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Dreamwalker: Leyendas de los Caídos, #1
Dreamwalker: Leyendas de los Caídos, #1
Dreamwalker: Leyendas de los Caídos, #1
Libro electrónico248 páginas3 horas

Dreamwalker: Leyendas de los Caídos, #1

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Información de este libro electrónico

Ella sueña con ser una gran guerrera. En cambio, se convirtió en la peor pesadilla de su mundo.
 
Aria está viviendo la vida de una sanadora, una posición que le fue impuesta para mantenerla alejada de sus habilidades de dreamwalker y su verdadero deseo de ser una guerrera. Pero hay un sueño que se niega a dejarla sola: Un hombre en un árido paisaje de arena y rocas; y los ur'gel, unas letales criaturas diseñadas para la guerra.
  
Pero mientras lucha para aprender cómo perfeccionar sus dones de dreamwalker para salvar a este hombre con el que siente una conexión extraña, su mundo da un vuelco. Su aldea es atacada y su hermano raptado. Los ur'gel exigen una cosa: traer a Beru.
  
El hombre que aparece en sus sueños.
   
Pero toda la información que tiene sobre el hombre llamado Beru es que fue un traidor al gran héroe, Onen Suun, quien aprisionó a los caídos hace más de dos siglos. Si ella libera a este enemigo para salvar a su hermano, ¿cómo podría vivir consigo misma?
   
Pero si no lo hace y su hermano muere...
   
Salvar a su hermano o comenzar una guerra. La decisión es suya.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento10 ago 2021
ISBN9781071556399
Dreamwalker: Leyendas de los Caídos, #1

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    Dreamwalker - J.A. Culican

    Leyendas de los Caídos

    Dreamwalker

    Libro Uno

    ––––––––

    J.A. Culican

    Tanya Dawson

    Dreamwalker © copyright 2019 J.A. Culican

    Todos los Derechos Reservados.

    Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro tanto por  medios electrónicos como mecánicos, incluidos los sistemas de almacenamiento y recuperación de información, sin el consentimiento expreso por escrito del autor, excepto en el caso de un crítico profesional, que puede citar pasajes breves incorporados en artículos críticos o en una revisión. Los nombres de marcas que aparecen a lo largo de este libro se usan de forma editorial, sin intención de infringir los derechos de propiedad intelectual de sus respectivos creadores.

    La información en este libro se distribuye con una base de fantasía, no debe ser considerada una garantía. Aunque se han tomado todas las precauciones en la preparación de este trabajo, ni el autor ni el editor serán responsables ante ninguna persona o entidad con respecto a cualquier posible pérdida o daño causado o presuntamente causado directa o indirectamente por la información contenida en este libro. .

    Los personajes, ubicaciones y eventos retratados en este libro son ficticios. Cualquier similitud o semejanza con personas reales, vivas o muertas, es pura coincidencia y no fue intencionada por el autor.

    Dragon Realm Press

    www.dragonrealmpress.com

    Capítulo Uno

    No puedes retenerme para siempre. El gong acababa de sonar, llamando a los refuerzos de nuestro pequeño pueblo ante una escaramuza.

    Y tuvimos que sentarnos aquí y preparar vegetales con el resto de los sanadores.

    ¿Cómo podía ser la única que sentía que eso estaba mal?

    Tenemos mucho que practicar y aprender. Madre Ofburg alzó una oscura ceja en mi dirección mientras no dejaba de trabajar, cortando las puntas de los guisantes. "Curar es nuestra contribución para nuestra gente."

    Para ella era fácil decirlo. Había sido una sanadora por... bueno, por mucho tiempo. Para mí no era algo natural. ¿Y qué tal si yo no quiero ser como tú? señalé a Noble, mi mejor amigo y compañero sanador. ¿O como tú?

    Un día encontraras la paz y te darás cuenta de que eres una sanadora, no una guerrera. Madre Ofburg vació su plato de guisantes en un saco que les habíamos estado entregándoles s a los granjeros cuyas cosechas habían muerto durante la noche.

    Cerré la boca al saber que nada de lo que diga la haría cambiar de opinión. Madre Ofburg era una respetada sanadora y la líder de nuestro pequeño pueblo. Yo era una de los tres aprendices a su cuidado y posiblemente la peor de todos.

    No. Yo era la peor. No tenía idea porque ella seguía intentándolo conmigo. Desde mis hechizos chapuceros a la vez que incendié por accidente la letrina durante la luna llena. Por mis venas no fluía la magia. Sino el combate.

    El batir de los tambores de guerra me emocionaba. Cierro mis ojos y, por un instante, recuerdo mi primera vez. Mi primer y única pelea.

    La razón por la que mis padres me enviaron aquí.

    Abro mis ojos en una mirada fulminante a Madre Ofburg quien, acostumbrada, la ignora.

