El hígado es la víscera mayor –y también la más pesada– de nuestro cuerpo. Es un órgano fundamental para la salud de todo el organismo, encargado de limpiar las toxinas que están en el cuerpo, ya sea por los alimentos, los malos hábitos, e incluso a través de la contaminación ambiental.
Pero ejerce muchas otras funciones diferentes, como veremos. Por eso mantener nuestro hígado sano es tan importante, y resulta mucho más sencillo de lo que se podría pensar. Mantenerlo desintoxicado es imprescindible para sentirnos bien.
PRIMERO, EL HÍGADO
El punto de equilibrio del organismo se encuentra en el segundo órgano más grande del cuerpo después de la piel: el hígado. Y es que su principal función es la de filtrar las toxinas de nuestro cuerpo, purificando así la sangre y librando de sustancias perjudiciales a los demás órganos.
Además, se encarga de absorber y almacenar vitaminas, regular las reservas de grasa, controlar la síntesis de las proteínas y el colesterol y convertir los nutrientes que consumimos en energía, entre otras varias funciones indispensables para la vicia. De hecho, se puede afirmar que el hígado participa de prácticamente todas las funciones vitales.
Si el hígado falla, se abre la puerta a trastornos que pueden afectar desde la salud de las uñas hasta los diferentes sistemas del organismo. Para verlo de un modo más claro, el sistema inmunológico es el encargado de cuidarnos de las enfermedades, pero es el hígado quien garantiza un sistema inmunológico eficiente.
Por eso, disfrutar de salud y larga vida sin enfermedades depende en buena parte de la buena salud hepática. Es más, hay muchos buenos médicos y terapeutas que aconsejan, antes de comenzar a tratar cualquier dolencia o malestar del organismo, llevar a cabo primero una depuración del hígado, para asegurar el éxito del tratamiento.
Una dieta inadecuada, la contaminación ambiental, el consumo de medicamentos y el estrés son algunos de los motivos por los que el hígado puede agotarse. Y si finalmente ocurre, todas aquellas toxinas a las que hemos estado expuestos no pueden ser eliminadas completamente por el hígado, y pasan al torrente sanguíneo afectando a todo el organismo.
De ahí la importancia de cuidarlo y depurarlo: un hígado saludable es el camino más rápido y