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Enamorarme de ella después del divorcio
Enamorarme de ella después del divorcio
Enamorarme de ella después del divorcio
Libro electrónico385 páginas5 horas

Enamorarme de ella después del divorcio

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Información de este libro electrónico

Stella Richard se casó con Rene Kingston en lugar de su hermana Sophia por algunas razones. Pero desde el principio, ella sabe que su matrimonio era solo un contrato por tiempo límite y una vez que se cumplió el tiempo, ella tenía que irse. Para RK, este matrimonio fue solo una carga, pero para ella fue un regalo de Dios. Porque RK era el hombre al que había amado toda su juventud... Entonces, mientras tanto de su matrimonio, Stella hizo todo lo posible para que este matrimonio funcionara. Pero el día que descubrió que estaba embarazada, su esposo le dio el papel de divorcio y le dijo... "No quiero a este niño. No olvides abortar". Estas palabras salen de su boca, como una bomba para Stella, y cambiaron su vida... Ella firmó su nombre en el papel de divorcio y salió de la casa... Porque ella no quiere estar con un hombre tan frío... Seis años después... RK compró la empresa en la que trabajaba Stella. Pero Stella hizo todo lo posible por no tener nada que ver con él... Porque ella tenía un hijo y no quería que él se enterara de él... Pero un día, cuando Stella recogió a su hijo de la escuela, él la vio... RK, "¿Cómo te atreves a tener un hijo con otro hombre?" Stella, "No creo que tenga nada que ver contigo". RK estaba a punto de decir más cuando su mirada se posó en el niño a su lado... Su rostro se veía igual que cuando era joven...

IdiomaEspañol
EditorialPublishdrive
Fecha de lanzamiento2 feb 2023
Enamorarme de ella después del divorcio

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    Enamorarme de ella después del divorcio - PopNovel

    Chapter 1  De vuelta después de seis años

    En el aeropuerto internacional de la ciudad X...

    Stella Richard salió del aeropuerto y paró un taxi. Le dio la dirección al conductor y entró en el coche. Mientras el taxi avanzaba, ella contempló a través de la ventana aquella ciudad que le resultaba tan familiar...

    Después de seis años, había regresado, pero la experiencia y los recuerdos que había intentado olvidar todos estos años, empezaron a invadir su mente...

    Ella sacudió la cabeza y ahuyentó esos pensamientos.

    En esta ocasión, no había vuelto para pensar o develar esos viejos e inútiles recuerdos. Había vuelto porque su jefe se lo había pedido. Él le había dicho que su compañía estaba en un callejón sin salida, y quería que ella volviera y resolviera la crisis.

    Al principio, ella no había querido regresar, pero después de pensarlo un poco, decidió hacerlo...

    Dado que hace seis años había sido su jefe quien la había ayudado en el momento más difícil de su vida, y quería devolverle el favor...

    En cuanto a otras cosas, ya no le importaban...

    En la compañía...

    Cuando llegó, vio que la mayoría de los empleados estaban hablando del mismo tema...

    Mientras pasaba a su lado, escuchó unas palabras...

    Oí que muchas empresas quieren comprar la nuestra...

    ¡En serio! Significa que tendremos un nuevo jefe.

    Solo espero que ese nuevo jefe sea guapo, como el director ejecutivo de un drama coreano...

    ¡Oye! ¿Sabes quién quiere comprarla?

    Stella escuchaba todas sus conversaciones y no le importaban los chismes.

    Sabía que a esa gente no le importaba quién iba a comprar la empresa o cuál sería el precio...

    Lo único que querían era chismorrear.

    Pero a ella... A ella le importaba... y estaba allí para conseguir un buen trato.

    Por supuesto, será la de Kingston, Grupos RK. En la ciudad, ¿quién es más poderoso que RK y se atrevería a ir en contra de ellos...?

    Stella quien estaba a punto de dar un paso se detuvo...

    Porque escuchó un nombre muy familiar y otro desconocido...

    Los Kingston...

    Grupos RK...

    De repente, los recuerdos que había sellado en algún rincón de su mente empezaron a resurgir como una tormenta. Su cabeza se llenó de ellos como una inundación.

