Historias de cine y de terror... fuera de la pantalla
Él es un director que ganó el León de Oro en el festival de cine de Locarno, Suiza, en 2014; el Ariel en 2015, en la categoría de largometraje-documental, con su ópera prima Navajazo; participó en el festival de Milán; en 2017 asistió al festival de Rotterdam con su segunda película; en 2018 su obra fue una de las cinco películas mexicanas para el encuentro de coproducción México–Francia. Y este 2020, a punto de terminar el año, casi tiene en sus bolsillos 6.4 millones de pesos que el gobierno federal, a través del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), le entregará para grabar su tercera película.
Se trata de Ricardo González Silva, en pleno ascenso de poder y prestigio cinematográfico y fundador de la casa productora Spécola, donde cinco trabajadoras renunciaron después de sufrir durante meses agresiones sexuales de diferentes niveles de gravedad, lo que llevó a los socios de González Silva a “deslindarlo” de su propia empresa “hasta que sea aclarada la situación”.
Por la misma causa, el director fue relevado de la nueva escuela de cinematografía Observatorio, en Tijuana, ubicada en el emblemático e histórico cine Bujazán.
Ambas decisiones figuran en comunicados de prensa emitidos por Spécola y Observatorio. Los siguientes son los testimonios de las cinco mujeres, cuyos verdaderos nombres no se publican por respeto a su privacidad.
“Voy por ti”
Pasaba de la media noche. En tres horas más, Silvana y otros integrantes de la casa productora tomarían un avión para grabar en Wisconsin. Quería dormir un poco, así que fue al segundo nivel de las instalaciones de Spécola a recostarse. Poco después vino el sobresalto:
“En algún momento Ricardo se mete al cuarto. Todos están abajo, hay música, se mete en mi cama y empieza a querer besarme y me mete los dedos…”
Mientras la agredía, el director
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