Conecta con tu Alimento Físico y Emocional

Por Angélica Lomelí

Conecta con tu Alimento Físico y Emocional es más que un libro, es un camino que combina teoría y experiencias personales de Angélica para que al recorrerlo, aprendas cómo funciona tu cuerpo, descubras qué alimentos satisfacen tus necesidades físicas y emocionales, te reconozcas como tu propio asesor de salud y te des cuenta que dentro de ti cuenta

• Idioma: Español
• Editorial: Self Published Ink
• Fecha de lanzamiento: 13 mar 2020

Angélica Lomelí

Health Coach Holística por el IIN de Nueva York y practicante de Medicina de Cuerpo y Mente por MBM Center de EU comprometida en inspirar a las personas a adoptar un estilo de vida funcional, mejorar su salud y la del planeta. Angélica ofrece asesorías personalizadas en donde acompaña a sus clientes a conectar con su alimento, hacer cambios en su estilo de vida ayudándoles a diseñar planes de alimentación y menús balanceados para estar bien, armonizarse y alcanzar sus metas en términos de salud. Angélica también imparte programas, talleres, pláticas y conferencias para promover una cultura de consumo inteligente de azúcares, elaboración de smoothies y jugos con intención y una alimentación funcional en general. Más info www.conectacontualimento.com Síguela @conectacontualimento

Vista previa del libro

NOTA PARA LOS LECTORES

Esta publicación contiene opiniones e ideas de la autora con la intención de compartir información útil sobre los temas que trata la presente publicación basándose en su experiencia propia, estudio e investigación. La venta de este ejemplar no busca ofrecer servicios profesionales médicos. La autora se deslinda de cualquier responsabilidad o riesgo incurrido como consecuencia directa o indirecta del uso y/o aplicación de la información aquí contenida.

Reservados todos los derechos conforme a la ley.

© Susana Angélica Lomelí Belloc

Registro Público del derecho de Autor SEP-INDAUTOR: 03-2017-120612494500-01

ISBN: 978-607-29-0885-7

ISBN (ebook): 978-607-29-0886-4

Ilustradora: Regina Franco Vera

Portada: Maria Elva Diaz Rowland

La transformación a libro electrónico del presente título fue realizada por

Sextil Online, S.A. de C.V./ Ink it ® 2017.

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A mis papás: Gracias por su amor incondicional y apoyo constante.

A mi esposo: Sin ti,… imposible. No solo me complementas, eres mi TODO.

A Emilio Iñaki y Viviana: Mis adorados e incansables maestros.

Los amo SIEMPRE.

" TODO LO QUE ESCUCHAMOS ES UNA OPINION, NO UN HECHO.

TODO LO QUE VEMOS… ES UNA PESPECTIVA, NO LA VERDAD".

Marco Aurelio

PRÓLOGO

Mamá, estoy muy cansado… tengo la boca seca, no se me moja con nada y siento un hoyo en la panza. Esta fue la frase que constantemente escuché durante algunos días antes de encontrarme a Emilio desvanecido en su baño y llevarlo de inmediato a la sala de emergencias del hospital. Unas horas más tarde, fue diagnosticado con Diabetes Tipo 1. ¿Cómo no me di cuenta tan sólo unas semanas antes durante nuestro viaje familiar que Emilio tomaba bebidas azucaradas en exceso e iba con frecuencia al baño?… está aprovechando el plan de bebidas ilimitadas que contratamos y probando de todos los sabores y estilos que ofrecen… ¡qué bien!, pensaba yo.

Más adelante aprendí que, si bien esas bebidas no fueron la causa específica de su diagnóstico, jugaron un papel importante al igual que la alimentación durante su infancia, muchos otros factores como su predisposición genética y miles de factores emocionales como sus pensamientos y emociones – principalmente inconscientes. Sin saberlo, su condición empezó a desarrollarse varios años atrás sin darnos cuenta cuando, como toda mamá dedicada, me esforzaba por alimentar a mis hijos "adecuadamente" aun cuando no tenía registrado en mi cabeza que: EL ALIMENTO LO CAMBIA TODO.

Después estudié, aprendí un poco más y reconfirmé que en efecto, además de ésta, otras condiciones como la hipoacusia de mi hija Viviana, el cáncer de mis primos Salvador y Raúl y muchas otras condiciones que afectan a la gente son producto de una causa multifactorial; es decir, se presentan debido al conjunto de muuuuuuuuchos factores… uno de todos ellos sin duda es la alimentación.

