Una Espía con los Hombres Lobos

Por Marla Braziel

Una heroína nueva. Una operación secreta. Una experiencia que cambiará para siempre la Reserva Blackfoot para Hombros Lobos.

Taya Raveen había fallado. Infectada con la enfermedad de la licantropía y atrapada dentro de  la reserva Blackfoot de Hombros Lobos, su artículo sobre la reserva había sido archivado para que no se viera nuevamente. Pero alguien lo leyó. Alguien había estado observando desde afuera.

El sacrificio de toda una vida la pone a Cassandra Frost en las puertas de la Reserva Blackfoot de Hombres Lobos donde ella es bienvenida con los brazos abiertos. El personal del complejo y los otros hombres lobos saben muy pocos que ella está allí con un propósito. Cada cosa que Cassandra hace está siendo documentada con el intento de derrocar la reserva desde adentro hacia afuera.  

Ella entra a la reserva con un plan, pero las cosas rápidamente causan un desorden cuando ella descubre la corrupción de poder dentro de la pandilla de jerarquía. ¿Será capaz de cumplir con lo que Taya no hizo?, o ¿terminará atascada en la reserva, prisionera como el resto?

• Idioma: Español
• Editorial: Marla Braziel
• Fecha de lanzamiento: 12 may 2023
• ISBN: 9798223939603

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Capítulo 1

Aterrada ni siquiera comienzo a describir la cantidad de miedo que corre a través mio en aquel a momento. Mi cerebro hace eco con la necesidad de correr, pelear o el síndrome del vuelo pateando con todas las fuerzas, pero sabia que tenía que permanecer firme. Danny me protegería. Él prometió que lo haría. Y si todo salía acorde al plan, entonces yo no tenía nada de que temer.

Mi mente corría a gran velocidad mientras observaba al hombre tiritando delante mio. No lo conocía, pero supuestamente era un amigo de Danny, alguien que había insistido que su identidad permaneciera siendo un misterio para el resto. Era comprensible. Él era un hombre lobo, y estaba a punto de transformarse bajo la luz de la luna llena.

Aun mientras él temblaba, la onda expansiva del cambio tomándolo, miraba a Danny con ojos dudosos, su mirada cerrada sobre  el arma en la mano de Danny. Nosotros debemos haberle preguntado a Danny al menos una docena de veces antes si esto era seguro, y cada vez que lo hicimos nos aseguró que lo sería. Aunque, yo puedo decir que el hombre no creía enteramente en él. Para ser honesto, tampoco yo.

Los hombres lobos eran bestias imprevisibles, enormes y poderosos. Cualquier movimiento erróneo sobre este hombre podría estropear nuestros planes, poniéndonos en peligro mortal. Sin embargo nosotros teníamos un compromiso, y tendríamos que ver esto hasta el final.

Finalmente, el cambio empezó. El hombre gritó dentro del bosque, algo así entre medio del dolor humano y el rugido animal, mientras su cuerpo temblaba violentamente. De por si, pelo marrón rojizo estaba comenzando a crecer desde su piel. Era una extraña y grotesca cosa para observar, la forma en que él se transformó. El sonido de los huesos crujiendo y encorvándose y creciendo hacían que yo deseara tener nauseas. Mientras que ver la transformación no era suficientemente malo, escucharlo agregaba un nuevo nivel de horror a esto.

Yo quería por todos los medios mirar para otro lado, pero necesitaba mantener mis ojos sobre el hombre, para mi seguridad y la de Danny. En mis momentos de pánico interno, todo lo que podía pensar era que esto era una mala idea—una horrible mala idea. ¿En que me había metido? ¿Era demasiado tarde para salir?

Los segundos parecieron como horas mientras observábamos al hombre, desnudo y expuesto y vulnerable, convirtiéndose en una bestia, poderosa y capaz de tomarnos a ambos con un solo golpe de su garra. Él lo haría, si le dábamos una oportunidad. Los hombres lobos eran extremadamente agresivos. Era sabido. 

Dispárale, le dije a Danny, mi voz temblando. Calmarse no estaba funcionando tan bien como yo esperaba. Era parte de mi trabajo ser valiente, pero no podía evitar temblar a la vista de semejante criatura inmensa.

Danny estaba quieto como una estatua, observando la transformación del hombre con fascinación fría. Su brazo estaba inmóvil a un lado, su dedo listo sobre el gatillo. Yo no entendía porque estaba tardando tanto.

El cambio estaba completo, la bestia frente a nosotros jadeaba por el esfuerzo.  Inclinó su cabeza abultada, y yo esperé a medias que aullara como había visto en tantas películas antes que conociéramos la verdadera existencia de hombres lobos, pero en vez de eso, él nos miraba directo a nosotros, perforando el miedo mi corazón. Ya no estábamos siendo vistos como personas, sino como una amenaza, algo que debía ser eliminado.

El monstruo gruñó, bajo y profundo, poniéndose en una posición defensiva. Serían segundos antes de que atacara, eso lo sabía.

Dispárale, repetí. Esta vez, el pánico no pudo ser contenido en mi voz.

Sin dudarlo un segundo, el hombre lobo brincó hacia nosotros, sus poderosas patas traseras propulsándolo completamente desde el suelo.  Danny me empujó, y en ese mismo instante, yo escuché el arma siendo disparada, pero estaba demasiado tirada para ver si había dado en el blanco. Para el momento que yo conseguí mi balance, el hombre lobo estaba resbalando parando a unos pocos metros de distancia, habiéndonos perdido completamente. Él se dio vuelta para mirarnos, y vi dormirse sus enormes ojos amarillos. El menor indicio de la pluma roja con tranquilizante se asomaba por detrás de su pecho. Mi respiración se serenaba mientras me escondía detrás de Danny, pensando si solo un tiro sería suficiente. El hombre lobo estaba inclinado como si se fuera a dar vuelta y enfrentarnos, pero luego gruñó y se acostó. Nosotros esperamos pacientemente hasta que él se asentó, cerrando sus ojos y sucumbiendo a la droga inducida para adormilarlo. La primera parte de nuestro plan marchaba sobre ruedas. Ahora era mi turno.

Mientras nos aproximábamos al cuerpo, yo deseaba preguntarle a Danny si él estaba seguro que el hombre lobo estaba inconsciente, pero era una estúpida pregunta para hacer, y absolutamente odiaba verme estúpida delante de Danny. Él me había elegido porque no era estúpida, pero mirando al hombre lobo dormido, no podía evitar preguntarle a mi propio sentido común si estaba de acuerdo en continuar con esto.

Rodeamos al hombre lobo para verlo mejor. Danny se arrodillo delante de él, retirando un pesado parpado para asegurarse que estaba con baja temperatura. Mi miedo se había convertido en nervios, contemplando en lo que me convertiría y recordando la mirada horrible de dolor en la cara del hombre cuando él se transformaba. Con cada segundo que pasaba, observando el cuerpo de la bestia a la luz pálida de la luna, mi dedicación al proyecto decrecía. 

Tome ventaja del afrontamiento de Danny con la criatura para poner mis pensamientos en orden. El hombre lobo al que yo estaba mirando ahí tirado sería mi reflexión si yo seguía con esto. Su dolor, miedo, y sufrimiento sería solo mio. Valdría la pena, si yo pudiera prevenir lo que le había sucedido a mi hermana—lo que le había sucedido a la esposa de Danny.

Ambas habían muerto gracias a la enfermedad de la licantropía. Su esposa había sido abatida a tiros por un oficial de policía después que ella se había transformado y atacado a un muchacho. Mi hermana se había suicidado dentro de la Reserva Blackfoot de Hombres Lobos, un santuario seguro que era más como una prisión. Nosotros íbamos a cambiar las leyes, para hacer el mundo más seguro para los hombres lobos y los humanos, pero cambiar el mundo requeriría un sacrificio—mi sacrificio.

¿Estás lista? Danny pregunto, su mano envolviendo alrededor de la enorme garra, exaltándola para que yo pudiera ver las largas garras de cerca de treinta centímetros.

Inhalé pesadamente, el aire fresco del bosque antes de responder, Tan lista como puedo estar.

