Dormir Bien

Por Tomás James Clarke

El hombre pasa en promedio un tercio de su vida durmiendo. Pero dormir no significa cortar completamente los puentes con la realidad o "apagarnos", por el contrario, nuestro sueño es un fenómeno activo que cumple muchas funciones importantes en la conservación de nuestras funciones cognitivas, nuestra competencia inmunológica, en la protección cardiovascular y en la reparación de tejidos.

La importancia del descanso nocturno y los problemas que pueden mermar la calidad del sueño y, en consecuencia, de la vida, son un tema fundamental. De hecho, los trastornos del sueño pueden tener un fuerte impacto en la vida diaria de quien los padece, provocando fatiga crónica, pérdida de atención y aumento de la irritabilidad y estados emocionales depresivos, desembocando, a la larga, en problemas de salud más estrictos.

Este manual de salud, le brindará un conocimiento sobre los últimos estudios sobre el sueño, consejos para conseguir un dormir de calidad, la forma de combatir las pesadillas y utilizarlas como aliadas. Encontrará una guía de como mitigar los molestos ronquidos, y especialmente, como manipular los sueños para experimentarlos con las fantasias que nos atrevamos a imaginar.

• Idioma: Español
• Editorial: Ediciones Afrodita
• Fecha de lanzamiento: 3 abr 2023
• ISBN: 9798215752937

Vista previa del libro

Capítulo 1

La importancia

del buen dormir

––––––––

Datos importantes sobre el dormir

1. Las ocho horas de sueño

A menudo escuchamos que necesitas dormir ocho horas al día. Esta recomendación la dan las organizaciones nacionales de salud de todo el mundo, desde el NHS británico hasta la Fundación Nacional Estadounidense del Sueño. Pero, ¿de dónde viene realmente este consejo?

Los estudios realizados en diferentes países para determinar con qué frecuencia las enfermedades afectan a distintas poblaciones llegan a la misma conclusión: las personas que sufren de privación del sueño, al igual que las que duermen demasiado, son más susceptibles a múltiples enfermedades y tienen una vida media más corta.

Sin embargo, es difícil decir si los trastornos del sueño son la causa de las enfermedades o viceversa, un síntoma de un estilo de vida poco saludable.

Dormir demasiado poco por lo general significa menos de seis horas, dormir demasiado es más de nueve a diez horas.

Por lo general, se recomienda que los niños que no han alcanzado la pubertad duerman por la noche hasta las 11 en punto y los bebés, hasta 18 horas por día. Se considera que el sueño nocturno de los adolescentes es de hasta 10 horas.

Shane O'Mara, profesor de Investigación Experimental del Cerebro en Trinity College Dublin, dice que si bien es difícil decir definitivamente si la falta de sueño es una causa o una consecuencia de la mala salud, los dos se influyen mutuamente.

Por ejemplo, las personas que no prestan suficiente atención a los ejercicios físicos duermen peor, por lo que aumenta la fatiga y, como resultado, no les queda energía para practicar deportes, etc.

Sabemos que los científicos han relacionado una y otra vez la privación crónica del sueño (una o dos horas de privación del sueño durante un período prolongado) con la mala salud: no es necesario permanecer despierto durante varios días seguidos para notar los efectos negativos de privación de sueño.

––––––––

2. ¿Qué le sucede al cuerpo cuando no se duerme lo suficiente?

La falta de sueño puede conducir a una serie de enfermedades.

Los hallazgos de 153 estudios en los que participaron más de cinco millones de personas vinculan claramente la falta de sueño con la diabetes, la presión arterial alta, las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades coronarias y la obesidad.

Los estudios han demostrado que la falta de sueño durante unas pocas noches seguidas puede llevar a una persona sana a un estado prediabético. La privación moderada del sueño reduce la capacidad del cuerpo para controlar los niveles de glucosa en la sangre.

La falta de sueño reduce la eficacia de las vacunas, la falta de sueño tiene un efecto devastador en la inmunidad, haciéndonos vulnerables a las infecciones.

En un estudio, los participantes que dormían menos de siete horas tenían tres veces más probabilidades de desarrollar resfriados que los que dormían siete horas o más.

El organismo de las personas con falta de sueño produce cantidades excesivas de grelina, la hormona responsable de la sensación de hambre, y cantidades insuficientes de leptina, la hormona que provoca la saciedad y, por tanto, aumenta el riesgo de obesidad.

Recordatorio para aquellos que deseen dormir bien: Dormir demasiado y dormir poco: dos caminos hacia una tumba temprana.

La privación del sueño también se ha asociado con una actividad cerebral reducida e incluso, a largo plazo, con demencia.

Las sustancias tóxicas se acumulan en el cerebro durante el día y se eliminan durante el sueño. Si no duerme lo suficiente, su condición se asemeja a una conmoción cerebral leve.

El impacto de dormir demasiado se comprende menos, pero también se sabe que está asociado con una serie de trastornos, incluido el daño cerebral en las personas mayores.

––––––––

3. Diferentes tipos de sueño ayudan al cuerpo a recuperarse

Nuestro sueño consta de ciclos que se dividen en varias etapas. Cada ciclo dura de 60 a 100 minutos. Cada etapa juega un papel en los numerosos procesos que ocurren en nuestro cuerpo mientras dormimos.

La primera etapa de cada ciclo es un estado somnoliento y relajado entre la vigilia y el sueño. La respiración se ralentiza, los músculos se relajan, el pulso se ralentiza.

El segundo es un sueño un poco más profundo, durante el cual puedes dormir, pero al mismo tiempo consideras que estás despierto.

La tercera etapa es el sueño profundo, cuando es muy difícil despertar, cualquier actividad en el cuerpo en este momento está en un nivel mínimo.

La segunda y tercera etapa entran en la fase de sueño lento, por lo general en este momento la persona no sueña.

Después del sueño profundo, volvemos a la segunda etapa durante unos minutos, para luego pasar al sueño REM, que suele ir acompañado de sueños.

––––––––

4. Los trabajadores por turnos con trastornos del sueño tienen más probabilidades de enfermarse

El trabajo por turnos puede causar muchos problemas de salud. Los investigadores han descubierto que aquellos que trabajan por turnos y duermen muy poco en el momento equivocado pueden tener un mayor riesgo de desarrollar diabetes y obesidad.

Los trabajadores por turnos son significativamente más propensos a calificar su salud como mala o regular, encontró un estudio del NHS de 2013.

Los investigadores también encontraron que las personas de este grupo tienen muchas más probabilidades de sufrir enfermedades crónicas que las que trabajan en un horario estándar.

Los trabajadores por turnos tienen muchas más probabilidades de faltar al trabajo debido a una enfermedad, según muestran las estadísticas.

La brecha entre quienes realizan trabajo físico y mental es aún mayor, y, además, la falta de sueño parece afectar más a quienes llevan un estilo de vida sedentario.

––––––––

5. La privación de sueño ¿es una pandemia moderna?

A juzgar por los informes de los medios, se podría pensar que estamos bajo el control de una epidemia de privación del sueño. Pero, ¿realmente ha aumentado la privación del sueño?

Un estudio en 15 países dio una imagen muy mixta. En seis países, los científicos registraron una disminución en la duración del sueño, en siete, un aumento, y dos países más dieron resultados contradictorios.

Hay mucha evidencia de que, en las últimas generaciones, la duración del sueño ha cambiado poco. Sin embargo, si le preguntas a las personas cómo califican su falta de sueño, surge una