Humo, Fuego y La Persecución: La Presa del Multimillonario, #1

Por Kimberly Johanson

Intriga. Indiferencia. En Negación.

Mercy Noland tiene veintiséis años y es gerente de un spa de lujo. Tiene un par de secretos que no comparte con la mayoría de las personas.

Ella se quedó con la tutela de su sobrina y sobrino después del accidente de auto de su hermana y su esposo.

Su vida gira en torno a su trabajo, sus hijos y nada más.

Jude Hurst tiene treinta y es un petrolero multimillonario malcriado.

Nacido en cuna de oro, nunca trabajó un día en su vida, aparte de haber aprendido a cazar con su abuelo materno.

Conoce a mercy y fija sus ojos en ella desde el primer momento.

Mercy no tiene espacio en su vida para ningún hombre, mucho menos un hombre que no sólo está fuera de su círculo, sino que además pertenece al lado peligroso.

Con la pérdida de su hermana y sus padres en un trágico accidente, el descuidado comportamiento de Jude no es una característica a la que ella quiera exponer a su pequeña familia.

¿Podrá Jude hacerle ver que la vida es más que trabajo y responsabilidades?

¿O logrará Mercy hacer que Jude vea que ella no está dispuesta a estar con cualquier hombre?

Averigua cómo inicia su historia en el primer libro.

• Idioma: Español
• Editorial: Kimberly Johanson
• Fecha de lanzamiento: 5 jun 2021
• ISBN: 9798201532260

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Humo, Fuego, y la Persecución

Humo, Fuego, y la Persecución

La presa del multimillonario 1

Kimberly Johanson

Índice

1. La Presa

Mercy

Jude

Mercy

Jude

Mercy

Jude

2. Humo

Jude

Mercy

Jude

Mercy

Jude

Mercy

Jude

3. Fuego

Jude

Mercy

Jude

Mercy

Jude

Mercy

Jude

4. La Persecución

Jude

Mercy

Mercy

Jude

Mercy

Jude

Mercy

Mercy

Jude

Adelanto - Capítulo uno

Jude

Mercy

Jude

Mercy

©Copyright 2021 por Kimberly Johanson

Todos los derechos Reservados

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Descripción

Intriga. Indiferencia. En Negación

Mercy Noland tiene veintiséis años y es gerente de un spa de lujo. Tiene un par de secretos que no comparte con la mayoría de las personas. Ella se quedó con la tutela de su sobrina y sobrino después del accidente de auto de su hermana y su esposo. Su vida gira en torno a su trabajo, sus hijos y nada más.

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Jude Hurst tiene treinta y es un petrolero multimillonario malcriado. Nacido en cuna de oro, nunca trabajó un día en su vida, aparte de haber aprendido a cazar con su abuelo materno. Conoce a mercy y fija sus ojos en ella desde el primer momento.

Mercy no tiene espacio en su vida para ningún hombre, mucho menos un hombre que no sólo está fuera de su círculo, sino que además pertenece al lado peligroso. Con la pérdida de su hermana y sus padres en un trágico accidente, el descuidado comportamiento de Jude no es una característica a la que ella quiera exponer a su pequeña familia.

¿Podrá Jude hacerle ver que la vida es más que trabajo y responsabilidades? ¿O logrará Mercy hacer que Jude vea que ella no está dispuesta a estar con cualquier hombre? Averigua cómo inicia su historia en el primer libro, La Presa Del Multimillonario.

Capítulo 1

La Presa

JUDE

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La estridente voz chillona de Ariel gritándole a la mujer que hace su pedicura me hace encogerme. Veo hacia la pantalla de mi teléfono en y me siento frente a ella, tratando de actuar como si ella no viniera conmigo.

¡Eres una estúpida, imbécil! le grita.

Levanto brevemente mi mirada y veo a la pobre mujer que tiene la desgracia de atender a Ariel, puesto que su clienta parece estar muy molesta. Le tiemblan las manos y su rostro está pálido. Debería hablar con Ariel sobre la manera en la que trata a las personas, pero luego ella podría desquitarse conmigo y prefiero no tener que lidiar con eso.

Ariel viene de una familia adinerada, igual que yo. Ser ricos de nacimiento nos provoca ser un poco menos tolerante con las personas. No puedo explicarlo. Simplemente es así.

Yo no soy tan malo como ella, pero soy de Texas y ella es de Nueva York. El sur exige una cierta cantidad de hospitalidad y costumbres mientras que a la alta sociedad de Nueva York no parecen importarle demasiado estas cosas.

Vivo en una mansión monstruosa que mi abuelo construyó cuando descubrió petróleo en su rancho. Desde entonces, hace unos sesenta años, logró comprar varias propiedades más donde descubrió más pozos de petróleo y ahora rodamos en dinero.

