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Persecución y Rendición: La Presa del Multimillonario, #3
Persecución y Rendición: La Presa del Multimillonario, #3
Persecución y Rendición: La Presa del Multimillonario, #3
Libro electrónico136 páginas2 horas

Persecución y Rendición: La Presa del Multimillonario, #3

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Información de este libro electrónico

Enojo. Engaño. Tragedia.

Mercy se pone furiosa cuando escucha a Jude hablando de cómo él la ha cazado, utilizando todo lo que pudo para hacerla suya.

Jude no permitirá que ella se escape, y la persecución en coche lo cambia todo.

Mercy se culpa a ella misma por lo que ha pasado mientras espera con la familia de Jude para ver qué sucederá con la vida del hombre que ama.

Pero cuando Jude se entera de lo que le ha sucedido, no puede imaginarse obligando a Mercy a vivir su vida con un hombre como el que él será en el futuro.

Los cambios de la vida y sus complicaciones dejan a la pareja en el limbo de una lucha, uno peleando por el amor y el otro por su vida.

 

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento5 jun 2021
ISBN9798201697754
Persecución y Rendición: La Presa del Multimillonario, #3

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    Persecución y Rendición - Kimberly Johanson

    Persecución y Rendición

    Persecución y Rendición

    La presa del multimillonario 3

    Kimberly Johanson

    Índice

    1. Persecución Desmedida

    Mercy

    Mercy

    Mercy

    Jude

    Mercy

    Jude

    Mercy

    Jude

    Mercy

    Jude

    2. Renunciando A La Cacería

    Jude

    Mercy

    Jude

    Mercy

    Jude

    Mercy

    Jude

    3. Rendición Libro

    Jude

    Mercy

    Jude

    Mercy

    Jude

    Mercy

    Jude

    Mercy

    Adelanto - Capítulo uno

    ©Copyright 2021 por Kimberly Johanson

    Todos los derechos Reservados

    De ninguna manera es legal reproducir, duplicar ni transmitir ninguna parte de este documento en cualquier medio electrónico o en formato impreso. Queda prohibida la grabación de esta publicación y no está permitido ningún tipo de almacenamiento de información de este documento, salvo con autorización por escrito del editor. Todos los derechos son reservados.

    Los respectivos autores son dueños de todos los derechos de autor que no sean propiedad del editor.

    Vellum flower icon Creado con Vellum

    Descripción

    Enojo. Engaño. Tragedia

    Mercy se pone furiosa cuando escucha a Jude hablando de cómo él la ha cazado, utilizando todo lo que pudo para hacerla suya.

    Jude no permitirá que ella se escape, y la persecución en coche lo cambia todo.


    Mercy se culpa a ella misma por lo que ha pasado mientras espera con la familia de Jude para ver qué sucederá con la vida del hombre que ama.


    Pero cuando Jude se entera de lo que le ha sucedido, no puede imaginarse obligando a Mercy a vivir su vida con un hombre como el que él será en el futuro.


    Los cambios de la vida y sus complicaciones dejan a la pareja en el limbo de una lucha, uno peleando por el amor y el otro por su vida.

    Capítulo 1

    Persecución Desmedida

    Por Kimberly Johanson

    Jude


    Escuché cada palabra de lo que dijiste. ¿Tu presa? ¿Tu trofeo? ¡No puedo creerlo Jude Hurst!

    ¿Qué? Pregunto, pero ella sólo se aleja manejando y termina la llamada, como si todo hubiera terminado entre nosotros.

    ¡Claro que no!

    La llamo de nuevo, pero me manda directo a buzón de voz. Así que vuelo, me dirijo a mi cochera para tomar mi carro y seguir a esa mujer loca. No sé por qué la ofendería algo de lo que dije.

    Tomando las llaves de su lugar en la pared, me meto a mi Jaguar y salgo corriendo a perseguir su lindo trasero. Solo hay un lugar al que ella podría ir. La casa que compartía con sus padres… eso es lo único que tiene en este momento.

    ¡Si piensa que voy a dejarla ir solo así, por unas palabras estúpidas, está loca!

    Mis llantas giran y rechinan cuando pongo la reversa para salir del garaje. Luego cambio la velocidad de golpe a 'Drive' y salgo corriendo detrás de ella. Está fuera de mi vista, pero sé que la puedo alcanzar fácilmente. Aún no la puedo ver al llegar al final del largo camino privado, pero las marcas negras que dejaron sus llantas me indican que se dirige hacia la ciudad.

    Me dirijo hacía esa dirección y piso el acelerador a fondo. Pulsando el botón en el volante, trato de llamarla otra vez, pero ella ignora la llamada.

    ¡No puedo creer que esté haciendo esto!

    ¿Qué tiene de malo lo que dije? ¿Cómo pudo huir en vez de quedarse y discutir las cosas conmigo como un adulto? ¿Cómo puedo hacerla entrar en razón?

    El sol está muy bajo y me deslumbra a través del parabrisas. Acabo de darme cuenta de que dejé mis gafas de sol junto a la piscina, así que tengo que entrecerrar los ojos para poder ver bien, y finalmente veo la parte trasera de su Suburban negra.

    Tengo el pedal hasta el fondo, y no puedo ir más rápido; ella debe de estar haciendo lo mismo, porque se mantiene a una distancia constante de mí. Trato de llamarla otra vez y ahora sí contesta.

    ¡Regresa a casa Jude! Te veo detrás de nosotros. ¡Déjanos en paz!

