Memorial de Guerra: Honrando a los héroes a través de la estrategia y el sacrificio

Por Fouad Sabry

¿Qué es el Memorial de Guerra?

Un edificio, monumento, estatua u otra estructura que se construye para honrar a las personas que han muerto o han resultado heridas en un conflicto se conoce como un monumento a los caídos. Los monumentos conmemorativos de conflictos se pueden utilizar para celebrar una guerra o una victoria.

Cómo se beneficiará usted

(I) Información y validaciones sobre los siguientes temas:

Capítulo 1: Memorial de guerra

Capítulo 2: El Alamein

Capítulo 3: Día del Recuerdo

Capítulo 4: Tumba del Soldado Desconocido

Capítulo 5: Cenotafio

Capítulo 6: Memorial de Guerra Australiano

Capítulo 7: Llama eterna

Capítulo 8: Monte Herzl

Capítulo 9: Santuario del Recuerdo

Capítulo 10: Monumento Nacional a la Guerra (Canadá)

(II) Respondiendo a las principales preguntas del público sobre el monumento a los caídos.

Para quién es este libro

Profesionales, estudiantes de pregrado y posgrado, entusiastas, aficionados y aquellos que quieran ir más allá del conocimiento o la información básicos para cualquier tipo de Memorial de Guerra. .

 

• Idioma: Español
• Editorial: Mil Millones De Conocimientos [Spanish]
• Fecha de lanzamiento: 24 jun 2024

Vista previa del libro

Capítulo 1: Monumento conmemorativo de guerra

Ya sea un edificio, monumento, estatua u otra estructura, un monumento de guerra es una estructura que se construye para conmemorar una guerra o victoria, o (más comúnmente en los tiempos modernos) para honrar a aquellos que han perdido la vida o han resultado heridos en una batalla.

Se ha planteado la hipótesis de que el Monumento Blanco de Tell Banat, que se encuentra en la gobernación de Alepo en Siria, es el monumento a la guerra más antiguo conocido en el mundo. Se cree que este monumento fue construido en el tercer milenio a.C. y parece haber implicado el entierro metódico de soldados que servían en un ejército estatal diferente. Una de las disposiciones del Tratado de Frankfurt (1871) estipulaba que se proporcionaría un lugar de descanso permanente para todos y cada uno de los soldados que murieran en acción.

Como una forma de rendir homenaje a los millones de personas que perdieron la vida durante la Primera Guerra Mundial, los monumentos conmemorativos de guerra fueron populares en ciudades de todos los tamaños y en todas las regiones del mundo.

En este momento, el propósito principal de los monumentos de guerra no es glorificar la guerra, sino conmemorar a aquellos que han fallecido como resultado de un conflicto. A veces, como fue el caso de la Genuflexión de Varsovia de Willy Brandt, también pueden servir como puntos focales de mayor entendimiento entre individuos que antes eran adversarios.

El esfuerzo fotográfico de tumbas de guerra es un esfuerzo internacional que actualmente está en proceso de documentar todas las tumbas de guerra de la Commonwealth y los monumentos conmemorativos de la Comisión de Tumbas de Guerra de la Commonwealth que se crearon después de 1914. Para obtener más información, consulte el Proyecto Fotográfico de Tumbas de Guerra.

Numerosos países sufrieron una enorme destrucción y pérdida de vidas como resultado de la Primera Guerra Mundial. La región oriental sufrió un mayor número de víctimas mortales que la región occidental, aunque el resultado fue de naturaleza diferente. En el oeste, y en respuesta a la victoria allí obtenida, la mayoría de las ciudades de los países involucrados en el conflicto erigieron monumentos conmemorativos, y los monumentos conmemorativos en pueblos y ciudades más pequeños a menudo enumeraban los nombres de cada soldado local que había sido asesinado, además (en lo que respecta a la decisión de los franceses y británicos en 1916 de construir cementerios diseñados por el gobierno) a sus nombres que se registraban en lápidas militares.  a menudo en contra de la voluntad de los directamente involucrados, y sin ninguna oportunidad de elección en el Imperio Británico (cuyas tumbas de guerra eran administradas por la Comisión Imperial de Tumbas de Guerra). La Puerta de Menin en Ypres y el monumento conmemorativo de Thiepval en el Somme son dos ejemplos de los enormes monumentos británicos que se construyeron para conmemorar a miles de personas que murieron durante la guerra pero cuyos lugares de entierro no se han determinado.

Uno de los monumentos conmemorativos que honra a todos los miembros del servicio estadounidense que sirvieron durante la Gran Guerra es el Monumento a la Libertad, que se encuentra en Kansas City, Missouri. Por diversas razones relacionadas con su carácter, puede decirse que lo mismo se aplica a ciertos monumentos gubernamentales en el Reino Unido (el Cenotafio de Londres, relativo al Imperio en general, y el Scottish National War Memorial en Edimburgo, también con una referencia al Imperio, pero con conexiones particulares con el Reino Unido, habiendo sido inaugurado por el Príncipe de Gales en 1927 y con el Rey y la Reina como los primeros visitantes y contribuyentes de un ataúd con los nombres escoceses para su adición dentro del Santuario). Una plaza geométrica pavimentada bordeada de árboles se puede encontrar en el centro de Baltimore, Maryland, frente al Ayuntamiento de Baltimore hacia el oeste. El Edificio Conmemorativo de la Guerra se encuentra al este de la plaza, y debajo de él hay un gran auditorio cívico decorado con mármol y un museo histórico y de veteranos. La plaza fue diseñada por Laurence Hall Fowler y fue dedicada en 1925.