    Se sintió mareada.

    Sintió como si aún estuviera encerrada en la Mansión RK, rodeada de frías paredes...

    Pensó que hacía tiempo que lo había olvidado, pero al parecer solo era ilusión suya...

    ****

    Flashback...

    Hace seis años...

    En la Mansión RK...

    Stella cruzó la puerta y se dirigió a la sala de estar, su rostro no tenía buen aspecto. Ella se veía seria y aturdida...

    Su pequeña cara lucía un poco pálida.

    Señora, ¿qué le ha pasado? ¿Por qué se ve tan pálida y débil?

    La que habló fue Mia. Ella llevaba años trabajando para Kingston y siempre había tratado a Stella como a una hija. Al verla en ese estado se preocupó.

    Su mirada se posó en los documentos que Stella sostenía y le preguntó...

    ¿Está todo bien?

    Stella la miró, forzó una sonrisa y respondió...

    No es nada, estoy bien.

    Pero tu cara no tiene buen aspecto. ¿Qué tal si te preparo algo? Tu plato favorito, Aaloo Poori..., dijo Mia.

    Mia... No te preocupes, estoy bien, es solo que...

    Stella miró los papeles y dijo: No he menstruado en dos meses, y cuando fui al hospital...

    No terminó la frase y la miró.

    Sus ojos estaban llenos de ilusión y preocupación...

    Ambas se miraron.

    Mia comprendió lo que quería decir. Estaba embarazada. Pero ella también conocía la relación que existía entre el Sr. RK y Stella. No sabía qué decir...

    Al final, se limitó a felicitarla...

    Stella no dijo nada y volvió a mirar los papeles.

    No sabía qué decir...

    Llevaba tres años casada con Rene Kingston. Sin embargo, no se habían casado por amor...

    Su matrimonio era un simple contrato, cuyo tiempo límite era de tres años. Porque la mujer que él amaba era su hermana...

    Él había estado a punto de casarse con su hermana Sophia, pero por alguna razón, ella la reemplazó. Así que desde el día en que se casaron, él le dijo que su matrimonio era solo un contrato y nada más...

    Para él era un mero convenio, pero para ella era un hermoso regalo de Dios. Porque solo ella sabía lo feliz que se había sentido cuando supo que se iba a casar con el...

    La persona a la que había amado durante toda su juventud. Todos esos años ella se esforzó al máximo en su matrimonio con la esperanza, de que tal vez así, este funcionaría.

    Tal vez él no se divorciaría de ella.

    Tal vez, él también querría quedarse con ella ...

    Tal vez, él daría una oportunidad a su relación porque bien del bebé...

    Ella seguía pensando en eso cuando, de repente, una voz se oyó desde la puerta y rompió todas sus esperanzas e ilusiones...

    No quiero a ese niño...

    Aquella voz era fría y dura.

    Stella y Mia miraron en la dirección de la voz.

    RK estaba en la puerta y la miraba. Su rostro era frío e inexpresivo. No podían saber lo que estaba pensando.

    Tenía una cara muy atractiva y ojos azules. Eran como las profundidades del océano. Si los mirabas...

    ...te podrías ahogar en ellos.

    Chapter 2  No soy la mujer correcta

    RK entró y se colocó delante de Stella.

    Él parecía un rey que ocupaba la posición más alta del mundo y miraba a la gente como si no fueran insignificantes.

    Era alto y tenía un aura poderosa.

    Ella estaba sentada en el sofá, y estaba rodeada por esta.

    Ella se quedó allí mirándolo, porque sus palabras la habían dejado estupefacta.

    Nunca pensó que tuviera la sangre tan fría como para no pensárselo dos veces antes de decir algo así.

    No había vacilado cuando dijo que no quería a ese niño.

    Ella lo observó, intentó calmarse y contener las lágrimas. No quería parecer débil ante aquel frío hombre.

    Los dos se miraron sin decir nada...

    Al cabo de un rato, él se acercó y se sentó frente a ella.

    Cuando lo hizo, su ayudante Alex Triston puso unos papeles sobre la mesa. Encima de ellos había dos palabras escritas: Contrato expirado.