Haciendo lo mejor para aquietar mis nervios, me arrodille al lado de Danny, extendiendo mi antebrazo. Si toda su investigación era correcta, yo no me transformaría hasta que mi sangre fuera infectada. Era un gran misterio la enfermedad de la licantropía. El rumor, y esperanzadoramente la verdad, era que si contraías la enfermedad durante la luna llena, no te transformarías hasta la próxima luna llena. Estábamos a punto de descubrirlo.

Solo va a ser un rasguño, Danny me aseguró, pero no me importaba demasiado la cantidad de sangre que fuera arrojada mientras diera resultado. Cada fibra de mi ser me decía que sacara el brazo, y preguntara si había otra forma de hacerlo. Ser infectada era decisivo, especialmente porque no había cura a la vista. Este sería el sacrificio más grande de mi vida, y la peor parte era que yo conocía que todo podría ir terriblemente errado, como había sido para Taya Raveen. No había garantía que mi misión fuera un éxito. Aún peor, si no era un éxito, yo sería atrapada en la Reserva Blackfoot de Hombres Lobos por el resto de mi vida.

A pesar de las banderas rojas y advertencias viniendo desde dentro de mi cabeza, me mantuve firme mientras una de las garras era arrastrada a través de mi piel, tajeando a través de siete surcos de carne sangrante, mi sangre absorbiéndose en la misteriosa enfermedad que ni siquiera los científicos podían aislar. En cuestión de segundos, estaba hecho. Los ojos de Danny subieron hasta encontrar los míos, y esperamos, él no se movió de al lado mio. La luna estaba llena, brillando arriba nuestro, amenazándome con el cambio.

¿Cuanto tiempo piensas que le tomará entrar en mi torrente sanguíneo? pregunté, sintiendo los nervios brotando en mi estomago. Mi mente se confundía por el cambio, pero yo rehusaba expresar mi confusión. Si realmente la transformación estaba tomando lugar, Danny lo debería saber, y el no dudaría en tranquilizarme.

Ya debería haber pasado, él suspiro. Había un mínimo brillo de transpiración sobre su frente, asomando desde su cabello castaño.

Fue más fácil de lo que yo pensaba que sería, confesé, sintiéndome un poco mejor ahora que sabia que no cambiaría.

Estaba nervioso como el demonio, Danny admitió, dejando la garra del hombre lobo de vuelta en el piso.

Ambos mirábamos a la bestia, y yo lo enfrenté inclinándome, recorriendo con mis dedos a través de su suave y tupido saco invernal. Nos sentamos al lado de él, se veía menos atemorizante, como un caballo del tamaño de una mascota hogareña. Quieto, no había confusión de peligro alrededor de él.

Ya que yo había planeado en ser infectada, Danny no, entonces nos mudamos a una distancia segura para permanecer durante la noche. Era una de las noches más largas que yo pudiera recordar. Nos sentamos en silencio, la mayor parte, amontonados bajo un roble mientras esperábamos que la mañana llegara.

El cielo estaba sin nubes aquella noche, entonces no íbamos a presencia la transformación repetida que típicamente sucedía a los hombres lobos durante la luna llena. En noches nubladas, se decía que los hombres lobos se transformaban en forma humana cuando la luna se escondía detrás de las nubes. Luego, cuando la luna asomaba otra vez, la transformación volvía a suceder. Yo estaba casi contenta que esto no sucediera. Haber visto la transformación una vez era suficiente para mí, especialmente ahora que yo sabía que eventualmente me iba a suceder. El pensamiento era desagradable, pero lo hecho, hecho estaba, y ya no había regreso.

Finalmente, la luna comenzó a desaparecer mientras el sol hacía su ascenso hacia el horizonte. La piel del hombre lobo se alejó de su cuerpo, dejándolo sin pelos y viéndose grotesco mientras sus huesos crujían y volvían a su lugar. Yo me acobardé con el sonido, imaginando cuán doloroso se debería  sentir que fueran quebrados y recompuestos.  Afortunadamente, el muchacho estaba aún dormido cuando él se transformó nuevamente.