Si constantemente…

tienes dolores o molestias en tu cuerpo y/o

te sientes cansad@ y que te hace falta energía y/o

te preguntas cómo puedes evitar desarrollar algunas enfermedades…

o

si lo que buscas es:

poner orden en tu alimentación y/o

mejorar tus hábitos de vida y/o

aprender cómo funcionan los alimentos en tu cuerpo y/o

integrar cambios para mejorar tu salud…

o, si simplemente eres una persona curiosa que quiere saber qué tanto tengo que decir… (tambores por favor) ¡tatán!... ¡este libro es para ti!

Dicen que en la vida hay que plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. A lo largo de mi vida he plantado varios árboles, tengo 3 hijos maravillosos y ahora tienes en tus manos las siguientes 120,751 palabras de lo que conforman mi primer libro. De acuerdo a lo anterior, se podría decir que ya puedo morir tranquila J.

Escribí este libro con el corazón y motivada a partir de mis experiencias de vida. Pronto te darás cuenta que éste no es el típico libro que habla de salud y bienestar en donde al terminarlo te quedas con el mensaje de "come frutas y verduras". Más allá de tan trillada frase, este libro te abre la puerta para descubrir en donde estás y hacia dónde quieres ir en términos de alimentación y estilo de vida. Si bien cuenta con conceptos teóricos de nutrición física, también cuenta con muchos otros conceptos que nutren tu parte emocional. Hoy por hoy existe una gran cantidad de personas que, aun cuando comen alimentos enteros, evitan alimentos chatarra, consumen prácticamente puros alimentos orgánicos y llevan una alimentación casi perfecta, se sienten vacíos, tristes y solos… ¿sabes por qué? Porque les falta alimentar al ser, a la parte emocional, a la parte que se nos olvida que también forma parte de nosotros.

No sólo eres tus piernas, tus brazos, tus ojos o nariz… eres MUCHO más que eso y dentro de tu cuerpo existe algo que te mantiene viv@ y te hace ser lo que eres. Es preciso que aprendas a alimentar esa parte interior que finalmente se manifiesta en tu exterior.

COMO ESTÁS ADENTRO, ESTÁS AFUERA.

Salpimenté este libro con diversos artículos de mi inspiración que aparecen a doble columna para alimentarte con información variada. Además, incluí algunos emojis para hacer tu lectura divertida. Pon mucha atención al ojo y al foco ya que indican tips e información importante que, si gustas, puedes escribir en pequeñas tarjetas para después colocarlas en lugares visibles en tu casa, lugar de estudio o trabajo para mantenerte enfocad@. Al final de cada capítulo encontrarás una sección de puntos para recordar que te servirán como guía de referencia rápida y que te facilitarán el entendimiento y comprensión de lo que vayas leyendo, seguida de una serie de tips referentes al tema.

CONECTA CON TU ALIMENTO FISICO Y EMOCIONAL no llegó a tus manos por casualidad. Seguramente lo tienes porque dentro de ti existe esa inquietud por mejorar tu salud o la de algún ser querido como me pasó a mí.

Te agradezco infinitamente la oportunidad que me ofreces para compartir contigo y llevarte de la mano por un camino en donde aprenderás cómo funciona tu cuerpo, descubrirás qué alimentos satisfacen tus necesidades físicas y emocionales, te re-descubrirás y reconocerás que tú eres tu propi@ health coach o asesor de salud… y lo mejor de todo, te darás cuenta que dentro de ti tienes tooooodas las herramientas para vivir una vida más plena y feliz.

¡Disfrútalo!

MI VERDAD, TU VERDAD

Existe una leyenda muy antigua de la India en donde se muestra la inexplicable naturaleza de la verdad, la necesidad de aprender a comunicarnos y el respeto a otras perspectivas, entre otras enseñanzas.

Se trata de la historia de un elefante y 6 sabios ciegos que más adelante llegó a Europa a través de John Goeffrey Saxe, escritor que elaboró su propia versión a manera de poema.

La leyenda cuenta que seis hombres sabios y ciegos que constantemente competían entre sí fueron llevados a un lugar en su aldea donde estaba un elefante. Como no conocían los elefantes decidieron tocarlo para saber cómo era. Uno de ellos tocó la oreja, la palpó y de inmediato dijo que el elefante era como un abanico. Otro tocó la trompa y dijo que era como una serpiente; el que tocó el cuerpo aseguró que era como una pared alta. Uno más tocó el colmillo y comentó que todos estaban equivocados, que el elefante era como una lanza. Otro de los ciegos tocó la pata y dijo que el elefante era como un árbol y el que tocó la cola comentó que era como una soga. Los ciegos estuvieron mucho tiempo tocando al elefante y cada uno aseguraba que los demás estaban equivocados y que el elefante era exactamente como cada uno de ellos decía. Discutieron durante mucho tiempo, no escuchaban los argumentos de unos ni de otros y simplemente se basaban en su percepción propia.