    Antes de que pueda decir ni una palabra, ella termina la llamada. Está loca si cree que solo me daré la vuelta y regresaré a casa. ¡No hice nada malo!

    SI alguien hizo algo mal, fue ella. No debería estar manejando a esa velocidad con niños los en el carro, así que levanto el teléfono y, sabiendo que no va a contestarme, le envío un texto: ¡Disminuye tu velocidad! ¡Llevas a los niños contigo!

    Sus luces de freno me avisan que ha visto el texto y, por lo menos, va a disminuir su velocidad. Tiene que parar en una intersección de todas formas, y ahí podré alcanzarla.

    Al acercarme lo suficiente para bajarme y llegar a ella, ella acelera y atraviesa la intersección. Vuelvo a pisar el acelerador hasta el fondo para seguirla y escucho el fuerte sonido de un claxon. Presionando en el pedal aún más fuerte para moverme del camino del camión que no logré ver a tiempo, consigo girar justo a tiempo.

    Mi corazón está palpitando fuertemente y veo que sus luces de freno se encienden otra vez. La veo orillarse a un lado de la carretera. Entonces oigo otro claxon, éste es más fuerte y produce un sonido más profundo.

    ¡Oh mierda!

    Mercy

    ¡Dios! Grito al ver todo a través del espejo retrovisor. ¡Dios! ¡No!

    Piso los frenos de golpe y estaciono el carro, brincando y corriendo lo más rápido posible. No puedo pensar mientras corro hacia él.

    El coche está volteado del otro lado de la carretera. El camión que lo golpeó está doblado, bloqueando el tráfico, y el conductor está saliendo de él. ¡Maldita sea, ese coche vino de la nada!

    Justo cuando llego al coche de Jude, oigo el silbido de metal caliente siendo rociado con el líquido. ¿Huele a gasolina?, pregunto.

    El camionero se detiene y me sujeta, apretándome y arrastrándome lejos del carro de Jude. Quédese aquí. Es gasolina, cualquier pequeña chispa lo podría hacerlo explotar. ¿Usted sabe quién está en el coche?

    Sí, es Jude Hurst. Tiene que ayudarme. Tengo que sacarlo de allí, digo, mientras lucho para alejarme de él. Esto es mi culpa.

    El sonido de las sirenas se empieza a filtrar en mi cerebro mientras el hombre me sigue sujetando firmemente. No, señorita. No puedo dejarla hacer eso. Deje que los profesionales hagan lo que mejor saben hacer. Ellos lo sacarán de allí. Usted espere aquí.

    ¡Jude! ¿Puedes oírme?, grito.

    No puedo ver nada moverse dentro del coche. La parte superior está aplastada contra el suelo. El coche sigue prendido y creo que su pie está en el pedal, porque sigue acelerando.

    Por favor, déjeme ir, digo, mientras empiezo a llorar. Tengo que sacarlo-

    La primera patrulla aparece a un lado de nosotros y se bajan cuatro oficiales.

    Retrocedan, nosotros manejaremos la situación, grita uno de ellos.

    El hombre en el coche es Jude Hurst. Soy su novia, grito. Tengo que verlo.

    Otro oficial viene detrás de mí y lo siento liberarme del camionero. Yo me encargare de ella, dice.

    Miro al joven policía y le ruego: Por favor, déjeme verlo. Por favor, necesito ir.

    Calma, señorita, dice con un tono serio que no ayuda para nada a calmarme.

    Y entonces lo escucho. El sonido de fuego. Es un sonido silbante, y entonces veo flamas naranjas y amarillas envolver el carro. ¡No! Grito. ¡Sáquenlo! ¡ahora! ¡ahora!

    Un camón de bombero y una ambulancia paran a un lado de nosotros, y varios bomberos salen del camión y corren hacia nosotros con extinguidores. Uno de ellos voltea a ver al oficial que está reteniéndome.

    ¡Sácala de aquí! ¡Esto podría explotar!

    Mientras me jala hacía atrás, yo trato de quedarme en donde estoy. Ya estoy muy lejos de Jude. Simplemente no puedo dejarlo, no después de todo lo que ha hecho por mí. Simplemente no puedo dejarlo.

    Pero el hombre me levanta y me lleva hacia su auto. Voy a ponerla en el asiento trasero de mi patrulla, señorita. Ahí estará segura.

    ¡No! Grito. Mi carro está justo ahí. Por favor, déjame ir. ¡Mis niños están en él!

    Justo cuando voltea parar llevarme hacía el, un sonido fuerte hace que mi cuerpo se estremezca. Puedo sentir calor y escucho el sonido de metal crujiendo y rompiéndose. Cuando me vuelvo, veo que el carro de Jude ha explotado. Con el impacto, el carro vuela por el aire y cae boca abajo, sobre el lado correcto, y hay llamas por todas partes.

    ¡Jude!

    Mercy

    Los segundos se sienten como horas mientras luchan para extinguir las llamas. El oficial de policía me deja ir, para ayudar a los demás. Siento una mano en mi hombro y giro para ver a Becky. Los niños te necesitan, Mercy.

    Asiento con la cabeza y vuelvo a ver el carro de Jude envuelto por llamas. Entonces caigo sobre mis rodillas, grito y miro para arriba suplicando: ¡Señor, por favor no te lo lleves! ¡Por favor! ¡Hare lo que sea! ¡No te lo lleves!

    Un par de manos sobre mis hombros me hacen volver a

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