Tras la conclusión de la Primera Guerra Mundial, se han establecido monumentos de guerra pacifistas en algunas ciudades de Francia.

En lugar de rendir homenaje a los difuntos ilustres, en estos monumentos se presentan figuras de viudas y niños de luto, en lugar de soldados, que están destinados a condenar la guerra.

Los monumentos en cuestión provocaron indignación entre los veteranos y los miembros de las fuerzas armadas en general.

El más conocido se encuentra en el departamento de Creuse, cerca de Gentioux-Pigerolles.

Debajo de la columna que contiene los nombres de los que han perdido la vida, hay un huérfano de bronce que señala una inscripción que dice Maudite soit la guerre (que se traduce como Maldita sea la guerra).

Como resultado de las intensas emociones que hubo allí, el monumento no se abrió oficialmente al público hasta el año 1990. Además, las tropas estacionadas en el campamento militar vecino recibieron instrucciones de girar la cabeza cada vez que pasaran.

Otro monumento conmemorativo de este tipo se encuentra en la pequeña ciudad de Équeurdreville-Hainneville (antes Équeurdreville) en el departamento de Mancha.

Esta estatua en particular representa a una viuda afligida que está acompañada por dos niños pequeños.

A pesar de que no parece haber un monumento pacifista que sea exactamente igual a uno en el Reino Unido, está claro que las emociones compartidas por muchos individuos eran las mismas. Por lo tanto, y a pesar de que parece que esto nunca ha sido ampliamente reconocido, es posible argumentar que hubo una construcción de monumentos de guerra en todo el Reino Unido que hacían referencia a la idea de paz. Por ejemplo, el West Hartlepool War Memorial, que se encuentra en lo que ahora se conoce como Hartlepool (que antes se conocía como West Hartlepool), presenta la inscripción Tu Señor, oh la Victoria. Este monumento está relacionado, entre otras obras arquitectónicas, con el Royal Albert Hall of Arts and Sciences, que fue construido en 1871 y presentaba un friso que incluía las mismas palabras y concluía con la frase Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz.

En muchos casos, los monumentos que se erigieron originalmente en honor a la Primera Guerra Mundial se ampliaron más tarde para incluir los nombres de los residentes que también habían fallecido durante la Segunda Guerra Mundial.

A partir de ese momento, los monumentos conmemorativos a aquellos que perdieron la vida en guerras posteriores, como la Guerra de Corea y la Guerra de Vietnam, también han reconocido los esfuerzos de individuos, al menos en el mundo occidental.

En relación con acciones que pueden muy bien estar históricamente conectadas con las guerras mundiales, incluso si esto sucede, por la razón que sea, no es un tema de discusión general (por ejemplo, la ocupación por parte de las fuerzas occidentales en la década de 1920 de Palestina y otras áreas que fueron la patria de los árabes en el Cercano Oriente, que luego fue seguida ochenta años después, en 2001, por la incursión del 11 de septiembre en Nueva York y otros lugares en el país). Estados Unidos), también se diseñan y construyen monumentos similares que no solo son históricamente significativos, sino también arquitectónicos (véase el Monumento Nacional del 11 de Septiembre).

Tanto en términos de composición como de tipo, los monumentos conmemorativos de guerra pueden variar mucho entre sí. Hay numerosos monumentos conmemorativos de guerra que suelen adoptar la forma de un monumento o estatua tradicional. Otros monumentos conmemorativos de guerra se componen de estructuras completas, que con frecuencia incluyen un museo. Otros son poco más que simples placas. Jardines conmemorativos, estadios, llamas eternas, plazas urbanas, vidrieras, puertas, fuentes y/o charcos de agua, equipo militar y parques son algunas de las numerosas formas diferentes que pueden adoptar los monumentos de guerra. Sin embargo, esta lista no es exhaustiva.

Con el fin de celebrar ceremonias conmemorativas, los monumentos conmemorativos de guerra se utilizan con frecuencia como lugares de reunión. Como resultado, con frecuencia se ubican cerca del centro de la ciudad, o se limitan a un parque o plaza para facilitar el acceso al público en general.

Hay numerosos monumentos conmemorativos de guerra que consisten en placas que enumeran los nombres de las personas que murieron en combate. Hay ocasiones en las que estas listas pueden ser bastante largas. Otros son de carácter más genérico y tienen inscripciones que nombran numerosos teatros de guerra, mientras que otros están dedicados a un combate en particular. Algunos monumentos conmemorativos de guerra están dedicados a batallas individuales.

Numerosos monumentos conmemorativos de guerra cuentan con epitafios que están entrelazados con la unidad, el conflicto o la guerra en particular a la que honran. A modo de ilustración, La Oda de Laurence Binyon es un epitafio que adorna varios monumentos conmemorativos en países que son miembros de la Commonwealth:

De la misma manera que nosotros, que aún estamos vivos, envejeceremos, ellos no envejecerán.

No se desgastarán con la edad, ni los años los condenarán.

Cuando el sol se pone y cuando sale el sol por la mañana

Tendremos un recuerdo de ellos.

El Arco Conmemorativo del Real Colegio Militar de Canadá, que está dedicado a recordar a los ex cadetes que fallecieron mientras servían en el ejército, incorpora palabras del poema The Dead escrito por Rupert Brooke:

Sacad vuestros cuernos, cabrones, sobre los muertos ricos.

No hay ni uno solo de ellos que sea pobre y solitario en la antigüedad, pero nuestra muerte nos ha hecho más valiosos que el oro como regalos.

En los años que siguieron a la conclusión de la Primera Guerra Mundial, se había producido un vigoroso debate