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¡Sana tu intestino!: Recetario de la Dieta GAPS
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Libro electrónico592 páginas4 horas

¡Sana tu intestino!: Recetario de la Dieta GAPS

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El único recetario que existe para guiarnos en la puesta en marcha de la Dieta GAPS.

La Dieta GAPS (Gut and Psychology Syndrome, por sus siglas en inglés) está diseñada para restablecer el equilibrio de nuestra flora intestinal a través de la eliminación de cereales, alimentos procesados y azucares refinados e introduciendo alimentos de alta densidad nutricional.
Más de 200 recetas nutritivas y deliciosas, muy bien explicadas y hermosamente ilustradas, diseñadas para restaurar nuestra salud intestinal y muy en especial la de nuestros hijos.
Aquí aprenderás técnicas e ingredientes propios de la Dieta como la elaboración de caldos, fermentos de verduras, el uso de coco y postres saludables, entre muchos otros.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 mar 2019
ISBN9788494913594
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    Excelente libro. Referencias de profesionales importantes y muy acertado en sus recomendaciones sobre la Dra. Campbell. Muy gráfico y especifico en sus explicaciones.

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¡Sana tu intestino! - Hilary Boynton

ANTES DE EMPEZAR LA DIETA GAPS

LA Dieta GAPS se basa en el principio de que lo que ingerimos afecta a nuestra salud intestinal, al tiempo que pone de manifiesto qué nutrientes son absorbidos en nuestros cuerpos y qué toxinas quedan fuera. En pocas palabras, la función del sistema intestinal afecta a casi todas las funciones del cuerpo. La Dieta GAPS está específicamente diseñada para curar problemas y desórdenes digestivos y para paliar cualquier enfermedad que pueda estar relacionada con ellos. Es un protocolo limitado (pero delicioso) que promoverá la sanación y sellado de las paredes intestinales afectadas –lo que comúnmente se conoce como intestino permeable–, de modo que los individuos con enfermedades, tanto psicológicas como físicas, puedan mejorar su salud. Fue concebida por la doctora Natasha Campbell-McBride a partir de la dieta de Carbohidratos Específicos del doctor Sydney Valentine Haas, que en su momento fue popularizada por Elaine Gottschall en su libro Rompiendo el círculo vicioso publicado en 1994.

Empezar por el principio: el libro de consulta gaps

Antes de que te embarques en la Dieta GAPS, es esencial que leas GAPS, el síndrome psico-intestinal, de la doctora Natasha Campbell-McBride, en su edición revisada y ampliada, para comprender este protocolo nutricional y su aplicación como un tratamiento natural para el autismo, el TDAH/TDA, la enfermedad de Crohn, la enfermedad celíaca, la dislexia, la dispraxia, la depresión, la esquizofrenia, y otras dolencias crónicas. La Dieta GAPS es compleja y por ello no dejamos de insistir en la importancia de leer el trabajo de la doctora Campbell-McBride.

La Dieta GAPS se lleva a cabo en dos fases. La Dieta de Introducción que tiene una duración de dieciocho a treinta días (aproximadamente de tres a cinco días por etapa) e implica eliminar de tu ingesta diaria los alimentos que puedan irritar el intestino, tales como los productos lácteos. Más adelante puedes reintroducir poco a poco ciertos alimentos, siempre atento a las reacciones adversas que pueden incluir dolor de estómago, temblor de manos, convulsiones, eccema y síntomas similares. Si estás familiarizado con la cocina y consumes habitualmente una dieta rica en alimentos nutritivos y ecológicos, empezar con la Dieta de Introducción no supondrá un gran cambio en tu vida. Sin embargo, si tiendes a consumir alimentos más bien procesados, considera empezar con la Dieta GAPS antes de la Dieta de Introducción, más restrictiva, para que te desenganches del azúcar, la sal, los aditivos y los conservantes que tu cuerpo ansía.