La historia no tiene final, pues se cree que los estos hombres siguen discutiendo sin llegar a una conclusión de lo que es un elefante... miles de años han pasado y el conflicto sigue latente, es tan viejo como la propia historia.

Seguramente, en varias ocasiones te ha tocado jugar el papel de alguno de estos sabios ciegos y asegurar que tu percepción es la correcta, no te abres, haces caso omiso a las opiniones de otros y no escuchas los argumentos de los demás. Este conflicto es muy común y sucede en muchos ámbitos, como por ejemplo en las relaciones interpersonales en donde es lógico que la gente no percibe ciertas situaciones o eventos de la misma manera que uno. Hay quienes ven la situación desde la pata del elefante y hay quienes la ven o la viven desde la oreja y ambas percepciones son válidas, son parte del elefante.

Lo interesante es que este conflicto también se presenta en la ciencia, por ejemplo en la nutrición, o en la medicina en donde existen diversas tendencias o tratamientos y se asegura que cada uno es el correcto. Incluso, cada grupo de investigación profundiza cada vez más en la trompa o en el colmillo del elefante para obtener más y más evidencia de que su teoría es la correcta… y esto también es válido porque si solo hubiera generalidad, la humanidad carecería de información.

Sin embargo, al no considerar lo que otros investigan o descubren se comportan como los 6 sabios ciegos que no escuchaban, no consideraban las otras percepciones ni los otros puntos de vista... aun siendo sabios.

LO QUE OTROS OPINAN PUEDE SER EL COMPLEMENTO DE LA TEORIA QUE UNO SOSTIENE.

La historia de los sabios ciegos me hace pensar que estamos a merced de los sabios ciegos de la actualidad: los investigadores, las grandes empresas o los gobiernos que alimentan su ego asegurando que sus teorías, los productos que nos venden o las decisiones que toman son las correctas y no nos permiten ver el elefante completo. Nos aseguran que sus teorías o tratamientos son los que debemos seguir sin cuestionarnos, los productos que debemos consumir sin cuestionarnos y las reglas que debemos seguir sin cuestionarnos. Presentan sus investigaciones sobre la pata o la oreja del elefante como si fuera la única verdad, lo correcto. Sin embargo, su verdad no siempre es nuestra verdad. Por lo anterior, es preciso que te cuestiones, escuches puntos de vista y trates de ver el elefante completo.

FUNDAMENTA TU PROPIA VERDAD Y ENCUENTRA AQUELLO QUE TE RESUENA.

Si cada uno de nosotros que formamos parte de esos investigadores, esas empresas y esos gobiernos, nos diéramos cuenta qué tan incluyentes somos con respecto a los puntos de vista, ofrecimientos u opiniones de otros y nos esforzáramos por entender lo que los demás dicen, comunicar nuestras ideas de manera humilde, cuestionar lo que aseguran, escuchar las diversas percepciones, y tratar de considerarlas como complemento a nuestra percepción, todos nos veríamos beneficiados y seguramente en algún momento todos, como humanidad, veríamos el panorama completo y llegaríamos a estar de acuerdo en lo que es un elefante.

Sin embargo no es así, y aunque me esforcé por que el enfoque de este libro fuera incluyente para mostrarte un elefante más completo, te invito a que no te centres sólo en mi precepción.

Cuestiónate e investiga lo que te comparto en este libro, construye tu verdad y después compártela.

Con Amor, Angélica J

INTRODUCCIÓN

Una de las preguntas más frecuentes hoy en día es: ¿Cómo hago para mejorar mi salud? Después de mucho estudiar e investigar, te comparto la respuesta que me hizo click: Lejos de comer frutas y verduras, si quieres estar bien, sentirte bien y mantenerte bien, es indispensable voltear tu atención hacia tu verdadera fuente de salud: TU CONCIENCIA.

Aprendí que la conciencia es el manantial de las creencias, de las conductas, comportamientos y emociones y el conjunto de todos estos factores propicia un estado de salud o desbalance en el cuerpo. ¿Cómo? A través de un elemento que se llama "Ley de Atracción"Te explico cómo funciona: Tus pensamientos y creencias son quienes producen tus emociones, son los responsables de que sientas algo. Tu sentir; es decir, tus emociones, te llevan a adoptar una conducta o comportamiento en específico y por eso actúas de cierta forma ante las experiencias de la vida. Finalmente, estos pensamientos y emociones (positivos o negativos) que viven en un plano emocional (no son tangibles) acaban manifestándose en tu cuerpo físico porque tu conciencia está diseñada para programar a tu sistema nervioso autónomo llevando a cabo tus creencias en el plano físico. Como es adentro, es afuera.

