Engano Peligroso: Multimillonarios Machos, #4

Por JUDY ANGELO

Cuando Dani Swift se pone su uniforme de chófer, con su pelo escondido debajo de su sombrero y su cara libre de maquillaje, ella parece un hombre joven, limpio y afeitado. Mientras está usando su pequeño disfraz, conoce al hombre de sus sueños, el empresario multimillonario Storm Hunter. Pero ¿cómo puede competir ella, en su mundo de riqueza y mujeres que harían cualquier cosa para enganchar a este soltero?

Storm Hunter ama las motocicletas y los automóviles rápidos. Y entonces conoce a Dani Swift. Ella es valiente e independiente, como ninguna mujer que ha conocido. Y cuando su pequeño juego de engaños lo lleva a perder su corazón, es cuando se da cuenta que, en ella, ha encontrado a su gran amor.

• Idioma: Español
• Editorial: Phoenix Publishing Limited
• Fecha de lanzamiento: 3 nov 2023
• ISBN: 9798223211846

JUDY ANGELO

New York Times & USA Today best-selling author, Judy Angelo, considers herself a ‘traveling writer’. She currently resides in Ontario, Canada but prior to that she called New York and then Illinois home. She has also spent considerable time in the Caribbean, Latin America and Europe. She loves to travel as it provides her with interesting and diverse settings for her stories.   Judy fell in love with romance novels as a teenager and has never lost her passion for these stories of love and life, conflict and reconciliation, relationships and family. For her, it was a natural progression from reading romance novels to writing them. So far, she has written over 70 romance novels, including the best-selling Bad Boy Billionaires series. Her other series include The Billionaire Brothers Kent, The Castillos, and the Comedy, Conflict & Romance series.   She hopes to continue entertaining her readers with intriguing stories for many years to come.   Website - www.judyangelo.blogspot.com   I would love to hear from you! [e-mail]

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LA HERMANDAD MULTIMILLONARIA

VOLUMEN 4

ATRAPAR A UN SOLTERO EMPEDERNIDO...

CUANDO DANI SWIFT SE pone su uniforme de chófer, con su pelo escondido debajo de su sombrero y su cara libre de maquillaje, ella parece un hombre joven, limpio y afeitado. Mientras está usando su pequeño disfraz, conoce al hombre de sus sueños, el empresario multimillonario Storm Hunter. Pero ¿cómo puede competir ella, en su mundo de riqueza y mujeres que harían cualquier cosa para enganchar a este soltero?

Storm Hunter ama las motocicletas y los automóviles rápidos. Y entonces conoce a Dani Swift. Ella es valiente e independiente, como ninguna mujer que ha conocido. Y cuando su pequeño juego de engaños lo lleva a perder su corazón, es cuando se da cuenta que, en ella, ha encontrado a su gran amor.

CAPÍTULO UNO

P ero Dani...

Nada de ‘peros’. Solo protégelos de la lluvia. Dani metió los billetes en el bolsillo de su hermano.

Pero ¿dónde conseguirías-

¿Qué te dije Brian?  Ella lo empujó hacia la puerta.  Ahora ve. Estaré abajo. Sólo quiero asegurarme de que no olvidamos nada.

Cuando Brian salió por la puerta, tirando de la gran maleta detrás de él, Dani volvió a mirar las cajas que aún permanecían en el pasillo.  Ella sacudió su cabeza. No tenía idea de cómo cabría todo en su Chevy Blazer.  Ella había advertido a su hermano que no empacara demasiadas cosas, pero él estaba tomando tantas cosas que ella casi sentía como si él estuviera mudándose  para siempre y no simplemente dejando Chicago  para partir a su primer semestre en la Universidad de Notre Dame.  Fue a la sala de estar y luego a la cocina, mirando a su alrededor para ver si había dejado tirada alguna cosa. Por último, fue a su habitación.

