El Regalo del Multimillonario: La Navidad De Un Multimillonario, #2

Por Kimberly Johanson

La reciente muerte de su padre hace que medite nuevamente en sus procedimientos para hacer negocios y empieza a buscar una manera de hacer cambios radicales en sus tiendas y también en su vida personal.

Delaney Richards es una enfermera de veintiocho años que desempeña el papel de su pequeño duende. Es una apasionada pelirroja de ojos esmeralda.

Los padres de ella eran dueños de una pequeña tienda de neumáticos en la pequeña ciudad de Lockhart, Texas.

Cuando llegó Bargain Bin a su ciudad, no podían competir con el precio de los neumáticos que vendía la gran tienda y se vieron obligados a cerrar su negocio.

Ella tiene que mantener a sus padres con su carrera de enfermería y odia a Blaine.

Por los niños en el hospital, ella se lleva bien con él delante de ellos, pero no cree que realmente Delaney Richards haya cambiado su forma de ser.

• Idioma: Español
• Editorial: Kimberly Johanson
• Fecha de lanzamiento: 29 may 2021
• ISBN: 9798201243319

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El Regalo del Multimillonario

El Regalo del Multimillonario

La Navidad de un Multimillonario (Libros 4-7)

Kimberly Johanson

Índice

Descripción

Un Árbol Para Todos

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Un Deseo de Navidad

Capítulo 10

Capítulo 11

Capítulo 12

Capítulo 13

Capítulo 14

Capítulo 15

Capítulo 16

Capítulo 17

Capítulo 18

Una Navidad Para Recordar

Capítulo 19

Capítulo 20

Capítulo 21

Capítulo 22

Capítulo 23

Capítulo 24

Capítulo 25

Capítulo 26

Capítulo 27

El Regalo

Capítulo 28

Capítulo 29

Capítulo 30

Capítulo 31

Capítulo 32

Capítulo 33

Capítulo 34

Capítulo 35

Capítulo 36

Capítulo 37

Capítulo 38

Capítulo 39

Capítulo 40

Capítulo 41

Capítulo 42

Capítulo 43

©Copyright 2021 por Kimberly Johanson

Todos los derechos Reservados

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Descripción

Blaine Vanderbilt, posee una apariencia física atractiva y un corazón amoroso. Él planea interpretar a Santa Clos ante un grupo de niños enfermos durante las vacaciones en su ciudad natal de Houston, Texas.

Blaine ha vivido sus treinta y seis años haciendo cosas no tan buenas mientras hacia su fortuna fundando una cadena al por menor llamada Bargain Bin, Inc. Una compañía que se establece en ciudades pequeñas ofreciendo las mismas cosas que los pequeños negocios a precios muy reducidos ya que obtiene sus suministros de otros países a precios rebajados. Y que también emplea sólo a personas con discapacidad, para pagarles el salario mínimo, explotándolos y además arruinando a las economías locales.

La reciente muerte de su padre hace que medite nuevamente en sus procedimientos para hacer negocios y empieza a buscar una manera de hacer cambios radicales en sus tiendas y también en su vida personal.

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Delaney Richards es una enfermera de veintiocho años que desempeña el papel de su pequeño duende. Es una apasionada pelirroja de ojos esmeralda.

Los padres de ella eran dueños de una pequeña tienda de neumáticos en la pequeña ciudad de Lockhart, Texas. Cuando llegó Bargain Bin a su ciudad, no podían competir con el precio de los neumáticos que vendía la gran tienda y se vieron obligados a cerrar su negocio. Ella tiene que mantener a sus padres con su carrera de enfermería y odia a Blaine. Por los niños en el hospital, ella se lleva bien con él delante de ellos, pero no cree que realmente Delaney Richards haya cambiado su forma de ser.

Aunque ambos sienten una atracción instantánea, Delaney no está dispuesto a permitir que el deseo por ella lo domine. Ella ejerce autodisciplina y no se dejará engañar por los cambios en El, ella piensa que la nueva conducta de Blaine es temporal causada ​​por el deceso de su padre.