    Alex la miró y dijo: Srta. Richard, su contrato de tres años con el Sr. RK ha concluido. Ahora solo falta que ambos firmen y lo envíen.

    Escuchó como él había cambiado su forma de dirigirse a ella, incluso antes de que firmara, por lo que una sonrisa burlona se dibujó en su rostro.

    Ella estaba segura de que, él no se atrevería a tomarla tan a la ligera, si no fuera porque alguien se lo había ordenado. Por supuesto, ese alguien no era otro que su marido.

    RK tomó la pluma y firmó sin detenerse ni pensarlo. Cuando terminó, la miró y le dijo:

    Puedes quedarte aquí por una semana y buscar una casa...

    Ella lo miró a los ojos, los cuales estaban tranquilos como un lago...

    No había arrepentimiento, tristeza, vacilación... Nada.

    Era como si él no sintiera nada con respecto a su relación, la cual repentinamente había sufrido un gran cambio...

    Sin embargo, cuando ese pensamiento se le vino a la mente, se reprendió a sí misma...

    Stella, ¿eres una tonta?

    ¿Cómo puedes esperar arrepentimiento y tristeza de un hombre con un corazón de piedra?

    No obstante, no podía controlar sus emociones...

    Porque ella lo había amado durante muchos años.

    No dijo nada y se limitó a observar a esa persona con la que había vivido durante tres años. Había visto su cara todos los días, y aún ahora, cuando lo contemplaba, le seguía pareciendo muy guapo...

    Pero... Era el hombre que le había roto el corazón en mil pedazos.

    No quería mostrarse débil delante de él, así que hizo todo lo posible por no llorar. La mano que sostenía la pluma le temblaba...

    Miró los papeles, vio su hermosa y fuerte caligrafía y firmó.

    Pero al igual que su corazón, su letra también parecía maltrecha.

    Ella estaba rota por dentro, pero su rostro no lo demostraba. Después de firmar, respiró hondo y dijo:

    Estoy muy agradecida con el Sr. Kingston por dejar que me quede una semana, pero después de que expire nuestro contrato no creo que deba permanecer aquí. Me iré inmediatamente...

    Cuando terminó de hablar, miró a Mia y le preguntó: Mia ¿puedes ayudarme a empacar mis cosas?

    Ella la miró, se dio cuenta de lo mucho que intentaba no llorar y le dolió el corazón. No quería hacerlo, pero tenía que ser así.

    Stella subió para recoger sus cosas y RK la observó, pero nadie podía leer sus emociones.

    Ella miró la habitación donde había estado viviendo durante tres años y sus ojos se empañaron...

    No pudo contener las lágrimas.

    Sabía que su matrimonio terminaría algún día, pero no sabía por qué sentía tanto dolor en su corazón...

    No tenía muchas cosas que guardar. Se limitó a empacar y no tocó nada de lo que él le había comprado. Ni siquiera una prenda...

    Mia la miró y no supo qué decir...

    Stella se secó las lágrimas y le dijo: Mia no te preocupes. Estoy bien. Es solo que no soy la mujer correcta para él.

    Después de decir eso, tomó su bolso y bajó las escaleras.

    ****

    En la planta inferior...

    RK seguía sentado en el sofá y la miraba, pero ella no deseaba verlo y estaba dispuesta a marcharse...

    ¿A dónde vas?

    De repente sonó la fría voz de aquel hombre.

    Ella se detuvo y lo miró...

    Desde el principio, ella no estaba en buenos términos con su familia y después de su matrimonio, era mucho más difícil tratar con ellos...

    En cuanto a él, ya se habían divorciado, así que no se sentía obligada a decirle a dónde iba...

    No creo que mi paradero tenga algo que ver con el Sr. Kingston. Creo que ahora que ya estamos divorciados y no tenemos nada que ver el uno con el otro, usted debe concentrarse en su futura esposa, y no en su exmujer...

    Su tono era frío y era como si lanzara cuchillos por la boca...

    Ella no entendía el comportamiento hipócrita de ese hombre.