Danny se paró y cubrió al hombre con su saco mientras nosotros esperábamos que despertara. Pasaron más de treinta minutos hasta que el recuperó la consciencia, mirando alrededor del bosque confundido con miedo.

Estás seguro, Danny le aseguró.

La respiración del hombre se tranquilizó mientras se daba cuenta de donde estaba. Gracias. ¿Lo consiguieron? Me miró por un momento.

Mhm. Yo asentí. Mostrándole el rasguño en mi brazo.

Y yo no lo hice. . .bien, él balbuceó, pero ambos sabíamos lo que el quería decir.

Está todo bien, Danny dijo. Nosotros no estuvimos nunca en peligro.

Bueno.

Después que el hombre se vistió, nos encaminamos hacia la salida del bosque y fuimos a nuestros vehículos. Afortunadamente, ellos no habían sido alterados. Aunque, nosotros lo habíamos dejado en el costado del camino, yo estaba preocupada que un guardabosques o un oficial de policía podría haberlos encontrado y haberlos removido antes que nosotros regresáramos. No era nada raro que la ley investigara los autos estacionados en el lado del camino en áreas arboladas durante la noche de luna llena. Así era como ellos capturaban un montón de hombres lobos.

Con un movimiento de entendimiento y apreciación mutua, dividimos el camino. Yo nunca había visto al hombre antes de esto, y sabía que nunca más lo vería. Sería muy riesgoso para él salir y encontrarnos, aún más confiar en nosotros en su estado vulnerable.

Nunca estuve más feliz de llegar a la casa de Danny y bañarme. El aroma del bosque era muy fuerte sobre mi piel, y el olor persistente de perro también. Para la hora que yo salí del baño, Danny estaba profundamente dormido. Cuidadosamente,  gateé dentro de la cama al lado de él, mirando su silueta en la oscuridad. Él había dicho que aún me desearía después de infectarme, pero había una parte mía que pensaba si había sido sincero. Nosotros tendríamos que ser súper cuidadosos desde aquí en adelante. Los eventos de la noche habían llevado mi vida y nuestra relación a un nivel completamente diferente.

Capítulo 2

Las semanas siguientes las pasamos estudiando y entrenando. En verdad, todo el año pasado habíamos estado preparándonos para lo que vendría. Una fuente interna había conseguido acceso al reporte entero que Taya Raveen había hecho en la Reserva Blackfoot de Hombres Lobos, un documento que había sido publicado solo en trozos pequeños que pintaban a la reserva en una posición luminosa. La verdadera historia estaba lejos de ser así, y yo necesitaba estar enteramente preparada para la realidad en la cual me estaba metiendo.

Entrenaba en el gimnasio cinco días a la semana, haciendo una mezcla de cardio y levantamiento de pesas. Una cosa era malditamente cierta; yo no seria una vertebra débil cuando me uniera a la Reserva Blackfoot de Hombres Lobos. Si llegaba el tiempo que yo me convertía en omega, esto sería por elección, y solo por elección.

El plan era manipular mi posición dentro de la pandilla una vez dentro.  Deseaba probar todo lo que la reserva tenia para ofrecer en el tiempo que estuviera allí. Mi meta era trabajar en todos los empleos, limpiar las insuficiencias y crueldades de la manera en que los hombres lobos eran tratados, y por último exponer lo que Taya Raveen no había sido capaz. El problema era que yo tenía que hacer todo esto mientras simulaba que no conocía nada.

Todas las herramientas habían sido expuestas frente mio. Yo casi tenia una buena idea de los trabajos generales del complejo y la reserva—sabía que esperar del proceso, para mi presentación dentro de la pandilla, de la forma en que las posiciones de poder eran manejadas, y como ganar los juegos de jerarquía. Nuestra fuente interna se las había arreglado para filtrar las preguntas de los juegos de jerarquía venideros como así también las pruebas  de fuerza y habilidad que se harían.

Los juegos de jerarquía eran una manera de que los hombres lobos determinaran el rango dentro de la pandilla. Era una prueba de fuerza, habilidad, y conocimiento que tenía lugar cuando un nuevo hombre lobo era introducido en