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Cómo revertir la inflamación: Prevenga la enfermedad, retrase el envejecimiento, acelere la pérdida de peso
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Cómo revertir la inflamación: Prevenga la enfermedad, retrase el envejecimiento, acelere la pérdida de peso
Libro electrónico277 páginas4 horas

Cómo revertir la inflamación: Prevenga la enfermedad, retrase el envejecimiento, acelere la pérdida de peso

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La inflamación es un componente importante del sistema inmune. Es esencial para el proceso de sanidad , ya que es una respuesta programada y necesaria para luchar contra infecciones y reparar tejidos dañados . Sin embargo, surgen  problemas cuando esta reacción inflamatoria se convierte en sistemática y no se controla durante meses o años . Cuando eso sucede, las mismas sustancias químicas utilizadas para curar pueden causar aumento de peso y, finalmente, desencadenar multitud de enfermedades mortales.

Basado en los transformadores principios compartidos en los libros de éxitos de ventas del New York Times del Dr. Colbert, hacho a la medida para abordar  específicamente la inflamación, Cómo revertir la inflamación le acompaña por el proceso de construir un estilo de vida sano.  Con consejos nutricionales y de salud alternativa, revela:
 
• Qué alimentos contribuyen a la inflamación
• Qué alimentos controlan la inflamación
• Investigacion innovadora sobre cómo la grasa contribuye a la inflamación
• Suplementos que apoyan la pérdida de peso y la salud general
, ¡Y mucho más!
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento3 mar 2015
ISBN9781629983172
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Cómo revertir la inflamación - Don Colbert

Notas

Introducción

¿QUÉ ES LA INFLAMACIÓN?

Después de la primera década del nuevo milenio, el sur americano podría haber sido cambiado de nombre para llamarse Región Ardiente. De las más de dos decenas de importantes incendios en el norte de América desde 2002, casi el 60 por ciento ocurrieron en estados como California, Nevada, Nuevo México y Arizona.

Comenzó con el incendio más grande en la historia del Bosque Nacional Sequoia en California en 2002. Siguieron otros incendios en el sur que mataron a personas, quemaron millones de acres, destruyeron miles de hogares y causaron pérdidas valoradas en miles de millones de dólares. Cuando se produjo el incendio más grande en la historia de Arizona en el verano de 2011, destruyó más de 700 millas cuadradas de terreno (1.125 km²) y se extendió hasta Nuevo México.¹

Cada otoño parece que algún estado en esta región se prepara para otro golpe de incendios, esperando que los vientos no soplen demasiado fuertes y hagan que se extiendan los incendios. Recuerdo haber volado por encima de California en el otoño de 2007. Miré por mi ventanilla y vi incendios separados que surgían casi por todas partes. Es un momento que yo describiría como un cuadro de Salvador Dalí cobrando vida.

Este mismo cuadro surrealista describe los incendios que están ardiendo de modo desenfrenado en el interior de muchos estadounidenses actualmente. Sin embargo, contrariamente a los incendios en el sur que captan la atención del país durante semanas y semanas, la mayoría de nosotros somos totalmente inconscientes de lo que está en llamas. Tristemente, este incendio, conocido como inflamación sistémica, sigue causando estragos en millones de personas, conduciendo a muchas hacia la obesidad, la enfermedad, y potencialmente la muerte.

Inflamación: lo bueno y lo malo

Inflamación realmente significa fuego interior, porque las zonas inflamadas con frecuencia hacen sentir como si estuvieran ardiendo desde dentro. Inflamación es el enrojecimiento, la hinchazón, el dolor y el calor que se producen en una zona del cuerpo como una consecuencia de infección, lesión, o un objeto extraño como una espina. Por ejemplo, si tiene usted amigdalitis por estreptococos, sus amígdalas están infectadas por las bacterias estreptococos, y por lo general están inflamadas, enrojecidas, y son muy dolorosas. Un esguince de tobillo es simplemente inflamación en el tobillo, y el tobillo normalmente está enrojecido, hinchado, causa dolor y se siente calor. Una espina que esté clavada en la piel finalmente puede formar un absceso o forúnculo que este enrojecido, hinchado, caliente y dolorido.