Una vez que te hayas familiarizado y te sientas cómodo con los alimentos permitidos durante cada etapa de la Dieta de Introducción, te sentirás más preparado para entrar del todo en ella. La Dieta GAPS es la parte principal de este protocolo nutricional y para la plena restauración del sistema intestinal debe seguirse durante al menos dos años. Incluye una amplia selección de alimentos que son sencillos de preparar y fáciles de asimilar. Disfrutar de la Dieta GAPS después de las restricciones de la Dieta de Introducción es como celebrar un banquete todos los días.

La mayoría de nosotros no es consciente de la importancia de la salud intestinal y cuán alejados hemos estado de este hecho en el mundo moderno. Muchos de nosotros no fuimos amamantados. Recibimos incontables vacunas simultáneas en nuestra infancia y nos recetaron un exceso de antibióticos y medicamentos desde que nacimos. Cualquiera de estos fenómenos puede contribuir a un temprano desequilibrio de la flora intestinal –por no mencionar los posteriores años de consumo de alimentos procesados, edulcorantes artificiales, alimentos genéticamente modificados y hortalizas y frutas altamente tratadas con pesticidas. Pues bien, el concepto de salud intestinal empieza a ser de dominio público. Es irónico, puesto que Hipócrates, el padre de la medicina moderna (460-370 a. de C.) afirmó, hace mucho tiempo ya, que «todas las enfermedades comienzan en el intestino».

Al nacer, la flora intestinal de la madre pasa a su bebé. Buena o mala, el bebé recibe lo que recibe. Piensa en la flora intestinal de tu bisabuela comparada con la tuya. Ella fue probablemente amamantada, sin la obsesión por la desinfección de las manos, sin OMG (organismos modificados genéticamente), sin antibióticos o drogas. Ahora, solo por ser miembros de la sociedad moderna, hemos subestimado sin saberlo el legado de la flora intestinal. Se cree que, a lo largo de las últimas generaciones, su calidad y equilibrio se ha deteriorado significativamente. Hoy hay enfermedades que no existían hace cincuenta años. Piensa en las enfermedades que plagarán la próxima generación, y las que están por venir. Nos enfrentamos a una epidemia.

Todas las enfermedades comienzan en el intestino

Laura Graye, naturópata

Aproximadamente el 88% de la inmunidad de nuestro cuerpo se encuentra en el revestimiento de nuestro sistema gastrointestinal (GI). Se sitúa ahí fundamentalmente para impedir que los invasores pasen del tracto digestivo al organismo. Con el paso del tiempo, sin las bacterias beneficiosas y el equilibrio apropiado en el intestino, las toxinas, las bacterias oportunistas y los parásitos agujerean la pared que hace las veces de barrera física, pudiendo generar un intestino permeable. Una vez que hay una abertura en el revestimiento de la pared, los patógenos escapan del sistema gastrointestinal, viajan a través del torrente sanguíneo, penetran la barrera hematoencefálica, y causan estragos en las funciones específicas de nuestras células, ocasionando un buen número de enfermedades. ¿Qué hace que un sistema intestinal saludable se desequilibre? Una dieta pobre, el uso de antibióticos, la escasez de enzimas digestivas, alcalinidad, acidez, toxinas químicas, toxinas ambientales, radiación, irregularidad del azúcar en sangre, el estrés y desequilibrios del intestino heredados durante el embarazo y el parto.

Un intestino saludable tiene una ratio aproximada de ocho bacterias beneficiosas por cada dos oportunistas. Además de alimentarse de ciertos tipos de hongos oportunistas (Cándida y otros similares), las bacterias beneficiosas forman una barrera interna de defensa que evita que los patógenos escapen del intestino y ayudan a digerir los alimentos para que puedan transformarse en energía.

Cuando la proporción adecuada está desequilibrada, las bacterias beneficiosas ya no pueden proteger las paredes del intestino. Los patógenos, bacterias oportunistas incluidas, desgastan los enterocitos y atraviesan la pared intestinal. Habiendo escapado o salido del sistema gastrointestinal, los patógenos entran en el torrente sanguíneo como antígenos. Allí desarrollan una respuesta autoinmune, atacan células, atraviesan la barrera hematoencefálica, y crean un entorno propicio a la enfermedad.

