellen había sido mi novio desde mi tercer año en la Universidad Estatal de Chico. Encontró un trabajo increíble en Sacramento trabajando en la oficina del alcalde. Él quería ser un político. Su sueño era ser presidente de los Estados Unidos. Tenía grandes ambiciones, por decir lo menos; ambiciones que aparentemente lo llevaran hasta los muslos de una de sus compañeras de trabajo.

Cuando descubrí su aventura, de inmediato rompí las cosas con él. Por supuesto, él había dicho que era una aventura de una sola vez, algo que necesitaba para salir de su sistema y juró que nunca más lo haría. Me suplicó que lo perdonara y que no me mudara a la ciudad, tan lejos de él. Eché un vistazo a V mientras tomaba la última aceituna de su vaso y se la metía en la boca. No tiene nada que ver con Kellen. Solo estoy cansada.

Bueno, no me voy a casa todavía. Puedes irte, pero no pasaré mi primer sábado por la noche en la ciudad viendo una película en la televisión. Además, nos vestimos para esta noche y todo.

Ella tenía razón, nosotras lo hicimos. Ella llevaba su nuevo vestido negro. Estaba adornado con encaje negro y tenía un lío transparente a mitad de camino. El escote le llegaba casi hasta el ombligo. Incluso había rizado su largo cabello rubio con punta rosada, y la forma en que fluía sobre sus hombros con las puntas que caían en el valle entre sus pechos era tan bonita. Súper sexy. Mi vestido no era tan atrevido, pero igualmente sexy en mi opinión. El material plateado y sedoso brillaba y requería un sujetador sin tirantes que aumentaba el escote que revelaba el vestido. Era muy ajustado y abrazaba mi cuerpo tal vez un poco demasiado apretado. Mi vestido era extremadamente corto, mucho más corto de lo que normalmente sentía cómodo, pero lo había comprado de todos modos por insistencia de V. Compramos los vestidos la semana pasada, justo después de haber firmado los papeles para el alquiler del apartamento.

Vanessa sabía que iba a cavar. ¿Qué tipo de persona sería si dejo a mi mejor amiga sola en un restaurante en San Francisco en nuestra primera noche de estar aquí, para luego caminar sola a casa después de una noche de bebida y baile? Demasiados escenarios horribles vinieron a mi mente. Cualquiera que caminara a casa solo después de la medianoche era posible cebo de violación para algún pervertido.

Entonces, cedí.

Bien, bien. Revisaremos la banda, pero por favor no me despiertes antes del mediodía de mañana. ¿Bueno?

Acuerdo. Dos martinis sucios más, dijo Vanessa al camarero mientras se detenía en nuestra mesa. Él asintió con una sonrisa que podría derretir las copas de nieve del Monte Everest. Extra sucio, agregó. Dios, él es adorable, ¿no?

Asentí con la cabeza, pero no podía dejar de pensar en el hombre sexy que había capturado mi atención hace un tiempo.

Bebimos los martinis y soltamos una risita a través de un plato compartido de calamares y luego nos dirigimos calle abajo al club.

En nuestro camino, pasamos por un cartel de la acera que proclamaba Lecturas psíquicas con una flecha que apuntaba a una puerta de metal negro que conducía a una casa de dos pisos. Creo que tenemos que verificar esto. ¿Verdad? V dijo.

Oh, no sé.

Mags, deja de ser tan... Mags.

¿Que se supone que significa eso?

Nada. A veces puedes ser demasiado... segura. Vamos, vivamos un poco y seamos aventureras. Sus ojos verdes brillaron de emoción.

Puse los ojos en blanco. Está bien. ¿Qué daño podría haber? No creía en psíquicos o incluso en magia. Probablemente era una viejecita que necesitaba unos cuantos dólares extra para ayudarla hasta que entrara su próximo cheque de seguridad social, sentada en una mesa redonda con un trapo negro sobre ella. Podría ayudar con eso. Después de todo, tenía una nueva carrera en Channel Seven News comenzando el lunes.