ESTAR SALUDABLE ES TU ESTADO NATURAL.

¿No lo sabías? La salud inicia en tu cuerpo emocional (en tu energía), procede hacia tu cuerpo mental y emocional (pensamientos y emociones) y finalmente se manifiesta en tu cuerpo físico (en tus células, tejidos, órganos y todo lo que conforma tu cuerpo). Toda manifestación física tiene su origen en el cuerpo emocional a manera de pensamientos y emociones. Debido a que humanos reconocemos nuestra existencia en un plano físico; es decir, tangible, la manera como nuestro interior se comunica con nosotros cuando nos habla y nos habla y no logra que le hagamos caso es a través del cuerpo físico. El cuerpo no miente. Tu cuerpo es la manifestación de tus pensamientos y emociones, es la manifestación de tu forma de enfrentar las experiencias de la vida y de las decisiones que tomas.

Hablando de pensamientos y emociones es imprescindible que conozcas los significados etimológicos de estas palabras para entender el efecto que tienen en ti. La palabra "pensamiento proviene del latín pensare" y "pendere" que a su vez significan colgar y pesar como cuando comparas dos pesos en una balanza para tomar una decisión. Su sufijo "miento" indica "resultado". Entonces, se puede decir que "pensamiento" es comparar, tomar una decisión y obtener un resultado. Por su lado, la palabra emoción proviene de la raíz "emotio" que significa movimiento y se refiere al movimiento. Movimiento de sustancias neuroquímicas y hormonas que tienen un efecto beneficioso o nocivo en el organismo.

Al comprender la importancia de la Ley de Atracción y de tus pensamientos, automáticamente querrás vivir con la mayor conciencia posible pues a mayor conciencia, mayor capacidad de elección de tus pensamientos; a mayor capacidad de elección de tus pensamientos, mejores emociones, mejores conductas y por consiguiente mayor bienestar.

El Dr. Hitzig, médico gerontólogo de origen argentino, especialista en psico-biología del estrés y envejecimiento ha estudiado durante más de 35 años el impacto que tienen los pensamientos, emociones y conductas en nuestra salud y asegura que las conductas que inician con S como Serenidad, Silencio, Sabiduría, Sabor, Sexo, Sueño, Sonrisa y Sociabilidad son generadoras de serotonina, el neurotransmisor que produce felicidad, tranquilidad, mejora la calidad de vida, aleja la enfermedad y retarda el envejecimiento celular. Las conductas que inician con S generan actitudes que inician con A como Animo, Aprecio, Amor, Amistad, Acercamiento, Actividad.

En cambio, las conductas que empiezan con R como Resentimiento, Rabia, Reproche, Rencor, Rechazo, Resistencia y Represión son generadores de cortisol, sustancia mejor conocida como la hormona del estrés y que desencadena los mecanismos de alerta, lucha o huida. La presencia prolongada de cortisol en la sangre es letal para las células arteriales, tiene un efecto en el nivel de azúcar en la sangre y bloquea los mecanismos de restauración naturales del cuerpo dando pie a desarrollar enfermedades cardio-cerebro-vasculares. Las conductas que inician con R, generan actitudes que inician con D como Depresión, Desánimo, Desesperación y Desolación.

De esta manera te puedes dar cuenta que cuando estás teniendo pensamientos y emociones poco funcionales, lo que realmente estás haciendo es aumentando tus niveles de cortisol y reduciendo tus niveles de serotonina en la sangre, justamente lo que no quieres.

Por la manera como hemos sido educados y la sociedad en que vivimos, nuestro cerebro se ha ido acostumbrando a funcionar como velcro con los pensamientos negativos y como teflón con los pensamientos positivos. Sin embargo, la buena noticia es que nunca es tarde para hacer cambios y acostumbrar a tu cerebro a tener más pensamientos positivos… ¿por qué? porque tú y nada más tú eres quien elige tus pensamientos.

Si eliges adoptar las conductas que inician con S, si buscas a aprender de cada experiencia, dejar las quejas y los pensamientos negativos de lado y le encuentras a cada situación adversa el aspecto positivo… vivirás mejor.