Ella pasa casi cada hora del día al lado del hombre, ya que se le ha encomendado la tarea de ayudarlo en sus esfuerzos con los niños en el hospital en donde ella trabaja. Esto ha hecho que ella descubra a un hombre muy diferente al que ella pensaba que era.

Añade una pequeña magia Navideña y tendrás los ingredientes necesarios para un romance de estación en proceso, que no olvidaras pronto…

Un Árbol Para Todos

La Navidad de un Multimillonario

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Por Kimberly Johanson

Capítulo 1

Delaney

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2 de Diciembre

¿Cuándo vendrá el Sr. Vanderbilt de visita?, pregunta Colby mientras reviso sus signos vitales. Hice una canción genial. Quiero que la oiga.

Me aseguraré de hacerle saber eso, Colby. Es solo que él ha estado muy ocupado en el trabajo con las festividades, su tienda vende muchas cosas. Volveré después del almuerzo, le digo, y luego me retiro para dirigirme a mi siguiente paciente.

Ha pasado una semana desde que Blaine estuvo aquí por última vez, en la noche de Acción de Gracias. Ha hecho excusas todos los días de por qué no puede venir al hospital, aunque yo sé cuál es la verdadera razón. Él no puede lidiar con toda la tristeza, la completa impotencia de ser humano, y el sufrimiento de otros seres humanos. Es demasiado difícil para él.

En vez de sacar lo bueno de él que él esperaba que saliera, lo único que salió a la luz fue su forma original de ver la vida. La perspectiva que dice que se joda todo.

Tomando un descanso, voy a la sala y saco el celular de mi bolsillo. No me he quedado ni una noche en su casa esta última semana. Él dice que no está de humor para estar cerca de alguien y que sería mala compañía.

Creo que es tiempo de obligarlo a verme. Tal vez si lo hace, le causará un tipo de deseo de nuevo. Hago la llamada y su secretaria me contesta el teléfono. Hola, señorita Richards. El Sr. Vanderbilt está en una video conferencia. ¿Puede llamarla más tarde?

¿Puede usted decirme a qué hora terminará con eso y si tiene algo más agendado para después?

"Estas cosas suelen duran aproximadamente una hora. Tiene algo a las cuatro, pero va a estar libre en los próximos treinta minutos por un par de horas. Debería de venir a verlo. - Creo que eso le ayudaría, dice en voz baja. Últimamente ha andado de malas".

De malas, ¿eh? Bueno, eso no puede seguir así. Iré a verle. Estaré ahí pronto. Muchas gracias, creo que me dijo que su nombre era Blanch ¿cierto?

Sí, señorita Richards, yo soy Blanch. Fui a la escuela con su madre. Ella era una de mis mejores amigas. Déjeme decirle que vi una luz en los ojos de ese hombre cuando él estaba alrededor de usted y esos niños del hospital. Una luz que no había visto desde que era un niño antes de que ella falleciera, y ahora la ha perdido otra vez, y odio eso. Amo a ese chico, y desearía poder hacer más para ayudarlo, pero nunca me deja acercarme demasiado.

Ya veo. Gracias por decirme. Llegaré con un almuerzo, y él y yo haremos un picnic en su oficina. Tal vez pueda reavivar esa luz que usted dice, digo, y termino la llamada.

Ahora necesito encontrar a alguien que me cubra por un rato para poder ir y ver si aún queda algo del Blaine del que me estaba enamorando.

Capítulo 2

BLAINE

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¿Por qué harías un trato con esa empresa barata, Blaine?, me pregunta mi hermano después de terminar la sesión de video conferencia con una compañía de juguetes de Taiwán.