    Su familia practica la curación desde hace siglos. Su largo cabello gris siempre estaba recogido en un rodete alto, su rostro arrugado y bronceado por el sol. Cada silaba que pronunciaba era lenta y clara, para que cualquier inadaptado pueda entenderla.

    Odiaba eso. Me hacía sentir lenta.

    La culpa se apoderó de mí mientras me encorve en mi asiento. Al fin y al cabo, no era culpa de Madre Ofburg que yo terminase aquí.

    Desvié la mirada hacia Noble. Él mantuvo su cabeza gacha mientras trabajaba en mi drama. Era bien parecido pero había entregado su vida a la curación. No habría mujeres para él, ni siquiera las chicas con peor fama del pueblo. Pero ellas amaban el desafío. Él mantenía los lados de su cabeza rapada, con una melena en la parte superior ataba hacia atrás en una cola de caballo. Sus ojos eran como dos penetrantes gemas verde brillante. Sus hoyuelos eran su rasgo más adorable.

    ¿Terminaste de hacer pucheros? Madre Ofburg terminó de cargar una bolsa.

    Me puse de pie, agarrando la bolsa. ¿Noble?

    Él me ignoró y colocó sus guisantes en su propia bolsa.

    Me quedé ahí, estudiándolo. ¿Habrá pensado alguna vez en mi como algo más que una figura fraterna? Yo no era nada fea. Ya había tenido varios hombres y mujeres que mostraron interés en mí, pero nunca pude encontrar a esa persona especial. Yo no era delgada como la mayoría de las chicas. Practicaba esgrima en secreto, en lo profundo de los bosques, lo que me mantenía en buena forma. Mi largo cabello castaño era el atributo que más me gustaba de mí mismo. Aunque, eran mis ojos color violeta lo que llamaba más la atención.

    Estoy listo. Noble se dirigió a la puerta.

    Yo agarre mi bolsa y me moví para alcanzarlo. Noble, espera. Cerré la gran puerta de madera detrás de nosotros.

    No había mucho dinero en la sanación. Ese no era el propósito de ser un sanador, así que vivíamos como la mayoría en el pueblo. Nuestros hogares construidos en las colinas, cubiertos de musgo y césped. Algunos estaban hechos con madera, pero producían goteras. Era mucho mejor usar heno y arcilla para reforzar las paredes. Construir en las colinas también nos permitió permanecer ocultos para las criaturas que volaban por encima.

    Como los ur’gel, unos demonios de los desiertos del norte.

    Debemos encontrarnos con Skyra, el tono de su voz sonó irritado. Ella nos guiará hasta los granjeros más necesitados.

    Cuando comenzamos nuestro aprendizaje, ambos nos sentimos como si perteneciéramos a otro lugar. Hasta que él se rindió. Él había jurado por su vida entregarse a la sanación. Eso, desde mi punto de vista, sin duda se siente como si se hubiese rendido. No sé porque llegué a pensar que él entendería mis necesidades.

    Lo siento. ¿Bien? lo alcancé y tomé su mano. Forzando mí energía en su palma para darle pruebas de mis palabras. Como sanador, él sería capaz de sentir mis emociones solo por percibir el calor elevándose de mi cuerpo. Compartir nuestra energía nos había vinculado mucho más que cualquier otra relación previa. Era imposible para un sanador el mentirle a otro.

    Él aparto mi mano y sacudió su cabeza mientras se alejaba caminando.

    Solo quería— Traté de hacerle entender cómo la frustración a veces sobrepasaba mi sentido común, pero quizás esta vez había ido demasiado lejos.

    Él dio un profundo suspiro.

    ¿Era una señal de derrota? ¿Estaba enfadado?

    "Yo entiendo porque estas enojada. Lo que no entiendo es por qué no cambias la manera en que piensas." Se detuvo y me miró, sus ojos estaba húmedos.

    Sentí una opresión en el pecho. ¿Cómo pude haber sido tan insensible? Él se entregó a la sanación cuando perdió a sus tres hermanos en batalla. Sus padres lo habían mandado con Madre Ofburg para preservar su linaje al convertirse en sanador. Él había sido un gran guerrero en sus días, o eso es lo que se rumoreaba. Sin embargo, nunca le preguntaría al respecto. Ser un sanador no era un retroceso de ninguna manera. Toma muchos años de estudio en el Gremio de Sanadores en Abrecem Secer antes de volverse siquiera un aprendiz. Noble pudo haber elegido servir en el campo de batalla como un sanador caminante, un battle walker, pero eligió trabajar en la aldea.

    Alcé mis manos rindiéndome. No se hable más del asunto. Sonreí y golpee su brazo, entonces me di la vuelta y corrí.

