BIÓGRAFOS COMO EL HISTORIADOR GRIEGO ARRIANO (95-175) –AUTOR DE ANÁBASIS, SOBRE LA EXPEDI-CIÓN DE ALEJAN-DRO MAGNO–, contaron que a la muerte del emperador macedonio, ocurrida en Babilonia el 10 de junio del año 323 antes de Cristo, los embalsamadores egipcios prepararon su cuerpo para trasladarlo hasta el lugar de enterramiento. Dicho lugar, según algunas fuentes, debía haber sido Vergina, en Macedonia, donde descansaban los restos de todos sus antepasados.
Sin embargo, cuando todo estaba dispuesto, su amigo el general Ptolomeo desvió la comitiva hacia Menfis (Egipto), donde Alejandro fue enterrado siguiendo el rito macedónico. Finalmente, el cuerpo fue trasladado a un hipogeo en el centro de Alejandría.
Mientras tenía lugar la discusión sobre el destino de sus restos, se produjo el primer misterio que rodea al cadáver. Segúnen una tumba. Sin embargo, el cuerpo de Alejandro fue momificado y colocado en un sarcófago de oro.