CUANDO HITLER DECIDIÓ INVADIR LA URSS, EL 22 DE JUNIO DE 1941, EMPRENDIENDO LA “OPERACIÓN BARBARROJA” EMPEZÓ A CAVAR SU PROPIA TUMBA. EL CONFLICTO MÁS SANGRIENTO, FEROZ Y TERRIBLE DEL SIGLO XX FUE DESATA-DO POR EL DICTADOR ALEMÁN. Hasta el momento las tropas alemanas de la Wehrmacht se habían enseñoreado de toda Europa. Gran Bretaña resistía, pero no podía emprender grandes contraofensivas contra los alemanes. Estados Unidos, aunque exhibía simpatía moral y material hacia la causa británica, aún mantenía la neutralidad. Alemania y la Unión Soviética, asociadas mediante el Pacto de No agresión, firmado en agosto de 1939, desarrollaban una extraña relación entre enemigos ideológicos irreconciliables y, a la vez, un trasvase fastuoso de materias primas soviéticas hacia las necesidades bélicas germanas.
LA OPERACIÓN BARBARROJA FUE PRESENTADA NO COMO UNA GUERRA NACIONAL ENTRE DOS ESTADOS, SINO COMO UNA CRUZADA IDEOLÓGICA, EN ESTE CASO, CONTRA EL BOLCHEVISMO.
El dictador alemán decidió romper, unilateralmente, el pacto y tomar, directamente, los recursos económicos que precisaba para continuar la guerra. También hay que tener en cuenta el trasfondo ideológico, puesto que Hitler ya dejó manifestado en su autobiografía “Mi lucha” (Mein Kampf), que la búsqueda y conquista de un “espacio vital” a costa de Rusia era uno de los mandamientos del nacionalsocialismo. Hay que tener presente que las 148 divisiones que los alemanes emplearon en la invasión inicial de la Unión Soviética no estaban solas. Muchos países, aliados, socios e incluso neutrales, se unieron a los soldados de Hitler en su campaña militar. La “Operación Barbarroja” fue presentada no como una guerra nacional entre dos estados, sino como una cruzada ideológica, en este caso, contra el bolchevismo. Muchos de estos países como la Italia fascista, la España franquista, la Francia de , la Eslovaquia de monseñor , la Finlandia de , la Hungría del regente o la Rumanía de participaron activamente en la guerra contra la Unión Soviética. Cada país tenía sus propios motivos e intereses para apoyar a los alemanes. Hungría y Rumanía les motivaba una serie de reclamaciones territoriales frente a los rusos, el dictador italiano Mussolini deseaba congraciarse con su aliado del Pacto de Acero mientras que Franco a pesar de exhibir una frágil neutralidad se mostró decidido a involucrarse en la campaña militar alemana y envió una división de voluntarios. Fue la célebre “División Azul”, que al grito de “¡Rusia es