Cada 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer (antes se llamaba Día Internacional de la Mujer Trabajadora) y, aparte de su objetivo inicial de conmemorar la lucha de las mujeres en pos de la igualdad a nivel político y social, sirve para prestar más atención a las situaciones que aún perviven de desigualdad de oportunidades, violencia estructural y brecha salarial. Desde este número de Integral Salud, ponemos nuestro granito de arena para ofrecer información sobre algo que atañe a la salud de las mujeres: la menstruación.
Alo largo de la historia, las mujeres nos hemos adaptado a un tipo de sociedad patriarcal, y, para sobrevivir a ella, hemos tenido que sacrificar gran parte de nuestra naturaleza y características femeninas, como la intuición (entre muchas otras). Hemos aprendido a desconectarnos de nosotras mismas y a enterrar nuestra esencia para poder desarrollar una forma de pensar y de sentir acorde a las exigencias de nuestra sociedad.
Es posible que el síndrome premenstrual, tan común entre las mujeres de nuestra sociedad y cultura de hoy en día, se derive, en gran parte, de esta situación. Y no sólo el síndrome premenstrual, también la mayoría de los problemas relacionados con la salud femenina como ovarios poliquísticos, infertilidad, pólipos, fibromas, miomas y menopausia precoz.
Muchas mujeres, por las exigencias de una empresa o una profesión, aparcan el deseo de ser madres. Muchas otras, dotadas de gran creatividad, no pueden dar salida a sus sueños debido a una sociedad y