Las investigaciones que ha llevado a cabo el Dr. Hitzig sostienen que quienes envejecen bien y mejor son las personas Activas, Sonrientes, Sociales, Animosas, Serenas y nos invita a revisar en nuestras conductas qué tipo abunda más…, ¿las conductas que inician con R o con S? Reflexiona... y cuando estés list@ continúa leyendo.

Al principio yo tampoco entendía bien lo que quería decir pero aquí te lo explico: Como te mencioné en el prólogo, tú y yo y todos los seres humanos que habitan nuestro mundo no sólo somos cuerpo. No sólo somos piernas, brazos, ojos… en realidad somos MAS que eso. ¿A poco no? Somos una parte física (el cuerpo), pero también somos una parte espiritual y emocional (la chispa que nos da la vida, lo que nos mantiene vivos, lo que nos hace sentir, la energía emocional, espíritu – llámale como quieras). El cuerpo, sin la parte espiritual y emocional no puede vivir, sería un bulto de carne, huesos, tejidos y nada más. La parte espiritual y emocional sin el cuerpo sería energía que no se podría manifestar como lo hace una persona en la Tierra.

Digamos que cuando naces, te dan un "equipo temporal indispensable para vivir en esta existencia. Ese equipo es TU CUERPO… y solo te dan uno… ¡sólo te dan UNO! Tu cuerpo es perfecto, es la computadora más perfecta que puede existir, te sirve para llevar a cabo tus actividades en este mundo, te sirve para expresarte, reír, hablar, correr, brincar, abrazar, disfrutar… VIVIR. En el momento en que entregas el equipo", dejas de estar en este este mundo en la forma material que ya conoces.

Aunque a veces pienses que el cuerpo te falla, en realidad no es así. El cuerpo no falla. El cuerpo no miente. El cuerpo es una máquina excesivamente perfecta que reacciona ante la manera como lo tratas…. ¡Igualito que tu celular!

:

SI TU EQUIPO SE DAÑA, TUS CONDICIONES DE VIDA CAMBIAN.

Regresando a tu celular, si éste se daña deja de funcionar adecuadamente siempre puedes comprar otro… pero cuerpo… no puedes comprar otro. Por lo tanto, cuidar de tu equipo es tu responsabilidad principal. Si eres padre o madre toma nota que cuidar del equipo de tus hijos y enseñarles a cuidar del suyo también es tu responsabilidad.

Si lo que quieres es gozar de una buena salud es necesario procurarla diariamente, sí… dia-ria-men-te. Al gozar de buena salud todo se te hará más fácil. Si por el contrario, tu salud no es buena, empezarás a tener limitantes y no podrás hacer muchas cosas pues la salud es el medio que te llevará a lograr tus metas. Lo estás leyendo bien. La salud en realidad no es una meta, es un medio a través del cual podrás cumplir una variedad de metas y hacer lo que quieras. Si lo consideras desde esta perspectiva, definitivamente el cuidado de tu salud y el modo con el que enseñarás a tus hijos (si es que tienes) a cuidar de la suya será otro.

Checklist para mantener tu cuerpo sano… y contento.

El interés por mantenernos saludables no surgió con Hipócrates, ni con la Medicina China, ni con Ayurveda hace más de 4000 años. La búsqueda de la salud surgió desde que el hombre existe en la Tierra y su conciencia empezó a evolucionar.

Estuve investigando sobre cuáles son las mejores sugerencias para cuidar el cuerpo y mantenerlo sano y me sorprendí al darme cuenta que, tanto libros antiguos, científicos de la actualidad, sabios griegos, maestros de Harvard, pensadores, textos de Medicina China y Ayurveda, nuevas corrientes como la Medicina Funcional e incluso San Google (como le llama mi amiga Miriam) ¡recomiendan prácticamente lo mismo! Pero por alguna razón no nos queda claro y seguimos sin entender. Yo me pregunto: ¿qué parte de:

Aliméntate adecuadamente.

Toma agua.

Haz ejercicio.

Que tu sueño sea reparador.

Respira por la nariz.

Haz lo que te gusta.

Agradece.

Diviértete.

Ten contacto con la naturaleza.

Contacta contigo, no entendemooooooos?

Con estas recomendaciones no pretendo decirte que acabo de descubrir el hilo negro, son tan antiguas y conocidas que a veces no les hacemos caso; son el gran secreto a voces que todos conocemos para estar bien pero que no aplicamos. Más aun, la idea no es sólo leer y entender estas recomendaciones sino adoptarlas como hábitos de vida. ¿Sabes por qué? porque…

LA SALUD NO SE VENDE NI SE REGALA,

SE FOMENTA A TRAVÉS DE LOS HÁBITOS.