Los artículos estaban baratísimos, Kent. ¿Cómo es que no entiendes eso? Los juguetes pueden estar aquí en nuestros aparadores en una semana, necesitamos algo que acapare los estantes de juguetes. Con la Navidad tan cerca, los juguetes están volando. Los fabricantes saben que hay una alta demanda y la mayoría de ellos están subiendo sus precios. Así es como hago negocios siempre a fin de año.

Pero, pensé que íbamos a buscar mejores productos para venderles a nuestros clientes. Esos juguetes estarán rotos el mismo día que los abran. Piensa en todos los pobres niños que recibirán estos regalos baratos, dice Kent mientras nos levantamos para salir de la sala de conferencias.

Kate nos encuentra en el pasillo. Oye, Blaine, tenemos que hablar. Ella se para junto a Kent y camina con nosotros por el largo pasillo. No has firmado la nueva política para reembolso. Tengo todo para iniciar el entrenamiento del personal de servicio al cliente. Incluso hice un video que puede ser mostrado a cada uno para no tener que ir de tienda en tienda.

Sobre eso, digo, recordando el documento que me entregó. Has cambiado demasiado la política. Dice ahí que aceptaremos todo tipo de cosas y devoluciones sin excepción. Ahora, ¿cómo vamos a hacer dinero cuando aceptemos de regreso cosas rotas que los fabricantes no nos aceptarán como crédito con ellos? No estás viendo el panorama completo. Sólo podemos hacer eso con los fabricantes que aceptan devoluciones.

No trabajas con fabricantes que las acepten, dice Kate cuando nos detenemos frente a mi puerta. Se lleva las manos a sus caderas y me mira molesta.

Necesitas ir a los archivos y sacar las compañías con las que trabajamos. Si encuentras una que tome devoluciones a cambio de crédito, puedes aceptar cambios en la mercancía. Tendrás que hacer toda una nueva política de devoluciones. Lo siento. Son solo negocios, Kate.

Pero pensé que íbamos a tratar de hacer esta tienda un lugar mejor , dice Kent, apoyándola.

Bueno, lo estamos haciendo. Pero ustedes dos necesitan entender qué es lo que hace mi tienda para las personas. Ofrece las versiones más baratas de las cosas que quieren o necesitan. Cuando pagas el precio más barato, no puedes esperar una calidad superior. Si lo que quieren es buena calidad, necesitan comprar en otro lugar. No es tan difícil de entender, digo, mientras coloco mi mano en el pomo de la puerta.

Pero arruinaste los negocios en donde podían conseguir productos de calidad en sus pueblos. ¿Qué esperas que hagan? me pregunta Kent.

No es mi problema, digo, mientras niego con mi cabeza. ¿Me estás diciendo que todas estas personas no tienen ninguna forma de ir a una ciudad para hacer compras de mejor calidad? Porque eso tampoco es mi problema.

¿Sabes cuál es tu problema, Blaine? pregunta Kate mientras me mira con ojos que me hacen saber que la he decepcionado de alguna forma. No piensas en las demás personas.

Pienso en ellos. Pienso en ellos mucho más de lo que solía hacerlo, y me di cuenta de que realmente no puedo hacer nada para ayudar a ninguno de ellos. Así que ¿para qué intentarlo? He encontrado una manera de hacer dinero. Un montón de dinero. Dinero que está pagándoles a ambos más de lo que jamás podrían ganar por su cuenta, así que piensen un poco en eso.

Entonces abro la puerta a mi oficina y me encuentro a un elfo semi desnudo sobre mi escritorio.

Capítulo 3

DELANEY

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¡Por fin! Digo mientras la puerta se abre y Blaine entra.

Delaney ¿Qué estás haciendo? pregunta mientras su rostro se cubre de sorpresa. Un rostro que estaba nulo de emoción cuando lo vi entrar.

Me siento, levantándome de la posición sexy mientras él se acerca a mí. Vine a verte. Te echaba de menos. ¿No me extrañabas ni un poco?

"Ahora que te veo, la respuesta es ¡sí! Sus manos se mueven sobre mis hombros y me mira a los ojos. Te he extrañado muchísimo, y ahora estoy tratando de averiguar por qué demonios estuve evitándote".