Este es el lado bueno de la inflamación: el lado sanador. La inflamación aguda tiene intención de salvar su vida o acelerar la curación enviando glóbulos blancos a la zona que está inflamada a fin de luchar contra la infección, entablillar la lesión o bloquear la inflamación, lo cual ocurre en un absceso. Es un componente importante del sistema inmune, esencial para el proceso de sanidad como una respuesta programada y necesaria para luchar contra infecciones y reparar tejidos dañados.

La inflamación aguda a nivel molecular es similar a una guerra. En primer lugar, su sistema inmune reconoce a un invasor, como una infección o herida, y envía tropas en forma de glóbulos blancos a la zona que está siendo atacada utilizando señales químicas. Parecido a las tropas que van a la batalla, esos glóbulos blancos reciben instrucciones de defender la zona que está herida o bajo ataque. Los glóbulos blancos entonces inundan la zona herida y secretan diferentes armas químicas a fin de erradicar la infección. Ahora está comenzando a visualizar el lado bueno de la inflamación: su papel para luchar contra invasores como bacterias y virus y eliminarlos del cuerpo.

Ahora veamos el lado oscuro de la inflamación. Entienda que la misma inflamación que puede salvar su vida a corto plazo también puede matarle si la inflamación se vuelve crónica. Surgen problemas cuando esta reacción inflamatoria se vuelve sistémica y pasa desapercibida durante meses o años. Cuando eso sucede, las mismas sustancias químicas utilizadas para la curación pueden causar aumento de peso y finalmente desencadenar muchas otras enfermedades mortales.

SENCILLAMENTE DECIR NO

La aspirina y el ibuprofeno pueden parecer soluciones rápidas, fáciles y asequibles para reducir la inflamación. Lo mismo es cierto de varios esteroides (prednisona, cortisona y Medrol) y de medicinas no esteroides antiinflamatorias (NSAID). Sin embargo, tenga en mente que cuando se utilizan a largo plazo, todas ellas conllevan un grave costo potencialmente, como una mayor probabilidad de ataques al corazón, derrames, y otras enfermedades.

La inflamación localizada es fácil de detectar y sentir. Sus señales incluyen hinchazón, enrojecimiento, calor y dolor. Cuando el cuerpo desencadena esta respuesta de sanidad, usted siente el dolor de un músculo con esguince, una distensión, tendinitis o bursitis. Sin embargo, ya que la inflamación sistémica normalmente no proporciona esos síntomas, no se reconoce. Peor aún, cuando finalmente se diagnostica, doctores y pacientes con frecuencia la descartan como una mera señal de envejecimiento o de obesidad. Desgraciadamente, esa poca consideración con frecuencia conduce a una mayor subida de peso y enfermedad.

Aunque la inflamación crónica es un síntoma de prácticamente todas las enfermedades, también agrava la enfermedad. La inflamación incesante saca a la luz las citocinas inflamatorias, que son sustancias químicas destructivas de señalización celular que contribuyen a la mayoría de enfermedades degenerativas. Entre ellas están: ateroesclerosis, enfermedades del corazón, cáncer, artritis, síndrome metabólico, Alzheimer, alergias, asma, colitis ulcerativa, enfermedad de Crohn, hepatitis, enfermedad celíaca y diabetes.

Observará que casi todas esas enfermedades están relacionadas con la obesidad. Esencialmente, a medida que los estadounidenses engordan cada vez más, aumenta la inflamación sistémica crónica y conduce a muchas de esas enfermedades. También causa que nuestros cuerpos envejezcan con rapidez, incluido el desarrollo de arrugas. Una de las maneras principales de derrotar la inflamación, entonces, es mediante la pérdida de peso y un estilo de vida sano.

La buena noticia es que hay mucho que puede usted hacer para cambiar el curso de su salud. Al ir aprendiendo sobre la inflamación, entender sus causas y dar los pasos prácticos y positivos que se detallan en este libro, revertirá usted la inflamación en su cuerpo y descubrirá la vida abundante prometida por Jesús cuando dijo: yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Juan 10:10). En este libro aprenderá como luchar contra la inflamación crónica, especialmente la inflamación relacionada con enfermedades específicas de la inflamación como enfermedades cardíacas, diabetes, artritis, enfermedad de Crohn, y algunas otras. Lo que es más, aprenderá cómo batallar contra su insidiosa presencia con un plan muy práctico y natural: mediante dieta, ejercicio y nutrición global.

