MARÍA JIMÉNEZ “TENGO EL DON DE CURAR CON LAS MANOS”
Un karma que hace renacer de las cenizas –como al ave Fénix–, y gritar a los cuatro vientos qeu sus canciones contienen verdad dolorida: “Y solo son aptas para quienes se arriesgan a gozar y aceptar sufrir si las cartas vienen mal dadas”.
Provacativa y canalla, así es María Jiménez, o mejor dicho, así ha querido verla el mundo desde que en 1950 empezara a derrochar arte por los tablaos andaluces. sin embrgo, sus ojos hablan de otra verdad, de otro ser humano que por incomprensión o prejuicios no se atreve a mostrarse a todos: “Crees y sentir el Más Allá como yo lo hago no es algo que la gente acepte con naturalidad o que se pueda ir pregonando a cualquiera”.
En un rincón, lejos de los flashes y de las preguntas relacionadas con su estado sentimental, aprovechamos para conocer a esta otra mujer. Esta es la conversación que mantuvimos en voz baja, pero a pleno pulmón.
–¿Donde más duele es un canto por y para la espiritualidad?
–Así es, porque yo soy una persona muy espiritual, una persona que cree en el Más Allá más de lo que te pudieras imaginar. Creo en Dios. Cada vez que tengo un problema Él me da su apoyo. Muchas veces estoy sola en mi casa pensando en algo
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