Al abrir la puerta un torrente de emociones la llenó y ella parpadeó rápidamente, luchando contra las lágrimas. Esta habitación había sido el refugio de Brian durante los últimos cuatro años, desde que ella los había trasladado a este apartamento cuando su padre murió de un ataque al corazón.  Ella sólo tenía dieciocho años pero afortunadamente estaba legalmente calificada para ser tutora de Brian.  Su madre murió de cáncer de mama cuando Brian sólo tenía ocho años y luego ellos perdieron a su padre cuando él tenía catorce años.  Ella juró que mientras ella tuviera aliento él no la perdería a ella, también. Él nunca sería enviado a hogares de acogida. Y ella había mantenido su promesa.

Dani cerró la puerta y se fue a la sala, donde cogió su bolso y lo colgó en su hombro.  Al pasar la puerta ella forzó una sonrisa valiente en su cara.  No había manera que ella dejara que Brian supiera cuan profundamente afectada estaba por su partida. Él estaba listo para comenzar su nueva vida como estudiante universitario y ella no quería que nada lo distrajera.  Ella había sido una mamá gallina durante los últimos cuatro años, pero ahora ella tendría que aprender a dejarlo ir.

Ella tomó el ascensor hasta la planta baja, luego se fue al coche y se metió en el asiento del conductor. Se volvió  hacia su hermano y le preguntó. ¿Listo para irte?

Se encogió de hombros. Tan listo como puedo llegar a estar.

Ella extendió  su mano y le revolvió el cabello como solía hacer cuando tenía seis años. Entonces vamos por ellos, tigre.

LA PRIMERA SEMANA DE Dani sin Brian estuvo ocupada, lo cual fue una bendición para ella. Su nuevo horario no le permitía darse el lujo de estar en casa sintiéndose sola. Cada día corría a casa desde su trabajo como profesora en el preescolar Applewood, se cambiaba a su uniforme para su nuevo trabajo nocturno como chofer  en la compañía de limusinas Apex, y  se registraba en el trabajo a las cinco en punto.

Ella había estado en el trabajo por cinco noches y hasta ahora había sobrevivido, a pesar, de algunos momentos difíciles. Esta noche, sin embargo, algo era diferente. Ella había sido convocada a la oficina del jefe y por la puerta de cristal podía ver a Tony Martino, el propietario y director.  Él se paseaba por el suelo. Cuando ella abrió la puerta y entró en su despacho él asintió hacia ella.

Tenemos que hablar, dijo, y señaló con la cabeza hacia la única silla que no tenía papeles apilados sobre ella.

El corazón de Dani cayó. Tony no lucía muy contento. ¿Qué había hecho ella para molestarlo? No podía permitirse el lujo de perder este trabajo, no en este momento. Sólo había estado trabajando con la compañía una semana y ya había sido capaz de enviar dinero a Brian para sus libros. Ella contaba con el  pago de la semana próxima para cubrir el costo de su uniforme de hockey.

Él se dejó caer en la silla detrás de su escritorio y luego su mirada se suavizó mientras la miraba. No estés tan preocupada, dijo. No voy a despedirte.

Dani soltó el aire lentamente y se maldijo por tener una cara tan expresiva.

Sé que te estás preguntando de qué se trata todo esto, dijo y se inclinó hacia delante. Escuché acerca del incidente de la otra noche.

Ella contuvo el aliento de nuevo, seguro que ella sería reprendida por literalmente tirar a uno de sus pasajeros en su propio camino. El hombre había estado tomando y había tratado de toquetearla mientras ella mantenía la puerta abierta para dejarlo salir. Ella lo había empujado, y él, como estaba tan inestable, había aterrizado en su trasero. Ahora, ella estaba en problemas debido a eso. Volvió a mirar a su jefe, pero permaneció en silencio.

La cara de Tony se puso seria. Me enteré del incidente a través de un tercero y no estoy contento. ¿Por qué no me dices lo que pasó?

La mirada de Dani vaciló y miró hacia abajo a sus manos. Cuando ella no dijo nada, Tony habló de nuevo, aún más severamente. Desde el día que te entrevisté pude ver que eras una chica dura pero no  puedes mantener cosas como ésta en secreto. Tienes que recordar que eres una mujer y tienes que tener cuidado. Se echó hacia atrás y juntó sus manos sobre su estómago. Y tengo que recordar también que, no estoy orgulloso del hecho de que yo te puse en esa situación.