Ahora es el momento de correr hacia la batalla con una nueva confianza, determinación renovada y el maravilloso conocimiento de que Dios es real, está vivo y es más poderoso que cualquier enfermedad. Cada capítulo termina con pasos de acción para que usted los dé e incorpore lo que está aprendiendo. Anote sus respuestas en su diario de alimentación, o en un cuaderno. Es mi oración que las sugerencias y pautas bosquejada es en este libro le ayuden a mejorar su salud, sus hábitos nutricionales y sus prácticas de ejercicio. Esta combinación producirá sanidad a su vida. Oro para que le hagan profundizar en su comunión con Dios y fortalezcan su capacidad de adorarle y servirle.

Sección I

CONOZCA EL PAISAJE

Capítulo 1

ENFERMEDADES DEL CORAZÓN

¿Ha pensado alguna vez en el maravilloso diseño y funcionamiento de su sistema cardiovascular? Es la sorprendente súper autopista del cuerpo. Las grandes arterias en él se parecen mucho a las autopistas interestatales, y las pequeñas arterias son como calles y calles laterales. La principal función del sistema circulatorio es llevar oxígeno y nutrientes a todas las células del cuerpo y eliminar restos y desechos celulares.

Cada día, su corazón late aproximadamente 100 000 veces, bombeando unos 2000 galones (7500 litros) de sangre mediante las 60 000 millas (9.600 km) de vasos sanguíneos que hay en su cuerpo, los cuales incluyen arterias, venas y capilares.¹ A pesar de esta increíble distancia, la sangre circula por su sistema completo aproximadamente una vez por minuto.² Así, su corazón latirá más de 2500 millones de veces si vive usted un periodo de vida promedio, y bombeará más de un millón de barriles (3 780 000 litros) de sangre.³ Este sistema de autopistas es verdaderamente maravilloso.

¿No sería una buena idea mantener esta súper autopista de vasos sanguíneos libre de atascos de tráfico?

Formar un embotellamiento mortal

Sí, podríamos pensar de los problemas de corazón en términos de circulación de tráfico, y un atasco de tráfico. El peor colaborador para un embotellamiento mortal es una enfermedad llamada ateroesclerosis, la cual ataca los vasos sanguíneos del corazón. Las arterias que llevan al corazón sangre y nutrientes son las arterias coronarias. Son las arterias más estresadas del cuerpo porque son muy oprimidas por la acción de bombeo del corazón.

La ateroesclerosis es el endurecimiento de estas arterias debido más comúnmente a excesivas cantidades de placa. Esta placa contiene colesterol, calcio, glóbulos blancos, colágeno, elastina, plaquetas y otros materiales. Se podría comparar la placa a una acumulación de residuos en una tubería. A medida que se forma la placa en las arterias, el flujo de sangre finalmente disminuye hacia órganos vitales, entre los que se incluyen el corazón y el cerebro. Esta acumulación puede conducir a una interrupción de flujo sanguíneo a una arteria en el cerebro, lo cual causa un derrame cerebral. Cuando el flujo de sangre se interrumpe en una arteria coronaria, se produce un ataque al corazón.

Aquí está el toque en este atasco de tráfico. En los Estados Unidos, más de 780 000 personas al año mueren debido a una enfermedad relacionada con el sistema cardiovascular. Casi otras 130 000 mueren por derrames, que son el equivalente a un ataque al corazón del cerebro.⁴ Aunque la buena noticia es que esas cifras están decreciendo, la mala noticia es que las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte en los Estados Unidos.

En lugar de convertirse en una de esas estadísticas, puede usted dar pasos positivos natural y espiritualmente para combatir las enfermedades del corazón. El riesgo de ataques al corazón puede aun así disminuir mucho mediante cambios en la dieta y en el estilo de vida. De hecho, las enfermedades cardiovasculares son unas de las más tratables y prevenibles de todas las aflicciones, a pesar del hecho de que causan más de una de cada tres de todas las muertes en los Estados Unidos cada año.⁵ Eso significa que puede usted luchar, sobreponerse, y ganar la batalla. Mediante cambios en el estilo de vida, buena nutrición, oración y lectura de la Escritura, puede responder con confiada esperanza a esta enfermedad.

