SONRÍAN POR FAVOR
Jul 05, 2020
4 minutos
TEXTO PALOMA LEYRA
Cada mañana, Leopoldo suele ir a desayunar a un bar cercano a su casa de Zaragoza donde las camareras le saludan por su nombre. “¿Qué tal, Don Leo, ¿lo de siempre, pero con vino?”, le han dicho hoy mismo, cuenta, y se ríe a carcajadas. “Menuda fama de borrachín voy a tener... y luego, cuando salga a pasear, la gente dirá: ‘Mira al pobre hombre, necesita airearse”.
Bromas aparte, quién pudiera, a su edad, mantener ese espíritu tan juvenil y disfrutón. Leopoldo Abadía tiene 86 años, 12 hijos y una larga carrera a sus espaldas como profesor, escritor y economista, además de la fama
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