Sus ojos volaron a su cara. Pero, usted no lo hizo-

Sí, lo hice. Él la interrumpió. Yo debería haber sabido mejor que no debí darte una asignación al azar. Él juntó sus dedos y la miró con el ceño fruncido. A partir de ahora se te asignará sólo clientes confiables. Voy a darte un cliente muy importante mío. Su padre fue mi cliente hace muchos años y ahora él utiliza mis servicios, también. Tony se detuvo como para dar efecto a lo que diría. Su nombre es Storm Hunter.

Dani frunció el ceño. ¿El Storm Hunter? ¿De la línea de ropa Hunter’s Run?

Tony asintió y le dio una sonrisa de satisfacción. El único y el mismo. He estado sirviendo a su familia por más de veintitrés años. He conocido a Storm desde que era un niño.  Entonces su rostro se puso serio. Como ya he dicho, es un cliente importante. Los Hunters, han sido buenos conmigo. No es como que necesitan mucho de mis servicios pero siempre me dan los negocios. Esa es la clase de personas que son.

Entiendo y cuidaré bien de él, dijo ella, todavía un poco aturdida.

Imagina eso. Ella sería chofer de un miembro de la familia Hunter, una de las más ricas en el área de Chicago. Ellos eran ricos de cuna y todo el mundo sabía de ellos.  Y aún con todo ese dinero el hijo mayor, Storm, se había diversificado del negocio de la fabricación de la familia y había comenzado su propia línea de ropa, haciéndose un multimillonario a la corta edad de veintisiete años.

Y viendo que usted ya ha hecho algunos ajustes en su apariencia, quiero que siga siendo así. Él le dio un gesto de aprobación. Yo no puedo responder por todos mis otros clientes, así que no necesariamente quiero divulgar que tengo una mujer en el equipo. Tú no sabes  a quién puedes atraer una vez que ese tipo de información está rodando por ahí. Se puso de pie y se acercó para revisar la computadora sentada en el escritorio en la esquina más alejada. Esta noche vas a recoger al señor Hunter de una fiesta y llevarlo a casa a salvo. Si planea tomar, él siempre arregla con nosotros para ir a buscarlo. Puedes comprobar la ubicación en tu computadora en el automóvil.

Esta fue la señal para Dani para ponerse en marcha. Se puso de pie y le dio a su jefe una rápida inclinación de cabeza. Gracias Señor. Lo aprecio.

No hay problema, Swift. Ahora sólo deja crecer un poco de pelo en esa cara de bebé tuya y luce dura.  Tony estaba riendo para sí mismo, cuando Dani salió de su despacho y se dirigió al garaje.

Las cosas habían salido mucho mejor de lo que pensaba.  Allí estaba ella, pensando que estaba a punto de ser despedida, y en su lugar había sido asignada a un hombre que era probablemente el cliente más prestigioso de la empresa de limusinas. Ahora bien, si solamente sus propinas fueran tan grandes como su nombre, ella sería agradable.

Esa noche Dani llegó al lugar quince minutos antes de la hora señalada. No había manera de que se arriesgara a llegar tarde.  Y se había preparado bien, también, asegurándose de apilar hasta el último mechón de su grueso cabello oscuro debajo del borde del sombrero de chófer.  Ella había estado haciendo eso desde el incidente donde intentaron tocarla.  Se deshizo de sus pendientes y había dejado su rostro libre de cualquier tipo de maquillaje.  Incluso había practicado su caminar, tratando de eliminar el vaivén femenino de sus caderas y adoptando en su lugar las largas zancadas de un hombre. Gracias a Dios era más alta que la mayoría de su sexo.  Con una altura de un metro setenta y dos, ella podría pasar fácilmente a un hombre. Ahora bien, si tan sólo ella pudiera dejar crecer un poco de