Porque interrumpiría tu mal humor, le digo, mientras envuelvo mis brazos a su alrededor. Me encanta ese traje de negocios. Ahora realmente pareces un multimillonario. ¡Que sexy! Presiono mis labios contra su cuello y lo escucho gemir suavemente.

Delaney, Dios mío, he extrañado cómo te sientes en mis brazos. No me dejes pasar tanto tiempo sin estar contigo otra vez; me dice, y sus labios rozan mi cuello mientras los mueve hacia los míos.

Mi corazón se llena de deseo mientras nuestras bocas se unen. Sólo ha sido una semana, pero se siente como si hubiera sido más tiempo. Termina el beso, descansando su frente contra la mía. Tienes un montón de niños en el hospital que también te extrañan .

Su cuerpo se tensa y me deja ir. No sé si puedo seguir haciendo eso, Delaney.

Bueno, no te presionare, le digo, bajándome del escritorio y siguiéndolo. No voy a dejarlo aislarse. Envolviendo mis brazos alrededor de él desde atrás, lo abrazo. ¿Por qué no simplemente te sientas y me permites ayudarte a relajarte?

Su risa profunda me sacude mientras lo abrazo, me gira alrededor de él y me coloca en frente suyo. En primer lugar, tienes que decirme donde encontraste este traje de elfa traviesa, dice, refiriéndose al pequeño camisón que parece un disfraz de elfo.

Del internet, le digo. Lo mande a pedir hace un par de semanas. Pensé que sería divertido para un juego de roles. Tu ibas a ser Santa.

Ho, ho, ho, responde. Me recoge y planta otro beso en mis labios.

Corro mis manos por su sedoso cabello rubio oscuro, el me carga hacía su escritorio de nuevo y me coloca sobre él. Sus manos se mueven sobre mis hombros y luego hasta mi cintura. Luego siento sus dedos moviéndose bajo el corto dobladillo de mi pequeño vestidito. Él nota que no tengo bragas puestas y gime para luego separar sus labios de los míos.

Empujándome hacía atrás sobre el escritorio, me mira con una sonrisa malvada. Vas a estar callada, bebe. No necesitamos reunir una audiencia afuera de mi puerta para escucharte gemir.

Mi cuerpo se llena de calor instantáneamente al verlo lamerse los labios y empujar la entrepierna de mi vestido hacia un lado. Agarro los lados de la mesa, preparándome para el momento en el que su boca me toque.

Su rugido vibra en su boca mientras me besa suavemente. Quiero gemir tanto, que me duele físicamente, pero lo retengo dentro de mí. Conozco demasiado bien como se mueve el sonido en este tipo de edificios.

El hospital me ha demostrado eso demasiadas veces, al pasar por el armario de limpieza o habitaciones desocupadas. Esos sonidos sí que atraen una multitud.

Su lengua se pone a trabajar y me da la magia que tanto necesito mientras me estremezco con todas las sensaciones que él me está dando. Espero con todas mis malditas ganas que me invite a quedarme la noche. Necesito toda una noche con él.

Con varias pasadas de su lengua directo sobre mi botón mágico, me tiene cayendo por el precipicio, y justo cuando comienza, él se detiene y lo escucho bajándose los pantalones.

Me levanta y luego me da la vuelta, empujando mis hombros hasta que la parte superior de mi cuerpo queda contra su escritorio. Estoy temblando con el clímax que aún pulsa dentro de mí, cuando el empuja su erección dentro de mi desde atrás.

Tengo que morder mi labio para no gritar del placer que siento de tenerlo dentro de mí. Él me llena totalmente, estirándome en la mejor de las formas. Hace sonidos y gime, y amo como suena.

Nuestra piel golpea silenciosamente mientras él hace movimientos no tan profundos, para que no hagamos algún ruido lo suficientemente fuerte para que alguien escuche. Pero muero por que vaya