Las Dagas en la Taza de Té: El Rastro del Complot Libro 6, #6

Por McDowell Brains

Sin desprender sus dedos del ratón,  Siva no pudo darle clic al botón para enviar su respuesta. No de nuevo. Richard le acaba de prevenir que él está bailando con la muerte nuevamente, probablemente, él no sobrevivirá esta vez. A Siva le encanta su prometida y previa modelo. Y a él le aterroriza el pensar en perderla. Pero la investigación del escándalo del dinero de  Siva necesita pruebas y evidencias de forma desesperante.

En LAS DAGAS EN LA TAZA DE TÉ, la sexta novela en la serie popular del Rastro del Complot, McDowell Brains nos guía hacia un Genocidio Terrible por un General retirado llamado Magodo quien mantiene su amistad con Siva y espiándole.

Él debe hacer todo para salvar esta investigación hasta que él logre ponerle a salvo para quien sea que le importe el ejecutar la evidencia después que él sea asesinado.

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 9 feb 2024
• ISBN: 9781071592489

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UNO

Si él viajara hacia Abuja tres veces a la semana, Siva Okojie pensaría en ella tres veces como una ciudad donde mucho del dinero de las naciones estuviera enterrado. Abuja lo tenía todo, desde caminos hasta iluminación y todas las demás delicias de la vida.

A las nueve en punto de la noche, él se estaba registrando dentro del Bounty Bounty junto con Mobolaji Johnson en el área dos.

En este cuarto, él pensó que no sería fácil ver a Charles Osayande. Él ya había molestado lo suficiente al Salisu y a Magodo. Aun así, él no tenía a nadie más que fueran sinceros con él como estas dos personas. Ambos junto con sus familias habían sido de mucho apoyo y ayuda.

Siva estaba cansado. Pero él todavía tenía que arreglar las cosas para el siguiente día antes de que él se durmiera. Él pensó en llamar a Magodo y ayudarle, pero él se había tomado estos días con el General Salisu Akpan en lugar de con Magodo. Salisu siempre parecía estar esperando alguna solicitud y él siempre parecía conocer a alguien y ayudar sin problemas. Y él nunca titubeó o retardó algo.

‘Gracias, General,’ él se lo dijo a Salisu cuando él le contestó.

‘Estoy seguro que Nelson Adeleke fue de mucha ayuda.’

‘Sí General.’

‘¿Hay alguna otra cosa que usted quiera que yo haga?’ preguntó.

‘¿Cómo es que se lo voy a pagar...?’

‘Como siempre te lo he dicho, a cualquier hora, tú eres libre de acercarte a mí. Magodo es mi buen amigo. Mientras ustedes conserven una Buena relación de amistad, Yo haré lo que sea que esté en mi poder hacer. Entonces, ¿Cuál es el problema?’

‘Veré al Brigadier General Charles Osayande mañana. Estoy seguro, va a ser difícil que me reciba...’

"Tú prepárate para mañana y ve. Yo me encargo del resto.’

‘Ya no sé cómo mostrarle mi agradecimiento.’

‘Es importante. Pero dime, ¿acaso es el Ingeniero Nelson Adeleke quien lo ligó con la investigación?’

‘El ingeniero es todo un personaje. No quise decir eso porque no quiero que te enojes con él. Mi visita de dos días a su oficina fue una pérdida de un valioso tiempo. Él se rehusó a decirme una cosa. De cualquier manera, él me envió a un departamento donde pude continuar por mí mismo.’

‘De la misma forma, te voy a ayudar a hacer la cita con el brigadier general. Pero no te garantizo alguna hospitalidad. Por lo que, si pretendes iniciar alguna investigación dentro de la milicia, ten mucho, mucho cuidado. Charles Osayande es malo por naturaleza.’

Siva lo miró de frente. ‘No pretendo quejarme, General. No me estoy quejando. ‘

‘Dije que tengas cuidado.’

En relación a la intervención del General Salisu Akpan, Siva lo intentó en vano el día jueves, para ver a Osayande Charles. Cuando él lo logró en la tarde del siguiente día, él le dijo a Siva, ‘¿Sabes por qué acepté verte? Es porque estoy impresionado con tu trabajo. A pesar de ser un hombre joven, estás lleno de determinación, coraje, entusiasmo y honestidad en tus propósitos. Aquellos atributos combinados en una persona son muy raros en este país.’

‘Gracias señor.’

Charles Osayande era un gigante, bien proporcionado con un físico fuerte y ojos fieros.

‘Por favor, siéntate.’

Siva se sentó y Charles comenzó.

‘¿Por qué querías verme?’

‘Es acerca de cuando usted estuvo con la NJTF.’

‘Oh! Aquellos días fueron maravillosos.’

‘Leí acerca de una vez cuando sus muchachos fueron asesinados por unos topos y el difunto Jefe Usman Omotola jugó el papel de intercesor.’

Charles palideció visiblemente. ‘Esos criminales eran terribles. De hecho, el trabajar con la NJTF fue como servir en el frente de guerra.’

Siva le miró asombrado mientras pensaba en lo que los Martins le dijeron. Yo esperaba que Oga enviara más soldados como refuerzo cuando le dije de las armas que habíamos recuperado, él recalcó...alguien delató nuestra estrategia a ellos y mis muchachos caminaron directo a la emboscada... yo reporté la situación a mi Oga...

Ahora, Siva Okojie estaba asombrado de como Charles aparentaba que no sabía la verdad. Y Siva entendió lo que estaba intentando hacer, negociar por su inocencia.

‘General Charles, ¿cómo es que Usman apareció en escena?’

‘Usman no intervino nunca como mediador.’

Siva observó su rostro que quería traicionarlo.

‘Sabes que eso fue hace mucho tiempo. Pero estoy seguro que él no intervino,’ él se interrumpía a sí mismo. ‘Él ofreció algunos fondos para las familias de las víctimas.’ No había cambio de expresión en su rostro.

... Usman vino y giró un cheque a su favor, él continuó con el relato. Mi Oga se involucra en negocios solo cuando se trata de millones.

‘¿La oferta del Jefe era aparte de la compensación por el ministerio del petróleo?’

‘Síi. Sabes que fue el más grande filántropo del que se haya sabido en este país.’

‘¿La Corte intervino en algún momento?’

‘Esa es información clasificada. Se hizo completamente militar después de la huida criminal.’

¿Usman se hizo militar después de eso? Siva lo pensó. Directamente o por sugerencia, él estaba seguro de que Charles entendió que él estaba atrapado en un estado de negación de expresión. Que obviamente no estaba sin miedo, pero por una razón aún más clasificada, para usar su lenguaje.

Por la tarde en el Bounty Bounty, Siva le llamó por teléfono a Richard Okechukwu.

‘¿Para cuándo te esperan?’

‘Pensé que regresaría hoy en la noche. Pero acabo de encontrar otra pista que debo seguir. Hay un Teniente Coronel de