Los síntomas iniciales y las señales de advertencia de enfermedades del corazón no son una sentencia de muerte, sino que son una advertencia de vida. Se requiere un cambio. Deben darse pasos positivos. Su manera de vivir y de comer no puede seguir siendo igual si quiere tener un corazón sano y fuerte.

Dejar libre el tráfico

Si la ateroesclerosis es la causa de un atasco de tráfico en el flujo sanguíneo, le alegrará saber que hay fuerzas que están trabajando en su cuerpo para dejar libre el atasco de tráfico. Puedo explicar mejor esto dividiendo el proceso en dos partes: (1) el problema de los radicales libres, y (2) el problema de la inflamación, que es nuestro enfoque principal en este libro: librarle de las limitaciones y el impacto de la inflamación sobre su salud.

¿SABÍA QUE . . . ?

La placa en la arteria coronaria normalmente comienza a formarse en nuestros años de adolescencia. Durante la Guerra de Corea, cuando morían soldados en batalla a una edad promedio de veintidós años, les hicieron la autopsia y tres cuartas partes de ellos tenían placa en sus arterias coronarias, muchos de los cuales tenían placa aterosclerótica avanzada. Se hizo un estudio sobre tres mil cuerpos de edades entre catorce y treinta y cinco años, a los que se realizaron autopsias después de la muerte por accidente de tráfico, homicidio o suicidio. De ellos, entre un 20 y un 25 por ciento tenía una importante lesión en sus arterias coronarias.

El problema: estrés oxidativo

En primer lugar, hablemos del problema de los radicales libres. Un radical libre no es un terrorista que intenta bombardear nuestra embajada; en cambio, es una molécula defectuosa que envía metralla molecular, dañando las arterias coronarias y otras células en nuestro cuerpo.

Para imaginar este problema, piense en el proceso de oxidación. Queme leña en una chimenea, y el humo es un subproducto. De manera similar, cuando usted metaboliza alimentos en energía, el oxígeno oxida (o quema) los alimentos para producir energía. Este proceso no crea humo como el que sale al quemar leña en una chimenea, pero sí produce peligrosos subproductos conocidos como radicales libres. Son moléculas que tienen electrones que vagan libremente para causar daño en otras células. ¿No es irónico que el oxígeno de la respiración sea crítico para la vida y que el uso que hacen nuestras células del oxígeno sea la mayor fuente de radicales libres en nuestro cuerpo?

Con respecto a las enfermedades del corazón, el problema es que los radicales libres causan estragos en las capas de las arterias. Las capas de las arterias coronarias están formadas por células muy sensibles que fácilmente pueden soportar daños de los radicales libres producidos por los radicales libres del oxígeno, el humo de cigarrillos, la hipertensión, el estrés excesivo, un elevado colesterol, una elevada lipoproteína, una elevada homocisteína y otros factores de riesgo. La oxidación es un proceso bioquímico normal en el cuerpo; sin embargo, a veces se producen cantidades excesivas de radicales libres, o podemos tener una inadecuada protección de antioxidantes. Este estrés oxidativo puede dañar células y tejidos sanos, incluida la capa interna de las arterias o endotelio. Cuando el colesterol LDL es oxidado, es especialmente dañino para las capas de las arterias y se relaciona con la formación de placa.

Por tanto, los radicales libres son los enemigos de nuestros vasos sanguíneos y de las células de nuestro cuerpo en general. Algunos cálculos estiman que las células en nuestro cuerpo pueden soportar más de diez mil golpes de radicales libres cada día, especialmente si tenemos antioxidantes inadecuados.