    Cuando estaban juntos y ella estaba en casa ardiendo en fiebre ni siquiera había mostrado preocupación por ella...

    En ese momento, él estaba ocupado con sus negocios y ganando dinero ...

    No le había importado que su esposa se estuviera muriendo.

    De repente, ella no supo por qué, o si era una ilusión, pero sintió que después de decir eso sobre una futura esposa, la temperatura a su alrededor bajó mucho...

    Sintió frío en todo su cuerpo y decidió irse...

    Detente...

    Chapter 3  No quiero a ese niño

    Stella lo escuchó y se detuvo.

    Albergaba un poco de esperanza en su corazón.

    Los ojos del hombre eran oscuros y fríos. Estos se llenaron de algunos pensamientos misteriosos y una capa de niebla los envolvió.

    De repente, dijo:

    No quiero a ese niño. No olvides abortar.

    RK miró a la mujer que tenía delante y se quedó pensando...

    Sentía que ella era pura y hermosa, por eso no quería que lidiara con su carga.

    La mano de Stella, la cual cargaba su equipaje, tembló y la pequeña esperanza que tenía se desvaneció...

    Él le había roto el corazón tantas veces, no sabía por qué, pero todavía le dolía con la misma intensidad cada vez que sucedía...

    Booooom.

    Sus palabras explotaron en su cabeza como una bomba.

    Apretó la bolsa que sostenía.

    Y sintió como si alguien la hubiera apuñalado, incluso podía oler la sangre...

    De repente se rio de sí misma...

    Se sintió como una tonta. ¿Cómo podía esperar algo de un hombre tan frío con su hijo...?

    Si no lo querías, ¿por qué te acostaste conmigo? Quería gritarle, pero al final no dijo nada...

    Él le había dicho una vez que le gustaban los niños y por eso ella no había tomado las pastillas, pero...

    Era como si le gustaran, pero no para tenerlos con ELLA...

    Le dolía mucho el corazón, pero no quería que él viera sus lágrimas. Se dio la vuelta y quedó de espaldas a él.

    Respiró hondo y dijo: Sr. Kingston no lo piense demasiado. Yo tampoco lo quiero. Ya había decidido abortarlo.

    Estaba a punto de irse, pero se paró y dijo:

    Una cosa más, espero que no nos volvamos a ver en esta vida...

    Después de decir eso, se fue. Al principio, ella no quería dejar ese lugar, pero ahora...

    Sentía que se estaba sofocando...

    Sujetó su bolso con fuerza y se marchó sin mirar atrás.

    RK miró la espalda de la mujer, la cual luchaba por mantenerse derecha y no tambalearse...

    Sus ojos se oscurecieron y se llenaron de algunas emociones ilegibles...

    Hasta que la figura de la mujer desapareció de su vista, su espalda tensa se relajó y dijo...

    Conduce...

    Cuando el hombre dio la orden, el conductor no esperó ni un segundo y pisó el acelerador. Entonces, el coche negro se alejó y desapareció...

    *Fin del flashback*

    Lo siento, no te vi...

    De repente un hombre chocó con ella, quien estaba de pie en el pasillo. Los documentos se le cayeron al suelo.

    Sin embargo, debido a esto ella también volvió a la realidad...

    No, lo siento, le dijo, lo ayudó a recogerlos y entró en el ascensor.

    Cuando la puerta se abrió, Jack Paul, quien estaba afuera, la saludó...

    La miro con una sonrisa y le dijo: Stella llegaste. ¿Cómo estás? Eres nueva aquí, si necesitas algo no dudes en decírmelo...

    Ella lo miró y asintió. Estoy bien, gracias.

    Mientras hablaban, caminaron hasta su despacho y se sentaron.

    Él la miró y le dijo: Estoy muy contento de que hayas aceptado mi oferta y hayas vuelto. Le dio una carpeta roja y le dijo: Estoy seguro de que has oído que alguien quiere comprar nuestra empresa. En esta carpeta están los informes que hice, échales un vistazo.

    Ella la tomó y asintió.

