LA GUERRA CIVIL FUE EL HECHO MÁS RELEVANTE DE NUESTRA HISTORIA PATRIA DURANTE EL SIGLO XX, pero para entender los motivos por los que los españoles fueron empujados hacia el campo de batalla para luchar en un conflicto fratricida debemos retroceder hasta el siglo XIX, y más concretamente al momento en el que se inician las revoluciones liberales que provocaron enfrentamientos entre los grupos tradicionalmente dominantes en España y las nuevas fuerzas emergentes, cuyo objetivo es la modernización política y económica de un país todavía anclado en el pasado.
La guerra no fue únicamente el lógico resultado de las tensiones acumuladas en España en los últimos cien años, sino que también debe enmarcarse en un contexto europeo, en el que la crisis económica y la debilidad de los partidos democráticos tradicionales provocan el triunfo de los totalitarismos y el auge del extremismo ideológico de uno y otro signo.
En medio de esta situación se produce un alzamiento militar pocos días después del asesinato de José Calvo Sotelo, líder del partido monárquico Renovación Española, pero el fracaso de la sublevación provocó el estallido de una guerra de tres años de duración, cuyas consecuencias fueron dramáticas.
LA IMAGEN DE MILES DE REFUGIADOS huyendo del territorio en el que se encontraban por temor a las persecuciones y las ejecuciones masivas se hizo habitual en nuestros pueblos y ciudades.