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El Punto De No Retorno: La Brecha De Cabal Libro 7, #7
El Punto De No Retorno: La Brecha De Cabal Libro 7, #7
El Punto De No Retorno: La Brecha De Cabal Libro 7, #7
Libro electrónico77 páginas1 hora

El Punto De No Retorno: La Brecha De Cabal Libro 7, #7

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Siva se dio por vencido de seguir pidiendo que se le perdonara la vida dentro del zótano de la unidad de francotiradores , donde él ha encontrado a su secuestrado hijastro, de nombre Bobosky. El padre del muchacho ha pedido que el muchacho sea asesinado junto con Siva en una muerte lenta , el vídeo del cual él ha ordenado se le traiga para verlo. Siva y la horrible historia del muchacho – y al final de cuentas victoriosa– la historia le secuencia de McDowell Brains  de la serie Cabal del séptimo libro, EL PUNTO DE NO RETORNO

IdiomaEspañol
EditorialBadPress
Fecha de lanzamiento7 mar 2024
ISBN9781071585849
El Punto De No Retorno: La Brecha De Cabal Libro 7, #7

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    El Punto De No Retorno - McDowell Brains

    UNO

    Siva Okojie temía salir del hotel Tajudeen cuando la discusión terminó. Él observó con cuidado para asegurarse que no había nadie en la calle cuando él saliera del edificio. Mientras esperaba un taxi en el crepúsculo de aquel atardecer, sintió como si alguien lo estuviese siguiendo. Él miraba a su alrededor de vez en cuando hasta que él logró captar a un carro viejo que se acercaba. Aquí bájame, se dijo así mismo.

    Ora, ¿dónde?’ preguntó el conductor.

    Siva no tenía ni idea. ‘En cualquier hotel que sea muy barato, no hay ninguno Bueno en donde un gran hombre no quiera ir.’

    El conductor lo miró. ‘Ora Ora, entre.’

    Treinta y cinco minutos más tarde, el conductor se detuvo enfrente de un edificio. Era un solo edificio, de dos pisos, Viejo y mal cuidado.

    ¿Lo espero?’ El conductor le preguntó.

    ‘No,’ dijo Siva.  Él sacó unos billetes nigerianos del bolsillo de su pecho, se los pasó y el conductor se emocionó al verlos. Siva miró como el conductor se alejaba.

    Bienvenido al centro turístico Nabiyii,’ un trabajador le dijo a Siva. La mujer tenía un acento pesado de Calabar.

    ‘¿Me puedo hospedar aquí con ustedes?’

    ‘Sí. permítame, estará listo pronto.’

    Siva concluyó la transacción.

    Cinco minutos más tarde, alguien vino y recogió sus pertenencias y las llevó al cuarto a través de una pesada serie de escaleras.

    Como el resto del edificio, la pintura anaranjada Tiroleana se estaba pelando ya. El cuarto era pequeño, con persiana en la puerta y en la ventana. La cama tampoco tenía colcha.  Desde la ventana polvorienta, la ciudad allá abajo se veía oscura.

    Siva se paró ahí observando los humos derritiéndose en la oscuridad y el titular de las luces en las orillas rurales de Maiduguri. Él esperaba que Agatha le llamara.  Viendo que no, Siva sabía que ella estaba enojada con él.

    El estilo de conversación del Jefe Bode Odide era muy peculiar. Siva temía que los hubieran atrapado en la noche. Estaba feliz porque repentinamente todo terminó. Ahora Siva tenía suficiente tiempo. Si él tomara el primer vuelo de Maiduguri hacia Lagos, él estaba casi seguro que llegaría a Shagamu y se prepararía para la fiesta del Mejor Ahmend Buhari.

    Siva se sentó en la orilla de la cama antes de hacer una llamada. Él estaba muy ansioso cuando el teléfono empezó a sonar. Cuando escuchó la voz, no esperaba que fuera Rosa.

    ‘Buenas tardes ma. ¿Está Magodo por ahí?’ Siva estaba sosteniendo la respiración.

    ‘Oh Siva! ¡Qué Bueno escucharte! Sí, aquí está mi esposo conmigo. Deja le paso el teléfono.’

    La ansiedad de Siva se desvaneció. La voz del General Magodo Awila apareció casi inmediatamente.

    ‘¿Okojie?’

    ‘No sabe lo bien que me siento de poder encontrarle General.’

    ‘¿Algún problema? ¿Qué pasa?  ¿Dónde estás?’

    ‘Salgo de Maiduguri mañana. Esto en las finales de la investigación. He encontrado al asesino del Jefe Usman Omotola.’

    ‘imposible! ¿Quéee? Quiero decir... ¨Por Dios, ¿Estás diciéndome la verdad?’

    ‘No podemos hablar por teléfono ahora. Tan pronto la boda se acabe mañana, Iré a verte. Pero por ahora, hay un problema. Y si hay alguien quien pueda ayudarme es usted.’

    ‘¿Para qué necesitas ayuda?’

    ‘El Jefe Bode Odide quiere que lo lleve a un lugar seguro. Yo no podía creerle, pero logró convencerme de que algo siniestro estaba por ocurrir. Pero no sé qué es. Él ha contestado todas las preguntas que le he hecho. Pero más urgente que eso, algunas personas sabrán que me ha visto. Y él estaba muy seguro de que ellos asesinarán a su familia. Debemos actuar rápido. Quiero que nos ayude.’

    ‘Siva, esto no nos beneficiará a ninguno de los dos. Podríamos estar expuestos a serios problemas.’

    ‘Tomaremos el riesgo. Estamos comprometidos ahora. El caso es demasiado serio como para dejarlo a la suerte. Estoy seguro de que él sabe lo que dice.’

    ‘No me siento con confianza con esto, Siva.’

    ‘Lo siento mucho, General. Nadie más me va a ayudar.’

    Magodo Awila estaba diciendo algo. Luego él se detuvo. ‘De acuerdo,’ él continuó. ‘Comencemos por llamar a la policía. Eso suspenderá la situación mientras pensamos en mejores maneras para protegerlo.’

    ‘Ya le sugerí eso, pero él no quiere que llamemos a la policía. Él cree que ellos son unos traidores.’

    ‘Entonces ¿qué es lo que quiere? Llamaré a un comandante militar y le diré que haga todo lo posible por protegerlo. No estoy seguro que él quiera permanecer en su casa’

    ‘Él está cambiando de casa a su familia, junto con su hermano quien lo visitó del Reino Unido, esta noche, hacia una casa que él tiene en algún lugar de Bornu. le enviaré la dirección a su correo en cuanto terminemos de hablar.’

    ‘Está bien Siva. Dile que no salgan. Nadie debe salir de la casa hasta que los soldados lleguen mañana en la mañana.’

    Siva descansó. ‘Gracias, Magodo.’

    ‘Pues ¿qué te digo? Solo que tengas cuidado, Siva.’

    ‘Haré lo mejor que pueda.’

    ‘Hasta que regreses de la boda.’

    El sábado en la mañana, Siva se había bañado y cambiado sus ropas para

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