    Él continuó: Hay muchas empresas que quieren comprar la nuestra, pero entre todas ellas están los Grupos RK. No obstante, el precio que nos ofrecieron fue demasiado bajo... Hizo una pausa y dijo: Esta vez te pedí que volvieras para que pudieras darle la vuelta a la situación...

    Grupos RK...René Kingston...

    Sus manos temblaron mientras sostenía los documentos.

    Los recuerdos que estaban en lo más profundo de su hermético corazón invadieron su mente...

    su mente...

    Ella se tranquilizó y dijo:

    Haré lo que pueda.

    Está bien. Jack se rio y dijo: Ahora que has aceptado esta tarea ya no estoy preocupado.

    Chapter 4  ¿Por qué vale setenta millones?

    Al día siguiente, en una cafetería...

    Stella ya había organizado todo y le pidió al director de negociación de los Grupos RK que se reunieran en una cafetería.

    Mientras lo esperaba, un hombre vestido con un traje negro y gafas de montura dorada se acercó. Pero cuando…

    llegó y la vio, se sorprendió.

    Ella también se quedó estupefacta al mirar a la persona que tenía delante.

    Porque, quien estaba frente a ella era el asistente de RK, Alex Triston.

    Por un momento, ambos se quedaron callados.

    Fue ella quien tomó la iniciativa y dijo: Cuánto tiempo sin vernos.

    Él escuchó sus palabras y recobró la compostura.

    Asintió y se sentó.

    Ella no perdió el tiempo y fue directo al grano. Sr. Triston aquí están los documentos, si le parece bien, por favor, fírmelos.

    Mientras lo decía, los colocó delante de él.

    Él vio el impactante precio de setenta millones y se escandalizó. Srta. Richard, los Grupos RK solo pueden ofrecer cuarenta millones. El precio propuesto por su empresa es extremadamente alto.

    Desde el principio, ella no quería firmar ese contrato. Nunca permitirá que ese hombre se convierta en su jefe.

    Ella sentía que estaba perdiendo su tiempo, debería buscar alguna otra compañía.

    Está bien, pero no podemos firmar.

    Dijo recogiendo sus cosas y decidida a irse.

    Alex vio que estaba a punto de marcharse y que no estaba interesada en el trato por lo que se asustó. Se le acercó y la detuvo. Srta. por favor espere, déjeme llamar y preguntar sobre el precio una vez más.

    Ella se detuvo y asintió. Por supuesto.

    Él caminó hacia un lado y llamó.

    ****

    En los Grupos RK, oficina del director general...

    RK estaba sentado en la cabecera y escuchaba el informe del departamento de marketing cuando su teléfono sonó.

    Lo miró y colgó.

    No le gustaba que lo molestaran en el trabajo.

    Sin embargo, al cabo de unos segundos, volvió a sonar.

    Los que estaban en la oficina vieron su fría expresión y temblaron. Tenían la sensación de que la persona al otro lado de la línea estaba a punto de morir.

    Su rostro no tenía buen aspecto y sus subordinados sintieron un escalofrío en la espalda.

    Tomó el teléfono y preguntó: ¿Qué sucede? Su voz era fría.

    Alex le informó de toda la situación.

    Diles, que eso no va a suceder setenta millones es demasiado. No lo valen.

    Cuando terminó de hablar, se dispuso a colgar...

    Pero su asistente le dijo algo que hizo que se detuviera a pensar por un momento.

    Sus dedos golpearon la mesa y después de un minuto respondió:

    De acuerdo, aceptemos setenta millones. Después hizo una pausa y añadió:

    Dile que iré a la empresa y que quiero que me explique personalmente por qué vale setenta millones.

    Después colgó.

    En sus profundos ojos azules había emociones desconocidas.

    La gente del departamento de marketing escuchó sus palabras y se sorprendieron.

    El director general va a firmar personalmente el contrato.

    ¿Era esa negociación digna de su visita?.

    Además, sabían que Raksham no necesitaba involucrarse personalmente en ese trato.

    Todos ellos cuestionaban la situación.

    ****

    Alex no estaba hablando demasiado lejos así que ella pudo oír una parte de su conversación.

    Ella lo escuchó decir su nombre directamente, a la persona al otro lado del teléfono.

    Tres minutos después...