He vivido una vida despreocupada, llena de las cosas que vienen junto con una fuente infinita de dinero. He estado en las mejores escuelas por razones que desconozco. En la Universidad fue donde conocí a mi ocasional amiga, Ariel. Ella estudiaba arte. Ni ella ni yo hacemos nada con los títulos que obtuvimos. Nunca voy a hacer nada, más que vivir del dinero que llega directamente a mis cuentas.

Mi título es casi inútil. Por lo menos para mí. Tengo una maestría en Kinesiología. Conozco cada músculo y cada manera que existe de ponerlos en la mejor condición posible. Utilizo la información que he adquirido para mí mismo y no pasa de ahí.

He construido un gimnasio con el que otros sólo pueden soñar. También tengo un cuerpo que casi todos los demás sólo pueden soñar.

Algunos pueden llamarme arrogante, pero creo que sólo estoy siendo honesto acerca de mis fantásticos atributos. Después de todo, trabajo duro para lograr que mi cuerpo se vea así de bien. ¿Por qué no debería estar orgullosos de lo que es, básicamente, el único logro que he adquirido?

Yo soy el mayor de una familia de seis. Mamá y papá todavía están juntos debido a algún misterioso milagro y nos tuvieron con cuatro o tres años de diferencia. Yo acabo de cumplir los treinta hace un par de meses atrás y todos fuimos a Grecia para celebrar la ocasión.

Decir que soy un consentido es solo cuestión de opinión.

¿Consigo todo lo que pido? Bueno, sí lo hago.

¿Pido muchas cosas?

Una vez más, la respuesta es sí. Quiero las cosas de moda, como todos los demás. Un mayordomo robot, un dron de lujo, relojes que nunca uso, esas son cosas a las que me gusta llamar colecciones excéntricas.

Es divertido comprarlas y jugar con ellas de vez en cuando. Te hace la vida interesante. Igual que Ariel está haciendo la vida del personal en el Lujoso Spa de Día Dallas interesante, este viernes por la tarde.

Mientras le doy otro vistazo a la ululante Ariel, veo que otra joven se ha unido a la pobre anciana que trabajaba en los pies de Ariel. Parece tan molesta como la otra mujer y no veo de qué manera sería alguien capaz de calmar a la gallina loca de mi amiga.

Esto es realmente frustrante, ya que tenía grandes esperanzas de que este día de spa la calmara un poco. Tenía jet lag desde que llegó ayer en la noche y ha sido incapaz de satisfacer mis necesidades sexuales.

Creo que voy a dejarla sola en la mansión esta noche y buscaré un club de moda lleno de mujeres que se hayan bebido sus inhibiciones y estén listas para complacerme. Veamos en qué termina esto.

¡Quiero hablar con alguien en la administración! Grita Ariel, haciendo que más mujeres salgan de sus cubículos privados poco para ver qué es lo que está causando este escándalo. ¡No toleraré que me traten como un pedazo de mierda! Señalando a la mujer temblorosa que estaba parada frente a ella, remató: ¡No estás capacitada para tocar los pies de nadie! ¡Nunca jamás!

Lo siento, Señorita. No creí haberla lastimado. No tiene sangre, ni rastro de ella. No hay un punto rojo donde dice que le lastimé, se excusó mujer.

Dejo a un lado mi teléfono para ver la reacción de Ariel. ¡Esto va a estar bueno!

¡Escúchame bien pedazo de imbécil! grita con todas sus fuerzas. ¿Cómo te atreves a decirme que estoy mintiendo?

¡No, señorita! dice la mujer sacudiendo su cabeza y retorciendo las manos. ¡No dije eso, señorita! Yo nunca diría eso.

¿Cómo puedes decir que no me llamaste mentirosa? Le pregunta Ariel al tope de sus pulmones. Me dijiste que no hay sangre, ni siquiera una marca roja. ¿Crees que no puedo sentir mi propio cuerpo? ¿Crees que no puedo sentir el horrible dolor en la punta de mi dedo gordo del pie donde me cortaste?

No dije eso, murmura la pobre mujer mientras ve a su alrededor buscando ayuda. Sus ojos caen sobre mí y rápidamente vuelvo la vista a mi teléfono para evitar cualquier contacto.

Ella sabe que Ariel está conmigo y la puedo ver pidiéndome ayuda. Pero se desatará el infierno si yo me involucro. Ariel se asegurará de ello.

No voy a pagar por esto. Ustedes pueden estar seguras de eso. Me tendrán que acreditar todo este día, dice Ariel con un gruñido. Tu pequeño error acaba de costarle miles de dólares a tu empresa, ya que mi amigo y yo íbamos a tomar masajes, tratamientos faciales, manicuras, pedicuras y el tratamiento de piel profunda que cuesta 3 mil dólares cada uno. Espero que estés orgullosa de ti misma.

Un silencio cae sobre el grupo de empleados que se han reunido para aliviar la situación con Ariel. Me encuentro mirando hacia arriba para ver el por qué.