Vanessa abrió la puerta. Una escalera larga y estrecha que conducía al segundo piso estaba a la izquierda, y otra bajaba. Otro letrero, Lecturas psíquicas de Madame Fontaine - abajo fue publicado en la pared.

La escalera era bastante siniestra y espeluznante. Muy a propósito. Agarré la mano de Vanessa y dejé que ella guiara el camino. La alfombra gastada y deshilachada se abría camino a medida que avanzábamos por los empinados y oscuros escalones.

Otro pequeño letrero en blanco y negro que decía: Adelante.

Vanessa me miró y giró la perilla. La puerta crujió cuando la abrió.

Cinco segundos después, una mujer, nada como la viejecita que necesitaba algo de dinero extra que me había imaginado, entró en la habitación. Llevaba un top escotado, revelando algunos tatuajes increíbles de pájaros y música. Su oscuro cabello brillaba con baratijas y fluía sobre hombros desnudos. Tatuajes más coloridos decoraron cada uno de sus brazos; algunos eran muy bonitos Si tuviera que adivinar, diría que tenía unos treinta y dos años.

Bienvenidas. Soy Tessa Fontaine.

Tessa era alta, caliente y hermosa. De repente, me sentí cohibida por mi estatura baja. Eso pasaba mucho cuando estaba con mujeres altas. Me acostumbré a Vanessa, pero siempre parecía estar un poco abrumada cuando había más de una dama alta a mí alrededor al mismo tiempo. Mis tacones altos no proporcionan tanta altura como me gustaría.

"Soy Vanessa, y esta es Mags. Maggie. Vanessa me empujó delante de ella. Le di una mirada sarcástica de agradecimiento, un infierno de un montón de amigos y le sonreí tímidamente a Madame Fontaine.

Tessa tomó mi mano. Ven conmigo, Maggie. ¿Maggie es la abreviatura de algo más? Te diré todo lo que necesitas saber.

Yo... eh, no necesito saber nada... Las manos de V empujaron mis hombros, persuadiéndome para que siguiera a Tessa, y tropecé con mis propios pies. De alguna manera, me las arreglé para atraparme sin caer incontrolablemente y golpear en la espalda desnuda tatuada de la vidente. Y solo es Maggie. Realmente no necesitábamos ver toda la historia que rodeaba el nombre de Magdalena, o el hecho de que mis padres pensaban que sería bueno darle a su pequeña una designación que significara belleza rara. Algo que siempre pensé que me costaba vivir a la altura.

Por favor, siéntate. Tessa señaló una silla situada en una pequeña mesa redonda cubierta con un material negro y satinado. Al menos mis ideas sobre eso resultaron ser correctas.

La señora Fontaine-Tessa se sentó frente a mí y Vanessa se sentó junto a la pared detrás de mí.

Veinte dólares, dijo Tessa, tendiéndole la mano. Busqué en mi bolso y saqué uno de los tres billetes de veinte dólares que tenía allí.

Ella puso el dinero en una caja detrás de ella y tomó mis manos en las suyas. Nunca has estado enamorada. Esta fue una declaración, no una pregunta. Abrí la boca para protestar porque había estado enamorada de Kellen durante los últimos dos años. El hecho de que hubiéramos roto no significaba que de repente dejara de sentir algo por él. Aunque, por el momento, no estaba segura de si esos sentimientos podrían clasificarse como amor. El dolor vino más a la mente que el amor. Kellen me había lastimado y lo que hizo fue imperdonable. Entonces, tal vez Madame Fontaine era un poco más intuitiva que la mayoría después de todo...

Hmmm... vivirás una vida muy larga.

Casi me río. Eso sonaba como algo con lo que comenzarían todos los psíquicos.

No, espera, ella vaciló. Larga, sí, pero... Ella negó con la cabeza.

¿Qué?

Alguien oscuro está a punto de entrar a tu vida. Estás a punto de caer , continuó. Algo va a romperse. ¿Una relación? No es un ser querido. No es un amigo ", aseguró cuando