    ¡Srta. Richard, espere! El Sr. Kingston dijo que no tiene ningún problema con el precio. El acuerdo se fijará según los términos de su empresa, firmemos rápidamente para que nadie se eche para atrás.

    Cuando terminó de hablar, sacó los documentos, firmó y le dio el bolígrafo.

    Ella se sorprendió un poco al ver su actitud arrogante, era como si ya hubiera comprado la empresa.

    Miró el bolígrafo aturdida.

    No se imaginaba que el acuerdo entre los dos fuera a salir tan bien y sin esfuerzo.

    Ella sintió que había dejado clara su postura al no querer bajar el precio y que se había mantenido bastante firme en su decisión.

    Pero quien iba a decirlo.

    RK se había mostrado mucho más firme que ella respecto a la adquisición de la compañía. Incluso aceptó firmar el contrato pagando el precio que ella había establecido.

    A él no le gustaba cambiar de decisión pasara lo que pasara. Entonces, ¿por qué lo había hecho?

    "¿Era porque, después de vivir con el amor de su vida, él había cambiado?

    Pensó...

    Pero sin importar qué...

    Ahora, ¿qué podía hacer?

    Tomó el bolígrafo y firmó.

    A ella no le importaba nada que tuviera que ver con él...de todos modos, ella no iba a quedarse allí.

    de todos modos, ella no iba a quedarse allí.

    Normalmente, ella no querría que él se convirtiera en su jefe, pero... ¿Qué podía hacer? Debía terminar ese trabajo y marcharse rápidamente.

    Alex guardó los documentos, le dio la mano y dijo: Srta. Richard a partir de ahora somos compañeros de trabajo en la misma empresa. En el futuro, ¡por favor, cuide de nosotros!

    Ella solo le dedicó una sonrisa forzada.

    Solo su corazón y Dios sabían cuánto deseaba que aquel hombre fuera su jefe.

    Él la miró y añadió: Por favor, vuelva rápido a su empresa, el Sr. Kingston estará allí dentro de un rato. Ha dicho que quiere que usted... le explique personalmente por qué vale setenta millones.

    Tampoco sabía por qué su jefe quería que ella se lo dijera personalmente, teniendo en cuenta lo que había pasado entre ellos.

    Pero como asistente, solo podía hacer lo que él dijera.

    *****

    De regreso en la empresa...

    Ella estaba sentada dentro de su coche, pero su mente estaba llena de pensamientos de cómo en el futuro RK se convertirá en su jefe.

    ¡Ahhh! Stella, eres la mejor. Acabas de cerrar el contrato en cuanto apareciste.

    El que hablaba era la asistente del director de la empresa. No sabes, antes de que vinieras, el Sr. Paul había enviado a mucha gente a negociar con el Sr. Kingston, pero él solo bajaba el precio.

    La abrazó y le dijo alegremente: Stella eres nuestra estrella de la suerte.

    Ella bajó la cabeza y no dijo nada, porque eso no era lo que ella quería.

    Lily continuó: Acabas de llegar, así que no debes conocer muy bien la ciudad.

    Mientras decía eso se acercó a su oído y dijo: Déjame decirte que el Sr. Kingston es el hombre más guapo de ciudad X. No solo es apuesto, sino también rico y competente. Es el hombre de los sueños de muchas mujeres del mundo...

    Al oír sus palabras, Stella se quedó sin palabras.

    He oído que antes tenía una prometida... Pero la dejó hace seis años, comentó Lily.

    ¿No se casó con la hermana de esa chica?

    Ella no podía creer que aún no se hubieran casado.

    ¿No se había divorciado de ella porque quería casarse con su hermana?

    Pensó que ya deberían haberlo hecho, tenido hijos y vivido felices el uno con el otro.

    Stella, aquí estás...

    Cuando Jack se enteró de que ella había llegado a un acuerdo con los Grupos RK, acudió personalmente a recibirla con una gran sonrisa en la cara.

    Stella, no me has decepcionado... Rápido ve a la sala de reuniones y siéntate un rato. El Sr. Kingston llegará pronto y vendrás conmigo para darle la bienvenida...