EL COLESTEROL NO ES EL CULPABLE

Los actuales estudios están descubriendo que solamente los niveles de LDL y colesterol total no son los mejores indicadores de si se producirán o no ataques al corazón. Aproximadamente la mitad de las veces, el paro cardíaco es el primer síntoma que la persona experimentará de una enfermedad cardiovascular, y los doctores calculan que cerca de un 50 por ciento de quienes tienen niveles normales de colesterol aun así tendrán ataques al corazón o derrames. Aunque quienes tienen un elevado LDL y colesterol total tienen tres veces más probabilidad que quienes tienen niveles bajos de sufrir ataques al corazón o derrames cerebrales, a diario se dan casos de demasiadas personas con niveles aceptables que tienen ataques al corazón.⁷ Aproximadamente la mitad de los pacientes que sufren ataques al corazón tienen niveles normales de colesterol. Muchos individuos creen que debido a que su colesterol es normal o bajo, están protegidos contra las enfermedades cardiovasculares. ¡Están muy equivocados! Oseas 4:6 dice: Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento.

La solución: antioxidantes

El corazón es el órgano que más trabaja en el cuerpo. Ya que las arterias coronarias soportan más desgaste y presión que otras arterias, también necesitan ser constantemente reparadas. La cura de Dios para ganar la batalla contra las enfermedades del corazón incluye una potente arma contra los radicales libres: antioxidantes. Son increíbles sustancias que ralentizan la oxidación y obstruyen o reparan las reacciones de los radicales libres en nuestro cuerpo. Los antioxidantes son extremadamente importantes en la prevención de las enfermedades del corazón debido a sus funciones de bloqueo y reparación.

Millones de grietas microscópicas y zonas dañadas pueden producirse en el interior de las paredes de las arterias por el daño oxidativo. Cuando el cuerpo no tiene cantidades adecuadas de antioxidantes, especialmente glutatión y vitaminas C y E, para reparar la capa interna de los vasos sanguíneos dañados, será más propenso a formar placa en las arterias. Esto, junto con la inflamación crónica, de la cual hablaremos más adelante, forma vetas adiposas en los vasos sanguíneos y conduce a la formación de placa. Sin embargo, cantidades adecuadas de antioxidantes como glutatión, vitaminas C y E, bioflavonoides, extracto de corteza de pino y de semilla de uva, resveratrol, jugo de granada, y bayas como arándanos, moras, frambuesas y fresas pueden ayudar a prevenir que se produzcan esas grietas en un principio (véase el apéndice).

Imagínelo de la siguiente forma: imagine reparar una casa después de que un tornado haya dañado parcialmente el tejado y las paredes. Si usted no tuviera el dinero para reparar el tejado y las paredes adecuadamente, y se limitase a parchearlas con los materiales baratos que tuviera a mano, la siguiente tormenta bien podría destruir su morada.

De igual manera, si tiene en su dieta los antioxidantes inadecuados y está dañando sus vasos sanguíneos con tabaco, alta presión arterial o una dieta con mucha grasa, áreas de sus vasos sanguíneos normalmente se inflamarán de manera crónica y atraerán monocitos (glóbulos blancos), que son transformados en macrófagos, otro tipo de glóbulos blancos. Estos macrófagos son súper recolectores de basura que engullen colesterol oxidado y desechos celulares, y finalmente forman vetas de grasa y más adelante placa de grasa.

Sin embargo, las vitaminas antioxidantes ayudan a prevenir o reparar la capa interior de los vasos sanguíneos que está dañada y detienen o disminuyen la destructiva respuesta inflamatoria. Sin los antioxidantes adecuados, se forma más placa. Si esto continúa durante décadas, la placa de grasa se acumula en sus vasos sanguíneos, creando ateroesclerosis, que finalmente puede conducir a un ataque al corazón. ¡Eso ciertamente no es la voluntad de Dios para usted!

Para tener un corazón sano, no olvide sus cítricos y vitamina C. La vitamina C es un antioxidante muy importante para la reparación de los daños a las arterias coronarias. Ayuda a aumentar la producción de colágeno y elastina, los cuales añaden estabilidad a nuestros vasos sanguíneos. El colágeno producido sin vitamina C es más débil y provoca que los vasos sanguíneos se vuelvan frágiles. El escorbuto resulta de un suministro muy empobrecido de reservas de vitamina C en el cuerpo. Esta enfermedad causa una gradual descomposición de colágeno, conduciendo a una ruptura de vasos sanguíneos, que da como resultado una hemorragia interna.

ES UN HECHO

Mientras que muchos animales pueden crear su propia vitamina C, las personas no podemos hacerlo. Debemos reponerla diariamente por medio de

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