Las infecciones por levaduras, como las cándidas, son cada día más frecuentes, y además de suponer un problema vaginal específico, muchas veces difícil de resolver, nos expresan un desequilibrio interno algo más profundo, que va mucho más allá del problema vaginal, y que afecta a esferas como la alergia, la alimentación, el sistema inmunitario o el estado de ánimo, y que debemos solucionar para evitar que se nos repitan cíclicamente.
Aunque es un problema que puede afectar a hombres y mujeres, son las mujeres las que, en un 80% de los casos, padecen este problema que se puede convertir en una pesadilla sin aparente solución.
CÁNDIDA, ¿LEVADURA U HONGO?
La es una levadura o un hongo, ya que en su forma de crecimiento parece pasar de una forma a otra, en una frontera escasamente definida. En su forma de hongo, emite rizoides (o raíces) y es más peligrosa que cuando actúa como una levadura. Conocida desde hace tiempo, hasta la década de 1960 se creía que era un poblador natural de nuestro intestino, y en parte es así, pues una parte importante de la población lo aloja en su sistema digestivo. Solo en ocasiones especiales,