Para explicártelo de una manera un poco más objetiva aún, digamos que tu salud es una cuenta bancaria a la cual haces depósitos y retiros. Una gran cantidad de dinero en tu cuenta representa una mejor salud. Los retiros son hábitos o conductas que no te benefician y los depósitos son las 10 recomendaciones que acabas de leer. Evalúa cuantos retiros y depósitos haces. Si haces más retiros que depósitos en tu cuenta, la cantidad se reduce y no tendrás salud. Si haces más depósitos, es lógico que tendrás más salud. ¿Así, o más fácil?

El Ciclo de la Salud y la Enfermedad.

¿Te has dado cuenta que todo en nuestra existencia se maneja a partir de ciclos? Desde el ciclo del agua hasta las estaciones del año. De acuerdo a la filosofía de la terapia floral del Dr. Edward Bach, así como existen estos ciclos y muchos más, existe también el ciclo de la Salud y la Enfermedad, de la Armonía y la Desarmonía o del Balance y el Desbalance. Un estado de desarmonía o desbalance puede ser desde un dolor de cabeza hasta una enfermedad grave. Este ciclo se presenta constantemente en nuestras vidas y es inevitable no estar expuestos a él. A lo largo de nuestra vida o incluso durante nuestro día a día recorremos constantemente el camino de la salud hacia la enfermedad y de la enfermedad hacia la salud (del balance al desbalance y luego de regreso al balance). Es muy común NO darnos cuenta que, a través de nuestro estilo de vida, pensamientos y hábitos, estamos caminando directo hacia el desbalance y una vez que nos encontramos en la enfermedad nos sorprendemos y queremos rápidamente regresar a la salud, a la armonía, al balance.

Te comparto un claro ejemplo de la manera como experimentamos este ciclo frecuentemente: Te despiertas un lunes en un estado de armonía, content@ y llen@ de energía. Te enfrentas a un día donde te excedes, tienes demasiadas actividades y asuntos que resolver, no comes bien y trabajas de más. Regresas a tu casa con migraña (en un estado de desbalance) y lo que quieres es encerrarte en tu cuarto, que nadie te hable, quizá te tomas una pastilla para el dolor de cabeza y esperas a que pase la crisis.

De acuerdo a los estudios realizados en el ámbito de la Medicina del Alma, todos nosotros en algún nivel de conciencia somos quienes propiciamos los estados de balance y desbalance. Los desbalances o enfermedades nos obligan a abrir los ojos y en realidad no son más que llamadas de atención, son el cuerpo y la vida hablándonos diciéndonos que algo estamos haciendo mal, que no estamos siendo congruentes, o que hay algo atorado o reprimido en nuestro interior… y es en el camino hacia la recuperación de la salud cuando se aprende. Algunos aprenden más, otros aprenden menos y otros de plano no aprenden y continúan cometiendo los mismos errores.

El ciclo de la salud y la enfermedad se puede vivir desde el enfoque que uno quiera y con la actitud que uno deseé. Sin embargo, repito, el camino hacia la salud en realidad es un camino de aprendizaje, de reflexión, es un espacio en el que la vida nos obliga a poner pausa, a estar en reposo para contactar con nosotros mismos, para retirarnos un poco del ritmo de la vida, hacer conciencia, darnos cuenta, evaluar nuestros pensamientos, emociones y conductas. Observar dónde estamos y hacia dónde vamos. Aprender. Evaluar si estamos siendo congruentes con nosotros mismos, retomarnos, recogernos… RE-CU-PE-RAR-NOS.

En el ejemplo que te compartí, el encerrarte y no hablar con nadie es justamente la pausa que necesitas para darte cuenta que no te debiste malpasar en el día y que posiblemente necesitas reducir el estrés con el que vives; o bien, aprender a manejarlo para que no te afecte. Este es un ejemplo muuuuuy sencillo pero también existen casos de personas que no se dieron cuenta que la repetición de ciertos hábitos durante mucho tiempo dieron pie a al desarrollo de enfermedades muy graves. Algunas de esas personas se dieron cuenta que vivir su recuperación o su recogimiento con conciencia y contactar con su interior fue un elemento clave que les ayudó a regresar al estado de salud. Muchas de ellas incluso son sobrevivientes de cáncer.