    Noble se detuvo por un momento y entonces se lanzó a perseguirme.

    Como en los viejos tiempo.

    Corrimos riendo. Él nunca me atrapó, aunque podría haberlo hecho sin siquiera sudar. Corrimos pasando las casas de los Millers, los Gates, los Burns, hasta que alcanzamos los límites del pueblo. Caímos sobre la suave hierba bajo un árbol a recuperar el aliento mientras esperábamos por Skyra.

    La belleza de nuestro pueblo en primavera siempre me hacía sonreír. La nieve se había derretido y todas las recompensas de Rilyo estaban nuevamente en proceso de crecimiento. El pueblo mismo era vasto, compartido por humanos y elfos. Todos intentábamos llevarnos bien, pero los ataques sucedían de tanto en tanto. Aunque me gustaba el pueblo y sus habitantes, no me gustaría estar aquí para siempre. El ansia en mi alma decía otra cosa.

    ¿Podemos dejar de hablar de peleas? Él se echó sobre el césped desperezándose.

    Esta no va a ser mi vida. Me eché a su lado. Lo consideraba un hermano pero podía apreciar su atractivo.

    Es mejor que morir. Ladeó su cuerpo de manera que me enfrentara. Sus grandes manos alcanzaron mi rostro y movieron los cabellos que habían caído sobre mis ojos.

    Todos podemos morir en cualquier momento. Me sentía agradecida por sentir su caricia. El estar lejos de mi familia sentía necesidad de abrazos y consuelo físico.

    Noble no dijo nada. Su mirada, en cambio, era distante.

    ¿Hablaría alguna vez de ellos conmigo?

    Probablemente no. Pero hoy alimentamos a los hambrientos. Le sonreí y me recosté sobre mi espalda. Skyra no tardaría en llegar. Quería disfrutar cada segundo de no tener que hacer nada más que esperar.

    Skyra se había atrasado. Por primera vez, yo estaba feliz por eso. Él sonrió y siguió mi ejemplo, recostándose sobre su espalda.

    Yacimos en silencio, disfrutando la suave briza, del perfume de las flores y la calma de los bosques. Era tan pacifico que casi nos quedamos dormidos.

    Percibimos la energía de Skyra incluso antes de verla. Ella no solo rebosaba de energía sino que también era la persona más alta del pueblo. Una combinación extraña.

    ¡Arriba, arriba! Skyra saltó sobre la tierra bajo nuestros pies.

    Skyra trabajaba para el Concilio de los Tres. Ellos gobernaban Low Forest y a menudo trabajábamos para ellos. Estaban investigando la pérdida de las cosechas. Hacía poco que Skyra había ganado el torneo por el liderazgo y ahora era una de las guías más populares. Había algo en ella que te hacia querer tenerla de tu lado. Varias veces había sido mi confidente y respetaba su opinión. Ella me entendía.

    Llegas tarde. Noble se puso de pie de un salto.

    Vamos holgazanes. Tenemos una aventura por delante. Skyra se dirigió hacia el bosque y nosotros la seguimos.

    Así que, ¿hacia dónde es que estamos caminando? Solo habíamos escuchado los rumores y nos preguntábamos si era tan malo como todos decían. ¿Qué puede destruir cosechas enteras en una sola noche?

    Estamos llegando a la primera granja. Skyra se acuclilló y extendió su brazo para detenernos. Se llevó un dedo a los labios, indicándonos guardar silencio.

    Ella sacó el arco de su cadera y colocó una flecha.

    Intenté ver lo que ella había visto. No había nada allí.

    Los ojos de Noble se fijaron en un punto delante de nosotros.

    Me incliné y vi unas ramas moverse. ¿Qué era aquello? ¿Un bandido? ¿Un animal?

    Un ciervo salió corriendo rápidamente.

    Skyra disparó su flecha y el ciervo cayó al suelo. Ella se acercó y colocó sus manos sobre el animal, ofreciéndole la plegaria de los cazadores y asegurándose de que no sufriera. Al rato, cargó a la presa sobre su hombro y seguimos avanzando.

    Beatrice estará agradecida. Sus cultivos fueron los más afectados. Skyra llevaba el ciervo sin aparente dificultad hasta que nos cruzamos con un claro.

    Me detuve en seco, era una visión impactante. El campo estaba lleno de hollín negro. ¿Hubo un incendio?

    No. No tenemos idea de qué es esto, y solo sigue creciendo. Skyra se dirigió hacia la casa de arcilla.

    Ni siquiera podía comenzar a imaginarme la devastación. Beatrice Mulligan. Fuimos a la escuela juntos. Su padre murió en la guerra. Su madre había encontrado consuelo en otra parte, pero me reservé esa parte para mí.