Sin embargo, si queremos ver el vaso medio lleno, tenemos una oportunidad de cambiar las cosas. Lo hecho, hecho está y no podemos dar vuelta atrás, pero piensa en el regalo que podemos ofrecer a nuestros hijos y nietos. ¡Debemos aprender a cocinar de nuevo! Debemos difundir lo que hemos aprendido sobre nutrición gracias a las recetas y el acto de amor que implica preparar una comida. Es tan simple como eso. Aunque este libro describe una dieta diseñada para apoyar necesidades especiales, es también un recurso valioso para todo el mundo, elaborado para celebrar las dietas tradicionales de nuestros antepasados. Aquí aprenderás qué alimentos básicos debes almacenar en tu despensa, cómo planificar una comida y trabajar en la cocina y lo más importante, disfrutarás y aplaudirás tu propia comida.

Requiere tiempo y esfuerzo: la Dieta GAPS es rigurosa, pero como todo, se hace más fácil con el tiempo y la práctica. El objetivo vale la pena: la perfecta salud de tu familia. El doctor Weston A. Price descubrió, en la década de 1930, que esto era posible, mientras investigaba sobre culturas indígenas, autóctonas, no industrializadas, que comían alimentos nutritivos y estaban libres de muchas enfermedades. No podemos controlarlo todo en nuestro entorno, por supuesto, pero sí podemos elegir cómo nos alimentamos.

Equipa tu cocina

Aunque no son obligatorios, los siguientes utensilios y electrodomésticos vienen bien cuando sigues la Dieta GAPS.

•Bandejas de horno, tradicionales y de silicona

•Batidora/Vitamix

•Batidora de mano/Minipimer

•Batidora de repostería

•Boles divertidos para sopa

•Bolsas de plástico con cierre hermético

•Botellas herméticas para bebidas fermentadas (Grolsch)

•Botellas reutilizables de agua (Klean Kanteen)

•Cacerolas y sartenes de acero inoxidable

•Coladores de malla media y fina

•Cucharón

•Cuchillos afilados

•Deshidratador/Láminas de paraflex

•Embudo

•Estameñas o tela fina para colar

•Etiquetas

•Extractor de zumos o licuadora

•Fiambrera o tupper

•Filtro de agua

•Filtros de tela para leche vegetal

•Molinillos de sal y pimienta

•Olla de cocción lenta/Crock-Pot/ VitaClay (ver glosario y consulta «Otros materiales»)

•Pajitas de metal o vidrio

•Papel de aluminio

•Papel de horno

•Prensa de ajo

•Rallador fino y grueso

•Robot de cocina o procesador de alimentos

•Sartén de hierro colado (ver glosario)

•Tarros de vidrio de boca ancha

•Taza medidora Pyrex

•Tazas y cucharas de medidas

•Termos Klean Kanteen

Agua filtrada

Debido a la presencia de productos tóxicos como el cloro y el flúor en el suministro de agua, te recomendamos que mientras sigas la Dieta GAPS uses siempre agua filtrada. Aunque el cloro, por ejemplo, es efectivo para matar cualquier microbio patógeno que pueda vivir en el suministro de agua, ¡también mata a las bacterias buenas de tu sistema intestinal! Un filtro de ósmosis inversa es la mejor opción. Una búsqueda rápida en Google debería ofrecerte una gran variedad de precios a considerar.

La despensa

Cuando empiezas a llenar tu despensa, asegúrate de adquirir los mejores ingredientes que puedas encontrar. Los ecológicos, carne de pasto y productos frescos de granja son siempre los mejores. Puede llevarte un tiempo descubrir dónde se encuentran los alimentos adecuados, pero una vez que lo logres será fácil abastecerte de suministros que te durarán meses. Un frigorífico y/o un congelador extra pueden ser muy útiles, especialmente si estás tratando de ahorrar comprando al por mayor. El responsable local de la Fundación Weston A. Price puede ayudarte a localizar los mejores alimentos en tu

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