DANIEL AQUILLUÉ: “Los sitios de Zaragoza son un mito muy maleable”
MUCHO MÁS QUE BATALLAS
La guerra de la Independencia ha sido campo abonado para mitos nacionalistas. Durante muchos años, la historiografía patriótica se recreó en episodios como el levantamiento del 2 de mayo, la batalla de Bailén o los dos sitios de Zaragoza, entre 1808 y 1809. El joven historiador Daniel Aquillué, especialista en la España liberal, reconstruye estos asedios en Guerra y cuchillo (La Esfera de los Libros), una obra que recoge las innovaciones metodológicas de la historia militar en las últimas décadas. Su estudio huye de visiones apologéticas y nos devuelve el drama humano de sus protagonistas en toda su palpitante complejidad.
Apartir de una amplia investigación en el archivo del general Palafox, Aquillué traza una visión polifónica de la resistencia de la capital aragonesa. Aparecen, por supuesto, protagonistas de siempre, como Agustina de Aragón, pero también muchas voces anónimas que se involucraron en el combate por razones muy diversas. Unos defendían la religión y la patria; otros pensaban, sobre todo, en sus propiedades. El autor tiene en cuenta, además, sus emociones, como la ira o el pánico. Todo ello sin olvidar problemas cotidianos, desde el hambre al retraso escandaloso de las pagas de los soldados. No faltaron tampoco las disensiones internas en medio de un caos organizativo en el que muchos querían mandar y pocos obedecer.
Mucha gente sigue pensando
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