Los textos del Dr. Bach indican que, quienes por alguna razón dejan de existir durante la lucha por recuperar el balance, sin importar la enfermedad que hayan experimentado, por lo general se van de este mundo agradecidos, con grandes aprendizajes y con otro nivel de conciencia. Definitivamente no son los mismos. No fallecen porque no pudieron, o porque su esfuerzo no haya sido suficiente; simplemente fallecen porque así es. Por otro lado, quienes están cerca de las personas que recorren el camino hacia la salud obtienen también grandes aprendizajes, y aunque muchas veces su acompañamiento o contacto con el enfermo pareciera situarlos en una nube gris con un sentido de abatimiento, su corazón y conciencia también se abre. Definitivamente todos aprendemos de todos.

No me dejarás mentir. Cuando te enfermas, lo que quieres es recuperarte. Léelo bien: RECUPERAR…TE (recuperarte a ti mism@). Es decir, recuperar o recoger todos esos pedacitos tuyos que cayeron al suelo y volverte a "armar. Para eso necesitas reposo, tranquilidad, recogimiento. Necesitas un espacio de recuperación", el espacio que todo enfermo necesita para aliviarse. De no aprovechar ese espacio para evaluar en dónde puedes hacer los ajustes que necesitas para estar bien, o reflexionar qué estás haciendo para propiciar ese estado de desarmonía, es muy posible que no aprendas y repitas el mismo error, vuelvas a caer en el ciclo, vuelvas a desbalancearte y tengas que pasar por el camino una vez más.

Si recorres el camino hacia la salud desde un lugar de amor, compasión, sin juicio y con objetividad podrás conocerte más, entenderte más y comprender que quizá debes ver más por ti mism@, quererte y procurarte más, traicionarte menos, hablar y expresarte más. La actitud que adoptes durante tu camino hacia la salud es clave, pues una actitud positiva te ayudará a abrir tu corazón, tu conciencia…te hará ver las cosas de manera más objetiva y facilitará tu aprendizaje.

Busca adentro, no busques afuera.

Otra de las preguntas que más se escucha en la actualidad es: ¿Por qué me enfermé? Muchas veces no nos damos cuenta y otras veces nos damos cuenta pero no hacemos nada al respecto, simplemente no paramos nuestro tren de vida, no cambiamos nuestros hábitos y luego sentimos que la vida nos sorprende.

Además de los buenos pensamientos, quererte y aceptarte son elementos clave para construir una buena salud. En otras palabras, la buena salud inicia con la auto aceptación y la autoestima ya que, si careces de autoestima, es difícil renunciar a conductas destructivas y reemplazarlas con conductas constructivas.

QUIÉRETE. NO EXISTE MAYOR ACTO DE AMOR HACIA TI MISM@

QUE CUIDAR DE TU SALUD.

Yo te sugiero que agradezcas todos los días de tu vida el hecho de estar aquí independientemente de tu estado de salud actual. Estás aquí para ser feliz y si lograrlo requiere que hagas cambios en tu manera de pensar o tu manera de actuar, ¡hazlos!, reconoce que eres un ser de LUZ y que dentro de ti cuentas con TODO lo necesario, todas las herramientas y respuestas para mejorar tu estado de salud cualquiera que éste sea.

Quiero compartirte la historia de Karla, una señora a quien entrevisté y cuya experiencia es una clara muestra de la manera como tus pensamientos y creencias pueden llevarte al límite sin darte cuenta, así como y todo lo que te puedes ahorrar simplemente al hacer conciencia y ver hacia adentro.

Karla arrancó un negocio propio obedeciendo los pensamientos que constantemente tenía "quiero generar dinero, si genero dinero me sentiré activa y realizada" y puso todo su empeño para que su negocio de venta de zapatos funcionara. Al principio estuvo muy contenta y entretenida tratando con proveedores y clientes; sin embargo, llegó el momento en el que comenzaron a surgir diversas dificultades para mantener el negocio a flote y sus pensamientos empezaron a ser otros: ¿cómo puede ser posible que una persona profesionista como yo no logre hacer algo de provecho y generar ingresos con este negocio?, se me está yendo la vida esforzándome para que esto funcione y no estoy recibiendo nada a cambio.

Poco tiempo pasó cuando Karla empezó con dolores de cabeza, primero leves, después más intensos hasta que se convirtieron en migrañas frecuentes que de alguna u otra forma aprendió a atender con diferentes medicamentos comerciales. Después de varios dolores de cabeza y migrañas que acabaron en el área de urgencias del hospital con inyecciones y atención médica, Karla decidió consultar a un especialista. Sin embargo no tuvo buena suerte ya que, aun cuando los estudios que éste último le pidió no reportaban problemas ni alteraciones evidentes, le recetó un medicamento que la hizo vomitar y le bloqueó la mandíbula, cayó en cama y bajó 7 kilos. Uff!