    Ahora está casada. Skyra llamó a la puerta. Felizmente, con hijos, y tienen su propia granja en otro lugar. Es seguro por ahora. Después de varios momentos, y sin respuesta, colocó el ciervo junto a la puerta. Síganme.

    Pasó junto a la pequeña casa hacia una edificación de madera.

    ¿Hay alguien aquí? Skyra gritó en la puerta del granero.

    Aquí arriba, respondió un hombre mientras bajaba la escalera para saludarnos.

    Vine a ver como siguen las cosas. Skyra dio un paso y entró.

    ¿Tienes esos sanadores contigo?

    Otra cosa que odiaba. La gente nunca usaba nuestros nombres.

    "Sipi."

    El hombre puso su horqueta en la plataforma y se apoyó en ella, mirándonos. Pero habló con Skyra a pesar de que estábamos allí. Madre Ofburg envió a un muchacho a buscarlos. Se los necesita de vuelta inmediatamente.

    Los llevaré allí. ¿Están a salvo aquí? Traje carne para tu familia.

    Nunca rechazaré carne. Estos viejos huesos míos no pueden cazar muy a menudo. Gracias por la ofrenda.

    Skyra se volvió hacia nosotros e hizo un gesto con la cabeza para que la sigamos de nuevo a través del bosque.

    Nos movimos rápido detrás de ella. Me carcomía la preocupación. Algunos de nuestros guerreros habían salido. Nos estaba llamando de nuevo. Eso significaba que debía haber heridos.

    Espero que ella esté bien.

    La escaramuza destruyó personas y tierras, gritó Skyra sobre su hombro. Hay múltiples muertos.

    ¿Dónde ocurrió? la voz de Noble sonó inquieta.

    En Valle Ahogado.

    Los músculos del cuello de Noble se tensaron.

    Su pueblo natal.

    Su paso se aceleró, e hice mi mejor esfuerzo para igualarlo.

    Según creo, pasaron tres años desde que él había regresado, a pesar de no estar tan lejos.

    ¿Escuché que todavía quieres luchar? Skyra cambió de tema

    No era algo que quisiera y que el Concilio de los Tres no estuviera al tanto. Pero no podía mentirle. Estoy pensando en ello.

    Ella resopló cuando alcanzamos los límites del bosque a las afueras de Valle Ahogado.

    Mientras yo miraba por el trecho de tierra, el humo de los árboles carbonizados y las casas quemadas irritaron mis fosas nasales. Pocas casas seguían en pie, y las mismas estaban severamente dañadas.

    Apéguense a su aprendizaje. No quieren ver lo que yo debo ver. Los dos ahora están por su cuenta. Yo me encargaré de las entregas. Buena suerte.

    Entregamos nuestras bolsas, impacientes por ver de cerca el daño y la destrucción. Ser un guerrero era difícil, luchar en todas las batallas sin hacer preguntas, siempre con la incógnita por saber quién volverá y quién no.

    Skyra desapareció de nuevo en el bosque.

    Noble y yo compartimos una mirada, luego salimos corriendo hacia el pueblo. Esta vez, él logró ganarme. Tardé al menos diez minutos más en regresar.

    Tan pronto como entré en la plaza del pueblo, mis ojos se centraron en Noble, que ahora estaba en el suelo, abrazando a su madre. Nunca lo había visto llorar, por lo que contuve mi estómago con mis manos que no dejaban de temblar.

    Mi furia se agitó dentro de mí, nunca sentí tantos deseos de pelear. Pero por ahora, tenía que quedarme y ayudar a sanar a estas personas. En ese mismo momento, me juré a mí misma que vengaría a Noble y a su familia.

    Capítulo Dos

    Los heridos finalmente dejaron de llegar. Pasé de paciente en paciente, sanándolos lo mejor que pude e intenté mantener a Noble y su familia fuera de mis pensamientos. La imagen de ellos sufriendo me dificultaba el concentrarme. Al igual que las muchas personas que había visto cada día que llegaban con diferentes grados de lesiones a causa de la escaramuza. Con esa cantidad de heridos, era difícil creer que habíamos ganado la batalla.

    Madre Ofburg trabajó en el triaje, clasificando a los heridos por sus heridas. Yo atendí a los menos severos ya que era la sanadora con menos pericia. Trabajé rápido con mis manos para curar raspones, hematomas y huesos rotos.

    Una mano en mi espalda me sobresaltó. Noble estaba parado a mi lado. No se veía bien.

    Necesito verte.

    Terminé con mi paciente y recogí mi morral de primeros auxilios. Empujé mis emociones profundamente dentro de mí donde podía quemarlas como combustible.

    ¿Cómo está tu madre?

    Ella estará bien. Él tomó  mi mano y me llevó afuera.

    Estaba pálido, no blanco, sino más bien grisáceo, y el sudor le caía

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