¿Puedo preguntar cuál es el problema? Escucho que dice una voz femenina dulce, con un delicado acento sureño. Viene por el pasillo, pero aun no alcanzo a verla. Vuelvan a sus trabajos, por favor.

Los curiosos se dispersan rápidamente mientras que la mujer que está siendo acusada de mutilar el dedo gordo de Ariel permanece con la cabeza hacia abajo.

Señorita Harmsworth dice que corté la punta del dedo gordo del pie, pero no hay ningún corte, ni siquiera hay una marca roja.

Ariel sube el volumen mientras empieza a gritar Yo no…

La mujer emerge desde el pasillo y coloca una mano sobre el hombro de Ariel. Me quedo sin aliento cuando finalmente la veo. ¡Ella es absolutamente magnífica! Su grueso cabello rubio se desliza hasta su cintura como una sábana de satén. Sus curvas tienen curvas… que se acentúan perfectamente bajo el diseño del traje blanco que está usando. Lleva una falda que apenas sobrepasa un hermoso conjunto de rodillas.

Las rodillas no son siempre hermosas, pero las de ella lo son. Sus labios tienen un tono rosa pastel que coincide con el rubor de sus pómulos y sus ojos azul profundo hacen que mi corazón salte de un golpe. Un par de oscuras, gruesas y exuberantes pestañas rodean esos brillantes ojos azules, enmarcándolos perfectamente.

Ella se vuelve un poco y su perfil me muestra que su nariz está ligeramente respingada, y es tan linda que podría besarla. Vamos, Señorita Harmsworth. No hay necesidad de gritar. Estaré encantada de hacerme cargo de esto y solucionar sus problemas.

Vi cómo la cara de Ariel se transformaba de rojo a rosa mientras parecía calmarse inmediatamente con el toque de la joven y sus palabras.

¡Esta mujer hace milagros!

Mercy

A la pelirroja que está en la silla del pedicuro le salen llamas de la cabeza, pero parece calmarse cuando toco su hombro. Es una técnica que mi terapeuta me enseñó para calmar a la gente, y que a menudo funciona muy bien.

La dama, que parece tener unos treinta más o menos, levanta su pie derecho y ondula su dedo gordo. Mira, dice con un pequeño gemido. Casi me corta el dedo completo.

A pesar de que no veo nada que corrobore su acusación, acaricio su hombro y le digo: Eso se ve doloroso.

Es atroz, gime. Dudo poder usar zapatos cerrados durante un mes con esta terrible lesión.

Sofocando una risa, respondo: Gracias a Dios es temporada de verano y podemos usar sandalias. Siento mucho esto. Me acerco a Rhonda, la empleada con la soga al cuello. Rhonda, ¿puedes ir a mi oficina y esperarme ahí, por favor?

Ella asiente con la cabeza y yo me dirijo por una jarra de Mint Julep que está detrás de un escritorio en la pequeña habitación. Noto que hay un hombre con ella, y que ha decidido sentarse en silencio en vez de contribuir a aclarar la situación.

Pongo hielo en un par de vasos altos y delgados, agito un pedazo de menta fresca en cada uno y los lleno con la bebida alcohólica que sé que calmarla el resto del diálogo. Me dirijo al muy guapo y musculoso hombre y le doy una bebida. Sonríe y regreso la sonrisa y entonces llevo la otra bebida a la mujer que está actuando como si su dedo hubiese sido cercenado.

Señorita Harmsworth, yo me haré cargo de compensar su visita con nosotros hoy. La suya y la de su…, hago un gesto hacia al hombre que está sentado tranquilamente, disfrutando de su bebida. ¿Novio?

Ella sacude la cabeza. Somos sólo amigos. Ella me da un guiño y luego susurra: Con beneficios.

Compartimos una risita y me volteo para encontrar las mejillas del hombre guapo tiñéndose de rosa. Saco una tarjeta de mi bolsillo de las que guardo para estas ocasiones, cuando nuestros clientes se encuentran en malos términos con mi personal, y la entrego a la mujer.

Bien, ¿qué le parecería si los pongo a ustedes dos esta tarde en nuestra limusina VIP? Les obsequiaré un vale para uno de los restaurantes de cinco estrellas de Dallas, donde podrán pedir todo lo que deseen. Saco otra tarjeta y se la entrego. Luego los llevará a la nueva discoteca donde sólo acude la élite. Es nueva y totalmente exclusiva. Generalmente solo pueden ingresar los miembros, pero este pase no sólo conseguirá que el gorila de la puerta les deje pasar, sino que además podrán ordenar lo que deseen, y nosotros lo cubriremos todo.

Ella mira al hombre y le pregunta, ¿Cómo ves?

Él asiente con la cabeza sin decir una palabra y lo encuentro demasiado guapo para estar con esta petulante. El parece relajado y fresco y ella es una pesadilla. Pero finalmente, eso es lo que algunos de estos hombres ricos quieren. Una mujer incontrolable que más bien es una perra. No tiene sentido.

Ella parece contenta cuando