Finalmente, Karla sanó y continuó con su vida, retomó el negocio y siguió esforzándose… sin embargo, no aprendió la lección, no se dio cuenta que los dolores de cabeza era el medio por el cual su cuerpo quería comunicarle que estaba abusando de él y haciéndolo funcionar bajo demasiado estrés.

Después de un tiempo, las migrañas volvieron a presentarse, Karla volvió a "buscar afuera" y consultó a otro especialista quien le recetó un medicamento que ella misma dudó en tomar pues había escuchado que era muy fuerte. Sin embargo, su especialista le indicó lo siguiente: No te preocupes, no es tan fuerte como crees. Este medicamento incluso tiene un efecto en el cerebro que te quita el apetito y ¡hasta puedes bajar de peso! ¡Los nutriólogos lo recomiendan para adelgazar! Lo único terrible que te puede llegar a pasar es que quieras decir algo y no lo puedas pronunciar. Pero es muy difícil que pase. Apenas habían pasado un par de días y Karla se sentía muuuuy extraña a lo cual el especialista le informó que era normal, que aguantara y que poco a poco se sentiría mejor. Sin embargo, más adelante empezó a sufrir episodios de angustia y pánico a un grado que nunca antes había experimentado. Investigó y descubrió que el medicamento que estaba tomando incluía componentes muy delicados que incluso podían llevar a la persona al suicidio. Al saber esto regresó a consulta y pidió un cambio de medicamento. Y así fue, su especialista le envió otro medicamento pero Karla no observó gran mejoría.

Verdaderamente desesperada ya y sin saber qué hacer de lo mal que se sentía, a Karla le "cayó el veinte" después de estar chateando con una amiga en un momento de crisis. El mensaje que recibió por parte de su amiga y que me compartió cuando la entrevisté fue el siguiente: si tus estudios neurológicos están bien y el doctor no observa alteraciones, yo creo que no tienes razón para estar tomando medicamentos. Me da la impresión que lo que tienes es zapatitis. Quizá valdría la pena que pensaras en cerrar, ver un poco más por ti, hacer ejercicio, comer sano y no malpasarte, dormir bien, rodearte de gente positiva y buenas amigas (como yo, jajajajaja!) pero sobre todo ¡hacer algo que realmente disfrutes y te guste!... creo que ya te quedó claro que la industria del calzado no es lo tuyo.

Más tarde, platicando en casa con su mamá, Karla le compartió lo frustrada y desesperada que se sentía luchando por sacar su negocio a flote, lo mal que se sentía al no generar ingresos y la idea que tenía de lograr que este negocio sirviera como sustento para su madre cuando se jubilara. Y cuando su mamá le comentó que ella prefería verla feliz, sin tanto estrés, sin tanta frustración, sin tanta presión por el futuro y apoyó la idea de cerrar el negocio, como por arte de magia, Karla sintió que se quitó una loza de encima y cayó en cuenta que su gran problema, lo que no la dejaba vivir y le ocasionaba tantas molestias era el miedo y la exigencia que ella misma se había impuesto.

Ya casi al final de la entrevista, Karla me compartió que después de varios meses de vivir malestares y no saber qué le sucedía, el hecho de haber cerrado su negocio fue lo que le permitió ver otras posibilidades y ahora trabaja medio tiempo apoyando a un grupo de personas en un proyecto de energías renovables sin tanta responsabilidad y realizando tareas de investigación que disfruta inmensamente. Karla terminó la entrevista con las siguientes palabras:

Estoy muy contenta. Ahora veo la experiencia que viví de otra forma pues gracias a ella descubrí cuál era mi problema. Aprendí a decir NO. Aprendí a pedir ayuda, a ser capaz de reconocer que me puedo equivocar y que no soy invencible. El no sacar un negocio adelante no me define ni significa que es algo en contra de mi rumbo, no es un fracaso, es un aprendizaje. Por ahora no me interesa montar otro negocio ni tengo necesidad de mostrar a nadie que soy útil, independiente y fuerte porque yo sé que lo soy. No soy valiosa solo cuando soy fuerte económicamente, soy valiosa siempre. Me di cuenta cómo me empeñé en cosas que no tienen importancia y dejé de prestar atención a las que sí tenían. Me reencontré conmigo misma, me retomé y las migrañas desaparecieron. Ahora me siento tranquila y feliz haciendo algo que me gusta y disfrutando de mi madre.

Todos tenemos dentro de nosotros una "vocecita interior" que nos habla y nos dice por dónde movernos, hacia donde dirigirnos, qué cambios o ajustes necesitamos