    Chapter 5  Reencuentro tras seis años

    No quiero ir...

    Inconscientemente, esas palabras salieron de la boca de Stella.

    Cuando se dio cuenta de lo que había dicho, hizo una pausa y dijo: Sr. Paul, lamento mi comportamiento, pero no quiero ir...

    Su voz era firme. Como usted sabe yo acabo de regresar a causa de este contrato. Ahora que todo está en marcha, quiero volver a Francia y trabajar en la oficina central de la empresa como antes.

    Después de su divorcio y de lo ocurrido hace seis años... no quería volver a ver a ese hombre. Sus palabras...

    No quiero a ese niño... Todavía resonaban en su mente.

    Después de regresar... no quería verlo. Ese hombre de sangre fría y corazón de piedra ya le había roto el corazón mil veces, y no quería volver a experimentar ese dolor.

    Tal vez en el fondo no era capaz de olvidarlo por completo o tal vez había algo más...

    Sin embargo, estaba segura de una cosa: no quería encontrarse con él.

    Si aún quedaba un poco de amor en su interior, quería eliminarlo lo antes posible y mantenerse alejada de él.

    Jack la miró y le dijo: No es que no quiera que vuelvas, pero ahora sabes que la compañía fue comprada por el Sr. RK, y si te vas del país o no... Será decisión de él...

    ¿Qué?

    Hace seis años, su matrimonio había estado en sus manos, y ahora su trabajo...

    Ella se resistía a dejar que él decidiera su futuro ...

    Se sentía como si hubiera caído en una trampa.

    Ella quería permanecer lo más lejos posible de él.

    Jack la miró a la cara y supo que no se encontraba de buen humor por lo que le dijo: De acuerdo, entonces vete y descansa un poco. Después de que el Sr. RK se haga cargo de la empresa, puedes solicitar tu permiso de nuevo...

    Solicítaselo...

    Ahora, él decidiría si se iba o no.

    Cuando pensó en aquello, sintió como si su cabeza estuviera a punto de explotar...

    Ahora mismo, ella no quería nada... Solo deseaba irse de ese lugar.

    Sabía que él llegaría en cualquier momento y que existía la posibilidad de encontrarse con él. Así que, al menos por ahora, lo mejor para ella era marcharse lo más rápido posible, para poder evitarlo...

    No dijo nada y se dispuso a retirarse.

    Pero justo cuando dio el primer paso, oyó a alguien...

    Sr. Rk...

    Se paró en seco...

    Unos pesados pasos se acercaban a ella. De repente su corazón se aceleró, y no supo por qué, pero se sintió nerviosa...

    Tal vez era porque no lo había visto en mucho tiempo y ahora...

    Estaba delante de ella...

    Levantó la vista y vio al hombre llegar rodeado de varios guardaespaldas. Parecía un rey, mientras se aproximaba...

    El hombre vestía un traje negro y una camisa blanca. Mientras avanzaba, se ajustaba el reloj que llevaba en la muñeca. Entre toda la gente, él se veía muy guapo y diferente. Como una luna rodeada de estrellas...

    Era muy apuesto y sexy, por lo que muchos se sentían atraídos por él. Pero debido a su aura, la cual decía... Mantente alejado. Nadie se atrevía a acercársele.

    Habían pasado seis años ...

    Sin embargo, cuando se encontró con él, su corazón ya se agitó.

    Al principio, cuando él llegó, ella se detuvo inconscientemente...

    Pero ahora quería escapar...

    No deseaba verlo, porque ya no había nada entre ellos...

    Mientras pensaba en eso, ajustó su respiración, bajó la cabeza, y decidió pasar a su lado...

    De pronto...

    Un brazo se le adelantó y la detuvo. Srta. Richard, por favor, deténgase.

    Un guardaespaldas la interrumpió bruscamente...

    Ella frenó y vio que RK estaba delante de ella. No estaba muy lejos así que podía oler la leve fragancia que desprendía su cuerpo...

    Su aura era muy fuerte y la envolvió debido a que él medía un metro ochenta y ocho.

    Stella Richard

    Pronunció palabra por palabra...

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