EL REVITALIZANTE TIBETANO QUE SANA LOS RIÑONES
CORDYCEPS, EL HONGO DE LOS EMPERADORES
LOS ANIMALES LO SABÍAN
Hace cerca de mil años, los pastores de las altas llanuras tibetanas observaron que sus animales –incluidos los de edad más avanzada–disfrutaban de un vigor envidiable. Intrigados por este hallazgo, comenzaron a interesarse por las hierbas que éstos consumían a diario, descubriendo así la presencia de un hongo desconocido que no tardarían en poner a prueba. Pronto le atribuirían propiedades estimulantes que identificarían como el origen de esa energía inusual de sus rebaños. Había nacido una leyenda.
Se trata del , o simplemente , un vegetal singular y que no es otra cosa que un hongo. Pero no un hongo cualquiera, sino uno de una especie formidable. Las virtudes de esa hierba de las montañas pronto se difundirían por toda China. Los herbolarios no tardarían en utilizarla para curar un gran número de afecciones pero, por desgracia, la planta milagrosa era tan escasa que sólo estaba al alcance de ciertas élites de la
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos